
Nombre: Monumento a María Concepción Palacios y Blanco.
Año: 1980.
Autor: Manuel de la Fuente Muñoz (1932 – 2010).
Tipo de patrimonio cultural: Tangible / Mueble. Monumento en espacio público.
Administrador custodio o responsable: Alcaldía del Municipio Libertador, Corporación Merideña de Turismo (Cormetur).
El monumento a María Concepción Palacios y Blanco se erigió en Mérida en 1980. Ubicado en el parque de las Madres de la ciudad andina venezolana, dicen que fue el primero en el país consagrado a la madre del Libertador Simón Bolívar.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
En homenaje a la madre del Libertador
El 17 de diciembre de 1980 se conmemoró, en la ciudad de Mérida, el sesquicentenario de la muerte de Simón Bolívar (1783 – 1830). Como parte de los actos programados, el Concejo Municipal del Distrito Libertador dispuso levantar un monumento en honor a la memoria de María Concepción Palacios y Blanco (1758 – 1792), madre del Padre de la Patria. Este se ubicaría en el parque de Las Madres, ubicado en la avenida Gonzalo Picón Febres, al frente del aeropuerto Alberto Carnevali. Un día antes de la inauguración de la escultura se realizó en la ciudad una serie de eventos, entre los que destacan la presentación en el paraninfo de la Universidad de Los Andes del libro Elegía 1830, del poeta trujillano Ramón Palomares. Así como una exposición plástica, en horas de la noche, de artistas merideños titulada Visión de Bolívar, en la sede del Instituto Municipal de la Cultura.

La estatua pedestre, obra del destacado escultor Manuel de La Fuente Muñoz (1932 – 2010), fue desvelada según lo establecido en el programa oficial en la tarde del 17 de diciembre por el doctor Jesús Rondón Nucete. En el discurso de orden, el escritor y poeta Carlos César Rodríguez resaltó la importancia del monumento a María Concepción Palacios y Blanco, por ser -según su apreciación- el primero en erigirse en Venezuela. Además de exaltar al personaje, enfatizó el hecho de que Mérida fue la “primera” en llamar Libertador a Simón Bolívar y la “primera”, también, en erigir un monumento en su memoria.
Al final de su discurso, Rodríguez expresó: “hoy en el sesquicentenario de esa muerte gloriosa, doña Concepción de América ha venido a esta plaza consagrada al amor materno para alumbrar de nuevo el camino del hijo con la pequeña lámpara de una rosa. Aquí vivirá ella su vida de bronce palpitante por obra y gracia de Manuel de La Fuente y acertada iniciativa del Alcalde Rondón Nucete. Y no sería de extrañar, señores, si de esos montes que presenciaron la viva grandeza de Bolívar, despertase alguna vez la misma voz trémula de nostalgia filial que en 1825 quedó grabada para siempre en la Elegía del Cuzco: Mi madre, mi buena madre”
Según fue reseñado en el diario Frontera, en su edición del 17 de diciembre de 1980, la estatua de María Concepción Palacios y Blanco erigida por disposición del Concejo Municipal venía a representar “un testimonio de sincero reconocimiento a quien fuera la madre del Padre de la Patria y genio de América” cuando se cumplían 150 años de su desaparición física. Y “cuando aún hoy más que nunca los pueblos del continente que libertó reclamaban su presencia”. El monumento, como hemos dicho, fue ubicado en el parque de Las Madres, lugar donde el reconocido arzobispo Acacio Chacón Guerra (1884 – 1978) había plantado el ocho de junio de 1964 un hijo del llamado Samán de Güere.
Irrespeto y abandono, un binomio inseparable

A escasos meses de la desvelación del monumento a la madre del Libertador, el 8 de febrero de 1981 el diario Frontera informaba que a la escultura le habían quitado la rosa que sostenía en su mano derecha. Enfatizaba el rotativo que “este monumento en honor a una de las honorables matronas de la nación ni tan ni siquiera la han respetado, tal vez alguien de esos que tanto hablan de patriotismo y sentimiento bolivariano”.
El objeto desaparecido en ningún momento fue restituido. Después de este artículo en la prensa regional no se hace más referencia a este monumento. Hasta que dos décadas luego el mismo diario Frontera denunciara, en su edición del 21 de noviembre de 2001, el estado de abandono en el que se encontraba el parque de Las Madres. Entonces inquiría el rotativo: “necesario el mantenimiento de la áreas verdes, mejoras del alumbrado y mayor vigilancia policial”, pues, según opinión de algunos vecinos de la zona, el parque era utilizado como lugar de “residencia de borrachitos». Y se había “convertido en un sitio propicio para el desorden, el robo y la falta de respeto por lo ajeno”.
Aunque hubo algunas intervenciones en los meses posteriores a la denuncia, la falta de mantenimiento ha sido una constante. Ya a mediados del año 2005 se podía observar la desaparición de la placa conmemorativa ubicada en la parte frontal del pedestal de piedra donde se erigió la estatua de María Concepción Palacios y Blanco. También le habían cercenado una de las zapatillas, y manchado con pintura roja la base donde reposaba. Situación demostrativa de la indiferencia que algunos ciudadanos han manifestado hacia ciertos monumentos de la ciudad. A estos no se les aprecia por su significación histórica y artística, sino por su peso en bronce, tan cotizado por el comercio ilícito de esta aleación de cobre y estaño. El metal con el que están hechos la mayoría de los monumentos estatuarios de Mérida.
Descripción
Estatua de tamaño heroico, fundida en bronce en los talleres de La Fortaleza (Mérida), que representa a María Concepción Palacios y Blanco. Dimensiones: 1.60 metros de altura, 0.33 metros de ancho en los hombros, 0.38 metros en la cintura y 0.36 metros de profundidad. En la imagen, la madre de Simón Bolívar aparece embarazada y viste traje de la época, de mangas largas adornadas en los puños con faralaos. Exhibe un cuello alto con un ribete de encaje y cabello recogido en la parte posterior. El brazo derecho está flexionado a la altura de la cintura, con los dedos hacia arriba, en posición de sostener una flor, sustraída en 1981 y su brazo izquierdo reposa sobre su pierna izquierda. La escultura se erige sobre un pedestal de concreto de color beis, de forma rectangular, de 0.694 metros de alto, 0.865 metros de ancho y 0.87 metros de profundidad. En la parte superior de la cara frontal del pedestal existía una placa de bronce que tenía la siguiente inscripción: “MI MADRE, MI BUENA MADRE / BOLIVAR”.
Valores patrimoniales
El monumento a María de la Concepción Palacios de Aguirre Ariztía-Sojo y Blanco de Herrera (1758 – 1792), conocida como María Concepción Palacios y Blanco, forma parte la estatuaria pública conmemorativa levantada en la ciudad de Mérida en la década del ochenta del siglo XX. Con la misma se dedicó a exaltar y fortalecer el culto bolivariano en la urbe andina iniciado en 1842 con el monumento La Columna Bolívar. Se le considera el primero en su tipo en el país consagrado a la madre del Libertador en un espacio público y probablemente el único conocido hasta los momentos. La escultura fue declarada bien de interés cultural de la nación incluida en la categoría La creación individual, registrada en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano relativo al municipio Libertador del estado Mérida (2007).
Situación actual
La escultura se encuentra en regular estado de conservación. No posee la rosa que tenía en su mano derecha y le robaron una zapatilla. La parte inferior del traje está pintada con grafitis de color blanco y el pedestal presenta manchas de espray de color negro. Al pintar el pedestal de beis, el traje fue manchado con pintura. La placa que identificaba el monumento fue hurtada. Exhibe oxidación generalizada y fracturas en las uniones. El entorno requiere de mantenimiento permanente, pues se observa abundante basura en los alrededores.
Ubicación
Parque de las Madres, avenida Gonzalo Picón Febres, adyacente al aeropuerto Alberto Carnevali. El Llano, parroquia El Llano, municipio Libertador, estado Mérida, Venezuela.
Fuentes consultadas
Dávila, Cemar. El olvido se quiere apoderar del parque de Las Madres. En Frontera, p. 1c. Mérida, 21 de noviembre de 2001.
Dejaron sin flor a la madre de Bolívar. En Frontera, p. 1. Mérida, 8 de febrero de 1981.
Homenaje municipal al Libertador. En Frontera, p. 1. Mérida, 16 de diciembre de 1980.
Hurtado Camargo, Samuel Leonardo. La estatuaria pública conmemorativa de la ciudad de Mérida (1842 – 2006): análisis histórico. Universidad de Los Andes, Escuela de Historia (Memoria de Grado), junio 2007, 500 pp.
Programa relativo a la conmemoración del sesquicentenario de la muerte del Libertador Simón Bolívar. En Libros de Actas del Concejo Municipal del Distrito Libertador 1980 – 1981, fol.89, Archivo del Concejo Municipal de Libertador, Mérida.
Rodríguez, Carlos César. Homenaje a la madre del Libertador (Discurso de orden pronunciado en ocasión de la inauguración de la estatua de María Concepción Palacios y Blanco, en el Parque de las Madres, el 17 de diciembre de 1980). En Frontera, p. 3. Mérida, 20 de diciembre de 1980.
Tablante Garrido, Pedro Nicolás. Hijo del Samán de Güere en el parque de las Madres. En El Vigilante, p. 1. Mérida, 17 de septiembre de 1964.
Investigación: Marinela Araque Rivero y Samuel Leonardo Hurtado Camargo.
Be the first to comment