Teatro inconcluso arrincona el antiguo Capitolio de Ciudad Bolívar

Hace 30 años adosaron un enorme teatro justo al lado del histórico Capitolio de Ciudad Bolívar. La obra, aún inconclusa, malogró desde entonces el centenario inmueble de estilo neoclásico.

Américo Fernández (*). 28/8/2017.

Hace 30 años el histórico edificio del Capitolio de Ciudad Bolívar fue arrinconado por la construcción moderna de un faraónico teatro, adosado a sus paredes. En su momento significó un movimiento de tierra que afectó la estructura del centenario edificio neoclásico. Hoy la afrenta se ahonda con aquella obra que ni siquiera han concluido.

Patrimonio histórico de Ciudad Bolívar, Venezuela.
Adosamiento del nuevo teatro, de construcción moderna, al histórico Capitolio. Foto Américo Fernández, 27 de agosto de 2017.
Patrimonio histórico de Ciudad Bolívar, Venezuela.
Lo que sería la puerta de entrada del teatro que se adosó al antiguo capitolio de Ciudad Bolívar. Foto Américo Fernández, 27 de agosto de 2017.
Patrimonio histórico de Ciudad Bolívar, Venezuela.
La obra del teatro inconclusa, convertida en un «elefante blanco». Foto Américo Fernández, 27 de agosto de 2017.

La administración regional de 1990 a 1993 promovió y ordenó la ejecución de demoliciones no contempladas en el estudio básico del proceso de revitalización del Casco Histórico de Ciudad Bolívar para construir obras de alto contrate. Ejemplo mayor, sin dudas, fue la demolición del anexo de un antiguo edificio construido a finales del siglo diecinueve por el ingeniero polaco Alberto Lutowski, y que durante el siglo veinte fue reconocido como el Capitolio, no solo por estar en lo alto de una colina como el capitolio romano, sino por haber sido convertido en una fortaleza.

Patrimonio histórico de Ciudad Bolívar, Venezuela.
Se conoce como Capitolio no solo por estar en lo alto de una colina, como el capitolio romano, sino por haber sido convertido en una fortaleza. Foto Américo Fernández, 27 de agosto de 2017.
Panorámica desde la calle sur de la plaza Miranda. Patrimonio cultural venezolano en riesgo.
Panorámica del Capitolio de Ciudad
Bolívar desde la calle sur de la plaza Miranda. Foto Américo Fernández, 27 de agosto de 2017.

El anexo de esta edificación que tenía dos volúmenes, norte y sur, con un patio central, había sido objeto de estudio con levantamiento de planos para ser adecuado a un pequeño teatro destinado a los habitantes del casco central de la ciudad. Sin embargo, fue demolido para dar luz verde a un costoso proyecto de teatro de 200 butacas del arquitecto Óscar Tenreiro, realmente inconveniente desde el punto de vista legal porque no se integra sino que contrasta y se escapa del contexto ambiental, aparte del daño por movimientos de tierra y excavaciones causado al edificio El Capitolio; estos daños se pueden apreciar en la cubierta, muros y los arcos de medio punto, con visibles agrietamientos.

La intervención de que fue objeto El Capitolio por parte del proyectista Oscar Tenreiro para transformarlo en un teatro (lo cual es muy bueno, pero no en esa forma), malogró gran parte de la fisonomía característica de ese inmueble. Al parecer, el arquitecto se asesoró mal o su intervención se basó en una investigación sociohistórica bastante pobre, aunque hubo quienes sostenían, como la doctora en antropología María Eugenia Villalón, expresidenta de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico, que allí lo que ocurrió no es problema de ignorancia histórica sino la imposición de un nuevo lenguaje o ensayos modernistas que propugnan el mestizaje arquitectónico, lo cual, por supuesto, resultaba muy grave toda vez que la revitalización del casco histórico, que ha costado sudor y lágrimas a los bolivarenses, se inició bajo los criterios conservacionistas adoptados en los centros históricos de otras ciudades hispanoamericanas.

Dada esta lamentable situación, el Gobierno del doctor Jorge Carvajal Morales (1995 – 1998) decidió redimensionar la obra inconclusa de Tenreiro y, al efecto, llamó a concurso para buscarle salida a lo ya realizado: un nuevo proyecto adaptado a los términos, costos y recursos con que se contaba, porque según explicaba la arquitecto Asiria Silva, titular de la Oficina Técnica del Centro Histórico, continuar con la construcción, tal cual como lo propuso Tenreiro, superaría en ese momento una erogación situada en los dos mil millones de bolívares, que es justamente lo que estaba exigiendo la Oficina del Centro Histórico para continuar y terminar las obras inconclusas, comenzar otras y adquirir nuevas propiedades necesarias para la administración pública.

Lo cierto es que tampoco esa gestión logró su cometido, dejando inconcluso el proyecto de redimensión que se han negado en continuar los gobiernos regionales hasta el día de hoy, 16 de agosto de 2015.

(*) Cronista oficial de Ciudad Bolívar.

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