Parque Histórico Arqueológico San Felipe El Fuerte

Pila bautismal. Foto Mildred Maury.
Pila bautismal. Foto Mildred Maury.

Nombre: Parque Histórico Arqueológico San Felipe “El Fuerte”.

Año: Siglo XVIII.

Inauguración como parque: 1974.

Autor: Desconocido.

Tipo de patrimonio cultural: Tangible/Inmueble/ Sitio histórico.

Administrador Custodio o Responsable: Inparques, Coryatur.

Historia
Descripción
Valoración
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

Ubicado en una zona céntrica de la capital del estado Yaracuy, San Felipe “El Fuerte”, es un parque histórico arqueológico, que guarda las ruinas de lo que fue la ciudad de San Felipe, antes de ser destruida por un terremoto el 26 de marzo de 1812. Su historia se remonta a los orígenes fundacionales de la ciudad.

Antes de que se fundara y erigiera la antigua ciudad de San Felipe, el valle de Yaracuy era parte de las tierras pertenecientes a Nueva Segovia de Barquisimeto y estaba poblado por algunas etnias indígenas como Jirajaras-Nívar, Kaquetíos y Gayones, entre otros. Estos grupos indígenas con el tiempo lograron convivir entre criollos y españoles, amoldándose a las nuevas costumbres de un país colonial.

Para finales del siglo XVII, al noroeste de la actual ciudad de San Felipe se agruparon sus primeros habitantes, construyendo sus casas y pequeñas haciendas en un montículo cercano a la población de Cocorote. El nuevo poblado se le conoció como “Cerrito de Cocorote”, por haberse levantado en un montículo o cerro. Este asentamiento tenía como principal propósito establecer un lugar aislado y seguro que facilitase la práctica del contrabando, fuera de la vigilancia de Nueva Segovia. No obstante, por no haberse fundado formalmente si no de manera espontánea, quedó sometido política y eclesiásticamente al Cabildo y a la Vicaría de Barquisimeto.

La pugna de “el Cerrito” por independizarse y por no rendir cuentas a Barquisimeto, generó una serie de eventos adversos que afectaron el devenir de sus habitantes. Es así que el joven y rebelde poblado fue mandado a destruir en tres oportunidades: en 1710, en 1717, y finalmente en 1724, por órdenes de las autoridades de Nueva Segovia de Barquisimeto.

Obligados a desaparecer, los cerritences tomaron la decisión de marcharse de la zona de Cocorote, Manuel Rodríguez Cárdenas, citado por Domingo Aponte, relata que “se echaron el pueblo al hombro y lo mudaron para Valle Hondo” (1) . Cuenta Aponte, que los cerritenses, habían adquirido el terreno de Valle Hondo (lugar en el que actualmente está el parque arqueológico San Felipe El Fuerte) mediante una compra desde 1699, por solicitud de Fray Marcelino de Vicente.

Apoyados por Fray Marcelino, el 6 de noviembre de 1729, el Rey Felipe V, les otorga el título de ciudad mediante la Real Cédula que les permitía reconstruir su urbe, con la posterior instalación del Cabildo en mayo de 1731. Independizados ya, se le llamó “San Felipe El Fuerte”, en homenaje al Rey Felipe V. Según otras fuentes y especialmente, según la tradición oral, “El Fuerte” provendría de auto denominarse fuertes, por haber resistido a tan cruentas vicisitudes. Dice por su parte Gilberto Antolinez, que el nombre de “El Fuerte”, fue posterior a la destrucción de la ciudad (2). Se conoce además, que el día en que se proclamó ciudad, conforme al calendario romano, era el día del Apóstol Felipe, de manera que se le eligió como Patrón Espiritual.

Luego de los primeros años de la reedificación en las nuevas tierras, la ciudad se volvió próspera y pujante gracias a los cultivos, principalmente de cacao y café, productos que se consignaban en los almacenes de la compañía Guipuzcoana, que se había instalado al sudeste, a dos cuadras de la ciudad.

plano del mapa de San Felipe según Don Sebastián García de la Torre, Gobernador y Capitán General de Venezuela, levantado por él mismo en 1732.
plano del mapa de San Felipe según Don Sebastián García de la Torre, Gobernador y Capitán General de Venezuela, levantado por él mismo en 1732.

Para 1768, San Felipe tenía una población de más de 7000 habitantes y contaba, según la descripción del obispo Mariano Martí, con 4 templos, siendo el principal, el de Nuestra Señora de la Presentación. Había también dos conventos, uno de capuchinos franciscanos y otro, de dominicos. La ciudad se levantó simétricamente, con calles rectas, tiradas a cordel y cubriendo una superficie de 132 cuadras y 528 solares. La ciudad contaba con un cementerio al lado del templo de Nuestra Señora de la Presentación, una cárcel real, la Plaza Mayor y el Ayuntamiento.

En 1812, San Felipe se encontraba entre las principales ciudades del Occidente del país. Pero con una corta luz, el 26 de marzo (en la celebración del jueves santo) fue destruido por un terremoto que sacudió gran parte del territorio nacional, dejando allí a más de la mitad de la población sin vida. Se cree que unas 5000 personas perecieron bajo los escombros de la ciudad. Posterior al terremoto, se sucedieron saqueos por parte de bandidos, dejando sin nada a los pocos sobrevivientes, quienes tuvieron que abandonar el lugar y refugiarse en haciendas cercanas o sobrevivir a la intemperie. Además de todo esto, fuertes lluvias que comenzaron 3 días después del terremoto y que desbordaron el río Yurubí, hicieron que la ciudad se inundase y quedase bajo tierra

Un siglo y medio después: La excavación y realización del parque

Fotografía de las excavaciones 1971. Forma parte de la exposición permanente.
Fotografía de las excavaciones 1971. Forma parte de la exposición permanente.

En 1971, durante el primer mandato de Rafael Caldera, y con base en documentos escritos por el obispo Mariano Martí  tras su visita a San Felipe en enero 1782, un grupo de antropólogos y arqueólogos de la Universidad Central de Venezuela, coordinado por Mauro Páez Pumar, y encabezados por el arqueólogo J. M. Cruxent y la antropólogo-físico María Urosa, inició el trabajo de excavaciones para recuperar lo que el investigador Páez Pumar llamó “La Pompeya venezolana”. Es interesante añadir, que antes de que comenzaran los trabajos de excavación, estos terrenos pertenecían a Don Luis Jiménez, quien era agricultor y constantemente conseguía artefactos y objetos que intuía eran de gran valor histórico, por lo que él mismo notificó esos hallazgos y donó los terrenos.

El Arqueólogo J. M. Cruxent protege una de las osamentas que fueron halladas en la iglesia.
El Arqueólogo J. M. Cruxent protege una de las osamentas que fueron halladas en la iglesia.

La primera etapa de las excavaciones, consistió “en despejar la cuadrícula de calles que determinó el desarrollo de la ciudad desde su fundación durante la tercera década del Setesientos” (3). Se delimitaron entonces 9 hectáreas como primer objetivo de la excavación, de manera que se hallaron 382 fragmentos óseos que corresponden a individuos de la época colonial, muchos de ellos, probablemente víctimas del terremoto; no se pudo determinar la edad de éstos al momento de su muerte ni el sexo, pero se identificaron 122 individuos.

La colaboración del IVIC fue fundamental para determinar la naturaleza de algunos hallazgos y la datación de piezas. Del mismo modo, el equipo de expertos, trabajó con un amplio criterio de conservación ambiental, pues, luego de siglo y medio, el lugar se pobló de una rica variedad de especies vegetales como samanes, cedros y otros árboles que nacieron entre las ruinas y que había que proteger, dándoles su espacio dentro del futuro parque.

Parte de los trabajos de recuperación del sitio, incluyeron la construcción de un muro perimetral con un arco monumental encalado y con remates para la entrada principal, y un museo arqueológico para exponer allí los objetos encontrados en las excavaciones y hacer del sitio, un espacio donde se fomentase el conocimiento de la historia de San Felipe. El parque fue inaugurado el 3 de marzo de 1974.

El 7 de marzo de 1974 bajo decreto Nº 1.683 Gaceta Oficial 30.384, fue declarado Parque de Recreación a Campo Abierto, y el 20 de abril de 1983 “San Felipe El Fuerte” fue declarado Monumento Histórico Nacional en Gaceta Oficial N° 37.710

Descripción

El Parque “San Felipe El Fuerte”, guarda la historia de una ciudad devastada por el terremoto ocurrido en 1812, de manera que dentro de las 10 hectáreas que lo constituyen, se encuentran las ruinas de una población que habitó allí desde 1729 hasta 1812. Posee además casi cien especies vegetales diferentes, entre las que se encuentran árboles centenarios de gran tamaño.

Al lado izquierdo de la entrada principal, se encuentra la casa que funciona como museo y en la que se exponen piezas encontradas por el equipo de investigadores y arqueólogos. Es una casa que sigue el patrón de la arquitectura colonial, con un patio interno empedrado.

Al cruzar el gran arco monumental se abre la Calle Real de la ciudad, desde la cual se aprecian las ruinas de la Iglesia Nuestra Señora de La Presentación. Esta Iglesia fue de gran importancia para los habitantes del lugar, y tuvo su sede original en el Cerrito de Cocorote, por lo que volvió a construirse en San Felipe El Fuerte pero con mayor amplitud y  fue ubicada en un lugar céntrico. Constaba de 3 naves separadas por columnas octogonales, (que pueden apreciarse actualmente con una restauración) y arcos de ladrillos al fondo de la nave central, el altar mayor, 2 capillas de cada lado, una para el coro y la otra con la pila bautismal.

Durante las excavaciones se encontraron restos de las estructuras arquitectónicas de la Iglesia de la Presentación, descrita con exactitud por el obispo Martí, con medidas precisas y comprobadas, faltando según Mauro Páez Pumar, solo el friso de las paredes. “La parroquial, siguiendo con el obispo, tenía tres naves separadas por columnas octogonales y techo de pares y nudillos” (4).

El piso del templo Nuestra Señora de La Presentación estaba deteriorado en diferentes zonas cuando lo descubrieron durante la excavación, había piezas faltantes, rotas y destruidas, tanto por el terremoto como por la erosión y el paso de los años bajo tierra. Se decidió entonces, por parte del equipo de coordinación, restaurarlo reponiendo las piezas faltantes según el modelo, especialmente en la llamada “Capilla de Monserratte”, ubicada al lado izquierdo del altar mayor, donde está impreso el curso de la onda sísmica. Esta decisión respondió especialmente a la idea de poder utilizar el espacio para actividades culturales, como en efecto se usa en la actualidad. A los pies del altar mayor, a mano derecha, se observan en el piso tres lápidas cuadradas en mármol gris correspondientes a sacerdotes de la época.

La pila bautismal

Al iniciarse el recorrido por el Camino Real se aprecian las ruinas de la iglesia, mostrando a través de los muros derruidos, su pila bautismal. Para el momento de las excavaciones, entre 1971 y 1974, dicha pila no estaba en su lugar, de manera que tras una investigación y búsqueda, fue localizada por Monseñor Tomás Enrique Márquez Torres en una de sus parroquias (en San Felipe) y la canjeó por una donación para ponerla en la iglesia donde se encontró la pila; de manera que fue reinstalada en su lugar original. La Pila fue elaborada por la técnica de talla directa sobre mármol y su inscripción en latín indica la fecha de su realización: “Esta pila se hizo el 17 de diciembre de 1748, siendo mayordomo Ignacio Barquilla a devoción de los hermanos»¦” (5).  Consta de tres partes, una copa, el fuste o la columna acanalada que sostiene la copa y una base cuadrada tallada en escalones. Por su parte, la copa decorada a la usanza de la época, consta de un borde superior, donde está la inscripción, una cenefa y la superficie inferior cuyas características definen el estilo de pila bautismal, en este caso tiene tallados gallones verticales, típicos de la época de su elaboración.

Calles y edificios

Frente a la Iglesia, está la Plaza Mayor, llamada Plaza del Águila, o de Las Águilas, consta de cuatro veredas unidas en el centro, en donde según el obispo Mariano Martí, se encontraba una fuente. Esta fuente, nunca encontrada, probablemente fue destruida en el terremoto, o quizá saqueada.

Los restos de muros de las edificaciones que se observan a los lados de los caminos, correspondientes a casas, templos y otros espacios como la cárcel, el Ayuntamiento, o el convento de los capuchinos, fueron elaborados en piedra y ladrillo unidos con argamasa y posteriormente frisado tanto la parte interna como la externa.

Al lado de la iglesia está el cementerio. Todos los restos humanos encontrados durante las excavaciones, tanto los sacerdotes como de otros pobladores, yacen hoy en lo que se denomina fosa común, ubicada en dicho cementerio, al lado derecho del templo mayor.

El parque y el museo

El parque tiene en la actualidad más de 100 especies vegetales como cedros, samanes, mangos, jabillos y otros grandes árboles, además de una extensa fauna en la que se pueden apreciar perezas, ardillas, y diferentes aves como el turpial y el cardenalito. En atención a la extensa vegetación que habita el parque, se hizo un esfuerzo para la conservación y a la vez la armonización entre la naturaleza y los restos de civilización. Se decidió no talar los árboles que tomaron tantos años en alcanzar tan grandes dimensiones. Es así como, por ejemplo, se hizo un murillo alrededor del gran samán que nació en el centro de la Iglesia de la Presentación; del mismo modo se cercaron, para su conservación, otros árboles centenarios que habitan el parque y que crecieron entre caminerías y construcciones.

Entre los objetos encontrados que se exponen como parte de la colección del museo, hay clavos, una cerradura con bocallave de alcarraza, vasijas, restos de un tazón policromado y piezas de arcilla, fragmentos de lozas, espuelas, una tapa de incensario, llaves, monedas, balas de fusil, diversos herrajes piezas líticas y una cerradura de hierro forjado que cerraba la tapa de una pila bautismal. También hay tres muebles de madera de la época, una puerta, un baúl grande de madera y uno pequeño, entre otros objetos. Parte de la exposición está compuesta también por un registro fotográfico de las excavaciones hechas en el sitio.

Valoración

San Felipe “El Fuerte” se erige como un legado histórico de gran importancia, pues a través de la interpretación de los hallazgos arqueológicos provenientes de las excavaciones, se han dado a conocer diferentes aspectos de la sociedad que habitó esta ciudad, complementando descripciones como las del obispo Mariano Martí y otros historiadores que han escrito sobre la vida y la sociedad colonial.

Es importante resaltar, además, que este lugar representa en gran parte el arraigo cultural del sanfelipeño, pues es un espacio con el que los oriundos han crecido como referencia palpable, tangible y material de la historia de su ciudad, de manera que se identifican con él al conocer la historia desde la infancia, por la tradición oral, por sus visitas al parque e igualmente, por la educación formal. De acuerdo con la explicación de Mercedes Salom, quien fue informadora turística durante 38 años en el lugar, el parque es altamente frecuentado los fines de semana por estudiantes de todos los niveles de educación, quienes acuden en busca de información para investigaciones, especialmente en áreas como historia, antropología y ciencias naturales.

El parque histórico arqueológico San Felipe El Fuerte, se constituye pues, como el único parque de su tipo en Venezuela, un espacio en el que yace una ciudad entera y en el que convive la naturaleza con restos materiales de una sociedad que desapareció, una reliquia histórica cuyo solo recorrido, inspira a saber acerca de la sociedad sanfelipeña del S. XVIII

Situación actual

Luego de la apertura del parque en 1974, son pocos los trabajos que se han hecho en el sentido de custodia, conservación e investigación. En 1992, el antropólogo Moisés Mirelles, (para ese entonces tesista del departamento de arqueología en la Escuela de Antropología de la UCV), realizó la minuciosa tarea de catalogación de las piezas que se encontraban en el museo arqueológico, pues hasta entonces las mismas no tenían una clasificación, ni dataciones claras. Según relata Mercedes Salom, Mirelles realizó nuevas excavaciones en 48 puntos aproximadamente, y dejó señalizadas las áreas para futuros estudios.

En el año 2010 aproximadamente, se hicieron señalizaciones internas a manera de textos expositivos con reseñas históricas detalladas para cada área de importancia. Esto se llevó a cabo por dos estudiantes de diseño de la Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY), quienes con el apoyo de CORYATUR (Corporación Yaracuyana de Turismo) y de la misma UNEY, hicieron para su trabajo de grado, una interesante labor de intervenir el espacio con carteles que respetaran estéticamente y sirvieran de guía al visitante, aportando valiosos conocimientos acerca de la historia del lugar.

Según Salom, el último trabajo que se hizo (alrededor de 2014) fue la reparación de una pared del cerco perimetral que sufría un daño, fue la pared del lado derecho, que linda con el monumento de la Cruz de Mayo. Salom comenta que la reparación estuvo a cargo de la gobernación del estado Yaracuy.  Además asegura, que la casa-museo sufre daños en el techo que hay que reparar de manera inmediata.

En 2013, la Corporación Yaracuyana de Turismo (Coryartur) presentó al Instituto Nacional de Parques (Inparques) un proyecto para convertir en museo las ruinas arqueológicas del Parque. La presidenta de Coryatur para la fecha, Egilda Figueredo, declaró que la propuesta buscaba salvaguardar la presencia de los vestigios históricos que constituyen el parque, además de la “recuperación de la exposición permanente»¦”. (6). Respecto a ello Willians Ojeda, Director del Centro de Historia del Estado Yaracuy, expresó que el proyecto no se llevó a cabo y que de hecho el parque no ha tenido la asistencia adecuada para su salvaguarda, desde hace muchos años. Ojeda expresó que a pesar de que eventualmente se realizan exposiciones y charlas sobre historia, la actividad de investigación en el parque, ha sido insuficiente.

Andrés Pacheco, Coordinador de Investigación y Monitoreo de INPARQUES Yaracuy (además, de haber sido por 15 años director de San Felipe “El Fuerte”) manifiesta en este sentido, que la continuidad en la investigación arqueológica sería un vital aporte a los estudios sobre la historia de San Felipe por lo que debería dársele la importancia que merece y hacer de esta actividad un trabajo sostenido en el tiempo, pues este lugar, además de poseer una gran riqueza como patrimonio material, constituye un centro de significado trascendental para la mayor parte de los sanfelipeños.

Ubicación

El Parque Histórico Arqueológico San Felipe el Fuerte se encuentra en la Avenida 19 de abril (2º Avenida) con la Avenida Caracas, en San Felipe, estado Yaracuy.
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Fuentes consultadas

(1) Aponte, Domingo. “Fundación de San Felipe”, en Cronista Municipio San Felipe, 21 de abril de 2008, https://cronistasanfelipe.wordpress.com/2013/10/02/fundacion-de-san-felipe/, consultado el 31 de agosto de 2016.

(2) Antolínez, Gilberto. Los Ciclos de los Dioses, Ediciones La oruga Luminosa, San Felipe, 1995, p. 379.

(3) Pineda, Rafael. San Felipe El Fuerte: La Pompeya Venezolana, Imprenta Oficial del Estado, San Felipe, 1972, p. XXV.

(4) Idem, p. XXVI

(5) Idem, p. XXVIII

(6)  “Proponen convertir el Parque Histórico San Felipe El Fuerte en un museo”, en El Nacional, Caracas, 04 de octubre de 2013. http://www.el-nacional.com/sociedad/Proponen-Parque-Historico-Felipe-Fuerte_0_275972552.html , consultado el 29 de agosto de 2016.

Entrevista a Andrés Pacheco, Coordinador de Investigación y Monitoreo de INPARQUES Yaracuy, Prof. MSc. en Ciencias Naturales (exdirector de San Felipe “El Fuerte”), realizada en agosto de 2016.

Entrevista a Mercedes Salom, Informadora Turística, realizada en agosto de 2016.

Entrevista a Willians Ojeda, Director del Centro de Historia del estado Yaracuy, realizada en agosto de 2016.

«El cacique Yaracuy. La tierra de los dioses más allá del fuerte», en RIEE,  19 de octubre de 2005, http://riie.com.ve/?a=28077, consultado el 2 de septiembre de 2016.

Freytez, Raúl. “El día en que San Felipe ‘El Fuerte’ quedó en ruinas” en Cronista Municipio San Felipe, 2 de septiembre de 2002https://cronistasanfelipe.wordpress.com/2013/09/02/el-dia-en-que-san-felipe-el-fuerte-quedo-en-ruinas/, consultado el 29 de agosto de 2016

«Municipio San Felipe», en Army 2006,  http://army2006.es.tl/San-Felipe.htm , consultado el 2 de septiembre de 2016.

«Parque Histórico Arqueológico San Felipe El Fuerte”, en Yaracuy, 8 de enero de 2011, http://www.yaracuy.net/parques/san-felipe-el-fuerte , consultado el 31 de agosto de 2016.

San Felipe, El Fuerte. Parque Histórico Arqueológico, en Lamatur, 16 de mayo de 2012, http://lamatur.blogspot.com/2012/05/san-felipe-el-fuerte.html , consultado el 6 de septiembre de 2016.

Investigación realizada por Mildred Maury.

2 Comments

  1. Excelente reportaje muy bien documentado históricamente y graficamente.. muy buena Investigacion.. felicitaciones

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