Desde el aula de clases es posible despertar el espíritu creativo y aprovechar el talento no solo para sacar cuentas y aprender fórmulas, sino para activar la imaginación constructiva, la inventiva y el pensamiento divergente. Este proyecto, que fue parte del programa Pedagogías Sensibles, ha sido apoyado desde 2016 por IAM Venezuela y Arts Connection Foundation.
Hercilia Garnica. 10/03/2017


El propósito es que los maestros y estudiantes entiendan que la escuela va más allá del programa educativo que asignan para cada año y que ese espacio de aprendizaje puede ser también el lugar ideal para despertar el espíritu creativo y activar la imaginación constructiva, la inventiva y el pensamiento divergente.
Vanessa Avendaño, diseñadora gráfica y artista, explica que con el programa Pedagogías Sensibles, del proyecto FIA Todo Terreno, se intenta que la escuela sea menos disruptiva y mucho más creativa.
“En las experiencias que hemos tenido entendimos que a través del arte el niño se enriquece. No solo lee, escribe o saca cuentas, sino que el chamo es capaz de despertar otras habilidades o talentos”.
El programa de Pedagogías Sensibles supone la ejecución de propuestas de intervenciones artísticas integrales, de carácter efímero y/o permanente, en instituciones educativas de carácter público. Vale destacar que la ejecución de los proyectos artísticos es acompañada por un proceso de reforzamiento pedagógico, contenidos y metodologías didácticas, dirigido a docentes, estudiantes y otros miembros de la comunidad educativa, a través de la realización de encuentros creativos y talleres de sensibilización. Aproxima la experiencia de creación a los ambientes pedagógicos. Hace de la escuela un espacio para la creación, la diversidad y la promoción de la cultura democrática.
Como ejemplo básico, Avendaño señala el proyecto que desarrollaron en la Escuela Municipal Bárbaro Rivas de Las Minas de Baruta. En 2013 la Embajada de Estados Unidos, y la Alcaldía de Baruta ejecutaron la primera parte del proyecto “Yo soy”, una intervención artística que formó parte del programa “Pedagogías sensibles”, dirigido por el curador venezolano Gerardo Zavarce.
La artista María Virginia Pineda explicó su reflexión en torno al trabajo que le correspondió. “Reconociendo el poder de la palabra y el efecto que ésta tiene en nuestro pensamiento, utilizo afirmaciones que pretenden conectar al espectador con las cualidades allí advertidas. Frases como Yo soy el bien, Yo soy luz, Yo soy amor, Yo soy paz, Yo soy pureza, Yo soy equilibrio y Yo soy bondad, están sumergidas en un campo abstracto geométrico de tonos saturados vibrantes, desplegado a lo largo de las paredes de la cancha deportiva de esta escuela municipal, a bien de que juntos palabra y color (verbo y luz), desplacen, aunque sea por un instante, toda idea no constructiva arraigada y constantemente manifestada en nuestro actual contexto”.
El resultado fue una intervención integral en varios espacios de la escuela. Uno de ellos fue la cancha donde convergen los estudiantes y los maestros.
Un mural abstracto geométrico
La obra consiste en un mural abstracto geométrico desplegado a lo largo de las paredes de la cancha deportiva de la escuela, un aproximado de 93 m lineales, que a su vez contiene las frases Yo soy el bien, Yo soy luz, Yo soy amor, Yo soy paz, Yo soy pureza, Yo soy equilibrio y Yo soy bondad.
Entre noviembre y diciembre de 2013, con el apoyo de la Escuela Británica de Caracas, el proyecto continuó y la obra se extendió al piso de la cancha, una pequeña sala anexa a ésta y la fachada. Esta acción motivó la ejecución de una tercera fase que contempló la intervención del Jardín de niños, llevada a cabo en enero 2014, que contó con la participación tanto la comunidad docente y estudiantil de la Escuela Británica, como de la Escuela Bárbaro Rivas.
Vanessa Avendaño recordó, especialmente, la colaboración y el compromiso de la directora del plantel, Keyla Avellaneda, quien se involucró con todo el proceso de intervención artística, lo que hizo la diferencia.
Se hizo un concurso de xerigrafía y las muestras fueron expuestas. También se hizo un taller de Hip Hop y los alumnos más interesados fueron aquellos que se consideraban desordenados o traviesos. “Las expresiones artísticas les permiten salirse de la cotidianidad, de la rutina y los resultados han sido muy gratificantes”, dijo Avendaño.
Con “Pedagogías sensibles” se espera convertir la Escuela Municipal Bárbaro Rivas en un modelo para futuros proyectos en otras comunidades educativas. En efecto, como parte de la labor social que cumple anualmente el Colegio Británico de Caracas, se llevó a cabo entre junio y julio de 2015, la intervención artística Yo soy un instrumento de paz, en el patio de los alumnos de primaria de la Escuela Fe y Alegría Manuel Aguirre, ubicada en el Barrio 24 de Marzo, La Bombilla, Petare.
Luego de hacer importantes reparaciones en el piso, paredes, techos, jardineras y otras áreas que así lo requirieron, bajo la dirección de obreros especializados de la comunidad, las frases: Yo soy amor donde hay odio, Yo soy perdón donde hay ofensa, Yo soy armonía donde hay discordia, Yo soy verdad donde hay error, Yo soy fe donde hay duda, Yo soy esperanza donde hay desesperación, Yo soy luz donde hay oscuridad y Yo soy un instrumento de paz, se entremezclaron con diferentes juegos de piso con el fin de involucrar a los niños, durante su tiempo de recreación, en un ambiente divertido y constructivo.

Allí también se desarrolló el proyecto de una Ludoteca que constó de tres talleres de gráfica impartidos por Cristina Muller de Utopía Portátil. En el primer taller debían crear personajes a partir de sellos, en el segundo tenían que idear una historia a partir de los personajes que se crearon y en el último taller había que hacer unos libros. Los personajes ahora servirán para la identificación de la ludoteca y los libros creados serán parte del material con el contará la ludoteca para su difusión y el fomento de la lectura.
La curadora fue Vanessa Avendaño y la alianza se estableció con IAM Venezuela y Arts Connection. “Pedagogías Sensibles” también concretó una alianza con la Gobernación del estado Miranda para la intervención artística integral y permanente de tres escuelas con la participación de reconocidos artistas venezolanos, con objetivos muy concretos, muy puntuales: la educación y el arte como instrumento de desarrollo.
En tal sentido, Asdrúbal Colmenares, Pedro Morales y Julio Pacheco Rivas desarrollaron propuestas para tres escuelas de Miranda junto al curador Gerardo Zavarce, con la idea de potenciar la escuela como escenario de la creación, la cultura y el pensamiento, según palabras del curador. El proyecto, más allá del desarrollo de los tres murales, pretendió, además, una acción integral en la que participan alumnos, representantes y docentes, a través de una serie de talleres de sensibilización y creación junto a cada uno de los artistas.
Gerardo Zavarce, líder del grupo de artistas que han estado interviniendo espacios en la ciudad, recordó también el trabajo desarrollado en el Hospital San Juan de Dios con una policromía lúdica, ejecutada por Emilio Narciso, en el área que comunica el jardín con el estacionamiento. María Virginia Pineda se encargó del pasillo número 1 del centro de salud, y lo asemejó a los vitrales de las iglesias. También pensaron en instalar paredes falsas que funcionen como galerías para los dibujos de los niños que esperan ser atendidos y puertas de tiza que faciliten la comunicación entre médicos y pacientes.
También se incluyeron en el proyecto Pedagogías Sensibles el preescolar Miguel Otero Silva, ubicado en el sector Santa Cruz de Baruta y la escuela Lucas Guillermo Castillo, en el pueblo de Baruta.

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