Este trabajo, escrito por Nohely Ron , recibió el primer premio del concurso “Dale voz a tus monumentos”. Este concurso fue realizado en la Universidad Central de Venezuela, patrocinado por Institutional Assets and Monuments of Venezuela (IAM Venezuela) y la Fundación Arts Connection y coordinado por Allyson Peppe.
Del descuido al olvido: El Irón, antigua estación del teleférico de Caracas; Torre Este de Parque Central y las vías del Gran Ferrocarril de Venezuela; reflejos de nuestra falta de identidad nacional.
Una crónica acerca de la indiferencia de los venezolanos frente a sus bienes heredados.
Nohely Ron
La mayoría de los venezolanos utiliza diferentes apelativos para referirse a nuestro país. Lo identifica como el mejor lugar del mundo, puesto que en su extensión tenemos una infinidad de paisajes majestuosos que van desde desiertos, llanos y montañas nevadas; por ello, no es de extrañar que el ciudadano tenga un sentimiento muy arraigado con todo lo que Venezuela cuenta, sentimiento que muchas veces resulta enfermizo. No quiero hacer pensar aquí que nuestro país no es chévere o que no es cierto que tiene todo lo mencionado anteriormente, sin embargo, para ser el mejor país del mundo, considero que no estamos aprovechando suficientemente todo lo que por gentilicio nos pertenece.
Por dicha razón el objetivo de esta crónica es mostrar, a partir del punto de vista de la autora, aquellos bienes heredados por diferentes venezolanos de gran renombre, ya sean arquitectos, ingenieros y presidentes que tuvieron que ver con la iniciación de diversas estructuras arquitectónicas que hoy se encuentran abandonadas.
Recorrido fotográfico: Caracas, Los Teques y Macuto.
La aspiración de cualquier venezolano es conocer las bellezas de su país, no solo naturales, sino también, aquellas estructuras patrimoniales que han sido dejadas para nuestro deleite. Mediante un recorrido fotográfico realizado simplemente por el deseo personal de mostrar los diferentes espacios de Venezuela, las fotos aquí expuestas tienen el objetivo de emparentar al ciudadano e identificarlo con el contexto en la que se encuentran las estructuras abandonadas en Venezuela.
El Irón, antigua estación del teleférico de Caracas:

Entre las maravillas que el venezolano común suele nombrar figura siempre el Parque Nacional El Ávila -actual Parque Nacional Waraira Repano- lugar turístico y emblemático de la ciudad de Caracas donde empezamos nuestro recorrido. Al empezar a subir es inevitable no disfrutar de los paisajes, tanto del valle caraqueño como de las costas de Vargas. Ya en el parque se disfruta de las fresas con crema, mientras se admira el antiguo Hotel Humboldt y, por supuesto, es posible entretenerse con el teleférico que allí se encuentra.
Esa estructura sufrió grandes cambios desde el cierre del original a mediados de los años 70, ya que, con el pasar de los años, fue reconstruido por los gobiernos posteriores al del General Marco Pérez Jiménez, quien fue el dueño de la idea original, puesto que su finalidad era contar con un sistema de transporte rápido y seguro para casos de emergencia nacional, debido a que su salida conectaría con la ciudad de La Guaira (1).
Es así que dicha construcción, que marcaría huella en el tiempo, estuvo soportada de la mano de compañías alemanas como “Heckel” bajo la dirección del ingeniero Alemán Ernst Heckel. Diseñadas por los arquitectos Alejandro Pietri Pietri y Alfredo Jahn.
Antiguamente el recorrido partía de la estación Maripérez –“tramo que se inaugura el 14 de septiembre de 1955 estando en período de prueba durante siete (07) meses, hasta el 19 de abril de 1956” (2) -hasta la estación Ávila y desde allí a la estación El Cojo con una duración de 25 minutos. Otra de las estaciones era El Irón, cuyo tramo nos llevaba a las costas de Macuto, dicha estación contaba con ocho cabinas para el público, además de una cabina presidencial de color dorado, distinguida con el Escudo Nacional y una cabina de ambulancia color blanco, todo sostenido con seis torres de una altura de 35mts(3) .
Desde que fue cerrada en los años 1970, y al caer en desuso, la estructura se volvió obsoleta y el subsistema de teleféricos fue desmantelado
Actualidad:

Luego de subir por el teleférico, tomar una camioneta que nos llevará a Galipán y empezar un recorrido a pie de una hora aproximadamente, se llega a las instalaciones de El Irón, o, mejor dicho, las ruinas de las instalaciones. Ya allí se pueden observar los vagones desolados y grafitiados, todo cubierto de la maleza que, con el pasar de los años, ha vuelto a su lugar de origen.

Se puede notar que la suciedad y la corrosión son algo característico de la estación sobre todo en los vagones; el musgo y los hongos se hacen presentes de igual manera, puesto que desde su desmantelamiento no ha sido vigilada ni cuidada, encontrándose en un sitio susceptible al vandalismo.

Son muy pocas las personas que tienen conocimiento de esta estación abandonada, aun con la importancia que tiene debido al contenido histórico que pesa en sus ya dañadas estructuras. La falta de información ha hecho que, tanto estas como muchas más estaciones que alguna vez adornaron la montaña, se encuentren en el olvido. Ahora, ¿cómo decir que nos identificamos con el Ávila si ni siquiera conocemos su historia? ¿Qué ha hecho que no hablemos de un patrimonio fundamental del ciudadano venezolano? Como sociedad, ¿hemos hecho algo para cuidar y mantener, de verdad, el patrimonio natural y arquitectónico que se nos ha dado? Tal vez, hemos demostrado que todo nos da igual, puesto que, aunque dichas obras no hayan sido creadas en nuestra época, sí fueron pensadas para nosotros en un futuro. No hemos manifestado que nos importa, y unirnos para hacer que las cosas cambien para mejor.
Torre Este de Parque Central:
Otro ejemplo prueba de esta indiferencia se puede apreciar en el complejo de las Torres de Parque Central, más específicamente en la Torre Este.

El proyecto de este complejo comenzó en el año 1969 de la mano de los arquitectos Daniel Fernández Shaw y Enrique Siso y del ingeniero Carlos Delfino quien presentó el proyecto al presidente del Centro Simón Bolívar durante el primer gobierno de Rafael Caldera. Dicha propuesta consistía en un gran desarrollo urbanístico entre la avenida Lecuna y la avenida Bolívar de la urbanización El Conde. Donde se realizaron seis edificios residenciales que se comenzaron a construir en el año 1970. Además de ello,
“se inició la construcción de las dos torres gemelas; la Torre Este, concluida en 1979 y la Torre Oeste, culminada en 1984. [«¦] El complejo Urbanístico Parque Central es un desarrollo habitacional, cultural y comercial construido por el gobierno venezolano en el centro de la ciudad de Caracas. Su construcción tardó 14 años y hasta 2003 fueron los edificios más altos de LatinoAmérica con una altura de 225 metros (738 pies) (fueron destronadas por la Torre Mayor de Ciudad de México por escasos 5 metros). Aun así, son los rascacielos más altos de América del Sur, fueron las edificaciones de hormigón armado más elevadas del mundo, pero este récord fue roto por las Torres Petronas de Kuala Lumpur” (4) .
Dichas torres ocupan un área aproximada de 3 hectáreas y consiste en dos torres gemelas de 56 pisos rodeadas de edificios residenciales. Ambos rascacielos son sede de importantes organismos gubernamentales. Ahora bien, ¿qué hace que dichas torres sean de nuestro interés? Pues, el 17 de octubre de 2004, un incendio que comenzó en el piso 34 de la Torre Este destruyó unos diez pisos de la torre. Esto debido a la antigüedad del edificio y de los equipos contra incendios que hicieron aún más difícil la tarea de apagar el fuego. El edificio sufrió grandes daños y, hasta cierto punto se creyó que podía derrumbarse.
El incendio se inició a las cinco de la mañana y siguió sin control hasta las once, en ese momento los bomberos creyeron haberlo controlado, pero debido a irregularidades con los equipos y a la falta de presión en las tuberías, se perdió el control del fuego y ocasionó, nuevamente, muchas explosiones.
“Según los bomberos, esto se debió a que el fuego traspasó una macro losa del refugio contra incendios del piso 39 y siguió sin control hasta el Penthouse del piso 56” (5) .
Durante el día se trató de controlar el incendio con ayuda de la Fuerza Aérea Venezolana, quienes trataron de extinguirlo con agua que lanzaron desde los helicópteros. Con un aguacero, en horas de la tarde, se extinguió finalmente el incendio.
Luego de ver la gravedad de los daños causados por el fuego, la reconstrucción se inició tres años después, a inicios de 2007; en 2008, se movió la fecha de su finalización al año 2009, autoridades informaron que la torre con de un área turística con restaurantes, mirador y salas de conferencia que antes no existían.
Actualidad:
Hoy, abril del año 2016, las vigas derretidas tras el incendio solo nos recuerdan lo ocurrido en el año 2004. Doce años después de que la torre ardió, desde el piso 34 de la Torre Este de Parque Central hasta el 56, se ha convertido en una pieza de museo.

Las promesas gubernamentales se quedaron en solo eso, promesas sin cumplir, puesto que el estimado de tiempo record de entrega era en el año 2006 y, luego, en el 2007; sin embargo, todavía falta resolver lo más importante: las instalaciones de seguridad en prevención de nuevos siniestros (6) que, como era de esperarse, todavía no ha sido restablecido.

Es importante recalcar que los arquitectos Daniel Fernández Shaw y Enrique Siso construyeron las torres desde cero, en cinco años, ambas a la vez. Según Shaw: “Hubo de dos a tres meses de diferencia entre una y otra. Las construimos al mismo tiempo” (7). Aunque están conscientes que el incendio tuvo sus estragos y que ha sido difícil rehacer puesto que el edificio ahora está ocupado, doce años sin tener mejoras es mucho tiempo. Normalmente, en las obras de arquitectura e ingeniería en todo el mundo existe una persona que se responsabiliza en que se cumpla el tiempo estimado en las reconstrucciones y que el presupuesto sea bien administrado, sin embargo, en Venezuela no se cuenta con alguien que se encargue de esto.
Cabe preguntarse, entonces, ¿quién o quiénes estaban a cargo de llevar a cabo esta obra? El 16 de agosto de 2013, el diario Últimas Noticias publica en su plataforma digital una cronología exacta de cómo se ha ido postergando la ilusión de que las Torres de Parque Central vuelvan a ser gemelas idénticas otra vez y a los responsables de que esto se lleve a cabo:
“Ministros y viceministros que han pasado por el despacho del Ministerio de Infraestructura, y diferentes figuras del Gobierno han hecho promesas sobre el día de la habilitación de la torre, pero todas han quedado en palabras. La apertura de este importante centro gerencial es un hecho que esperan todos los venezolanos y en el que se han invertido más de Bs 120 millardos.
2004: Ramón Carrizales Rengifo, entonces titular del Ministerio de Infraestructura, aseguró en noviembre de 2004 que iban a concluir la obra en 16 meses.
2006: Según una nota de ÚN, en 2006 el Ministerio de Infraestructura rodó para noviembre de ese año la reinauguración de la Torre Este de Parque Central. Meses atrás, el viceministro Álvaro Carrasco Roa había informado que la reapertura sería para junio, pero días antes anunció que la entregarían remodelada el mes 11. Para la fecha, Carrasco Roa informó que la recuperación había avanzado un poco más de 75%.
2007: Eustacio Aguilera, presidente del Centro Simón Bolívar, anunció una nueva fecha: diciembre de 2007. ‘Esperamos que se complete su ocupación a finales del primer trimestre de 2008’, declaró entonces a la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN).
2009: El presidente Hugo Chávez instó a Diosdado Cabello, quien estaba a cargo del extinto Ministerio de Obras Públicas y Viviendas, a culminar la rehabilitación de las famosas torres capitalinas. Prometieron que estaría lista a finales de 2009. Días después anunciaron que su inauguración sería en 2010.
2013: Este viernes 16 de agosto el presidente de la Corporación para el Distrito Capital (Corpocapital), Erick Valiente informó que está previsto culminar el proceso de rehabilitación en 2014.” (8)
Como se ha podido observar, gracias a este artículo tomado de Últimas Noticias, son alrededor de cinco organismos o autoridades distintas por las que ha pasado la reestructuración de la Torre Este de Parque Central y diez cambios de proyectos que ha consumido más de un millardo de bolívares, y aún nadie ha podido cumplir con lo propuesto, puesto que en la actualidad (2016) la Torre Este es muestra de la ineficiencia del gobierno bolivariano, ya que se observan las vigas aun quemadas, pisos llenos de escombros y basura, vidrios rotos, cables de alta tensión muy expuestos y espacios desolados; la poca luz es más evidente a medida que se sube, las escaleras en mal estado y algunos ascensores sin funcionar. Aunque la torre cuenta con organismos de seguridad que la “resguardan”, esto no garantiza el absoluto cuidado de las mismas, puesto que aún está sujeta al vandalismo, debido a que en su interior se alojan refugiados que carecen de recursos para tener un hogar digno.

Desde arriba se ve el paisaje caraqueño: edificios, autopistas y el Ávila, pero, sobre todo, se percibe desde lo alto la indiferencia del venezolano por los espacios que nos rodean. Parque Central está ahí, imponente, pidiendo ayuda, puesto que detrás de sus ventanales llenos de majestuosidad en su superficie, por dentro está hecha pedazos, destruida y con muy poco que ofrecer.

Las personas al parecer no se han dado cuenta de esto y las consideran aún como un símbolo importante de nuestra ciudad, pero, ¿de qué sirve hablar de ellas como los rascacielos más grandes de LatinoAmérica, si por dentro cada vez caen más bajo? ¿Por qué seguir engrandeciendo lo que ya fue si actualmente no se le ha tenido cuidado? Es indudable que la conjunción de estos valores materiales aportan diferentes significaciones que permiten que los venezolanos nos sintamos como un grupo social que comparte una historia y un territorio común, sin embargo, ser venezolano no solo debe representar para el ciudadano un honor, sino, también, un compromiso, puesto que nuestra nación ha sido formada desde sus primeros habitantes con amor y con ganas de ser un país libre, que lucha por la democracia y por reconocimiento de los demás países del mundo. Pero esto solo será posible si el individuo se interesa por su país, por las obras que están y que han sido dañadas, por el cuidado que se le dé a todo lo que nos rodea.
Gran Ferrocarril de Venezuela–Parque El Encanto:
Otra de las obras perteneciente a el conjunto de bienes heredados es el Parque Nacional El Encanto, ubicado en el sector Los Lagos en la ciudad de Los Teques, el cual mantiene vivo el recuerdo de lo que fue el Gran Ferrocarril de Venezuela.

La historia de este Parque se remonta al siglo XIX, bajo el gobierno de Antonio Guzmán Blanco
“quien inició la construcción del sistema ferroviario en el año 1887, pero [siendo] el General Joaquín Crespo el 1 de febrero de 1894, quien lo [inaugura] [«¦] en un espacio de 80 hectáreas entre bucares, jabillos y eucaliptos.”(9)
Dicho tren consistía de una locomotora diesel alemana del siglo XVIII –gracias al origen de esta locomotora el tren también solía llamarse por sus usuarios “Ferrocarril Alemán”- y una a vapor. Se ofrecía a turistas nacionales y extranjeros un recorrido de siete kilómetros durante 20 minutos desde Los Lagos hasta El Encanto. Esta línea férrea contaba, a su vez, con 32 carros, 131 para carga y 30 para transporte de ganado.
En un viaje rutinario el ferrocarril salía desde Caño Amarillo a las 10:00 am, pasaba por la estación en Las Adjuntas, Antímano y El Sapo hasta llegar a Los Teques alrededor de las 4:00 pm, donde las personas podrían disfrutar de las inmediaciones del Parque que constaba de paisajes idílicos, lleno de muchas bellezas naturales y pozos y quebradas con aguas cristalinas en las cuales los bañistas podían disfrutar. Sin embargo, según quienes habitan en el sector cuentan que el parque ha sido afectado por el poco interés de los gobiernos.
Además de esto, otro de los sucesos que incitaron el abandono del Gran Ferrocarril, se remonta a una decisión política liderada por Nelsón Rockefeller, Romúlo Betancourt, Rafael Caldera y Jovito Villalba quienes promovieron su destrucción con el asalto al tren de El Encanto, hecho que estuvo suscitado por el Gobierno y respaldado por sujetos que se hacían llamar dirigentes de los partidos de izquierda para así aumentar las ventas del sector automotriz.
Según un artículo de la plataforma digital Crónicas del Tánatos, el asalto al Tren del Encanto fue originado por un grupo de guerrilleros pertenecientes al comando César Augusto Ríos de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) que ejecutaban la Operación Italo Sardi, sin embargo en muchas de las pintas decían que se trataba de la Operación Olga Luzardo.
“Por las declaraciones posteriores se supo que todo comenzó en medio del túnel cuando [un grupo de] [«¦] jóvenes que venían desde Caño Amarillo sacaron armas de las cestas para picnic, uno de ellos encañonó al sargento Saturnino Reyes Palma, quien estaba al mando del grupo de la Guardia Nacional. El sargento Reyes se negó a entregar su arma e hizo un disparo que no alcanzó a nadie, esto fue suficiente para que lo acribillaran; raudamente los irregulares fueron tomando cada uno de los vagones, el resto de los guardias que trató de enfrentárseles fueron igualmente baleados, 3 de ellos murieron inmediatamente y dos resultaron heridos de gravedad. La balacera dejó varios civiles heridos, entre ellos la señora Carmen Aurora de Romana de 40 años, el púber Alberto Naranjo de 14, la señora Teresa de Rodríguez de 31 y su pequeña hija de 9 años, Eglé Rodríguez. Todos sobrevivieron”(10)
Meses después de esta tragedia, las autoridades quitaron y vendieron los rieles, y también vendieron los terrenos. Sin embargo, no se quitó el viaducto que allí se encontraba, puesto que un grupo habló con el gobernador del momento para que no lo quitaran, puesto que es el viaducto más grande que tenía el ferrocarril.
Actualidad:
Para poder llegar a las instalaciones de las vías del tren, a partir del túnel diez, es absolutamente necesario, por cuestiones de seguridad, ir acompañados de vecinos del sector, ya que la zona en la que se encuentra actualmente la entrada a dicho túnel está invadida por familias de pocos recursos. Por dicha razón, la seguridad en nuestro recorrido fue primordial.

Nuestra caminata comenzó a las diez de la mañana, nos adentramos primero por el túnel diez, el cual tiene diez kilómetros de largo y donde se realizó el asalto al tren de El Encanto años atrás. Al ingresar lo primero que se nota es la humedad de las paredes y el techo, la poca filtración, el musgo y las piedras alrededor que impiden caminar rápidamente, se convirtieron en el hogar de diferentes animales que ahora habitan el túnel.

Luego de haber pasado los dos kilómetros, nos encontramos con paisajes hermosos, totalmente diferentes a lo que se dejó atrás. Los vecinos se encargan de contarnos las diferentes historias de violaciones y homicidio que distintas personas se han encargado de cometer en las inmediaciones, ya que, debido a lo solitario y a la lejanía del lugar se presta para que las víctimas no sean escuchadas.
Al avanzar, siguiendo el camino de las vías, los vecinos cuentan cómo ellos mismos se han encargado de limpiar el lugar, puesto que antes no se podía caminar por esa zona debido a la cantidad de matas y piedras que hay.

Siguiendo nuestro recorrido nos encontramos con puentes que hay que cruzar con mucho cuidado puesto que la madera que los sostienes se encuentran agrietadas y flojas.

Al llegar a la estación de El Encanto, podemos ver lo que fue la antigua casona y el camino hacia los pozos donde los bañistas antiguamente disfrutaban, pero que ahora, debido a la contaminación, se encuentran desolados y llenos de basura. También podemos observar los antiguos vagones que se utilizaban en recorridos anteriores y que en la actualidad están llenos de grafitis, pinturas, basura y polvo.

Este último recorrido fue como viajar en el tiempo, es darse cuenta de todo lo que teníamos y que, por indiferencia, estamos perdiendo. Son obras puestas para nuestro disfrute y que no conocemos. Hoy en día, existen diferentes organismos y autoridades que están haciendo lo posible para recuperarlas, pero la mayoría son promesas que hasta ahora no han sido cumplidas.
La identidad nacional y el olvido:
¿De verdad tenemos el mejor país del mundo? En mi opinión, no es así, pudimos haber tenido un país que valiera mucho más de lo que hoy vale, pero estamos perdiendo nuestra oportunidad por la apatía y el desinterés de los venezolanos. De nada vale hablar si esas palabras no se convertirán en acciones, de nada vale decir que tenemos obras hermosas si no cuidamos nuestro patrimonio. Cada elemento arquitectónico es muestra del sentir patriótico, las edificaciones del pasado son bienes heredados que reflejan la vida de tiempos anteriores. Todos ellos son estructuras comunes que unen a un pueblo y que nos hace sentir emparentados con nuestras tradiciones y cultura, debido a este sentimiento común de todos los ciudadanos que conforman el país es que surge la identidad nacional y que, para mantenerla, no se pide otra cosa que cuidar todo aquello que genere una emoción en conjunto, puesto que cuidar lo que se tiene hoy valdrá mucho más el día de mañana
Notas
Fotografía original: Nohely Ron.
Los personajes protagonistas de las fotografías son un grupo de fotógrafos amateurs que recorren diferentes lugares de Venezuela con el fin de conocer estructuras abandonadas.
Citas pie de página:
(1) Anónimo. Sistema teleférico (su historia y actualidad), disponible en línea: http://www.mintur.gob.ve/mintur/ventel/historia/, citado: 05 de abril de 2016.
(2) Idem.
(3) Idem.
(4) Reyes, Omar. Las torres de parque central caracas., 2011, disponible en línea: http://tecnologiaenlaconstruccion.blogspot.com/2011/ 08/las-torres-de-parque-central-caracas.html, citado: 05 de abril de 2016
(5) Idem.
(6) Idem.
(7) Avendaño, Emily. Parque Central: Tomó menos tiempo construir la Torre Este que rehabilitarla, 2012, disponible en línea: http://www.reportero24.com/2012/08/parque-centraltomo-menos-tiempo-construir-la-torre-este-querehabilitarla, citado: 06 de abril de 2016
(8) Lugo, Bárbara. Cronología, Promesas para reinaugurar la Torre Este de Parque Central, disponible en línea: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad /investigacion/cronologia—promesas-parareinaugurar-la-torre-es.aspx, citado: 06 de abril de 2016
(9) Betancourt, M. Parque El Encanto un paraje idílico que alberga recuerdos del gran ferrocarril de Venezuela, disponible en línea: http://www.noticias24.com/fotos/noticia/15695/parque -el-encanto-un-paraje-idilico-que-alberga-recuerdosdel-gran-ferrocarril-de-venezuela/, citado: 06 de abril de 2016
(10) Anónimo. El asalto al tren de El Encanto, 2011, disponible en línea: http://cronicasdeltanato.wordpress.com/el-asalto-altren-de-el-encanto/, citado: 09 de abril de 2016.
Referencias Bibliográficas
ï‚· Anónimo. sistema teleférico (su historia y actualidad), disponible en línea: http://www.mintur.gob.ve/mintur/ventel/ historia/
ï‚· Anónimo. El asalto al tren de El Encanto, 2011, disponible en línea: https://cronicasdeltanato.wordpress.co m/el-asalto-al-tren-de-el-encanto/
ï‚· Avendaño, Emily. Parque Central: Tomó menos tiempo construir la Torre Este que rehabilitarla, 2012, disponible en línea: http://www.reportero24.com/2012/08/pa rque-central-tomo-menos-tiempoconstruir-la-torre-este-que-rehabilitarla
ï‚· Betancourt, M. Parque El Encanto un paraje idílico que alberga recuerdos del gran ferrocarril de Venezuela, disponible en línea: http://www.noticias24.com/fotos/noticia/ 15695/parque-el-encanto-un-parajeidilico-que-alberga-recuerdos-del-granferrocarril-de-venezuela/
ï‚· Lugo, Bárbara. Cronología, Promesas para reinaugurar la Torre Este de Parque Central, disponible en línea: http://www.ultimasnoticias.com.ve/notic ias/actualidad/investigacion/cronologia- –promesas-para-reinaugurar-la-torrees.aspx
ï‚· Reyes, Omar. Las torres de parque central caracas., 2011, disponible en línea: http://tecnologiaenlaconstruccion.blogs pot.com/2011/08/las-torres-de-parquecentral-caracas.html
¡Excepcional! Un aspecto importante de la personalidad del venezolano; un aspecto que debe ser atendido y que además refleja su conducta política y carácter social. Una crónica que sin duda muestra más de lo que podría decirse.