Edificio del rectorado de la ULA, emblema de Mérida

Edificio del rectorado de la ULA. Universidad de Los Andes, Mérida. Patrimonio artístico y arquitectónico de Venezuela.
Fachada del edificio del rectorado de la Universidad de Los Andes. Mérida, Venezuela. Foto Marinela Araque, diciembre 2017

Nombre: edificio del rectorado de la Universidad de Los Andes de la ciudad de Mérida.

Año: 1785 / 1952.

Autor: Manuel Mujica Millán.

Tipo de patrimonio cultural: tangible /inmueble.

Administrador custodio o responsable: Universidad de Los Andes.

La sede del rectorado de la ULA constituye un formidable referente de la estirpe artística, histórica, religiosa, educativa y cultural de la ciudad andina de Mérida, Venezuela. Fue declarada patrimonio artístico e histórico de la nación en 1980. Y bien de interés cultural en 2007.

Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

Una casa de jóvenes para la formación del clero

La historiografía merideña refiere que Juan Ramos de Lora, al llegar a la ciudad de Mérida en 1785, visitó los templos y casas religiosas. Al prelado le llamó la atención el deterioro del convento de los franciscanos, que se encontraba abandonado.

La edificación estaba ubicada en una esquina de la plaza Mayor, por lo que lo destinó como sede de una casa de estudios para cumplir con lo ordenado por el Concilio de Trento (1545 – 1563), que establecía que los obispos tenían la responsabilidad de organizar y mantener en la jurisdicción de la diócesis un colegio o seminario para la formación del clero.

Edificio del rectorado de la ULA. Universidad de Los Andes, Mérida. Patrimonio artístico y arquitectónico de Venezuela.
Fray Ramos de Lora fundador de la casa matriz de la ULA. Mérida. Foto Marinela Araque, 2017.

La casa fue erigida el 29 de marzo de 1785. Entonces el obispo Ramos de Lora le escribió al rey Carlos III participándole que había convertido la casa de jóvenes en seminario y solicitaba su aprobación. La venia real llegaría a los dos meses de aquella petición, el 9 de junio, por lo que aquella casa de educación se convierte posteriormente en el Colegio Seminario Tridentino.

Ya en 1787, solo un par de años luego de aquella diligencia, se impartían las cátedras de Latinidad, Filosofía y Moral, y contaba con numerosos estudiantes.

Edificio del rectorado de la ULA. Universidad de Los Andes, Mérida. Patrimonio artístico y arquitectónico de Venezuela.
Placa que conmemora al primer obispo merideño, Fray Ramos de Lora. Rectorado de la ULA. Mérida. Foto Marinela Araque, diciembre 2017.

Al parecer, aquel antiguo convento estaba muy deteriorado y tenía poca capacidad para funcionar, lo que obliga al obispo a alquilar una casa contigua. Pero esta tampoco ofrecía las condiciones para alojar toda la matrícula estudiantil, de allí que Ramos de Lora finalmente decide construir “un colegio formal con proporcionadas oficinas y en un sitio que estuviera cercano a la plaza Bolívar”.

Esta nueva edificación, aunque no estaba concluida, recibió la aprobación del rey Carlos IV. Se convertiría así en la primera sede permanente del Colegio Seminario de San Buenaventura de Mérida.

La Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros

Al parecer, el inmueble construido por el obispo Ramos de Lora era uno de los más atractivos de la ciudad de Mérida, por sus dimensiones estructurales. El mismo tenía dos pisos en los que se distribuían alrededor de cuarenta habitaciones o salones. Sus paredes eran de tapia, sus pisos estaban recubiertos con ladrillos y el techo era de teja. Poseía además dos patios que rodeaban la edificación, así como una capilla y la sacristía. Contaba también con espacios para la biblioteca, la cocina y el comedor.

Se invirtieron en la obra más de catorce mil pesos, cancelados en su totalidad por el episcopado merideño. En esta edificación funcionó el seminario cuando Carlos IV, en 1806, les concede la facultad de otorgar grados mayores y menores en Filosofía, Derecho Canónico y Teología. Posteriormente, la Junta Superior Gubernativa de Mérida, mediante Real Decreto del 21 de septiembre de 1810, les concede la gracia de universidad con el título de Real Universidad de San Buenaventura de Mérida de los Caballeros, con los mismos privilegios que la de Caracas.

Juntos, pero no revueltos

No obstante, aunque el seminario se convirtió en universidad, hay evidencias documentales que demuestran que no fueron una misma institución. Así lo reseña Pedro María Molina (2008): “Ni de hecho ni de derecho estaban fusionados del todo. Esto nos lo corrobora la carta que el 21 de noviembre de 1811 el presidente de la Junta Superior de Gobierno de Mérida, Casimiro Calvo, le envía al obispo Santiago Hernández Milanés, respondiendo a consulta acerca de si los Provisores u otras personas de la Iglesia tenían jurisdicción en los asuntos de la Universidad».

Por lo que para el momento, había dos instituciones funcionando en la edificación, cada cual “con sus fueros respectivos, aunque en muchos aspectos funcionara como una sola.”

Durante aproximadamente año y medio el seminario y la universidad funcionaron en la misma edificación. Hasta que esta fue afectada por el terremoto de 1812, que destruyó, además de las de Mérida, muchas otras construcciones en las ciudades de Caracas, La Guaira (estado Vargas), San Felipe (Yaracuy), y El Tocuyo (Lara).

Aunque la capilla del inmueble no sufrió mayor daño por el sismo, el edificio fue abandonado y quedó totalmente en el olvido de las instituciones responsables. Por este trágico motivo, y aunado a las drásticas consecuencias de la Guerra de Independencia, la universidad de Mérida quedó durante nueve años sin sede. El seminario tuvo mayor suerte, ya que en el año 1813 se autorizó su traslado a la ciudad de Maracaibo, en el extremo occidental de Venezuela.

El golpe de Antonio Guzmán Blanco

Para 1845 el edificio se encontraba en estado ruinoso. Esto obligó a las autoridades a nombrar un perito para evaluar la situación del inmueble con el propósito de aprovecharlo, y construir en sus espacios una nueva sede de la universidad. Aspiraban a que tuviera aproximadamente 20 piezas de gran capacidad.

Un año después, la Dirección General de Instrucción Pública recibe el plano de la obra que se pretendía construir, con un presupuesto de 21 280 pesos. A los pocos días el proyecto fue aprobado, y con la ayuda del Gobierno nacional se inició a la obra, incluyéndose la construcción de una capilla no contemplada en los planos originales.

Desafortunadamente, en 1875 la universidad fue desalojada del edificio por decisión de Antonio Guzmán Blanco. El mandatario había ordenado clausurar los seminarios clericales en todo el país por considerar que en ellos se formaba un clero “extraño a las instituciones políticas y refractario a las ideas y marcha progresiva de la República”.

No obstante, el 20 de julio de 1877, a los dos años de aquella orden presidencial, la universidad regresó al antiguo edificio del seminario.

Ya para el período 1877 – 1880 el edificio contaba con su claustro y doce piezas donde funcionaba la universidad. Además de un departamento donde se hospedaban los seminaristas, conformado por seis habitaciones y un área que servía de sala, cocina y otros espacios. Cada uno de estos departamentos tenía un patio interno y un solar. También había una capilla, un salón para la biblioteca y un anfiteatro.

Un Rector Heroico para una sede

Rector Heroico Caracciolo Parra y Olmedo. Patrimonio histórico del municipio Libertador del estado Mérida. Venezuela.
Estatua de Caracciolo Parra y Olmedo, el Rector Heroico, un ilustre que hizo que el Gobierno restaurara la sede de la ULA en el siglo XIX. Foto Samuel Hurtado Camargo, junio de 2017.

Para algunos historiadores la gestión del Dr. Caracciolo Parra y Olmedo (1887 – 1900) marcó una época memorable para la Universidad de los Andes. Su meritoria labor en favor del alma mater le valió el apelativo de Rector Heroico, pues entre otras gestas, logró que las autoridades nacionales invirtieran en la restauración de la sede universitaria, que heredó en un estado de avanzado deterioro.

En tal sentido, ofició al Ministerio de Instrucción Pública informándole del estado ruinoso del edificio de la universidad. En este da cuenta de que solo un “cuerpo” del inmueble estaba útil, los demás estaban «en completa ruina» y presentaban «techos y paredes desplomadas».

Pasaron dos años y varias peticiones del rector a las autoridades para la restauración del inmueble, pero no obtenía respuesta y el edificio se iba deteriorando cada día. Hasta que una visita de inspección del presidente del estado Los Andes, en 1889, logra que las autoridades apoyen al rector para la demolición de las áreas críticas.

Un año después, en 1890, la Asamblea del Estado Los Andes solicita al Congreso Nacional un aporte para las reparaciones del inmueble. Ya para esa fecha, la capilla había sufrido los rigores del invierno y la torre comenzaba a desmoronarse, poniendo en riesgo las campanas.

Afortunadamente, y con ayuda del Gobierno nacional, en 1890 se edifica la torre de la capilla con “características de orden toscano”. La universidad pagó 12 000 bolívares por el trabajo. Para el año 1900 la obra de restauración del edificio estaba casi terminada.

Las ampliaciones del rectorado de la ULA

Al edificio se le hicieron algunas ampliaciones en el siglo XX. Resaltan las realizadas en la zona donde se ubica el Museo Arqueológico, el Vicerrectorado Académico, el Consejo Jurídico Asesor y el paraninfo. Esta área fue construida en 1935, y consta de dos plantas y un espacio central.

La segunda área, donde está la Facultad de Odontología, se concibió como una ampliación de la primera. Diseñada por el arquitecto español Manuel Mujica Millán en el año 1952, tiene dos plantas y un patio principal. Allí se encuentran el aula magna y la estatua de Fray Juan Ramos de Lora.

Edificio del rectorado de la ULA. Universidad de Los Andes, Mérida. Patrimonio artístico y arquitectónico de Venezuela.
Patio central del rectorado de la ULA en construcción. Mérida, Venezuela. Foto Archivo Histórico de la Universidad de los Andes, circa 1952.
Monumento al fray Juan Ramos de Lora. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela.
Patio Central del rectorado de la ULA, donde destaca el monumento a Fray Juan Ramos de Lora. Foto Samuel Hurtado Camargo, junio de 2017.

Descripción

La sede del rectorado de la ULA es una edificación que ocupa la manzana diagonal a la plaza Bolívar, por su esquina noroeste. La misma alberga los espacios administrativos de gran relevancia universitaria, como el rectorado, el vicerrectorado académico y la secretaría de la universidad.

Además funcionan allí el Museo Arqueológico Gonzalo Rincón Gutiérrez, la Oficina de Prensa de la universidad, la Oficina de Relaciones Institucionales y la Facultad de Odontología. A la edificación también la aquilata el aula magna, el Teatro César Rengifo, el paraninfo y el Salón Rojo del rectorado.

El inmueble está conformado por dos edificaciones que se integran en todo su conjunto a través de pasillos internos, cada uno con acceso independiente.

Valores patrimoniales

Por sus características arquitectónicas constituye una de las obras más emblemáticas de la ciudad de Mérida que se encuentra enclavada en el centro histórico. Sus características singulares le confieren cualidades artísticas, históricas, religiosas, educativas y culturales que la hacen única  dentro de la simbología y la tradición de la ciudad, especialmente de la historia de la Universidad de Los Andes.

Fue declarada patrimonio artístico e histórico de la nación en el año 1980. Registrada como bien de interés cultural del Estado venezolano en el año 2007.

Edificio del rectorado de la ULA. Universidad de Los Andes, Mérida. Patrimonio artístico y arquitectónico de Venezuela.
Jardines internos del rectorado de la ULA. Diseño del arquitecto español Manuel Mujica Millán, en 1952. Mérida, Venezuela. Foto Marinela Araque, diciembre 2017.
Edificio del rectorado de la ULA. Universidad de Los Andes, Mérida. Patrimonio artístico y arquitectónico de Venezuela.
Panorámica de la segunda planta del edificio del rectorado de la ULA, emblema arquitectónico, cultural e histórico de Mérida. Foto Marinela Araque, diciembre 2017.

Situación actual

En buen estado de conservación. Algunas partes del techo y paredes presentan desprendimiento de la capa pictórica debido a la humedad. Los pisos de algunos pasillos muestran manchas blancas producidas por el desgaste. Las paredes externas están pintadas con diferentes grafitis.

Con actualización del 9 de agosto: al amanecer del 9 de agosto de 2019 todas las fachadas externas de la sede del rectorado amanecieron grafiteadas por vándalos adeptos al chavismo, con consignas como «Vamos por ustedes», «No more Trump» (No más Trump», «La Patria no se vende», «Chávez», «No más bloqueos», «Bolívar», «Maduro».

El delito patrimonial fue perpetrado días después de las más duras sanciones decretadas por el Gobierno de Estados Unidos contra los activos del Estado venezolano hasta la fecha.

Ubicación

Av. 3 Independencia entre calles 23 y 24, diagonal a la plaza Bolívar de la ciudad de Mérida.

Fuentes consultadas

Instituto del Patrimonio Cultural. Catálogo del patrimonio cultural venezolano. Municipio Libertador, estado Mérida. Región Los Andes. ME – 12, La Galaxia, Caracas, 2007; 265 pp.

Molina, Pedro María. Las huellas en el muro. Historia del edificio central de la Universidad de Los Andes. Colección La ULA y su historia Nº 4. Archivo Histórico de la Universidad de los Andes. Mérida, 2008. 192 p.

Samudio A., Edda O. Un edificio con historia. Procesos Históricos, núm. 25, enero – junio, 2014, pp. 122 – 140. Universidad de los Andes Mérida, Venezuela.

Investigación: Marinela Araque Rivero.

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