Loredana Meza y Joselina Rodríguez: 2do Premio Concurso «Dale voz a tus monumentos» – UCV

De la “Progresión Amarilla” de Jesús Soto, al retroceso y el abandono

Loredana Meza y Joselina Rodríguez

 

El trabajo titulado De la «Progresión Amarilla» de Jesús Soto, al retroceso y el abandono,  escrito por Loredana Meza y Joselina Rodríguez , recibió el segundo premio del concurso “Dale voz a tus monumentos”. Este concurso fue realizado en la Universidad Central de Venezuela,  patrocinado por Institutional Assets and Monuments of Venezuela (IAM Venezuela) y la Fundación Arts Connection y coordinado por Allyson Peppe.  

 

Desde su inauguración en 1983, el Metro de Caracas se convirtió en un nuevo espacio de encuentro entre propios y visitantes de la capital de Venezuela, al convertirse en el principal medio de transporte público de la urbe. Durante ese año fue establecida la Línea 1 en sus dos etapas: la primera comprendida entre Propatria y La Hoyada, y la segunda constituida entre Parque Carabobo y Chacaíto, la cual fue abierta al público el 27 de marzo de ese mismo año.

Con la llegada del nuevo sistema ferroviario, se incorpora la Colección de Arte del Metro de Caracas que incluía 36 obras elaboradas y encargadas a diversos artistas, de forma exclusiva por la compañía. Dos de ellas, “Cubo virtual azul y negro” y “Progresión Amarilla”, pertenecen al reconocido artista plástico y principal exponente del cinetismo en nuestro país y el mundo: Jesús Soto.

Ambas piezas, ubicadas en la estación Chacaíto de la Línea 1, fueron instaladas un par de meses antes de la inauguración del Metro, un hecho que marcó hito en la ciudad capital, tras ofrecer al usuario la posibilidad de acercarlos a una galería artística, sin tener que trasladarse a algún museo, centro o galería.

Aquello que significó en ese entonces un avance y un aporte considerable a la cultura y a la divulgación de la obra del maestro Soto , hoy en día pareciera haberse quedado en el tiempo, olvidada. Ambas estructuras se encuentran en una situación lamentable, en especial  el Bien de Interés Cultural “Progresión Amarilla”.

Lo que fue y no es

En la salida de la estación del Metro que conduce a la plaza Brión de Chacaíto, se encuentra “Progresión Amarilla”, una composición artística y vanguardista del maestro Jesús Soto sostenida por una cuadrícula metálica y sobre ella una serie de varillas de aluminio meticulosamente ordenadas de menor a mayor altura, lo que crea una especie de prisma triangular.

Sobre este tipo de obras el autor expresó “»¦los elementos no están sino en función de una relación que existe universalmente. Los elementos no son sino trampas para atrapar esa realidad abstracta”. Es su manera de presentar al espectador la abstracción de ese espacio contenido en el ducto de ventilación de la estación. Diferente de los “Penetrables” donde el artista buscaba “que la gente se sintiera inmersa”, refiriéndose a la vibración poderosa de la cual está lleno el Universo, para “comprender la plenitud del espacio»¦” (Garrido, 2005),

Debido al deterioro en el que se encuentra actualmente la estructura, esa representación espacial no despierta el mismo interés en el público , no lo invita a imaginarse la energía ni la vibración y mucho menos invita a sentirse parte de ella. En otras palabras, la integración o acercamiento entre arte-hombre que se buscaba se desvaneció y con ella, el interés por preservar este bien cultural.

Su aspecto descuidado habla por sí solo, aunque también nos dice cuán atractiva fue durante sus primeros años de vida. En ese entonces, se hubiese descrito como una creación impecable, perfecta, moderna y vanguardista, muy particular del trabajo artístico del maestro Soto. Hoy la realidad es completamente distinta, pues existen factores tanto ambientales como humanos que han incidido de manera negativa en ella.

Huellas que lastiman

Para detallar los síntomas de la enfermedad que se han denominado como descuido y abandono de «Progresión Amarilla», es necesario recordar que dicha pieza fue diseñada con el propósito de intervenir artísticamente el ducto de ventilación del Metro, junto a “Cubo virtual azul y negro”, suspendida en la parte superior de la misma.

Esta característica evidentemente sitúa la escultura a la intemperie, dejándola expuesta a ciertas condiciones ambientales que con el paso del tiempo han dejando su huella.

El embate de los rayos solares, la lluvia, la orina que la corroe, el excremento de palomas, el crecimiento de la maleza en sus alrededores, entre otros factores ambientales se notan si se observa la obra desde la parte superior e inferior en sus tres costados. Sumada a estos, existen ciertos factores humanos que la afectan, tales como desechos sólidos; obstrucción visual producto de los comerciantes informales; ausencia de varillas y mala disposición de algunas sin importar el orden de tamaño; varillas dobladas y caídas; ausencia de iluminación y dispositivos de seguridad.

A ellos se suma la variación del tono amarillo aplicado en varias de sus varillas, de lo cual el maestro restaurador de bronce Henry Rivas opina que el artista es el encargado de especificar el color original y que de no contactarse, se debe proceder a ubicar la pintura adecuada. “Las pinturas a usar no son cualquiera, deben ser especializadas de acuerdo con el material donde se colocará. En la actualidad existen pinturas adaptadas a las condiciones climáticas del momento. Una pintura para exteriores de hace 30 años obedecía a condiciones climáticas que no son iguales a las de la actualidad y eso debe ser tomado en cuenta en esta obra”, explica.

Todos y cada uno de estos elementos, además de contribuir con el avance de la enfermedad, evidencian la indiferencia e indolencia hacia una manifestación con un alto valor artístico y plástico, declarado Bien de Interés Cultural por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), reseñado en la sección “la creación individual” del I Censo de Patrimonio Cultural Venezolano (2004-2005) y considerado Patrimonio Cultural por pertenecer al Metro de Caracas.

“Progresión Amarilla” no es cualquier obra. Se trata de una composición que realizó uno de los artistas más reconocidos y premiados a nivel nacional e internacional, tras darle un lenguaje de movimiento al arte, crear ilusiones y vibraciones a través de sus piezas futuristas, despertar el interés de los museos y personalidades más exigentes en el mundo (donde hoy se exhiben sus obras con sumo recelo) y dejar un aporte interesante a las artes plásticas venezolanas. Soto obtuvo Premio Nacional de Pintura (1960), Medalla de Picasso de la Unesco (1981), Gran Premio Nacional de Escultura de Francia (1995), entre otros, por su valioso aporte al arte en el mundo.

Es por ello y precisamente bajo este escenario, que se expone el sentir de un monumento que se pregunta ¿por qué una pieza con tan importantes antecedentes históricos y valores artísticos, presenta tales condiciones? ¿Quiénes son los responsables de su rescate, custodia y preservación? ¿Por qué se han remodelado otras esculturas del creador y ésta no? ¿Conocerán el valor cultural que tiene la misma, los más de 80 mil usuarios que transitan diariamente por la estación de Chacaíto? ¿Qué se necesita además de restaurar esta pieza?

Voces oficiales

La custodia absoluta de “Progresión Amarilla” pertenece al Metro de Caracas. No obstante, la prioridad de mantenimiento y restauración es del autor de la obra o fundación adscrita, como primera opción a consultar bajo acuerdo de la empresa, según lo comentaron Alexis Higuera y Jorge Hernández, voceros de la Gerencia de Comunicación y Relaciones Institucionales, Oficina de Cultura, Área Artes Plásticas de Metro.

Al ser consultados sobre las condiciones de la obra, expresaron que “con ella se realizaron 3 intentos de restauración, ninguno consolidado por falta de recursos económicos. Respecto a la limpieza de áreas cercanas a la obra, las mismas fueron suspendidas por seguridad  del personal de mantenimiento”.

Asimismo, tanto Higuera como Hernández destacaron que “los mecanismos o dispositivos de resguardo observados últimamente, son más que todo para proteger a los usuarios ya que existe la posibilidad de que se desprenda la parte superior y caiga”.

Otra de las razones que expusieron, fue el tema territorial-político como actor interventor en la decisión de restaurar la obra, tomando en cuenta que Chacaíto se encuentra en el límite del Municipio Libertador y Municipio Sucre.

¿Y los planes a futuro para mejorar dicha obra? –Están ausentes en este momento por falta de recursos-, fue la respuesta. Esto hace suponer un futuro incierto para “Progresión Amarilla”, un patrimonio cultural del Metro de Caracas y de la República, obligación prioritaria del Estado y de la ciudadanía, según el artículo 2 de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural en Venezuela.

Guardias patrimoniales ¿una solución?

En su afán por velar y cuidar el patrimonio tangible e intangible de Metro, la compañía incorporó en 2011 nuevos Guardias Patrimoniales en las estaciones, quienes además se encargarían de orientar e informar al público visitante respecto al buen uso de las instalaciones que resguardarían. Hoy en día, no están. Y su ausencia se siente cuando se constata la presencia de usuarios que destruyen las obras, que comen a los pies de ellas, depositan basura en sus adyacencias, lastiman. De acuerdo con Higuera y Hernández, “la guardia patrimonial no está identificada con el hecho cultural como tal y hoy en día se desempeñan como personal de seguridad”.

Enrique Padrón, Operador de Protección de la Estación del Metro de Chacaíto, comentó que a pesar de las normas de Metro que instan al usuario a no ingerir alimentos y bebidas dentro de la estación, los pasajeros hacen caso omiso a las reglas y de esa manera contribuyen al deterioro de las instalaciones y por ende, de su galería artística.

“En el caso de ‘Progresión Amarilla’, la gente se sienta a comer en el muro, los niños sacan las varillas sin saber el peligro e incluso lanzan objetos desde la parte superior que conecta al bulevar de Sabana Grande”, dice. También comenta que desde allí hacen su mejor esfuerzo, pero la ciudadanía también debe contribuir, “por eso le hacemos un llamado para que sean más conscientes con las obras de arte dentro y fuera del Metro, tomando en cuenta que es uno de los medios de transporte más rápidos y económicos del país”, menciona.

Es importante destacar que según el Artículo 44 de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural, “será penado con dos (2) a cuatro (4) años de prisión quien destruya, deteriore o dañe cualesquiera de los bienes establecidos en los artículos 2° y 6° de la Ley”. ¿Conocerán esta disposición legal quienes han dañado Progresión Amarilla?

IPC se pronuncia

Tras haber sido declarada “Progresión Amarilla” un Bien de Interés Cultural por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), la participación del ente en cuanto a la gestión de la misma fue incluida en el presente reportaje. Información respaldada por Isabel De Jesús, Antropóloga del IPC, quien indicó que “el instituto tiene la potestad de proteger el bien al ser un elemento fundamental de nuestra identidad cultural, una manifestación poseedora de valor histórico, cultural y plástico, quedando sometida a la Constitución, Ley de Protección y Defensa de Patrimonio Cultural y su reglamento”.

No obstante, esta protección no permite una intervención directa de la obra por parte del organismo al verse regida por los custodios de la misma, en este caso Metro de Caracas. Al consultar a Cruz Barceló, investigador del IPC, sobre la manera en la que el Instituto podría contribuir con la restauración de la pieza de Jesús Soto, respondió: “Para que el IPC pueda inmiscuirse con el proceso de mejora, debe recibir ante todo una denuncia formal por parte de alguna persona natural o jurídica, exponiendo las condiciones y motivos que han llevado a formular la misma”.

Una vez recibida la denuncia, se conforma una comisión, se crea un documento que debe ser firmado por el presidente del IPC, se lleva las recomendaciones al Metro de Caracas y de allí se realiza un seguimiento a la obra. Actualmente, de ser presentada esta denuncia, sería la compañía la encargada de decidir si procede a cabalidad un cuarto intento de restauración a “Progresión Amarilla”, cuyo estado de deterioro es conocido tanto por De Jesús como por Barceló.

Ciudadanos consultados

Entre 70 mil y 80 mil usuarios transitan a diario por la estación Chacaíto, según fuentes oficiales de Metro de Caracas, una cifra que permitió realizar una encuesta a  0.1 % de esa población (80 personas), con el fin de indagar si poseen conocimientos sobre el maestro Jesús Soto, sus obras y la importancia de contar con una de ellas en un sitio de encuentro entre propios y visitantes, al ser el principal medio de transporte en Caracas.

Los resultados obtenidos demostraron que 54% de ellos saben quién fue Jesús Soto y su importancia para la cultura venezolana,  53% tiene conocimiento de la presencia de una obra de Soto en esa estación de Metro, 79% considera que la obra se encuentra deteriorada y 64% opina que la obra representaba para ellos parte de la cultura venezolana.

Educación Patrimonial

Muchas son las conclusiones que pudieran desprenderse de la presente investigación, sin embargo las tres primeras apuntan al conocimiento indudable de la lamentable situación de la obra de Jesús Soto por cada uno de los actores involucrados, la falta de acciones para mejorarla por insuficiencia de recursos económicos y la necesidad de implementar mecanismos que den una nueva vida a la misma y hagan entender al usuario la importancia de preservar nuestro patrimonio nacional. Esas ideas las respalda Zaida García, especialista en Educación Patrimonial, profesora de Gestión del Patrimonio y Turismo Cultural de Venezuela en la UCV y Coordinadora de la Maestría en Arte mención Estética en la UPEL.

”En este momento no hay ningún tipo de estrategia comunicativa o educacional alrededor de ‘Progresión Amarilla’, que le indique al usuario que debe valorarla y respetarla como parte de nuestro patrimonio nacional. La ciudadanía requiere de esos valores, pues debemos tener claro que lo que sustenta a una sociedad no son los aspectos económicos, sino sus valores sociales y culturales, y esa obra forma parte de los valores sociales que nos sostienen”, explica.

Para García, la formación debe ser de carácter integral y debe empezar por el docente, tomando en cuenta la cantidad de niños que pasan por sus manos. Enfatiza la importancia de hacer el tema de patrimonio algo que pueda ser abordado y reforzado desde todas las disciplinas.

“Hay que tener claro el valor de esta obra de arte más allá de lo estético, ya que al ser considerada patrimonio cultural forma parte inmediata de nuestra identidad nacional, nuestra imagen y debe entonces reinar el amor por lo nuestro, lo que denominamos apropiación social. En este sentido, educar al usuario de Metro de Caracas forma parte del mismo proceso de formación ciudadana, si la educas para ello, estarías salvaguardando la protección de la obra de arte”, destaca.

De acuerdo con la especialista, el mantenimiento permanente debe ser una condición de esta creación, nacida de un gran artista plástico del país, que ha sido reconocido universalmente y cuyas obras se encuentran en Museos de Francia, Arte Contemporáneo, y colecciones cinéticas en el mundo. “No sólo debe hacerse por la obra en sí misma, sino también por quien la hizo”, puntualiza.

Llamado en común

Alexis Higuera: “No existe ninguna campaña de formación o difusión de los bienes patrimoniales del Metro de Caracas, por eso consideramos la necesidad de implementar campañas de concientización sobre el cuidado de los espacios y sus elementos”

Jorge Hernández: “Si bien es cierto que la cultura entró en gastos suntuosos y que el usuario merece que las obras se encuentren en mejor estado, también es verdad que los mismos deben contribuir con su cuidado. Las obras nos pertenecen a todos y deben mirarse como algo valioso, por ende debemos transmitir el valor de los patrimonios a nuestros hijos para que se sostenga en el tiempo”

Enrique Padrón: “Es importante rescatar esta obra, por su contribución con la cultura Metro, considerando además que a través de ella se puede incentivar el turismo cultural en la ciudad capital”

Isabel De Jesús: “Hace falta crear sistemas educativos que le digan a la gente que no debe atacar las obras, para crear conciencia entre los ciudadanos”

Zaida García: “Es necesario que se planteen políticas de gestión patrimonial viables en el país y que respondan a las necesidades de nuestro patrimonio cultural”

Tan de Soto como nuestra

Decía el Maestro Jesús Soto en 1970 que “el arte no es una expresión, el arte es conocimiento» y bajo esta idea se quizo indagar sobre el porqué una de las obras de este artista plástico, se encuentra hoy en tan deplorables condiciones. Precisamente con la invitación de recorrer la ciudad, abrir los ojos, redescubrir monumentos, esculturas y museos, el Institutional Assets and Monuments of Venezuela (IAM), presentó la oportunidad de darle voz a “Progresión Amarilla”, una creación que refleja la situación que viven otras esculturas y creaciones artísticas en nuestro país.

Tan doloroso son los síntomas como el diagnóstico de esta obra que hoy se encuentra enferma. Un patrimonio cultural que a gritos pide un poco de respeto y consideración, para poder brindarle una vez más al espectador, la oportunidad de vivir la armonía de sus varillas, contemplarla de nuevo y devolverle su razón de ser. La enfermedad que padece “Progresión Amarilla” no sólo es competencia del Estado venezolano, de sus custodios, instituciones culturales o especialistas, sino también de los amigos y usuarios del Metro. Debemos enseñarle a nuestros hijos el valor patrimonial y material de estas obras, que fueron colocadas para su deleite y disfrute. Dicha invitación también se extiende a los organismos de velar por el cuidado y preservación de nuestro patrimonio cultural, pues ellos deberían contar con los recursos para mantener y mejorar todos y cada uno de los bienes tangibles e intangibles que forman parte de nuestro acervo histórico, artístico y ambiental.

Bibliografía

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