La debacle del Metro de Caracas rompió el vínculo afectivo del usuario con el transporte subterráneo. El deterioro afecta desde la colección de arte integrada al sistema hasta la “cultura metro”, referente de la autoestima ciudadana.
Zaida García Valecillo (*). 11/2/2018.
Hace bastante tiempo mi querido profesor de Diseño Gráfico, Santiago Pol, me recalcaba que un cartel debe ser un ¡golpe en el ojo!; capaz de detener y dialogar con las personas que transitan apuradas por las calles o el metro. Ese fenómeno de impacto visual me lo generó el Metro de Caracas y sus obras de arte cuando comencé a transitar por sus espacios. Pensé que tal admiración era algo personal, como estudiante de artes visuales. Con el tiempo fui encontrando otros admiradores.
En el metro se respiraba civismo y modernidad, pero ahora el servicio es ineficiente y puede ser un lugar peligroso, según denuncian muchos caraqueños. Foto Luis Chacín / Archivo IAM Venezuela.
Uno de ellos destaca en mis recuerdos, era un arquitecto argentino residenciado en España; él me habló del asombro que le causó la arquitectura moderna de Caracas y, sobre todo, la manera de integrar las artes visuales y la arquitectura. Por mi parte, me sentí muy orgullosa, creí que hablaría de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC). ¡Claro está!, Patrimonio Mundial. Efectivamente, habló maravillas de la CUC, pero también del Metro de Caracas y de lo asombroso que era la incorporación de las artes visuales a los espacios públicos, donde las personas podían establecer una conexión directa con las obras.
Otro aspecto que destacó fue el comportamiento respetuoso de los usuarios, el mantenimiento de las instalaciones y la creación de vías peatonales que conectaban algunos tramos. Efectivamente, era muy común ir un fin de semana a la Galería de Arte Nacional (actualmente sede del Museo de Bellas Artes), caminar desde el parque Los Caobos hasta Chacaíto, con su respectiva parada para tomarse un café y seguir hasta Las Mercedes recorriendo las galerías de arte.
Titular del diario El Nacional sobre la inauguración del metro de Caracas en 1983. Foto dig. María F. Sigillo.
Inauguración del metro de Caracas el 2 de enero de 1983.
Metro de Caracas. Estación Caño Amarillo. Foto Luis Chacín_archivo IAM Venezuela.
Estación Chacao del metro de Caracas. Foto archivo IAM Venezuela.
Sistema Metro del Municipio Chacao. Foto archivo IAM Venezuela.
Sistema Metro del Municipio Chacao. Foto archivo IAM Venezuela.
Sistema Metro del Municipio Chacao. Foto Luis Chacín.
El desarrollo del metro en Caracas fue motivo de orgullo para sus habitantes. Foto Luis Chacín / Archivo IAM Venezuela.
Obra: Vitral. Autora: Mercedes Pardo, 1982. Estación La Hoyada. Metro de Caracas. Fotografía: Luis Chacín, diciembre 2015.
Alrededores de la estación del Metro La Hoyada, avenida Universidad. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Alrededores de la estación del Metro La Hoyada, avenida Universidad. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Ambientación subterránea (1988). Autora: Leonor Arráiz Lucca. cerámica, mural, hierro y concreto, colección Metro de Caracas, transferencia entre estaciones Capitolio y El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Modulación Roja (1989). Autor: Rafael Martínez, hierro pulido y laqueado en acrílico. Colección Metro de Caracas, estación La Paz. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Prisma Tridimensional (1994). Autor: Juvenal Ravelo. Colección Metro de Caracas, estación Maternidad (nivel calle). Fotografía: Luis Chacín.
Obra: ¨Escultura-Relieve¨ (1982), Lía Bermúdez. Estación del Metro Colegio de Ingenieros, Caracas. Colección Metro de Caracas.
Integración del arte y el sistema de transporte. En primer plano la obra Estructura en tres partes (1985), de Teresaa Casanova. Colección Metro de Caracas, Plaza Brión, Chacaito, CAracas. Foto: Luis Chacín, agosto 2015. Se aprecian grafitis y panfletos adheridos a la obra.
Obra: Doble trama (1986). Artista: Max Pedemonte, mural de vidrio y luz de neón. Estación del Metro Antímano, Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Al romperse el vínculo afectivo muere la “cultura metro”
La forma como se planteó el proceso de apropiación social del metro se puede ver como un mecanismo de formación ciudadana. Esto implicó abordar el impacto sociológico y psicológico que tendría la utilización de un sistema masivo de transporte. Para ello se diseñó una estrategia educativa y comunicacional dirigida a generar valores en torno al comportamiento de los usuarios, y el cuidado de las instalaciones del sistema.
Esto requería adentrarse en el imaginario colectivo de los ciudadanos frente a los espacios públicos. Se buscó construir vínculos afectivos y simbólicos que generaran valores sociales, junto a la calidad del sistema metro. El resultado fue lo que se llamó “cultura metro”. Dicha cultura se interiorizó en las personas y se convirtió en un ícono distintivo de identidad dentro y fuera del metro.
Transcurridos 35 años son estos valores sociales, en conjunto con los valores artísticos, los que hacen de algunas estaciones del Metro de Caracas y su colección de arte un bien de interés cultural de la nación, según registrara el Instituto del Patrimonio Cultural en el censo del patrimonio cultural venezolano y en su catálogo resultante, publicado en 2007.
De arte integrado a mercados populares
Vendedores ambulantes alrededor de las piezas de arte, como de esta obra de Ana Ávalos, Amistad, en la estación La Hoyada, Metro de Caracas, 1985. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Los criterios artísticos de originalidad y autenticidad que sobresalen en las creaciones sustentan el juicio de los especialistas para determinar el valor patrimonial de esta colección. Al igual que el reconocimiento del ciudadano al verse identificado como caraqueño a través del Metro de Caracas y sus obras.
Lamentablemente, el deterioro de los espacios y los servicios (dentro y en los alrededores del metro) en las últimas décadas erosionan esta valoración. Los efectos de esta situación se pueden observar en la manera cómo se ha vaciado de significado los espacios públicos del metro y convertidos en mercados populares.
Si las obras no son percibidas como un bien cultural significativo que nos identifica como ciudadanos de Caracas, estarán destinadas a ser rayadas, llenas de basura, orinadas, desmanteladas o abandonadas por nosotros y la empresa que las custodia. El sistema metro y sus obras de arte han venido perdiendo espacios en el imaginario simbólico del caraqueño. Deja de ser un lugar a respetar, conservar y admirar para convertirse en un lugar de paso donde hay que luchar todos los días para poder entrar al vagón. Por ello es necesario restablecer aquel placer estético que causaba viajar en el metro.
Rompimiento de la base de «Amistad», pieza de Ana Ávalos. Estación La Hoyada, Metro de Caracas, 1985. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Notorio deterioro de la obra de Jesús Soto, en la estacion Chacaito del Metro de Caracas. Foto Rayner Peña R., enero 2018.
Daños vandálicos en «Estructura en tres partes», de Teresa Casanova. Estación Chacaíto del Metro de Caracas. Foto Rayner Peña R., enero 2018.
2018. Basura y pintas degradan la pieza Levitación (1983), de Rafael Barrios. Colección Metro de Caracas, estación Plaza Brion. Foto Rayner Peña R., enero 2018 .
Basura y deterioro rodean hoy la pieza Cubo virtual azul y negro, de Jesús Soto (1982). Estación Chacaíto, Metro de Caracas. Foto Rayner Peña R., enero 2018.
Rotura y oxidación de la pieza «Modulación roja» (1989), de Rafael Martínez, hierro pulido y laqueado en acrílico. Colección Metro de Caracas, estación La Paz. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Tótem (1986). Autor: Rolando Peña. Técnica: barriles de metal galvanizados Colección Metro de Caracas. Adyacencias de la Estación Zoológico, Caricuao.
Obra: Tótem (1986). Autor: Rolando Peña. Técnica: barriles de metal galvanizados Colección Metro de Caracas. Adyacencias de la Estación Zoológico, Caricuao.
La obra de Víctor Valera, Desplazamiento perforado (1988), vandalizada y usada por indigentes. Estación Parque Miranda. Colección Metro de Caracas. Foto: Luis Chacín. Se aprecian grafitis y deterioro general.
Víctor Valera, Desplazamiento perforado (1988). Estación Parque Miranda. Colección Metro de Caracas. Foto: Luis Chacín. Se aprecian grafitis y deterioro general.
Gego (Gertrud Goldschmidt), obra ¨Cuerdas¨ (1972), Parque Central, Caracas. Cuerdas de nylon, aluminio, hierro y cobre, 17 x 20 metros en cuatro niveles. Colección Centro Simón Bolívar.
Narciso Debourg, Tres diagonales (1985). Colección Metro de Caracas, estación Chacaito. Foto: Luis Chacín.
2015. Rotura de la obra de Narciso Debourg, Tres diagonales (1985). Colección Metro de Caracas, estación Chacaito. Foto: Luis Chacín.
2018. La rotura de la obra ya va para tres años, sin atenderse. Tres diagonales, de Narciso Debourg. Metro de Caracas. Foto Rayner Peña R., enero 2018.
Visible deterioro de la obra de Jesús Soto Cubo virtual azul y negro (1982), Colección Metro de Caracas. Estación del Metro Chacaíto, Caracas. Foto Luis Chacín, agosto 2015.
Ladrones mutilaron la obra El kaleidoscopio (1987), obra de Beatriz Blanco en la estación Chacaíto del metro de Caracas. Foto Luis Chacín, noviembre 2017.
En noviembre ya no estaba la figura de El kaleidoscopio (1987), obra de Beatriz Blanco en la estación Chacaíto del metro de Caracas. Foto Luis Chacín, noviembre 2017.
Pintas en la obra «Puntas de plata» (1993), de Wladimir Politano. Hierro pintado, colección Metro de Caracas, estación El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
Otra vista de la pieza «Puntas de plata» (1993), de Wladimir Politano. Hierro pintado, colección Metro de Caracas, estación El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
2016. Rayaduras en la obra Levitación (1983), de Rafael Barrios. Colección Metro de Caracas, estación Plaza Sucre. Foto Luis Chacín.
Vista actual de los daños en las varillas de la pieza «Progresión amarilla» (1982), del maestro Jesús Soto. Metro de Caracas. Estación Chacaíto del Metro de Caracas. Foto Rayner Peña R., enero 2018.
Recuperar ese impacto visual y orgullo que causaba el metro y sus obras de arte, regresar a la “cultura metro” pasa indefectiblemente por recobrar los niveles de calidad de servicio y aplicar estrategias educativas y comunicacionales que restauren las conexiones simbólicas y afectivas con este patrimonio cultural.
Las líneas 3, 4 y 5 sin la gracia del arte
En enero de 1983 se inaugura el Metro de Caracas, “La gran solución para Caracas”. Aquellos lejanos y a la vez vívidos años ochenta, cuando estudiaba en la Escuela de Artes Visuales Cristóbal Rojas, vi cómo el metro operaba una transformación urbanística importante de la ciudad. Recuerdo que había mucha expectativa, pues los problemas de movilización eran importantes; atravesar Caracas antes del metro podía demorar varias horas. Esa emoción fue opacada, pues en febrero de ese año tuvimos la primera gran devaluación, el cierre de la “Venezuela Saudita”.
Sin embargo, el metro continuó su construcción, entre los años 80 y 90 se terminaron las líneas 1, 2 y 3 (esta última en su primera etapa). En 2010 se culmina la segunda etapa de la línea 3, en 2006 se inaugura la línea 4 y se inicia la construcción de la línea 5. Lamentablemente, estas últimas líneas descartan la integración arte-arquitectura que había caracterizado a las dos primeras.
Los primeros diseñadores del Metro de Caracas no solo se imaginaron un medio de transporte, sino una oportunidad para brindarle a la ciudad escenarios para la interacción social y el esparcimiento; un espacio para el placer estético a lo largo de sus recorridos.
En tal sentido, se debe destacar entre sus logros la creación del parque Jóvito Villalba (Hoy Alí Primera), los bulevares de Catia, Sabana Grande y Caricuao. Estos bulevares son grandes corredores peatonales que permitieron redefinir usos, transformar percepciones de las zonas y conectar los principales espacios culturales. Igualmente destaca la intervención realizada en la Plaza Venezuela, la cual se convirtió en un conector entre la plaza los museos y el bulevar de Sabana Grande.
El metro, un museo en constante riesgo
Al mismo tiempo se puede observar que en cada estación de las líneas 1 y 2, y en sus bulevares, se colocaron una o más obras de arte; decenas entre esculturas, relieves y vitrales. Esta colección se puede considerar como una síntesis de dos décadas del arte venezolano (80 y 90), pues se encuentran representados destacados artistas como Rafael Barrios, Jesús Soto, Francisco Narváez, Lía Bermúdez, Juvenal Ravelo, Belén Parada, Carlos Cruz- Diez, Alejandro Otero, Víctor Valera, Héctor Poleo, entre otros.
Obra: Araguaneyes pasando por cerro azul (1996). Autor: Genaro Bastardo. escultura en madera y durmientes en vía férrea, colección Metro de Caracas, transferencia entre líneas 1 y 3. Fotografía: Luis Chacín.
Vegetales danzantes 1983. Valerie Brathwaite. Metro de Caracas. Estación La Hoyada. Foto Luis Chacín_archivo IAM Venezuela
Escultura-Relieve (1982), Lía Bermúdez. Estación Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas. Foto Rayner Peña R., enero 2018.
Doce Columnas (1989), Harry Abend. Estación del Metro de Caracas Miranda. Parque del Este, Caracas. Fotografía Luis Chacín, octubre, 2016.
Doce Columnas (1989), Harry Abend. Estación del Metro de Caracas Miranda. Parque del Este, Caracas. Fotografía Luis Chacín, octubre, 2016.
Obra: Silencio (1989). Autor: Luis Chacón. Colección Metro de Caracas, Transferencia a la línea 2. Fotografía Luis Chacín.
Obra: Silencio (1989). Autor: Luis Chacón. Colección Metro de Caracas, Transferencia a la línea 2. Fotografía Luis Chacín.
Obra: Silencio (1989). Autor: Luis Chacón. Colección Metro de Caracas, Transferencia a la línea 2. Fotografía Luis Chacín.
Obra: Silencio (1989). Autor: Luis Chacón. Colección Metro de Caracas, Transferencia a la línea 2. Fotografía Luis Chacín.
Obra: Doble trama (1986). Artista: Max Pedemonte, mural de vidrio y luz de neón. Estación del Metro Antímano, Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Doble trama (1986). Artista: Max Pedemonte, mural de vidrio y luz de neón. Estación del Metro Antímano, Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Doble trama (1986). Artista: Max Pedemonte, mural de vidrio y luz de neón. Estación del Metro Antímano, Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Fiesta en Caracas (1986). Artista: Oscar Carpio, vitral ensamblado en plomo. Estación del Metro La Yaguara, Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Ficha de la obra: Cuadriláteros. Autora: Gertrud Goldschmidt (Gego), 1982. Estación La Hoyada, Metro de Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Cuadriláteros. Autora: Gertrud Goldschmidt (Gego), 1982. Estación La Hoyada, Metro de Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Cuadriláteros. Autora: Gertrud Goldschmidt (Gego), 1982. Estación La Hoyada, Metro de Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Cuadriláteros. Autora: Gertrud Goldschmidt (Gego), 1982. Estación La Hoyada, Metro de Caracas. Fotografía Luis Chacín, diciembre 2015.
Identificación de la obra Vitral. Autora: Mercedes Pardo, 1982. Estación La Hoyada. Metro de Caracas. Fotografía: Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Vitral. Autora: Mercedes Pardo, 1982. Estación La Hoyada. Metro de Caracas. Fotografía: Luis Chacín, diciembre 2015.
Obra: Vitral. Autora: Mercedes Pardo, 1982. Estación La Hoyada. Metro de Caracas. Fotografía: Luis Chacín, diciembre 2015.
Díptico de la obra: Ambientación subterránea (1988). Autora: Leonor Arráiz Lucca. cerámica, mural, hierro y concreto, colección Metro de Caracas, transferencia entre estaciones Capitolio y El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Ambientación subterránea (1988). Autora: Leonor Arráiz Lucca. cerámica, mural, hierro y concreto, colección Metro de Caracas, transferencia entre estaciones Capitolio y El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Homenaje al trabajador Metro (1988). Autor: Max Pedemonte. Ensamblaje, colección Metro de Caracas, estación El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Puntas de plata (1993). Autor: Wladimir Politano. Hierro pintado, colección Metro de Caracas, estación El Silencio. Fotografía: Luis Chacín.
Rafael Martínez, Modulación Roja (1989). Hierro pulido y laqueado en acrílico. Colección Metro de Caracas, estación La Paz. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Prisma Tridimensional (1994). Autor: Juvenal Ravelo. Colección Metro de Caracas, estación Maternidad (nivel calle). Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Flash (1990). Autor: Miguel Borelli, fibra de vidrio. Colección Metro de Caracas, estación Capuchinos. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Flash (1990). Autor: Miguel Borelli, fibra de vidrio. Colección Metro de Caracas, estación Capuchinos. Fotografía: Luis Chacín.
Obra: Estructura móvil. Autor: Carlos Medina (1987) Técnica: 18 elementos de madera cortados y tallados. Colección Metro de Caracas. Estación Caricuao.
Obra: Estructura móvil. Autor: Carlos Medina (1987) Técnica: 18 elementos de madera cortados y tallados. Colección Metro de Caracas. Estación Caricuao.
Obra: Concentración para Caracas (1990), autor: Enrico Armas. Estación del Metro Chacao. Colección Metro de Caracas.
Obra: Concentración para Caracas (1990), autor: Enrico Armas. Estación del Metro Chacao. Colección Metro de Caracas.
Obra: Concentración para Caracas (1990), autor: Enrico Armas. Estación del Metro Chacao. Colección Metro de Caracas.
Víctor Valera, Desplazamiento perforado (1988). Estación Parque Miranda. Colección Metro de Caracas. Foto: Luis Chacín.
Gego (Gertrud Goldschmidt), obra ¨Cuerdas¨ (1972), Parque Central, Caracas. Cuerdas de nylon, aluminio, hierro y cobre, 17 x 20 metros en cuatro niveles. Colección Centro Simón Bolívar.
Escultura-Relieve (1982), Lía Bermúdez. Estación del Metro Colegio de Ingenieros, Caracas. Colección Metro de Caracas. Foto: Luis Chacín.
Jesús Soto, Cubo virtual azul y negro (1982), Colección Metro de Caracas. Estación del Metro Chacaito, Caracas. Foto: Luis Chacín, agosto 2015.
Ficha técnica. Beatriz Blanco,¨Kaledoscopio (1987). Colección Metro de Caracas. Mezzanina estación del Metro Chacaito. Caracas. Foto: Luis Chacín.
Beatriz Blanco,¨Kaledoscopio (1987). Colección Metro de Caracas. Mezzanina estación del Metro Chacaito. Caracas. Foto: Luis Chacín.
Beatriz Blanco,¨Kaledoscopio (1987). Colección Metro de Caracas. Mezzanina estación del Metro Chacaíto. Caracas. Foto: Luis Chacín.
Nombres estos con amplia trayectoria y que tienen un capítulo en la historia del arte en el país. Esta colección se caracteriza por brindarle al espectador un mosaico de lenguajes escultóricos donde lo primitivo, lo ecológico y lo tecnológico se entretejen entre las líneas del metro.
Es así como el lenguaje abstracto se expresa en esta colección a través de múltiples lenguajes. Artistas que experimentaron a través de diversos formatos, materiales y formas hasta lograr procesos creativos innovadores.
Aquí se presentan autores ampliamente conocidos y ganadores de premios nacionales con propuestas donde consolidan o profundizan sus procesos de investigación, como es el caso de Jesús Soto, Gertrud Goldschmidt -conocida como Gego-, Alejandro Otero o Cruz-Diez, por ejemplo. Igualmente se exploran la volumetría, los efectos visuales, las relaciones entre las formas, la vinculación entre tecnología y arte, entre otros aspectos.
El Metro en Caracas es en sí mismo un museo en constante riesgo. Buena parte de la colección se encuentra al aire libre, expuesta a los efectos ambientales, por lo cual se requieren acciones de conservación preventiva de forma periódica. A esto se suman las constantes agresiones a las que son sometidas por parte de los transeúntes y usuarios del sistema de transporte.
Mantener este invaluable patrimonio cultural pasa por restaurar los lazos afectivos y simbólicos entre el Metro de Caracas y sus usuarios; recuperar la calidad de servicio y diseñar estrategias educativas y comunicacionales. Se trata de redescubrir su valor como recipiente de identidad y consolidar la cultura metro como un referente de la autoestima ciudadana.
Que esta no solo sea un buen recuerdo.
(*) La Dra. Zaida García (PhD), profesora en artes plásticas, con estudios en estética y educación artística, se ha especializado en trabajos de investigación sobre la Educación Patrimonial y gestión social del patrimonio, así como a la relación entre arte y ciudadanía.
Fuentes consultadas
Santiago Pol: “Un cartel en la calle tiene que ser un grito”. En elnacional.com, 11 de octubre de 2016. https://goo.gl/Yq7chu. Consultado en enero 2018.
Zairet González, Ramírez. Hace 34 años inició operaciones el Metro de Caracas (+Fotos). En 2001.com.ve, 2 de enero de 2017. https://goo.gl/v5UQiC.
Colección de Arte Metro de Caracas. En museovirtual.gob.ve, https://goo.gl/yUaBXW. Consultado en enero de 2018.
La ruina del metro también embiste el arte. En elestimulo.com, 9 de enero de 2018. https://goo.gl/AKSYHM.
Catálogo del patrimonio cultural venezolano. En albaciudad.org, https://goo.gl/3PRh3U. Consultado en enero de 2018.
Altuve, Armando. La desidia y la indolencia destruyen las obras de arte del Metro de Caracas. En iamvenezuela.com, 14 de enero de 2018. https://goo.gl/QPQpqB. Consultado en enero de 2018.
Castañeda, Wilmer. Buhoneros y mototaxis se adueñan de los accesos al Metro. En eluniversal.com, 17 de junio de 2014. https://goo.gl/XQbw6f. Consultado
Fermín, Yeannaly. Un día cualquiera en el Metro de Caracas: retrasos, fallas, pedigüeños y buhoneros. En runrun.es, 2 de febrero de 2017. https://goo.gl/Rr1BF4.
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