
El Museo Alberto Arvelo Torrealba es un icono de la ciudad de Barinas por funcionar en la casona colonial (1776) donde se realizó un baile en honor a Simón Bolívar en 1813. Aquí se custodian objetos personales del poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba.
Nombre: Museo Alberto Arvelo Torrealba. Casa La Pulideña, Casa de los Pulido.
Año: 1776.
Tipo de patrimonio cultural: Tangible / Inmueble. Monumento Histórico Nacional.
Administrador, custodio o responsable: Alcaldía del Municipio Barinas.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
Emplazada en el centro histórico de la ciudad de Barinas a escasos metros de la plaza Bolívar (antigua plaza mayor), La Pulideña, sede del Museo Alberto Arvelo Torrealba, se levanta como uno de los emblemas de la arquitectura colonial, reflejo de la bonanza económica y riqueza de la urbe llanera de mediados del siglo XVIII en el sitio de San Antonio de los Cerritos. Estas edificaciones se componían de espaciosos aposentos de tapia y tejas, con rafas de ladrillo y cal, de puertas y ventanas de madera, que servían de habitación de las distinguidas familias llegadas a estas tierras desde 1577.

Aunque no se precisa de la fecha de su construcción, los orígenes de la Casa Pulideña o La Pulideña, están asociados a la presencia del maestre de campo y futuro alcalde ordinario, don Manuel Antonio Pulido y León. Este, natural de España y raíz del apellido en Barinas, el 26 de enero de 1771 contrajo nupcias con doña María Inés Briceño del Pumar, prima de José Ignacio del Pumar, conocido luego como el Marqués de las Riberas de Boconó y Masparro y Vizconde del Pumar. Su linaje y estirpe están vinculados a los nobles y beneméritos, descendientes de los primeros conquistadores y pobladores del territorio venezolano.
Probablemente esta casa, como afirmara el médico y escritor José León Tapia Contreras, haya sido el hogar de los recién esponsales, y morada de la primera generación de Pulido, los hermanos: Nicolás Pulido Briceño (1784 – 1834), prócer de la Independencia, filósofo, poeta, humanista, miembro de la Junta Revolucionaria establecida en Barinas en mayo de 1807; Pablo María Pulido Briceño (1786 – 1846), regidor del ayuntamiento, quien durante su emigración por Casanare apoyó al Libertador en la Campaña Admirable, edecán de Simón Bolívar en 1813, diputado al Congreso Constituyente de Venezuela de 1830, y gobernador de Barinas entre 1830 y 1834; y Manuel Antonio Pulido Briceño (1780 – 1817), reconocido personaje de la región, miembro del cabildo barinés, firmante del acta del 5 de mayo de 1810, gobernador político de la Provincia de Barinas en 1813 y prócer de la causa patriótica.
En esta mansión de blancas paredes y holgados corredores, se ofreció un baile en homenaje al Libertador Simón Bolívar, que había entrado triunfante en la ciudad el 6 de julio de 1813, durante la conocida Campaña Admirable.
Posteriormente, don Manuel Antonio Pulido Briceño estableció su residencia en la Casa Pulideña, en donde, con su esposa, doña Mercedes Briceño Méndez, procrearon cinco hijos: María Encarnación, Bárbara, Dolores, Rufina y Antonio Pulido Briceño.
Tiempo después la casa, al igual que el resto de las edificaciones existentes en la ciudad, sufrirá los embates de la guerra y tras una década de abandono, La Pulideña se convirtió en la morada de otro de los Pulido. Esta vez, del general José Ignacio Pulido Pumar, sobrino de don Manuel Antonio e hijo de Nicolás Pulido Briceño y de María Ignacia Pumar del Callejo, la hija del marqués. Allí permanecerá hasta el día de su muerte, el 25 de enero de 1868, el «General de las Palomas Blancas», como también se le conocerá, por el hecho de tener la costumbre, ya en su vejez, de alimentar a las palomas que en horas de la tarde visitaban la casona. Como para cubrir de misterio y leyenda el día de su deceso, fue despedido por una bandada de estos pájaros que acompañaron su féretro hasta el antiguo camposanto.
Después, el inmueble es adquirido por el general Juan José Canales, reconocido personaje de la Federación. Aunque se desconoce el documento que lo compruebe, se cree que lo heredó de su padre, don Juan José Pulido Briceño, quien mantuvo una unión estable de hecho con doña Inés Canales. Al respecto, se presume que para esos momentos la casa no estaba en las mejores condiciones, por lo que el general Canales, durante su gestión como presidente del estado Zamora -hoy Barinas- (1873-1874, 1881, 1884-1885) ordenó la sustitución de la balaustrada de madera de los ocho ventanales por enverjado de hierro importado, permaneciendo sin mayores modificaciones hasta bien entrado el siglo XX.

Transcurrido unos años, esta hermosa casa blanca es comprada por el doctor Francisco Javier Machado, natural de la isla de Santo Domingo (República Dominicana), rector entre 1883 y 1890 del Colegio Nacional de la sección Zamora, único centro de educación secundaria existente en la ciudad, poeta y fundador del periódico Ecos de las Pampas. Allí, bien pudo residenciarse con su esposa Zoila Rosa Canales Villafañe, una vez contraído matrimonio el 25 de enero de 1885.
Machado, mediante poder otorgado a su suegro, el general José María Canales, vende la casa el 8 de mayo de 1894, por cuatro mil bolívares, al general Isilio Febres Cordero, principal exponente de La Rehabilitación en Barinas, de la cual fue su presidente por más de dos décadas (1903-1909, 1909-1910, 1914-1924). La Pulideña se convertirá por aquellos años en cuartel de La Libertadora, la última de las revoluciones del siglo XIX e inicios del XX. Servirá de refugio a las tropas del general Ignacio Barrueta, quienes, según testimonios de don César Acosta, invadieron la ciudad el 29 de junio de 1902, y que, luego de una ligera contienda, son derrotadas por las fuerzas del Gobierno. A la par, se constituirá no solo en morada permanente de don Isilio y su esposa doña María Luisa Montero Tovar, sino también en el recinto de donde emanarían las órdenes que regirían los destinos de la región.
Luego de la muerte de don Isilio Febres Cordero, acaecida en Caracas el 2 de abril de 1927, su hijo, Isilio Febres Cordero Montero, apoderado de la familia, vende la edificación el 22 de enero de 1930 a don José Isilio Cordero Sánchez, comerciante vinculado con la industria, la banca y la ganadería de la región, destacado político, diputado en diversas ocasiones por el distrito Obispos ante la Asamblea Legislativa, el cual se había casado con doña Francisca María Contreras Gutiérrez.
Años después, el 22 de julio de 1936, Cordero Sánchez otorga el inmueble en venta real y perfecta por un valor de ocho mil bolívares a Rafael Antonio Contreras Falcón. Posteriormente, y sin mayores contratiempos, La Pulideña regresa a las manos del matrimonio Febres Cordero-Sánchez. Allí estará José Isilio Cordero Sánchez hasta el día de su muerte acaecida el 1° de julio de 1954, mientras que la «moradora del silencio», doña Pancha, permanecerá en este lugar hasta el año de 1975, cuando fenece. Será esta la última familia albergada en tan señorial mansión.
El 30 de junio de 1976 la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, mediante resolución número 3, considerando que la Casa Pulideña representaba una muestra valiosa y distinguida del arte y la historia del país, decidió declararla Monumento Histórico Nacional. Asimismo, dispuso solicitar al Ejecutivo Regional la adquisición del referido inmueble y su inmediata restauración, para que una vez concluidos los trabajos, se destinara a la sede del Museo Histórico del estado Barinas. Al año siguiente, en el marco de la conmemoración del cuatricentenario de la fundación de la ciudad de Barinas, por decreto de la Presidencia de la República, es ordenada la «refacción y reconstrucción» de la casona.

Dos años después, el 23 de mayo de 1979, la sucesión de doña Francisca María Contreras Gutiérrez de Cordero da en venta La Pulideña a la gobernación del estado Barinas por un valor de 500 000 bolívares. El 3 de septiembre de 1979, el entonces presidente de la República, Luis Herrera Campins, en ocasión de la celebración de los 75 años del natalicio del poeta venezolano Alberto Arvelo Torrealba y para rendir tributo a su memoria por haber «ennoblecido la creación intelectual de la Patria» ordena mediante el decreto n° 259 la creación en la ciudad de Barinas del Museo Alberto Arvelo Torrealba, por ser esta la cuna del distinguido poeta y escritor. El 31 de mayo de 1981 la Casa Pulideña abre sus puertas como sede del Museo Alberto Arvelo Torrealba en homenaje al poeta barinés que tan espléndidamente personifica el espíritu de nuestras llanuras.
El Museo Alberto Arvelo Torrealba (MAAT) es una institución multidisciplinaria, de carácter permanente, sin fines de lucro, que dentro de modernos criterios, dinámicos, creativos y pedagógicos tiene como objetivo primordial la investigación, registro, conservación, enriquecimiento, promoción y difusión del patrimonio cultural del estado Barinas»¦ “es el epicentro de múltiples acontecimientos culturales, centro privilegiado de la barinidad y referencia”.
Descripción
El inmueble se caracteriza por ser de una sola planta en forma semirectangular ocupando un área de aproximadamente 545 metros cuadrados, de fachadas sencillas, pintadas a base de cal o calicanto, conformadas por la sucesión de vanos con ventanas de maderas enrejadas de quitapolvos y repisas, compuesta en su interior por dos poyos labrados dentro del muro.
La entrada principal se halla definida por un portal enmarcado por pilastras con capiteles lineales que soportan un arquitrabe rematado por una cornisa lineal de filetes sencillos. Se accede a este a través de un zaguán, en la que se puede apreciar la organización de los espacios interiores en torno a un patio central con columnas de orden toscano y corredores perimetrales por medio de los cuales se ingresa a las habitaciones principales.
Valores patrimoniales

El museo es un icono de la ciudad de Barinas por estar su sede en una casona señorial donde se realizó un baile en honor al Libertador Simón Bolívar en 1813. En este lugar se custodian algunos objetos personales del poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba, epónimo del museo. Conserva una colección relativa a la llanería. Es un lugar de encuentro para hablar sobre la historia de Barinas y sus personajes, allí se reúnen historiadores, estudiantes, cultores, escritores, y ciudadanía. En sus espacios se realizan exposiciones de reconocidos artistas plásticos regionales, nacionales e internacionales. Es un lugar muy concurrido por lugareños , visitantes y turistas. Además cuenta con una biblioteca donde se conserva una parte de la historia regional.
Situación actual
En mayo de 2017, cuando publicamos esta nota, la sede del Museo Alberto Arvelo Torrealba presentaba un nivel de deterioro medio: «Entre los daños que se aprecian a simple vista destacan: desprendimiento de la capa pictórica, manchas de humedad en las columnas y paredes debido a filtraciones, piso deteriorado, cerca posterior perimetral desmoronada, presencia de microorganismos en la madera que recubre el techo».
Poco más de un año después, el 17 de agosto de 2018, publicamos un alerta bajo el título Comejenes y hongos se comen el Museo Alberto Arvelo Torrealba. En el mismo advertimos el empeoramiento estructural de La Pulideña: la carcoma terminó de hacer estragos en el techo, ventanas y toda estructura de madera presente. Mientras que los hongos colonizaron las paredes con filtraciones acumuladas, y la maleza se encaramó hasta en la dirección del recinto patrimonial.
La pared posterior terminó de colapsar, el portón del patio a duras penas se sostiene con tubos, y los pisos presentan un profundo desgaste por la humedad reinante, pero también por su dudosa calidad. Con este sustituyeron, en una intervención anterior, al embaldosado precedente, más resistente y de mejor factura.
Ubicación
Calle 5 de julio, entre avenidas Medina Jiménez y Libertad. Nº 5-68. Parroquia Barinas, municipio Barinas, estado Barinas
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Fuentes consultadas
Acosta César. Aconteceres diversos. Concejo Municipal del Distrito Barinas, pp. 94-95, Barinas, 1979.
Araque, Marinela y Hurtado Samuel. La pulideña, hermosa mansión de tejas, pp 5-13. (Folleto sin publicar) Barinas, 2016.
Decreto n° 259 mediante el cual se crea el Museo Alberto Arvelo Torrealba en la ciudad de Barinas. Caracas, 3 de septiembre de 1979. En Gaceta Oficial de la República de Venezuela, n° 31 813. Caracas, 4 de septiembre de 1979; pp. 239.862.
Decreto n° 2169 relativo a la refacción y reconstrucción de la Casa de los Pulido. Caracas, 26 de mayo de 1977. En Gaceta Oficial de la República de Venezuela n° 31 269. Caracas, 4 de julio de 1977; pp. 235.658.
Gaceta Oficial Nº 3 013, de fecha 30 de junio de 1976.
Pérez, Edgar. La Casa Pulideña, morada de historias y leyendas. En Haciendo Memoria n° 6, pp. 85-92, Barinas, noviembre-diciembre, 2012.
Resolución n° 3 por la cual se declara la Casa de los Pulido como Monumento Histórico Nacional. Caracas, 29 de junio de 1976. En Gaceta Oficial de la República de Venezuela n° 31 013. Caracas, 30 de junio de 1976, pp. 223.451-223.452
Tapia Contreras, José León. La Casa de los Pulido, Primera Edición, Barinas, mayo 1985; pp. 5-11.
Investigación realizada por Marinela Araque Rivero.
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