El corazón de Ramón Ignacio Méndez, el mayor tesoro de la catedral de Barinas

El corazón de Ramón Ignacio Méndez. Patrimonio cultural de Barinas, Venezuela.
Corazón de monseñor Ramón Ignacio Méndez, atesorado en la catedral de Barinas, Venezuela. Foto Marinela Araque, febrero 2018.

Nombre: Ignacio Ramón Briceño Méndez, arzobispo y prócer de la Independencia.

Año: circa 1839.

Tipo de patrimonio cultural: tangible / mueble.

Administrador custodio o responsable: Diócesis de Barinas.

Junto a piezas de incalculable valor patrimonial, la catedral Nuestra Señora del Pilar, de la ciudad de Barinas, guarda una reliquia tenida por el gentilicio barinés como un tesoro histórico y sentimental: el corazón de Ramón Ignacio Méndez, arzobispo y prócer de la Independencia de Venezuela.

Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

Muerte en el destierro. A lo largo de los años la catedral Nuestra Señora del Pilar, de la ciudad de Barinas, ha guardado un tesoro de incalculable valor por su calidad artística, religiosa y su valor histórico. Cálices, relicarios, vestidos litúrgicos, libros, cruces utilizadas en procesiones, retablos, cuadros, esculturas religiosas, entre otras piezas patrimoniales. Junto a estos caros vestigios, sobresale una reliquia de gran significación para los barineses: el corazón de Ramón Ignacio Méndez De la Barta, tercer arzobispo de Caracas y Venezuela.

Después de permanecer exiliado a causa de su posición al defender aspectos que correspondían al ámbito eclesiástico y a los intereses de la iglesia, el presbítero Ramón Ignacio Méndez, barinés quien fuera arzobispo de Caracas y prócer de la Independencia, murió en Villeta, Colombia, el 6 de agosto de 1839.

Antes de morir Ignacio Méndez, según reseña el historiador Manuel Donis Ríos en 2005, “»¦ llamó al párroco y le pidió que le hiciera la autopsia, que sacara su corazón y lo llevara a su querida Barinas. Y así se hizo, y la víscera depositada en un frasco de sublimado corrosivo fue llevada a la ciudad de Barinas por su secretario y albacea, presbítero y doctor Jacinto Madelaine.”

El cuerpo del arzobispo de Caracas fue sepultado en la catedral de Bogotá, donde se grabaron en la lápida las siguientes palabras: “Amé la justicia y odié la inequidad, por eso muero en el destierro”. El corazón de Ramón Ignacio Méndez fue  trasladado a Barinas, su tierra natal, como eran sus últimos deseos.

El 11 de febrero de 1876 el gobierno venezolano manifestó sus aspiraciones de trasladar los restos mortales del arzobispo Méndez al país, pretensión que fue cumplida en el centenario de su muerte y desde el 16 de diciembre de 1942 sus cenizas reposan en el Panteón Nacional, de la ciudad de Caracas.

Un corazón certificado. El 18 de diciembre de 1958 las autoridades parroquiales abrieron el antiguo sarcófago para certificar la autentificación del corazón de este patriota barinés. Al evento asistieron diversas personalidades relacionadas con la vida religiosa, política y social del estado Barinas, así como autoridades eclesiásticas de la ciudad de Mérida.

Los protagonistas de este evento serían el Excmo. Dr. José Humberto Quintero, arzobispo titular de Mérida y coadjutor; el Dr. Virgilio Tosta, gobernador del estado Barinas; el señor Diego Anderson, encargado de la Secretará del estado; el historiador Esteban Ruiz Guevara, presidente del Concejo Municipal de Barinas; los médicos Emilio Carmona Gómez y José León Tapia; el abogado Agustín Figueredo y el presbítero Juan Pedro Parra Sánchez, cura y vicario de Barinas.

Al acto asistieron los párrocos Francisco Monsalve, de Barinitas, y Jaime Abel Parra, de Barrancas. También  concurrieron don Pompeyo Arvelo y su esposa, Trina de Arvelo; doña Carmen Dolores Concha de Carmona, y el secretario de Cámara y Gobierno. Este grupo se constituyó con el solo propósito de abrir el sarcófago y certificar la autentificación del corazón del procero arzobispo de Caracas.

Durante el evento, el padre Parra Sánchez pronunció unas breves palabras relativas al acto que estaba por celebrarse  y, siguiendo las órdenes del arzobispo de Mérida, José Humberto Quintero, los albañiles procedieron a romper la parte superior del sarcófago levantada en la pared de la nave, “In cornu epistolae” (el lado derecho del altar); entonces, apareció un vaso de cristal lleno hasta sus dos tercios de un líquido rosado y en el fondo se advirtió “la entraña”.

Le correspondió a los doctores Emilio Carmona y José León Tapia examinar el recipiente, advirtiendo que en realidad se trataba de un corazón humano semimomificado, y así lo certificaron. No se encontró en la bóveda que abrieron, ni en la parte inferior, documento alguno, pero dado a la tradición histórica y a lo que había afirmado el padre Enrique María Castro, antiguo párroco de Barinas, en la obra Historia de los obispos de Mérida, concuerda con la certificación expedida por los médicos que embalsamaron en Villeta, Colombia, el cadáver del arzobispo Méndez. Por lo tanto, y según los médicos que autentificaron el corazón del patriota barinés, “no cabe duda de que es de este el corazón hallado” .

El corazón de Ramón Ignacio Méndez. Patrimonio cultural de Barinas, Venezuela.
El padre Juan Pedro Parra Sánchez custodió en 1958 el corazón de Mons. Ramón Ignacio Méndez. Foto archivo Museo Municipal de Barinas, Venezuela.

Posteriormente, se extrajo de la bóveda el frasco de cristal, de cuya custodia se hizo cargo el padre Parra Sánchez hasta que estuviera construido el sarcófago nuevo que donarían Pompeyo Arvelo y su esposa. Luego se levantó un acta donde firmaron todos los concurrentes al acto. Por órdenes del arzobispo se asentó en el Libro de Gobierno de la parroquia y quedó escrito que el original del acta se colocara en un recipiente metálico apropiado y se depositara en el nuevo monumento que se iba a realizar.

Bendición del nuevo sarcófago. El 18 de febrero de 1959, al cumplirse 131 años de la consagración de episcopal de monseñor Ramón Ignacio Méndez, se efectuó en el templo parroquial de Barinas, hoy catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, la bendición solemne del nuevo sarcófago donde se guarda el corazón auténtico de este ilustre barinés, prócer de la Independencia.

En horas de la mañana se celebró un funeral solemne presidido por el cura vicario de la ciudad de Barinas, Juan Parra Sánchez, quien estaba acompañado por los sacerdotes Francisco González Álvarez y Manuel Quintero Meza. Estuvieron presentes el gobernador del estado Barinas, Dr. Virgilio Tosta, y altos empleados del gobierno.

Asimismo, al acto de inauguración asistió una representación del Liceo Daniel Florencio O’Leary y el comité de cultura que funcionaba en la misma institución. Además, el Colegio de Niñas Nuestra Señora del Pilar y demás fieles. Durante la anoche se efectuó en el liceo O’Leary un acto cultural alusivo al  “lustre patricio barines”.

La inscripción latina de la lápida del nuevo sarcófago. La inscripción de la lápida se encuentra escrita en latín y la traducción fue realizada por monseñor Rafael Pulido Méndez, obispo del Zulia para 1958 y quien era un familiar cercano de Ramón Ignacio Méndez.

El corazón de Ramón Ignacio Méndez. Patrimonio cultural de Barinas, Venezuela.
Inscripción en latín del homenaje a Mons. Ramón Ignacio Méndez, Barinas. Foto Marinela Araque, 2015.

“Barinas 18 de febrero de 1959. Al Reverendo Señor D. Ramón Ignacio Méndez, tan gran Varón de la iglesia divina y de la recién nacida Patria, igualmente merecedor en grado sumo, de cuyo intrépido el mismo fortísimo Corazón, vencidos el destierro y la muerte, a los lares hogareños Don ansiado ser Centinela de los suyos. Aquí en Barinas monta guardia y a tan esclarecido Padre y Prócer dedica con encendido amor.”

¿Quién era Ramón Ignacio Méndez? 

El corazón de Ramón Ignacio Méndez. Patrimonio cultural de Barinas, Venezuela.
Retrato del arzobispo Ramón Ignacio Méndez. Colección Palacio Arzobispal de Caracas.

El arzobispo había nacido en la ciudad de Barinas el 21 de mayo de 1775. Sus padres fueron Diego Méndez Traspuesto y de Gertrudis de la Barta. Estudió en el Seminario de Santa Rosa, donde se formó como doctor en Derecho Civil y Eclesiástico. En el año 1797 recibió  en la ciudad de Mérida las primeras órdenes sacerdotales, pero fue en Carcas donde se ordenó como presbítero.

En 1801 regresó a Barinas, su tierra natal, para ser vicario y cura en la iglesia parroquial. Pasó a Mérida en 1803 para ser vicario general de la diócesis de la Ciudad de los Caballeros. Durante el período 1805 – 1809 fue profesor y rector del Seminario de San Buenaventura.

Retorna a Barinas en 1810 proveniente de la capital del país para saludar a la Junta de Barinas que se había instalado. En esos días el obispo de Mérida, Hernández Milanés, fue acusado de simpatizar con la causa del rey y ver cómo se levantaba la gente de Barinas. Este se defendió y recurrió a su asistente, Ramón Ignacio Méndez, para que desmintiera los rumores. Y aprovechado que este se encontraba en la ciudad llanera le escribió: “él (Ramón Ignacio Méndez) ha sido mi continuo asistente, ha sido el arca de todos mis secretos; a este comuniqué hasta la primera respuesta que di a esa Superior Junta, y en fin dirá lo que me ha oído ahora y siempre de Barinas”.

Firmó el Acta de la Independencia el 5 de julio de 1811 en representación de la población de Guasdualito, pues había dicho en una de sus intervenciones que: “allanadas estas dificultades que me ocurren yo seré el primero en suscribir la independencia absoluta por que suspiran los pueblos” y así lo hizo, porque creía que una vez aceptado el compromiso de liberarse del yugo español, había que cumplirlo  a cualquier precio.

Ramón Ignacio Méndez se mantuvo en el Congreso hasta su renuncia en 1812, destacándose en diferentes aspectos que se discutieron en la diputación como la Ley sobre Papel Sellado y la ley para la creación de un millón de pesos en papel moneda para la Confederación de Venezuela.

En 1812 sufre en carne propia los sinsabores del destierro al producirse la pérdida de la Primera República. En 1813 regresa nuevamente a la ciudad de Barinas y se suma  a la Campaña Admirable, ocupándose de la  reorganizando de la provincia.

Entre la cruz y la espada. Al año después, Ramón Ignacio Méndez  se interna en los llanos de Casanare hasta 1816. Allí se incorpora al ejército del general Páez, por lo que fue lancero en las acciones de Trinidad de Arichuna, batalla de El Yagual, y en la toma de Achaguas.

La Iglesia venezolana había dado órdenes precisas para que los sacerdotes vistiesen como tales, evitando los uniformes militares y las costumbres de la vida castrense. No obstante, el historiador Manuel Donis, afirmaría: “»¦ ¡pero aquí está el padre Méndez, lanza en mano y a caballo con sotana!”. El barinés siempre se mostró orgulloso de haber sido un lancero más de Páez. Fue uno más de los numerosos sacerdotes que se incorporaron con sus sotanas, fusiles y lanzas a conquistar, en el campo de batalla, la independencia de Venezuela.

Descripción

Sarcófago realizado en madera que presenta en la parte superior una imagen tallada de Ramón Ignacio Méndez sobre una cruz y una espada cruzada. En la parte inferior se encuentra una ventana de vidrio custodiada por dos antorchas talladas y al fondo de la cavidad se halla un recipiente de cristal medio lleno de un líquido rosáceo, que resguarda el corazón del prócer.

El monumento tiene inscrito en relieve la leyenda “Al ilustre patricio y preclaro hijo de Barinas. Excmo. Y Rvdo. Mons. Dr. Ramón Ignacio Méndez. Prócer de la Independencia. 3er Arzobispo de Caracas. Pompeyo Arvelo y su esposa dedican este recuerdo a tan extinto coterráneo.”

En el medio del sarcófago hay una lápida de mármol con una inscripción en latín y en la parte superior derecha el escudo de Venezuela. Al final se  encuentra un pedestal en forma de escalera.

Valores patrimoniales

El monumento posee características históricas y artísticas que le dan un valor excepcional, ya que está cargado de patriótica emotividad, pues representa los últimos deseos de un barinés en el exilio que como muestra de su amor por Barinas, su tierra natal, ofrendó su corazón para nunca más separase de su ciudad y de sus paisanos.

Asimismo, el nuevo sarcófago simboliza la gratitud de los barineses hacia un coterráneo que demostró durante su vida ciudadana y sacerdotal un compromiso con los ideales de libertad y de justicia abanderados en la gesta independentista de Venezuela.

El monumento fue decretado como bien de interés cultural del municipio Barinas en el año 2005.

Situación actual

El sarcófago se encuentra en buen estado de conservación. Sin embargo, al compararse con imágenes del año 1959, al actual monumento le falta el mueble de madera donde se encontraba adosada la lápida. Además, la pared que circunda el monumento se le está desprendiendo el friso y la capa pictórica. Se puede notar que la nueva inscripción fue pegada directamente a la pared de la nave derecha de la iglesia.

Ubicación

Avenida Briceño Méndez, Catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza de la ciudad de Barinas

Fuentes consultadas

Araque Rivero, Marinela. Un tesoro de la catedral. Diario De Frente. Especial. Barinas 10 de mayo 2010. pág. 16

Donis Ríos. Manuel. Ramón Ignacio Méndez (1761 – 1839). Biblioteca Biográfica Venezolana. C.A. Editora El Nacional. 146 p.

Hurtado Camargo, Samuel Leonardo. Un barinés al servicio de Dios y la Independencia: Ramón Ignacio Méndez. En Diario De Frente. Especial. Barinas 10 de mayo 2010. pág. 16

Instituto de Patrimonio Cultural. Catálogo de patrimonio cultural de Venezuela 2004 – 2006. Estado Barinas, municipio Barinas. p. 84.

Landaeta  Rosales, Manuel. Sacerdotes que sirvieron a la causa de la independencia de Venezuela, de 1797 a 1823. Tip. Emp. El Cojo, Caracas 1911

Archivo Catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza. Libro Tercero de la Parroquia de la iglesia principal de Barinas. 1958 – 1959.

Investigación: Marinela Araque Rivero / @Araque_Marinela. Docente e investigadora del patrimonio cultural. 

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