
Nombre: Nuestra Señora del Rosario de El Real / Virgen de El Real.
Año: 1680.
Tipo de patrimonio cultural: tangible / mueble.
Administrador custodio o responsable: Diócesis de Barinas.
Nuestra Señora del Rosario de El Real, o Virgen de El Real, fue la primera aparición mariana de Barinas, culto que ya tiene 338 años. Considerada la patrona de los llanos venezolanos, su imagen es una reliquia tallada a relieve en una moneda de plata.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
La india Ana y la milagrosa imagen
La historia barinesa refiere que por los años 80 del siglo XVII, Don Domingo Bragado, vicario de la ciudad de Barinas, adquirió unas tierras aledañas al río Santo Domingo. En aquel entonces el lugar era un hato al que denominó Santo Domingo de las Palmas, nombre que fue sustituido tiempo después por El Real.
Por costumbre, los indios que trabajaban en el hato de Santo Domingo pagaban de sus ahorros una cuota para la celebración de la misa en honor a Santo Domingo. Y por tradición colonial, el santo patrono de un lugar solía contar con una “esclava o prioste”, quien asumía la responsabilidad de sostener el decoro de la iglesia, recibía los escotes de la feligresía y los administraba. Se trataba de una persona especial, casi imprescindible a falta de sacerdotes en el lugar.
Ese compromiso lo asumió Ana, una india piadosa de avanzaba edad que se distinguía entre todos los demás por su devoción al santo. Era ella quien recibía las donaciones o limosnas para mandar celebrar la misa de Santo Domingo el día de su fiesta, o cuando visitaba el hato un presbítero.
Cierto día, un devoto de la Virgen del Rosario, conocido como el Viejo Indio Francisco contribuyó para la celebración de la misa en honor a Santo Domingo, y le entregó a la india Ana dos reales. La india Ana guardó las dos monedas que había recibido del indio Francisco en una petaca que colgaba de un estantillo seco clavado en el suelo de su vivienda.
Al tiempo, debió mandar a celebrar una misa en honor a Santo Domingo, por lo que se dirigió a la vieja petaca para buscar las monedas que completarían los honorarios del celebrante y no las consiguió. Por lo que, consternada, sospechó de su marido y de su hijo Juan Gonzalo, y les reclamó la pérdida de las monedas.
Y la Virgen de El Real se dejó ver
Pasaron los días y tuvo que abrir de nuevo la petaca. Con alegría, vio que ambas monedas estaban dentro. Pero mayor fue su sorpresa al observar que el real bamba tenía más ceros que los ordinarios. Cuando lo observó con detenimiento pudo apreciar que en vez del grabado común, había claramente el relieve de una silueta que le pareció de San Antonio.
Asombrada por el hallazgo llamó a su esposo y a su hijo, quienes también vieron la imagen. La noticia corrió como pólvora por el lugar. Todos los indios del hato de Santo Domingo de las Palmas se apresuraron a ver la extraña moneda. La gente no dejaba de hablar del maravilloso real de la india Ana.
Con el paso de los días, la silueta que apareció en el real se iba demarcando progresivamente. Al cabo de un tiempo, se podía distinguir la imagen de la Madre de Dios con el niño en los brazos. Los padres dominicos que estaban a cargo de la misiones de la provincia de Barinas designaron a la imagen con el nombre de Nuestra Señora del Rosario por semejarse a dicha advocación mariana, pero la gente la llamó con el sencillo nombre de Virgen de El Real.
La sanación de un enfermo, y el milagro del estantillo
Al parecer el primer milagro de la Virgen de El Real fue la sanación de un asmático que vivía en la casa de la india Ana. El hombre, que padecía fuertes de dolores en el pecho, estaba a punto de morir. Ana, quien era una mujer de oración, un día optó por colocar el real en el pecho del desahuciado e invocó a la Virgen. Entonces el enfermo quedó completamente sano. Este milagro fue el primero de muchos que la Madre de Dios había obrado a través de su efigie en el real, según la tradición católica barinesa.
Pero quizá uno de los milagros que más llamó la atención de los pobladores fue el reverdecimiento del árbol de curarito, del cual prendía la petaca donde Ana guardaba las monedas. La planta, seca y sin corteza, un buen día amaneció verde, llena de hojas, ramas y botones, asegura la feligresía.
Las noticias llegaron tan lejos que el 12 de julio de 1710 el arzobispo de Bogotá, Fray Francisco del Rincón, mencionaba la aparición de Nuestra Señora del Rosario de El Real en su informe a la Sagrada Congregación de Obispos y Regulares: “Por lo que no cumplirán (los Padres Dominicos de Nueva Granada) tan perfectamente un tan alto ministerio como el que actualmente desempeñan en la Provincia de Barinas, donde recientemente ha sucedido un raro y prodigioso milagro, el de la aparición de la Virgen llamada del Real, sobre lo cual sería necesario hablar largamente.”
Una iglesia en honor de la Virgen de El Real

Para honrar a la Virgen de El Real lo indios del hato de Santo Domingo procedieron a construir una modesta iglesia. A cada uno le correspondió una labor. Juan Gonzalo, hijo de Ana, estaba encargado de la madera. Al parecer, al momento de utilizarlas a cada tabla les faltaban como tres cuartas para igualarse a las demás. Esto inquietó al joven, quien afligido pidió a la Virgen de El real para que intercediera en el contratiempo que se le había presentado al momento de construir la iglesia.
Cuentan que al otro día, cuando fue a ver de nuevo las tablas, estas habían crecido y se hallaban con un largo superior a todas las demás, por lo que hubo que cortarlas. Nuevamente la Virgen de El real se había manifestado tras las súplicas de Juan Gonzalo.
Frente al viejo estantillo de curarito que había reverdecido se construyó la iglesia. Algunos hasta aseguraban que sus hojas eran sanadoras, por lo que la gente las llevaba como recurso milagrero.
En la actualidad la Virgen de El Real es venerada en un santuario denominado Complejo Turístico Mariano, realizado con aportes del Gobierno nacional, regional y de la misma feligresía.

El escritor José León Tapia, al hacer referencia de la Virgen, escribió: “En un real de plata se dibujó su imagen cuando todavía éramos tierra de indios y encomenderos de España. Una virgen que desde sus primeros tiempos estuvo comprometida con los débiles al mostrarse en manos de una india y eso ´no más bastó para ser entonces la Patrona de los pobres. Desde el hato Santo Domingo esta llanura barinesa, hasta las alturas de Tunja en Nuevo Reino de Granada, anduvo con su fama en los años de la conquista, regando sus milagros»¦. ¡Virgen del Real bendita! exclamación de bongueros en ríos crecidos de tormenta, de los peones de llano en lances de toros bravos, de jinetes en caballo mostrencos y guerreros de fusil y lanza»¦ ¡Virgen del Real bendita, ¡en boca de miles seres en busca de un destino por los mil senderos de la sabana»¦! Y aunque la virgen es una sola, intermediaria de Dios ante los hombres al mostrarse en diferentes sitios, toda la fe del llano se concentró en ella, como si no hubiera otras vírgenes. ”
La Virgen que cautivó a soldados y poetas
El culto a la Virgen de El Real tiene 338 años. Los milagros realizados por ella en tiempos lejanos traspasaron las fronteras. Del hato Santo Domingo y la provincia de Barinas se extendió hasta la capital de Nueva Granada, de cuya jurisdicción eran entonces los llanos de Barinas. Así comenzaron a llegar al pueblo, al que ya la “voz pública lo denominaba El Real” peregrinos provenientes de lugares distantes para honrar a Nuestra Señora del Rosario de El Real cada 2 de febrero.
Muchos de los hombres que combatieron en la gesta independentista fueron devotos de la Virgen de El Real, como el general José Antonio Páez, de quien el padre Juan P. Parra escribe en su Novena de honor de Nuestra Señor del Rosario del Real (1948): “»¦ más de una vez inclinó su frente ante la humilde efigie de la Virgen Santísima para erguirla más tarde, al fragor del clarín y de la metralla, frente al enemigo, radiante de gloria y coronada por los lauros del triunfo”.
Para Carlos Giusti Vargas, segundo cronista de la ciudad de Barinas, la Virgen del Real también es “patrona de poetas y de juglares”. Pues la leyenda de Florentino y el Diablo escrita por el poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba relata que cuando el catire Florentino en aquella famosa “noche de fiero chubasco” en Santa Inés, ya no podía contener las picardías profanas del Diablo en los momentos críticos del contrapunteo, invocó a su bienaventurada protectora al decir: “Sácame de esto con Dios,/ Virgen de la Soledá, /Virgen del Carmen bendita,/ sagrada Virgen del Real.”
Esta devoción mariana se ha diseminado por toda la geografía barinesa, y en la actualidad se mantiene con el mismo fervor. Por ello todos los años el Complejo Turístico Mariano, situado en la población de El Real, congrega devotos provenientes de diferentes partes de Venezuela, quienes asisten a las diferentes celebraciones eucarísticas que se celebran durante el día. También llevan a sus niños a bautizar. Algunos caminan descalzos desde sus hogares hasta el santuario para ofrendar a la Virgen por los favores y milagros recibidos.

Asimismo, en horas de la tarde se hace la procesión. Los visitantes comparten el almuerzo en los jardines del complejo y adquieren suvenires en la librería. Desde tempranas horas se ven a familias enteras para pagar sus promesas.
Otros feligreses le llevan flores a su nicho. Todos ofrendan el cirio y levantan las velas con fervor. Es una de las fiestas más vistosas y alegres que se dan en el estado Barinas en torno a una manifestación religiosa.

Descripción

Moneda de plata en donde se observa la imagen en relieve de la Virgen de El Real, que se ve sentada con velo y traje largo con una media luna a sus pies y el niño Jesús en su brazo izquierdo.
Está puesta sobre una base plana circular de oro, agregada posteriormente a la moneda, en el siglo XIX. También posee piezas decorativas que sostienen doce esmeraldas, de catorce que alguna vez fueron.
La figura completa, de moneda y base juntas, están sujetas a una superficie de bronce. La pieza mide aproximadamente 12 cm de alto por 5 cm de ancho. Permanece colocada en el santuario sobre un nicho. Debajo de la figura se observa pequeñas piezas de diferentes formas y tamaños que los devotos han puesto como ofrendas para dar gracias por el favor o milagro concedido.
Valores patrimoniales
Catalogada como la primera Virgen aparecida del estado Barinas, cuenta con una tradición histórica que data del siglo XVII. Entorno a ella se han entretejido leyendas transmitidas de generación a generación. Los pobladores la veneran por los milagros concedidos y es quizás la Virgen más visitada por familias enteras.

Posee además cinco declaratorias como bien de interés cultural, ya que en el Catálogo del patrimonio cultural venezolano (2004 – 2007). Estado Barinas, municipio Obispos fueron inscritas la moneda de la Santísima Virgen del Rosario de El Real, la aparición de la Virgen, el primer milagro, el árbol de curarito y el mismo culto a esa advocación mariana.
Situación actual
La imagen de la Virgen de Real se mantiene en buenas condiciones.
Ubicación
Complejo Turístico Mariano, población El Real. Municipio Obispos del estado Barinas.
Fuentes consultadas
Investigación: Marinela Araque Rivero / @araque_marinela.
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