Plaza Padre Blanco, monumento en Araure a un sacerdote de armas tomar

Plaza Padre Blanco. Monumento a José Félix Blanco. Patrimonio cultural de Portuguesa.
Plaza Padre Blanco, al fondo el monumento La Espiga. Araure, estado Portuguesa. Monumento a José Félix Blanco. Foto Edduin Montilla, 2017

Nombre: Monumento Plaza Padre Blanco.

Año: 1971.

Tipo de patrimonio cultural: tangible/Inmueble. Monumento en espacio público. Escultura.

Administrador custodio o responsable: Concejo Municipal de Araure del estado Portuguesa.

Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

Conocida popularmente como “Plaza Padre Blanco”, el monumento al Gral. José Félix Blanco (1782 – 1872) está ubicado en la redoma La Espiga al principio de la Av. 13 de Junio de Acarigua, mejor conocida como Av. Las Lágrimas. Vaciado en bronce, la obra entroniza la figura del prócer de la Independencia de Venezuela presbítero José Félix Blanco. El conjunto escultórico está compuesto por una figura de pie del sacerdote y militar, primer capellán del ejército libertador y sensible protagonista de la Batalla de Araure.

Sacerdote y prócer
Plaza Padre Blanco. Monumento a José Félix Blanco. Patrimonio cultural de Araure, Portuguesa.
Foto original del Pbro. José Félix Blanco. Reproducción Wilfredo Bolívar.

La plaza Padre Blanco, la primera dedicada al prócer en Venezuela, rinde homenaje al eximio Pbro. José Félix Blanco, nacido en Caracas el 24 de septiembre de 1782. Destacado igualmente como historiador, en tiempos de paz sirvió como funcionario en la Venezuela de finales del siglo XIX, dejando ingentes aportes a la historia nacional de la que fue testigo durante la Guerra de Independencia.

Sin padres conocidos y abandonado por sus progenitores, como hijo expósito fue criado por la mulata Bartola Madrid. Tomará su apellido de su padrino de bautizo, el mantuano José Domingo Blanco. En época reciente se ha documentado que su madre habría sido María Belén Xerez de Aristiguieta y Blanco (1765 – 1850), nacida en San Mateo el 11 de Mayo de 1765. Se la conoció en su tiempo como una de las ‘nueve musas’ de Caracas.

Criado en un ambiente religioso desde su niñez, en 1795 José Félix Blanco inició estudios en el Seminario Tridentino de Caracas. A finales de 1798, el obispo Juan Antonio de la Virgen María y Viana le concedió licencia para vestir hábito clerical. Tras estudiar filosofía y teología, en 1805 solicitó graduación universitaria, la cual le fue negada por haber sido niño expósito, condición de la sociedad colonial que calificaba el origen de abandono por padres o de origen dudoso. Pero tras interponer recurso ante el claustro universitario, en julio de 1807 obtuvo una Real Cédula de Carlos IV, concediéndole el esperado grado. En 1809 recibió del arzobispado licencia y orden sacerdotal.

Plaza Padre Blanco. Monumento a José Félix Blanco. Patrimonio cultural de Portuguesa.
Pbro. José Félix Blanco. Rep. Wilfredo Bolívar.

Animado por los cambios políticos contra España, el 19 de abril de 1810 tendrá una destacada participación en los sucesos políticos de Caracas. Convencido patriota, fue el responsable de llevar al canónigo chileno José Cortez de Madariaga a la sala capitular donde el Capitán General don Vicente Emparan firmó su renuncia al gobierno de Venezuela. En la capital actúa junto con don Francisco Rodríguez del Toro e Ibarra (el Marqués del Toro) organizando las fuerzas que en 1810 marcharán a Coro en defensa del proyecto republicano.

El mismo año 1810 se alista en las tropas salidas de Caracas y participa en las acciones militares de Aribanache (15 de noviembre) y Sabaneta (30 de noviembre). En 1811 es designado capellán del ejército de Francisco de Miranda. Presenció el sitio de Valencia y el 25 de abril de 1812 combatió contra Monteverde en Los Colorados de San Carlos. El 3 de mayo está en los morros de Valencia y tras la caída de la Primera República (1812) huye a la isla de Trinidad. Cuando en 1813 el Libertador Simón Bolívar concluya la Campaña Admirable, combatirá en Puerto Cabello, Bárbula (30 de septiembre), Las Trincheras (3 de octubre), Barquisimeto (10 de noviembre), Vigirima (23, 24 y 25 de noviembre) y Araure (5 de diciembre).

A principios de 1814 junto con José Félix Ribas está en Ocumare del Tuy y el 31 de marzo con Santiago Mariño pelea en Bocachica. El 28 de mayo de 1814 participa en la primera Batalla de Carabobo; y en diciembre, cuando caiga la Segunda República, se retira a Nueva Granada. En 1815 acompaña al Libertador en la campaña del Magdalena y en 1816 está a las órdenes de José Antonio Páez, interviniendo en las acciones de Achaguas y El Yagual. En 1817, está en Guayana y reorganiza las Misiones del Caroní junto con Manuel Piar. Vísperas al nacimiento de la Gran Colombia (1819) colabora en operaciones logísticas del almirante Luis Brión y en 1821 es uno de los firmantes de la Constitución de Cúcuta.

Partidario de la Gran Colombia

En 1826 tomó partido por la unidad colombiana frente al movimiento separatista de La Cosiata, surgido en Valencia. Y con El Libertador alista las tropas de los departamentos del Zulia y los Andes, como comandante de la Provincia de Trujillo. Separada Venezuela de Colombia y desvinculado del ejercicio sacerdotal durante la guerra, solicita ante la Santa Sede su secularización, la cual le fue concedida el 5 de marzo de 1833 por el papa Gregorio XVI. En 1835, durante la Revolución de las Reformas, es Comandante de Armas de la provincia de Maracaibo. En 1837 es Secretario de Guerra y Marina e inicia en el periódico La Bandera Nacional de Caracas una serie de publicaciones con la historia de la Independencia como uno de sus protagonistas. En 1847 es Secretario de Hacienda y Relaciones Exteriores.

Retirado de la vida pública y habiendo abandonado por segunda vez la vida religiosa solicitó nuevamente licencia sacerdotal. Sin lograrlo, en 1848, 1850, 1852 y 1855 intentó su reincorporación, petición negada por la Santa Sede. Desde 1855 acentúa su vocación de historiador militar y se dedica a recopilar documentos relativos a la historia de Venezuela. Será una labor incansable que desarrollará junto con su amigo Ramón Azpurúa.

En 1862, en plena Guerra Federal, el padre Blanco fue nombrado consejero de Estado. Finalmente, en 1863, por intercesión del arzobispo de Caracas, Silvestre Guevara y Lira tras un viaje a Roma, el papa Pío IX concedió al presbítero su anhelada rehabilitación sacerdotal. Dedicado igualmente a sus tareas como documentalista e historiador, entre 1875 y 1877, el presidente Antonio Guzmán Blanco publicó su densa colección en 14 volúmenes, bajo el título Documentos para la historia pública del Libertador. Teniendo como coautor a don Ramón Azpurúa, la monumental obra documental recopilará diversos textos sobre Venezuela y América, desde la época precolombina hasta 1830. Fallecido en Caracas el 18 de marzo de 1872, sus restos mortales fueron trasladados al Panteón Nacional el 3 de julio de 1896.

Testigo de la Batalla de Araure
Plaza Padre Blanco. Monumento a José Félix Blanco. Patrimonio cultural de Portuguesa.
Plaza Padre Blanco a principios de 2000. El monumento del presbítero caraqueño fue anclado en Portuguesa por su actuación en la Batalla de Araure. Foto Instituto del Patrimonio Cultural, circa 2009.

La razón por la que la estatua del Padre José Félix Blanco se encuentre en Araure y no en Caracas, lugar de su nacimiento, se debe al recuerdo que sobre su persona guardaron los protagonistas por su actuación en la Batalla de Araure. El testimonio más elocuente fue escrito por el Gral. José de Austria (1791 – 1863), oficial activo durante la guerra desde 1810 cuando sentó plaza como subteniente en el batallón Barlovento. En 1813, como soldado de Vicente Campo Elías, actúa en las batallas de Mosquitero (Guárico) el 14 de octubre y Araure el 5 de diciembre de 1813. Concluida la guerra, ocupará diversos cargos: oficial mayor del Ministerio de Guerra (1846), consejero del Gobierno (1857) y ministro de Guerra (1858). En 1840 fue uno de los fundadores del partido liberal y en 1863, triunfante la Federación, recibió el despacho de general de división.

Será José de Austria, como escritor y militar, quien deje un valioso testimonio sobre el padre Blanco en su libro Bosquejo de la historia militar de Venezuela en la guerra de Independencia, obra publicada en Caracas en 1855, en la cual narra los acontecimientos bélicos entre 1812 y 1816. En la Batalla de Araure (1813), Austria tendrá 24 años, lo que le permitirá grabar sus juveniles recuerdos sobre el sacerdote.

En los pasajes dedicados por Austria al sacerdote durante la Batalla de Araure el 5 de diciembre de 1813 se lee: “Los Coroneles Villapol, Campo Elías, Palacios y todos los demás jefes y oficiales, hicieron en aquel día proezas de valor y hasta el último de los soldados estuvo entusiasmado y se identificó con ellos; pero no podemos pasar en silencio la bizarra conducta del infatigable Capellán y Jefe, José Félix Blanco, siempre esforzado en los combates, siempre consolador y afable amigo del infortunado, que postrado y herido, solo él le consolaba y ayudaba hasta sus últimos momentos: en Occidente, en el sitio de Puerto Cabello, en Vigirima, en Araure, en casi toda la campaña de la independencia tomó parte como un jefe; acompaño al desgraciado, cualquiera que fuesen sus banderas, con una verdadera misión evangélica. Valiente guerrero, eclesiástico verdadero, amigo de la humanidad (Ob. Cit., Caracas: 1855, Tomo I – Imprenta y Librería de Carreño hermanos).

Del lienzo al bronce
Plaza Padre Blanco. Monumento a José Félix Blanco. Patrimonio cultural de Portuguesa.
En el óleo sobre tela Entrega de la bandera vencedora de Numancia (1883) Arturo Milechela pintó a José Félix Blanco en el extremo derecho del lienzo. El sacerdote tiene un monumento en la plaza conocida como plazoleta Padre Blanco. Araure, estado Portuguesa. Reproducción Wilfredo Bolívar.

Después del testimonio de Austria sobre el padre Blanco, el sacerdote será inmortalizado en la pintura venezolana por su actuación en Araure. En 1883, con motivo de la Exposición Nacional de Venezuela realizada en Caracas para celebrar el Centenario del Nacimiento del Libertador Simón Bolívar, pintó Arturo Michelena (1863 – 1898) su primera obra premiada La presentación de la bandera invencible de Numancia, llamada también Entrega de la bandera vencedora de Numancia al batallón sin nombre. Conservado por la colección Museo Bolivariano de Caracas, el óleo sobre tela muestra al extremo derecho del lienzo al presbítero José Félix Blanco con pantalón blanco de paño, trajeado con casaca negra de sacerdote, cubierta la cabeza con un saturno, llamado también sombrero romano. La escena recoge el momento cuando el Libertador entrega al coronel Florencio Palacios, comandante del Batallón Sin Nombre, la española bandera del Regimiento de Numancia, capturada en el campo de Araure.

En 1883, la obra en gran formato (223 cm x 175 cm) con el que el célebre valenciano obtuvo medalla de plata, fue el primer homenaje artístico al padre Blanco por su participación en la Batalla de Araure. Un siglo después, en 1971, le seguirá la escultura inaugurada en la misma ciudad, al pie de la colina donde se celebró la memorable y homérica jornada.

Inauguración de la plaza

Se debe al presidente Rafael Caldera Rodríguez (1969 – 1974) la estatua del padre José Félix Blanco en Araure. En 1971, en medio del 150° Aniversario de la Batalla de Carabobo (1821 – 1971), decidió el despacho presidencial erigir en la ciudad de Araure una efigie que honrara al militar y sacerdote. La efigie fue donada por el Ministerio de la Defensa, en conmemoración del sesquicentenario de Carabobo. Se escogió como lugar un pequeño espacio ubicado al inicio de la Av. 13 de Junio (Av. Las Lágrimas), en la confluencia de la antigua carretera nacional salida a Guanare (actual Av. Los Pioneros) y la entrada a la conurbación Acarigua-Araure.

La obra fue inaugurada el 24 de septiembre de 1971. El semanario acarigüeño El Imparcial reseñó al siguiente día: “Ayer tarde en el Parque construido por el Concejo Municipal del Distrito Araure en el terminal de la avenida 13 de Junio, fue develada la estatua tamaño heroico del ilustre prócer de nuestra Independencia Pbro. y Gral. de División José Félix Blanco [«¦]”. El evento fue presidido por el Gobernador del estado Portuguesa, Waldemar Cordero Vale y el Dr. Mario Barroeta, presidente del Concejo Municipal del Distrito Araure. Les acompañaron concejales de los Distritos Páez y Araure, así como los parlamentarios Pablo Herrera Campins, Asdrúbal Monsalve, René Sosa Pérez y Jesús Filardo Rodríguez.

La bendición de la escultura estuvo a cargo de Mons. Ángel Adolfo Polachini, obispo de la Diócesis de Guanare. El orador del acto fue el Gral. Brig. (Ej.) Manuel Bereciartu Partidas, Inspector General del Ejército. En nombre del pueblo de Araure intervino el cronista de la ciudad, profesor Manuel Barrios Freites, teniendo como invitado al Dr. J. J. Villamizar Molina, cronista de San Cristóbal. Las palabras de clausura fueron pronunciadas por el Dr. Mario Barroeta, presidente del Concejo Municipal. Destacó El Imparcial que “en Venezuela es la primera vez que se le rinde homenaje a tan ilustre compatriota”.

Escogió el Ministerio de la Defensa la ciudad de Araure porque en la batalla homónima del 5 de diciembre de 1813, el Padre José Félix Blanco (1782 – 1872) actuó como capellán del ejército y confesó a moribundos para “ayudarlos a bien morir”. La inauguración constituyó un verdadero acontecimiento que concentró una nutrida representación nacional. Encabezó la lista el Dr. Luis Villalba Villalba, presidente de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, llamado el “último edecán vivo del Libertador”. Entre los militares asistentes se encontraron el Gral. Homero Leal Torres, comandante general del Ejército y el Cnel. (Ej.) Héctor Bencomo Barrios, jefe de la Sección de Historia del Ejército; el Gral. Arnaldo Arnal Núñez, jefe de la Primera División del Estado Mayor Conjunto; Gral. José Luis Sosa Michelena, director de la Escuela Superior del Ejército; Cnel. (Ej.) Alberto Villamizar, director de Administración del Ejército; Cnel. (Ej.) Rosendo Natera Moncada, jefe de la Oficina de la Reforma Administrativa y el mayor Asís Sánchez, ayudante al comandante general del ejército.

Ocultando su imponente estatura con la espada al cinto, la estatua en bronce fue envuelta con una bandera tricolor. Concluidas las palabras alusivas, fue develada por el militar orador. El discurso fue publicado en un folleto por el Ministerio de la Defensa. Las palabras finales del Gral. Bereciartu Partidas encomendaron a los araureños la custodia de la obra: “¡Gral. de División Pbro. José Félix Blanco! Al dejarle al cuido de esta procera ciudad de Araure, a la cual le entrego en nombre del Comando General del Ejército, reciba el testimonio de respeto y admiración de los soldados de Venezuela; como guerrero al servicio de la Patria, y como Sacerdote dedicado a su ministerio como primer capellán castrense con quien contó el Ejército venezolano”.

Descripción

La efigie del presbítero y militar José Félix Blanco corresponde al género artístico de las estatuas ‘estantes’ (por estar de pie), comúnmente conocidas como estatuas ‘pedestres’. Se trata de una obra vaciada en bronce, de autor desconocido, de una altura aproximada de cuatro metros (4 m) que representa al sacerdote vestido de militar. La escultura mira hacia el norte, con vista a lo largo de la avenida Las Lágrimas que une a las ciudades de Araure y Acarigua. A diferencia de la única ilustración o retrato conocido del prelado, la imagen le representa vestido con casaca militar, ataviado con pantalón y botas de campaña. El rostro personifica un hombre de unos cuarenta años. Aunque se conoce su fotografía a edad avanzada con pelo corto y capelo sacerdotal, la versión en bronce le modela con el pelo largo tirado hacia atrás.

El autor de la obra buscó simbolizar al sacerdote, al historiador y al militar. Con este propósito, la estatua lo muestra con un sable de oficial, el cual pende de su cintura, mostrando la empuñadura apenas del lado izquierdo, en erguida actitud marcial. La mano derecha, cruzada sobre el cuerpo, toma el frente de su correaje y con la mano izquierda sostiene un libro cerrado, el cual mantiene abrazado a la altura del pecho. Una larga capa, que se desprende desde el cuello hasta las botas, cubre la parte lateral de la imagen. Mirado de espaldas, el dilatado manto brinda a la figura la representación simbólica de su condición sacerdotal.

El día de su inauguración, una placa en bronce identificaba el frente del pedestal. El texto en altorrelieve reseñaba: “Pbro. y General de División José Félix Blanco 1782 – 1872, brillante militar que se destacó en la memorable Batalla de Araure – Homenaje del Ejército venezolano a la Municipalidad y Pueblo de Portuguesa en el Año Sesquicentenario de la Batalla de Carabobo y Exaltación del Ejército Venezolano – Araure, 24-09-1971”.

La estatua está entronizada sobre un pedestal construido en obra limpia. Con una altura de 3 metros, la base de cemento del mismo registra una dimensión de 1,20 x 1,25 metros. El bronce transmite una altura aproximada de tres metros y medio (3,5 m). La escultura hace centro a una pequeña cerca de escasa altura, cimentada en ladrillos de arcilla que rodean la efigie. Esta pequeña plazuela, edificada en forma hexagonal a modo de jardinería, concede un singular marco a la pequeña plaza, convirtiendo la escultura en el motivo principal del conjunto.

Valores patrimoniales

Antes de la construcción del monumento La Espiga en 1981, en la redoma contigua con la avenida Los Agricultores, la estatua era el principal icono figurativo de este transitado cruce de avenidas.

Con el nombre de plazoleta Padre Blanco, la obra fue declarada patrimonio cultural de la nación. Con una escueta reseña así aparece en el Catálogo del patrimonio cultural venezolano 2004 – 2009. Municipios Páez y Araure (Caracas: 2009, p. 52).

Situación actual

La plaza Padre Blanco se encuentra en precario estado de conservación. La escultura en bronce muestra notorios signos de oxidación por factores físico-ambientales y ausencia de mantenimiento. Su placa conmemorativa fue robada en la década de los 90 por bandas dedicadas al tráfico ilícito de bronce. Aunque el hurto fue denunciado a los cuerpos de seguridad del Estado por mi persona como cronista oficial de la ciudad de Araure, la pieza nunca fue recuperada. El pedestal también ha sido vandalizado con pintas en aerosol por vándalos urbanos.

Por otra parte, una siembra masiva de árboles en 2010 tapó casi completamente la visual del monumento, restándole a la ciudad la referencia del histórico héroe.

Plaza Padre Blanco. Monumento a José Félix Blanco. Patrimonio cultural de Portuguesa.
El bosque urbano impide apreciar el monumento al padre José Félix Blanco, con el que se inaugurara la plaza Padre Blanco en 1971. Araure, estado Portuguesa. Foto Wilfredo Bolívar

Ubicación

La redoma La Espiga al principio de la Av. 13 de Junio de Acarigua, mejor conocida como Av. Las Lágrimas. Estado Portuguesa.

Fuentes consultadas

Austria, José de. Bosquejo de la historia militar de Venezuela en la guerra de la independencia. Tomo I. Encuadernado por Emilio Cipolleti. Caracas: 1855. Imprenta y Librería de Carreño hermanos [Biblioteca Nacional: Sección Libros raros y antiguos.

Azpurúa, Ramón. Biografía de hombres notables de Hispanoamérica. Caracas: 1877, Imprenta Nacional, Tomo I.

Bereciartu Partidas, (Gral.) Manuel. Discurso con motivo de la inauguración del monumento al general de división presbítero José Félix Blanco. Caracas – Araure: 1971 – Ministerio de la Defensa.

Bolívar, Wilfredo. Araure una historia para la historia. Caracas: 1994, 2ª. Edic. Congreso de la República.

Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004 – 2009. Municipios Páez y Araure. Instituto del Patrimonio Cultural, Caracas: 2009, 151 pp.

Dávila, Vicente. Diccionario biográfico de ilustres próceres de la Independencia suramericana. Caracas: 1926 – Tipografía Americana. Tomo I.

Semanario El Imparcial – Acarigua, 25 de septiembre de 1971.

Investigación: Wilfredo Bolívar.

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