Nombre: Viacrucis / Semana Santa.
Tipo de patrimonio cultural: inmaterial / tradiciones religiosas.
Fecha: Miércoles Santo.
Lugar: inicio redoma de Punto Fresco / Llegada Catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.
Administrador custodio o responsable: Diócesis de Barinas.
La fe, la esperanza y simbólicos gestos de compromiso social marcan el viacrucis de la Semana Santa en Barinas. Por 5 kilómetros los líderes eclesiásticos y la feligresía reafirmaron una de las tradiciones más relevantes de la capital llanera. El aguacero no melló la devoción.
Marinela Araque Rivero / @araque_marinela. 29/3/2018.
Barinas. La fe y la esperanza de Barinas se extendieron por cinco kilómetros bajo la lluvia, en la ceremonia del viacrucis de la Semana Santa. Hace cuatro años la procesión litúrgica salió de una sola calle parroquial a tomar la principal avenida de la ciudad para convertirse, bajo la esmerada logística de las autoridades eclesiásticas y de diversas comunidades cristianas de base y cofradías, en una multitudinaria manifestación de la espiritualidad barinesa.
El viacrucis partió de la redoma de Punto Fresco, ubicada en la parroquia Alto Barinas, hasta la catedral Nuestra Señora del Rosario del Pilar. Cohesionados y con un fuerte sentido de pertenencia hacia este ritual católico, los feligreses caminaron 5 kilómetros para rememorar el martirio de Jesús crucificado. La fuerte lluvia que caía sobre la ciudad en este Miércoles Santo no amainó la fe cristiana.
Jóvenes, niños, adultos y ancianos vestidos de Nazareno transitaron por calles empapadas de lluvia y devoción. Algunos caminaban descalzos, otros permanecían arrodillados para pagar sus promesas y pedían al Altísimo por sus necesidades espirituales y físicas.
Tiempo de Cuaresma, ayuno, oración y limosna
La Semana Santa es una celebración simbólica del pueblo venezolano, que mediante la práctica de sus creencias religiosas y fervor participa de manera espontánea en las actividades alusivas a esta festividad cristiana.
Así, la ciudad de Barinas se preparó durante la Cuaresma, desde el Miércoles de Ceniza, para iniciar las distintas ceremonias sacras con la concurrida procesión de las palmas benditas, el Domingo de Ramos, con la que se rememora la entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.
A las 9 de la mañana del domingo 25 de marzo se realizó en la plaza Páez la bendición de los ramos y posteriormente en la catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza se efectuó la liturgia de la palabra, santo rosario y la primera monición.
Durante el Lunes Santo, en horas de la mañana, hubo laudes y confesiones. Mientras que el Martes Santo se consagró a la misa crismal y la bendición de los óleos. Esta liturgia fue presidida por el obispo monseñor José Luis Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, quien estuvo acompañado del clero barinés.
Viacrucis, un gesto simbólico de compromiso
El Miércoles Santo fue el día para conmemorar el recorrido que hizo Jesús hasta el calvario donde fue crucificado. Este trayecto está compuesto por catorce estaciones que simbolizan la pasión de Jesucristo donde la feligresía realiza una peregrinación espiritual a la “Tierra Santa, a los momentos más señalados de su pasión y muerte.”
La concentración, que partió desde la redoma de Punto fresco, fue organizada a todo detalle por las autoridades eclesiales y organizaciones laicas. En esta edición se procuró que la feligresía mostrara en el viacrucis la fe, el amor a Dios y la acción social en un gesto simbólico de compromiso con la Iglesia y consigo misma.
ESTACIONES DEL VIACRUCIS
I estación, Jesús es condenado a muerte. El sufrimiento venezolano. La primera estación inició frente a la Universidad de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora. El padre Andrés Eloy Bastidas recordó cuando Jesús es condenado a muerte para ofrendar su cuerpo y sangre a la salvación de todos. Sus palabras de entrega, “tomen y coman: este mi cuerpo” y “tomen y beban: esta es mi sangre”, se cumplieron plenamente cuando fue clavado en la cruz.
El padre Bastidas hizo un paralelismo del Cristo condenado con la precariedad que «desahucia a los niños con desnutrición aguda y sin atención integral». En esta estación el presbítero le pidió a los fieles que, en silencio, reflexionaran sobre este sufrimiento de la realidad venezolana.
II estación, Jesús carga con la cruz. Iglesia comprometida. El viacrucis continuó bajo la lluvia hasta al parque La Federación, donde esperaba la segunda estación. Allí el padre Víctor Manuel Roa señaló que “Jesús toma la cruz y la abraza, soporta su peso. Es una cruz redentora”. Recalcó que en la actualidad “muchas familias pobres cargan con la cruz de la escasez, siendo los problemas centrales la falta de medicinas y alimentos”.
A continuación, pidió a los fieles que mencionaran en voz alta las necesidades de sus comunidades en los ámbitos de abastecimiento de alimentos y medicina que necesitan ser asumidas a través del compromiso eclesial.
III estación, Jesús cae por primera vez. La caridad como actitud de vida. La feligresía siguió el recorrido por la avenida 23 de enero y se detiene frente al Museo de los Llanos, donde aguardaba la tercera estación del litúrgico viacrucis.
Allí toma la palabra un laico en representación de las comunidades eclesiales, quien realizó la lectura para evocar “el debilitamiento de Jesús, por los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Jesús con toda la fuerza de su voluntad y a empujones, se levantó y siguió su camino.”
Recalcó el laico que “esa es la realidad que padece la familia venezolana”, por lo que “hoy más que nunca es necesario reconocer a tantos ‘Cristos’ que hoy yacen caídos y hambrientos. Es urgente que nos dispongamos a hacer de la caridad una actitud de vida, apoyando al más necesitado”, concluyó.
IV estación, Jesús se encuentra con su madre. María, rostro de la madre venezolana. El viacrucis continuó por la avenida 23 de enero hasta la farmacia La Trinidad, donde se encontraba un altar con la cuarta estación. En el lugar el padre Roa recuerda el pasaje bíblico de cuando Jesús encuentra consuelo en la mirada solidaria de su madre María, quien sale al encuentro del hijo que lo necesita en medio de su dolor.
El sacerdote trasladó el simbolismo de la escena a “las Marías de hoy que sufren la adversidad por los pocos alimentos, medicinas y artículos de primera necesidad para sus hijos; con la ausencia de los hijos a causa de las muertes violentas o por la migración”. Subrayó además que “la Virgen María es el reflejo de tantas madres y el rostro de aquellas que dejan de comer para dar prioridad a sus hijos. Finalmente, pidió rezar “por todos los niños víctimas de la inseguridad alimentaria.”
V estación, el Cirineo ayuda a Jesús. Solidaridad con el necesitado. Bajo la lluvia tenaz se llegó a la quinta estación, en la misma avenida 23 de Enero, frente a la residencia del gobernador. Allí le correspondió a la profesora Alba Avilán, miembro de la Cofradía del Santísimo Sacramento, realizar la lectura bíblica recordando el pasaje según el cual “cuando llevaban a Jesús al calvario, detuvieron a un cierto Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz para llevarla, detrás de Jesús.”
“Hoy son urgentes, se dirigió Avilán a la feligresía que la escuchaba, estas manos para que hagan menos pesado el calvario de tantos hermanos venezolanos ante la crítica situación. La invitación es a tomar sus cruces y asumir el compromiso de acompañar el sufrimiento del otro.”
El padre Andrés Eloy cerró la estación con una oración: “Señor haz que como sociedad valoremos y cuidemos la vida en todas sus formas. De manera especial a los más pequeños y desprotegidos. Que tu espíritu, Señor, nos mueva para vivir tus enseñanzas, promover la solidaridad y el trabajo por la cultura de la vida y de la paz”.
VI estación, Verónica limpia el rostro de Jesús. Frutos de esperanza. La feligresía desgajaba el viacrucis entre oraciones por la avenida 23 de enero, hasta subir el elevado y llegar a la capilla Nuestra Señora del Carmen, donde esperaban devotos en la sexta estación.
Frente a la capilla una laica leyó un pasaje bíblico que recuerda cómo una mujer del pueblo limpia con su paño el rosto del Nazareno. Tras la misma, reflexiona: “Hoy puedes ser tú quien, como Verónica te compadeces del dolor de hermano que sufre, te sensibilizas y te solidarizas para ejercer acciones que promuevan la dignidad de las personas”. La oradora anima y pide a los presentes materializar iniciativas para el bien común de la parroquia.
VII estación, Jesús cae por segunda vez. Despertar de la indiferencia. En la sede de la CANTV espera la séptima estación del viacrucis. Allí le corresponde a una laica recordar el sufrimiento de Jesús cuando cae por segunda vez. “Porque era nuestros sufrimientos los que llevaba consigo, nuestros dolores los que le pesaban”, recalca y hace un llamado para que “se dispongan recursos del Estado, de la sociedad civil, de la empresa privada y de otras instancias por la atención de los niños con déficit nutricional.” Culmina el padre Andrés Eloy Bastidas exhortando a que “la indiferencia no nos haga cómplice de la realidad, despertemos de esa pasividad ante el dolor ajeno.”.
VIII estación, Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén. El compromiso común. En la octava estación del viacrucis un grupo de jóvenes esperaba. Y una chica relata entonces el pasaje bíblico: “Cuando seguían a Jesús una gran multitud del pueblo y de mujeres se golpeaban el pecho y lloraban por él. Pero Jesús volviéndose a ellas, les dijo, ¡hijas de Jerusalén, no lloren por mí!; lloren más bien por ustedes y por sus hijos”.
La joven apuntó que esas mujeres del Evangelio entendieron la buena nueva y el sufrimiento de Jesús. Y, como gesto simbólico, pidió tomarse de las manos como símbolo de compromiso común, respeto y solidaridad. Para finalizar con esta estación, exclamó: “por las mujeres que sufren hoy las consecuencias de esta crisis, ayúdanos Jesús a promoverá propuestas para la solución y exigir políticas públicas que garanticen el derecho a la vida sana”.
IX estación, Jesús cae por tercera vez. Oración por quienes viven en precariedad social. El viacrucis deriva hacia la avenida Márques del Pumar. La feligresía llega frente a la sede del banco Banesco donde se encuentra la novena estación.
Un joven en representación del grupo eclesial Lazos de Amor Mariano, realiza la lectura bíblica y recuerda que las fuerzas de Jesús se desvanecen y cae de nuevo. Dice además, que en la actualidad, Jesús cae muchas veces ante quienes tienen recursos y no se apiadan ante el clamor del que sufre. Hace un llamado para que promovamos alternativas de desarrollo social en nuestras comunidades. Al concluir, expresa: “Es competencia del Estado garantizar este derecho y a los ciudadanos exigirlos.”
X estación, Jesús es despojado de sus vestiduras. Por la cultura de la vida. En la décima estación la feligresía se encuentra con las comunidades eclesiales de base presentes, como la de la parroquia Nuestra Señora del Rosario, la Pastoral Familiar Jesús Nazareno, Encuentros Matrimoniales con Cristo, entre otras. Un miembro del movimiento eclesial se dirige a los fieles para recordar que “cuando Jesús llegó al Gólgota le dieron a beber vino mezclado con hiel, pero él, habiéndolo probado, no quiso beber y quienes lo crucificaron se repartieron sus vestidos a suertes.”
Recalcó el laico que, en estos momentos de crisis, los venezolanos “son despojados de su dignidad, salud y calidad de vida”. Hizo un llamado para que se promuevan espacios de reflexión que permitan concebir soluciones a los problemas que estamos enfrentando: “Nos corresponde aportar desde nuestras profesiones y oficios soluciones prácticas que mejoren la situación apremiante que padecemos”, sostuvo.
XI estación, Jesús es clavado en la cruz. Al pie de la cruz, compartir con quienes padecen injusticias sociales. Desde la avenida Marqués del Pumar el viacrucis llegó a la décima primera estación ubicada frente a la plaza Bolívar, donde se encontraban representantes de Caritas de Venezuela. Allí el padre Andrés Eloy Bastidas citó el pasaje bíblico que cuenta “Cuando llegaron al lugar llamado Calvario, crucificaron allí a Jesús y a dos malhechores; uno a la derecha y otro a la izquierda.”
Destacó el padre Bastidas que cuando contemplemos a Jesús en la cruz, “contemplemos también la realidad de quienes, lastimados por las injusticias y desigualdad humana, padecen de hambre hoy en nuestro país, ocasionada por el desabastecimiento, por la improductividad, la corrupción y la poca voluntad del Estado en garantizar este derecho”. Subrayó que “al final de nuestros días seremos juzgados por el amor que le hemos dado a nuestros hermanos.”
XII estación, Jesús muere en la cruz. Darle de comer al hambriento. El viacrucis siguió hasta su duodécima estación, en la avenida Arzobispo Méndez. Allí le correspondió a la profesora Cora Pérez, en representación del movimiento eclesial, realizar la lectura del pasaje bíblico según el cual “Hacia la sexta hora, las tinieblas cubrieron la Tierra hasta la hora nona. El sol se eclipsó y el velo del templo se rasgó por medio. Y Jesús con fuerte voz dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y al decir esto, expiró.” La docente exhortó a la feligresía a ser solidarios con los más necesitados y actuar desde el Evangelio para hacer posible un mundo sin violencia y sin injusticias.
XIII estación, Jesús es bajado de la cruz y colocado en los brazos de su madre. Un abrazo de consuelo. El viacrucis siguió hasta llegar a la entrada de la catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, donde se encontraba la imagen de la Virgen Dolorosa, madre de Jesús.
En esta estación el padre Víctor Manuel Roa señaló que la Virgen María llora abrazada al cadáver de su hijo. “Esto simboliza hoy, comentó, el padecimiento de las madres ante la impotencia de ver a su hijo muerto por la indolencia, la falta de medicinas, por el abandono de las instancias competentes”.
XIV estación, Jesús es sepultado. Yo soy la resurrección y la vida. El viacrucis culminó en el interior de la catedral Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza, donde se expuso la imagen del Nazareno para que los fieles oraran ante su sepulcro.
Para culminar el viacrucis, el padre Víctor Manuel Roa hizo un llamado para que los feligreses no caigan en la desesperanza, “porque la esperanza cristiana borra toda sombra de duda. La esperanza es la fe del pueblo de Dios”, y con ello cerró la ceremonia del viacrucis en la catedral Nuestra Señora del Pilar.
Entre tanto, el sacerdote Andrés Eloy Bastidas agradeció a las autoridades por el apoyo logístico y a la feligresía por su fervor, su fe y constancia al participar sin importarles la lluvia que azotaba la ciudad en este acto de fe. Finalmente ambos sacerdote, junto con el clero barinés, impartieron la santa bendición a toda la feligresía.
Fuentes consultadas
Bastidas Andrés, Eloy. Homilía. Viacrucis del Miércoles Santo. Barinas, 28 de marzo 2018
Instituto de Patrimonio Cultural. Catálogo de Patrimonio Cultural del municipio Barinas (2004 – 2006) pp. 130 – 131.
Roa, Víctor Manuel. Homilía. Viacrucis del Miércoles Santo. Barinas, 28 de marzo 2018
Rivero, Jordi. Viacrucis: origen y significado. En devocionario.com, https://goo.gl/J4hbrx. Consultado el día martes 27 de marzo 2018. Viacrucis 2018. Campaña compartir 2018. Conferencia Episcopal Venezolana. Caritas Venezuela. 10 p.
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La conmemoración de este Viacrucis corrobora la renovación del compromiso, la fe y el amor cristiano en la feligresía barinesa. Excelente trabajo! Felicitaciones y reconocimiento a todos los que con su tesón y esfuerzo lo hicieron posible. Dios bendiga sus acciones e intenciones….