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Como parte de su experiencia en la Unidad de conservación y restauración, así como de registro en el Museo de Arte Contemporáneo del Zulia, Lucrecia Arbeláez, experta en colección MACZUL y presidenta del Teatro Baralt, refirió en su ponencia La colección MACZUL como patrimonio artístico del Zulia cómo fue el proceso de adquisición y resguardo de las obras de arte desde que este se inaugurara en el año de 1988, durante el seminario “Visiones contemporáneas sobre patrimonio cultural”,
Las dificultades de asignación de una partida presupuestaria adecuada para la adquisición de obras, llevó a la realización de importantes alianzas estratégicas que hicieron posible la conformación de la colección de este museo.
El objetivo de la colección, como lo establece el documento de constitución de la institución, eran las obras de arte de carácter contemporáneo, de procedencia regional, nacional, latinoamericana y caribeña. A través de contactos realizados con artistas e instituciones, la colección actual del museo cuenta con siete obras compradas: cinco de José Ramón Sánchez, una obra de Carlos Romero y una de Edison Parra; y más de 300 obras adjudicadas en comodato provenientes de instituciones como Banco Popular, Mercantil, Corpozulia, Gobernación del Zulia, centro de Bellas Artes, Fogade, Pdvsa y Secretaría de Educación y Cultura, entre otras.
El proceso de adquisición de una obra de arte requiere de una exhaustiva investigación sobre la procedencia y legitimidad de la misma, señaló Arbeláez. Agregó también que para el museo tener una obra es una responsabilidad, ya que su mantenimiento implica no solo el resguardo físico sino también cubrir los aspectos legales y administrativos que esto conlleva.
Los pasos a seguir con la obra de arte desde el momento de entrada al museo hasta su exposición fueron explicados por la ponente. Así, luego de establecer su legítima procedencia, se realiza una exhaustiva documentación que implica tres procesos: registro, Inventario y catalogación. Esto se lleva a cabo a través de varios procesos: designación de un código a la obra como parte del inventario; registro en el Libro de inventario que recoge las obras propias y transitorias, obras entrantes y permanentes, obras en préstamo; establecimiento de un sistema de localización; elaboración de fichas de identificación que pueden ser manuales o informatizadas; catalogación del significado, es decir, si es de carácter histórico, religioso, económico y, por último, la realización de los respectivos expedientes en la Unidad de registro.
Otro aspecto importante que señaló Arbeláez fue la obligación del museo en preservar la producción artística adquirida. Así, el resguardo de este patrimonio implica otros procesos como la preservación, conservación y restauración. En cuanto al proceso de preservación hizo algunas consideraciones sobre las características que debe poseer el sitio destinado a depósito de las obras y la necesidad de definir criterios al clasificarlas de manera que permita su fácil localización. La necesaria inducción al personal del museo en estas tareas y su sensibilización con respecto al tratamiento adecuado que la obra de arte amerita es una de las prioridades a establecer en este tipo de instituciones, puntualizó Arbeláez.
Al llegar una obra al museo debe pasar por un proceso de descontaminación, explicó, que se denomina “cuarentena”, ya que puede haber presencia de seres orgánicos vivos (esporas, comején) que podrían dañar al resto de las obras. Así se pasaría por un proceso de desinfección, para lo que se utiliza la luz ultravioleta. Estas obras deben permanecer climatizadas a temperaturas adecuadas, tanto en el espacio de exposición como en el de almacenaje, sin que exista diferencias de temperatura, pues podría dañarlas.
Otro elemento a tomar en cuenta es que toda colección debe estar asegurada, añadió, y en el país no hay empresas que asuman la seguridad total, por la que se hace necesario recurrir a empresas internacionales, situación que dificulta la exposición de colecciones internacionales en este momento. Tal es el caso, también, de las obras que se dan en comodato, las cuales se asignan a través de un documento legal que exigen su protección mediante un seguro.
El contenido de su exposición ilustró la difícil tarea de adquisición, registro, resguardo y preservación de las obras de arte, que se constituyen en parte importante del patrimonio cultural de una nación. En este caso, El Maczul se centra concretamente en la representación de la contemporaneidad a través de una de sus más valiosas manifestaciones: la obra artística, en especial aquella que pertenece a la producción de destacados artistas nacionales, por lo tanto se hace necesario el cumplimiento de todos los procesos que impliquen su adecuada catalogación y preservación, ya que –como indicara la ponente- toda obra con características “museables” tienen potencial de ser declarada patrimonio.
Relatoría realizada por: Grupo 4 editores: Maruja de Carruyo, Elisa Quijano, Beatriz Suárez y Nereida Petit
Notas relacionadas
Resumen del seminario: El patrimonio cultural zuliano genera discusión e interés.
Programa del Seminario “Visiones contemporáneas sobre patrimonio cultural”, realizado en el Maczul, Maracaibo, Venezuela, los días 22 y 23 de octubre de 2015.
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