Nombre: Ofrendas de mayo a la Virgen.
Tipo de patrimonio cultural: Intangible.
Administrador custodio o responsable: La comunidad.
Historia
Descripción
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
En Rubio se inició una tradición de celebrar durante todo el mes de mayo el mes de la Virgen María. Esta festividad se extendió a todo el municipio. Por encima de cualquiera de las advocaciones marianas existentes, el mes de mayo está dedicado a la madre de Dios y en cada comunidad del municipio Junín los pobladores realizan ofrendas a la Virgen María, en acción de agradecimiento por su divina intercesión espiritual y su divina protección.
En esa época la mayor parte de las casas contaba con pequeños jardines cultivados de rosas, dalias, claveles, girasoles y otras variedades florales y era común que los pobladores ofrecieran flores de su jardín para adornar el altar de la Virgen. Este desfile era de gran colorido debido a que los caminos de Rubio eran adornadas con arcos de flores en los que abundaban los azahares, elaborados por mujeres que residían en las inmediaciones de la iglesia y por los aportes traídos por los campesinos de la región, construyendo estos elementos de ornato floral que abarcaban el interior del templo y se desplegaban por las calles circundantes a la iglesia.
También cuenta Dora Elisa Sandoval que había siempre una nutrida representación de campesinos de las aldeas aledañas a Rubio que portaban ramitos de flores cultivados en el campo y atados con una cabuyita o pita, que eran entregados como ofrendas a la Virgen. El desfile estaba acompañado de cánticos religiosos alusivos a la Virgen entre los que abundaba el Dios te Salve María cantado, mientras la Banda Municipal y otras agrupaciones musicales esperaban su turno para interpretar sus melodías.
Cada tarde una carroza distinta salía de la sede de alguna de las instituciones participantes, sus integrantes se dirigían en romería hasta la iglesia Santa Bárbara. Antorchas, faroles, velas y cánticos en homenaje a María acompañaban la procesión. A medida que ésta avanzaba, los vecinos y demás habitantes de la localidad se les unían y todos juntos cantando y orando llegaban a la iglesia, donde una multitud de feligreses los esperaban y el padre daba inicio a la celebración de la misa solemne.
Las ofrendas más esperadas eran las de las instituciones educativas, cuando no existían aún las bandas de guerra, los alumnos preparaban los cánticos que coreaban a lo largo de la procesión. Fue esta festividad la que dio origen en la localidad a la banda seca del colegio Los Andes, la banda del colegio de niñas Nuestra Señora del Rosario y posteriormente la banda del colegio María Inmaculada, todas ellas agrupaciones que se encargaron de acompañar a las demás instituciones que participaban a lo largo del mes de mayo en las ofrendas a la Virgen.
Este acompañamiento hacía a la procesión más fervorosa y alegre. Cuenta José Gregorio Osorio Vivas, vecino de Rubio, que una de las ofrendas que se esperaba con mayor expectativa era la del liceo Carlos Rangel Lamus, antiguo colegio Federal, engalanada por grandes antorchas que los alumnos del cuarto y quinto año de bachillerato elaboraban y llevaban encendidas hasta la iglesia. La ofrenda organizada por la Escuela Normal Gervasio Rubio, se caracterizaba por la gran cantidad de pólvora que quemaban durante el recorrido hasta la iglesia.
Algunas instituciones además de flores y fuegos artificiales ofrendaban alimentos, pan y vino, juguetes, ropa y enseres para que posteriormente el párroco los repartiera entre las personas de escasos recursos.
Descripción
Estas festividades se hacían antes con un desfile de carrozas que recorren las principales calles de la localidad. Dora Elisa Sandoval de Mendoza, vecina de la comunidad cuenta que el cronograma de las festividades, que duraban todo el mes, era elaborado por las autoridades eclesiásticas y en ellas participaban la mayor parte de instituciones educativas públicas y privadas, los organismos públicos y las autoridades civiles y militares.
A cada una de estas instituciones le correspondía asistir un día distinto, a la misa de las seis de la tarde, llevando una hermosa carroza llena de flores de todos los colores, que ofrendaban a la Virgen. Cada ente se preparaba para lucir su mejor carroza, que partía desde el lugar en el que estaba establecida su sede, portando la ofrenda que quisiera hacerle a la Virgen y recorriendo las calles hasta llegar a la iglesia donde se encontraba con la Virgen para recorrer juntos las calles y principales vías aledañas al templo de Santa Bárbara.
Cada institución o agrupación ofrendante abría su desfile encabezado por el estandarte que identificaba a la agrupación o institución. En el desfile era frecuente vestir a los niños de angelitos, andinitos y trajes típicos que representaba a todo el estado Táchira portando farolitos hechos de cartón y cestas adornadas con flores que se dejaban en el altar para ofrendar a la Virgen.
Situación actual
Es una tradición que se mantuvo durante más de seis décadas hasta que declinó y las ofrendas del mes de mayo o mes de María desaparecieron hacia inicios de la década de 1970 hasta que en mayo de 1996 se retoma por iniciativa de varias instituciones educativas realizándose sin interrupción hasta el presente. Desde entonces gran parte de los liceos, colegios y otras instituciones educativas, llevan desde sus respectivas sedes hasta la Iglesia de Santa Bárbara la imagen de la Virgen María en carrozas adornadas con flores, la juventud estudiantil de la ciudad y sus profesores, acompañados entre otras agrupaciones por la banda de la unidad educativa colegio Los Andes y portando faroles, velas, banderas y estandartes.
Ubicación
Rubio, Estado Tachira.
Fuentes consultadas
Tomado del libro Catálogo del patrimonio cultural venezolano 2004-2007. Estado Tachira, Municipio Jauregui. Instituto del Patrimonio Cultural, 2007.
Be the first to comment