Alumnos del curso Técnicas para Gestionar la Información, de la Unimet, llevan dos trimestres trabajando con monumentos patrimoniales tangibles e intangibles, animados por la labor de difusión y educación de IAM Venezuela y Arts Connection.
Mabel Sarmiento Garmendia. 21/10/2017.
La profesora María Elena Del Valle, quien coordina proyectos de investigación multidisciplinarios en la Universidad Metropolitana (Unimet), basándose en contenidos y videos publicados por IAM Venezuela, entrenó a estudiantes de diversas carreras para gestionar información, afinar el pensamiento crítico y desarrollar sensibilidad por el patrimonio cultural del país.
Durante dos trimestres del curso Técnicas para Gestionar la Información la docente ha impartido lecciones de dominio del contexto y sensibilidad estética, inspirada en nuestra labor de difusión, educación y vigilancia de los bienes patrimoniales: “Cuando conocí el trabajo que hace IAM Venezuela, para documentar, valorar y proteger el patrimonio cultural venezolano, me dije que podía ser una forma lograr varias competencias dentro del programa”.
Explicó que escogió los materiales hechos por IAM Venezuela sobre cuatro patrimonios: los Diablos danzantes de Yare, carnavales de El Callao, Ciudad Universitaria y la ciudad de Coro y los asignó a los estudiantes, 22 en total.
La idea inicial era sensibilizarlos en el tema y que generaran preguntas de investigación. “Todo el proceso lo gestionamos a través del modelo Irving, que asegura un efectivo manejo de la información. Los muchachos con esta técnica plantearon sus interrogantes y en el marco del desarrollo de la investigación se dieron las respuestas que fueron vaciándose en un blog. Y lo interesante es que los alumnos respondieron de manera bien prolija, usando bases teóricas y fuentes legítimas. Les enseñamos dónde buscar la información, qué tipo de contenido, los registros que pueden usar para construir la memoria de un patrimonio, pero al mismo tiempo ellos fueron trabajando la estética de ese ese monumento”.
De acuerdo a la experiencia de Del Valle, los jóvenes de la cátedra mostraron mucho interés por los valores que estaban descubriendo, pues además en los videos tomados de IAM se hablaba del patrimonio como una herramienta de desarrollo no solo cultural sino social.
“Lo bueno fue que ellos pudieron descubrir con el trabajo de la organización que el patrimonio es sustento para sociedad, pero también la hace sustentable, como diría el sociólogo Tulio Hernández en uno de los videos proyectados. Fue bonito saber que a la juventud sí le interesa esta parte de su historia y su memoria urbana”.
Abordaje
Cuando empezó el curso (cuya modalidad de enseñanza es virtual) los aspirantes debían crear cuatro cuentas de Instagram y hacer publicaciones semanales del patrimonio asignado. “Obviamente debían responder al manejo de la información y al registro de las fuentes.
Durante el primer trimestre se usó Twitter y en la segunda edición se trabajó Instagram porque permite tener un registro fotográfico de mejor calidad. “Y los muchachos además lo aprovecharon mucho. Con esta forma de trabajar se desarrollaron varias competencias (sensibilidad, dominio del contexto y la información veraz). Entre tanto IAM Venezuela siguió los pasos de los estudiantes por las redes y fue un feedback muy bueno, en un momento donde la memoria está tan frágil. Por eso vimos urgente y necesario trabajar los patrimonios con pensamiento crítico”.
En todo esto fue muy útil el manejo de la información. Los integrantes del curso fueron descartando fuentes, conociendo las instituciones oficiales, las páginas de organismos como la de la Unesco y otras tantas dedicadas a la conservación patrimonial.
Las plataformas creadas por estos estudiantes, 50 entre los dos trimestres, se siguen actualizando. “Pues la idea es que se genere un ecosistema informativo, un registro documental importante que incluso pueda ser aprovechado por IAM Venezuela y difundido por las redes sociales. Considero que en cualquier mecanismo de alfabetización el aporte de esas plataformas de comunicación es esencial”.
Durante el primer trimestre se trabajaron las manifestaciones culturales no reconocidas como patrimonio por la Unesco, como por ejemplo las hallacas y otras comidas típicas que forman parte de la identidad del venezolano.
En el segundo trimestre se estudiaron los cuatro patrimonios mencionados al principio: Diablos danzantes del Yare, Carnavales de El Callao, Ciudad Universitaria y casco histórico de Coro. “Y el resultado fue que se generó un empoderamiento con lo patrimonial y eso es bueno porque ayuda a no perder la memoria y la historia local”, finalizó la investigadora.
Los trabajos pueden verse en plataforma de Instagram, si se siguen lo siguientes enlaces:
Ciudad Universitaria de Caracas
Al término del curso a los participantes se les dio un certificado suscrito por IAM Venezuela, la Fundación Arts Connection y la Unimet.
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