El 25 de septiembre alertábamos a la municipalidad barinesa del inminente robo de una escultura en Barinas, pues ya la estaban despegando de su pedestal. La alcaldía no movió un dedo. Pero sí los ladrones del bronce, quienes se llevaron la pieza patrimonial 47 días después.
Marinela Araque Rivero. 18/11/2017.
El 25 de septiembre IAM Venezuela llamó al Director de Cultura de Barinas para advertirle de los intentos de despegar el busto de Andrés Bello de su pedestal, en el paseo Los Trujillanos. La alcaldía no movió un dedo. Pero sí los ladrones del bronce, quienes robaron la escultura 47 días después de la advertencia.

No había que ser Mandrake para adivinar que la escultura del ilustre Andrés Bello (Caracas 1781 – Chile 1865) sería la próxima víctima de la mafia del bronce que opera en Barinas.
Katy Andrade artesana y actriz de teatro que labora en los predios del paseo Los Trujillanos, de la entidad llanera, tuvo la premonición el pasado 25 de septiembre: “Mire aquella estatua que está en el otro lado (señalaba entonces el busto de Andrés Bello); acompáñeme, la han estado despegando poco a poco, levantándole la capa de cemento. Creo que se la quieren llevar porque seguro es de bronce”.



Sí era de bronce. Y los hampones se la llevaron amparados en la impunidad. Hecho inexcusable tras las precisas advertencias ciudadanas. En aquella oportunidad publicábamos un alerta, bajo el título Un prócer se queda sin nombre, sobre el robo de las placas conmemorativas que había sufrido el monumento al prócer Antonio Nicolás Briceño (Trujillo 1782 – Barinas 1813), al tiempo que le echábamos un vistazo al vapuleado monumento a Andrés Bello, uno de los humanistas más relevantes de América, en el espacio público barinés.
La llamada inútil
En aquel recorrido de finales de septiembre por el paseo Los Trujillanos llamamos telefónicamente al Director de Cultura de la Alcaldía de Barinas, Edgar Pérez, para advertirle de las evidentes intenciones de los ladrones del bronce de llevarse la escultura, cuyo pedestal ya había sido vandalizado con aerosol negro y mostraba el deterioro propio de los repetidos intentos de despegar el busto que sostenía.
El funcionario prometería en aquella ocasión convocar “una reunión” con los comerciantes preocupados por la integridad del paseo para “tomar acciones de rescate”, tal y como lo cuenta Katy Andrade:
– Ya le habíamos advertido a las autoridades municipales que había una clara intención de los ladrones del bronce de robarse esa escultura. Nosotros teníamos que impedir ese hurto y mire, no lo pudimos evitar a pesar de que a través de ustedes (IAM Venezuela) conversamos con Edgar Pérez y le informamos que el busto lo estaban despegando, rememora la artesana.
A continuación mira el pedestal desnudo y contagia el desaliento por la promesa burlada: “¿Se acuerda? usted misma llamó por teléfono y él nos dijo que iba a realizar una reunión con las personas que hacemos vida aquí en el paseo para emprender un plan de rescate de este espacio público. Nunca vino”.

Cuando es el Estado el que incumple la ley
Ante la situación, quisimos pensar en un primer momento que fue la Dirección de Cultura barinesa la que había retirado la escultura de prócer trujillano para resguardarla, al conocer de antemano que la estaban despegando y que corría peligro inminente de desaparecer.
Pero el mismo director de cultura, Edgar Pérez, echó las esperanzas al suelo: “Nosotros no hemos quitado el busto de Andrés Bello del Paseo Los Trujillanos. Esta mañana cuando pasé por el lugar me di cuenta de que se la habían robado. Yo le había participado al profesor Félix Salazar (jefe de la Secretaria Ejecutiva del Poder Popular para la Cultura y Turismo del municipio Barinas) del riesgo que corría la escultura para que enviaran un equipo técnico, y no lo hicieron. De ahí no pude hacer nada más. ¿Qué más puedo hacer si no tengo apoyo?”.
El peloteo de la responsabilidad municipal no tendría cabida bajo la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio (1993). Su artículo 2º establece que “La defensa del Patrimonio Cultural de la República es obligación prioritaria del Estado y de la ciudadanía»¦”, lo que compromete en primerísimo lugar a las instancias oficiales a preservar los bienes patrimoniales que custodian. Y el responsable del paseo Los Trujillanos y todos sus bienes es la alcaldía de Barinas.
En este caso la ciudadanía hizo su parte, tal y como lo señala Andrade: “Vea las consecuencias. Nosotros cumplimos y la alcaldía de Barinas tenía la obligación de proteger la escultura y no lo hizo. Nunca mandaron a nadie. Ni el gobernador, ni el alcalde. A nadie le importa el patrimonio cultural, eso no da votos”.
«Seguro vendrán por el Diablo”
La consternada artesana habla por la comunidad de pequeños comerciantes que hacen vida en los predios del paseo Los Trujillanos: “Aquí todos estamos indignados por la indiferencia de los organismos custodios de estos bienes culturales, porque este paseo y todo lo que en él se encuentra es patrimonio cultural de los barineses y a nadie parece importarle».
Mira a su alrededor y agrega: «Han desvalijado los negocios, se roban los cables eléctricos, los bombillos, rompen los candados que protegen las puertas. Para rematar, la basura nos está inundando y cada vez son más los indigentes que llegan”.
Efectivamente, ya suman nueve los pordioseros que han tomado el paseo como su casa, pues cocinan, se bañan, duermen y hasta defecan en este espacio urbano que carece de vigilancia policial y, según Andrade, “de gobernantes sensibilizados hacia lo nuestro”.
Andrade se despide con otra premonición: “Los ladrones vendrán también por el Diablo (Antonio Nicolás) Briceño” (un mote que lleva el prócer andino desde su niñez por interpretar a este personaje bíblico en los actos escolares de Semana Santa), “pues ya los ladrones del bronce desmantelaron las placas que lo identificaban»¦”.

El paseo que “cayó en desgracia”
El paseo Los Trujillanos “cayó en desgracia”, afirma por su parte la florista Omaira Mendoza. Ella, quien labora en este espacio público desde hace algunos años, lamenta el pillaje contra el monumento a Andrés Bello, pero no se olvida de la “vergonzosa situación” que confrontan quienes hacen vida en cultural y comercial en la zona: “Al paseo le falta iluminación, esto hace que las personas de mal vivir se reúnan a consumir drogas y a desmantelar todos los bienes. Usted ve cómo se robaron la escultura a pesar de que se había informado a las autoridades”.

Continúa la pequeña comerciante con el rosario de la desidia: “La basura se apoderó de la calle paralela al paseo. La plaza donde estaba la escultura que se robaron no tiene luz y los indigentes pululan en el lugar. Estamos solos y sin esperanzas”.
Tras pronunciar esto, se deja ganar por una mezcla de nostalgia y desamparo: “Este lugar era un atractivo para turistas y para los barineses que venían en las tardes y noches a disfrutar de la frescura, de las tertulias, de los encuentros familiares. Pero ahora quién va a venir si esto queda solo y con puros indigentes o malhechores; ni un policía se ve por aquí y eso que está a escasas cuadras de la alcaldía y de la gobernación».


«Hago un llamado a las autoridades -prosiguió Mendoza- para que le den mantenimiento a este paseo, porque a simple vista pareciera que no les importa este patrimonio. Mire allá, ya se llevaron el candado que protegía la bomba”.
Y aunque manifiesta no querer ser “pájaro de mal agüero”, termina por expresar un temor más que fundado: “Eso es que están planeando robársela…”.
Un artículo, para empezar
Dejamos a la señora Omaira Mendoza en su local comercial para recorrer el paseo Los Trujillanos y, efectivamente, constatamos cada palabra que sobre el lugar expresaron ambas mujeres. Abandono, desidia, el deterioro que habla de una Barinas malquerida.
No por todos. Ya vimos que Andrade y Mendoza cumplieron con su parte de la Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural. A las autoridades culturales soportadas en ella les dejo el Artículo 2°, completo: “La defensa del Patrimonio Cultural de la República es obligación prioritaria del Estado y de la ciudadanía. Se declara de utilidad pública e interés social la preservación, defensa y salvaguarda de todas las obras, conjuntos y lugares creados por el hombre o de origen natural, que se encuentren en el territorio de la República, y que por su contenido cultural constituyan elementos fundamentales de nuestra identidad nacional”.
Aunque los funcionarios no hayan movido un dedo por evitar el robo de la escultura del prócer trujillano, otra de las tantas hurtadas al patrimonio cultural del país, léanlo. Por algo se empieza.
Estatuas Los tres trujillanos

Hace algunos años la municipalidad de Valera, estado Trujillo, donó a la ciudad de Barinas tres estatuas de próceres trujillanos relacionados estrechamente con Barinas.
Estas obras fueron ubicadas en el paseo Los Trujillanos, por ser morada de este grupo escultórico conformado por las figuras de Antonio Nicolás Briceño (1782 – 1813), busto que permanece aún en el paseo Los Trujillanos.
La de José Cristóbal Hurtado de Mendoza y Montilla (1772 – 1829). El monumento de este prócer no se encuentra en el paseo Los Trujillanos, ya que por ser el primer abogado que ejerciera en Barinas fue trasladado al Colegio de Abogados de Barinas.
Completaba el grupo de esculturas el busto de José de la Cruz Carrillo Terán (1788 – 1865), que no se sabe su paradero, pues en algún momento fue sustituido en el paseo Los Trujillanos por el busto de Andrés Bello, pese a que el insigne humanista nació en Caracas.
Por su valor artístico, histórico y social, los tres bustos fueron declarados bienes de interés cultural de la nación y registrado en el Catálogo del patrimonio cultural venezolano 2004 – 2006. Municipio Barinas, estado Barinas.
Fuentes consultadas:
Altuve, Rosa María. El Prócer José de La Cruz Carrillo. En
Diarioeltiempo.com.ve, 7 de mayo de 2015. https://goo.gl/HBg8Zf. Consultado el 13 de noviembre 2017.
Andrade, Katy. Artesana y actriz de teatro. Entrevista realizada en Barinas el 13 de noviembre 2017
Andrade, Katy. Artesana y actriz de teatro. Entrevista realizada en Barinas el 25 de septiembre 2017.
Araque Rivero, Marinela. Un prócer se queda sin nombre. En
Iamvenezuela.com, 27 de septiembre 2017. Consultado el 13 de noviembre de 2017.
Cruz Carrillo. En elcronistadetucutucu.blosgpot.com, 1 de agosto de 2009. https://goo.gl/B3a7iM. Consultado el día lunes 13 de noviembre 2017.
Mendoza, Omaira. Floristera del paseo Los Trujillanos. Entrevista realizada en Barinas el 13 de noviembre 2017.
Pérez, Édgar. Director de Cultura de la Alcaldía de Barinas. Entrevista realizada en Barinas el 13 de noviembre 2017.
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