Las paredes de la Unellez, antes blancas, degeneraron en soporte de la propaganda oficialista desde que el alma mater de Barinas fuera intervenida en 2001. Foto Marinela Araque, noviembre de 2017.
La intervención en 2001 de la Universidad Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, Unellez, parece haber decretado su descalabro. Tras 17 años de la orden ejecutiva, murales y eslóganes oficialistas prevalecen en este bien de interés cultural (por declaratoria del Instituto del Patrimonio Cultural) bajo sus techos rotos, paredes enmohecidas y renuncias universitarias.
Marinela Araque Rivero / @araque_marinela. 10/6/2018.
Barinas. No es fácil escribir sobre una institución a la que se le guarda gran afecto cuando esta pasa por el peor momento de su historia. La Universidad Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora, UNELLEZ, inaugurada a finales de los 70 como “la universidad que siembra”, hoy es un enorme lienzo de la propaganda oficialista en una profunda e inédita debacle material y académica.
Ella se yergue sobre la antigua sede del Hotel Llano Alto en la ciudad de Barinas, rodeada de una extraordinaria vegetación. De su antiguo aspecto sobrio y solemne no queda casi nada. Aquel blanco impoluto de sus paredes docentes ha sido sofocado por eslóganes, fotos y murales oficialistas de todos los tamaños y colores. Como si la universidad, en principio amparada por la autonomía universitaria, fuera hoy una enorme oficina del partido de Gobierno. Inmensa y en ruinas.
En la Unellez las paredes de blanco fueron asaltadas por pintas oficialistas a partir de la intervención del Gobierno en 2001. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
La sede de la Unellez es, por un lado, una edificación que recuerda el esfuerzo de los barineses y de las autoridades que se abocaron para que los Llanos occidentales tuvieran una institución superior con una excelente planta física que respondiera a las complejas exigencias de la región. Por otro, vemos hoy a una institución con un acelerado deterioro material que pone en riesgo el funcionamiento académico básico.
Intervención y descalabro
Muchos coinciden en que la Unellez comenzó su deterioro en el año 2001, cuando el Gobierno anuncia su intervención tras el “fracaso” del rector Solano Calles.
En el año 2012, once años luego de que la mano oficial se posara sobre esa casa de estudios, Rogelio Peña, exalcalde de Barinas, manifestaba para un medio informativo que la situación por la cual atravesaba la UNELLEZ era consecuencia de un proceso gradual de deterioro “no solo desde el punto de vista de la infraestructura física, sino desde el punto de vista académico”. Rememoraba entonces que antiguamente los espacios de la universidad eran un orgullo de los barineses y el principal atractivo turístico de la ciudad de Barinas, así como un ejemplo nacional como casa de estudios superiores.
Pese a las voces críticas el descalabro siguió su curso, y en 2016 el presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad Nacional Experimental Ezequiel Zamora (Apunellez), José Guillermo Loreto, suscribe que “después de 15 años de intervenida, en esa alma mater lo que hay es desidia y destrucción”.
Así lucen las carteleras de la Unellez. Barinas, estado Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Así están los pisos de las aulas de la Unellez. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Ante la falta de vigilancia se roban las placas de bronce. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Carteleras de la Unellez deterioradas. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Mientras, Luis Durand Reyes, estudiante de Producción Agrícola Vegetal, y vocero del Grupo de Rescate Universitario Ezequiel Zamora (GRUEZ), denunciaba ese mismo año ante el medio digital El Pitazo que “»¦ todas las designaciones de las autoridades de la UNELLEZ han sido hechas de forma política por los ministros de Educación Superior que han pasado por el gabinete de gobierno dentro de una supuesta ‘intervención’ y ‘sin ninguna acreditación que exprese claramente que los ciudadanos autorizados para dichos cargos eran miembros del personal académico y con categoría mínima de asociados y agregados’”.
Durand Reyes señalaba asimismo que esta violación de la normativa interna de la UNELLEZ “ha llevado a la institución en 15 años estar secuestrada bajo el yugo de una intervención oprobiosa, manipuladora, corrupta e ineficiente que ha socavado sus bases de sustentación”.
El joven recalcaba además que “en dicho período se ha evidenciado un desangre y el deterioro de la academia, infraestructura, y unidades de producción de dicha institución, que nació como un modelo a nivel nacional e internacional con profesores de calidad, investigadores de cátedra con prestigio nacional, con la mejor infraestructura de Venezuela y egresados de envergadura”.
La ruina a paso de “vencedores”
Diecisiete años lleva la ruina operando en los predios de la Unellez. Desde su intervención se profundizó su declive hasta asistir hoy a un deterioro donde hasta el techo del rectorado, que cubre las jefaturas de los programas académicos, se cae a pedazos.
Detalle del techo de uno de los pasillos del rectorado de la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Restos de machihembrado podrido de la Unellez que ha caído del techo. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Falta del techo raso en los salones de clase de la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
En algunas aulas de clases falta el cielo raso, los aires acondicionados no sirven, las paredes están humedecidas por las filtraciones de los techos, los pisos lucen estropeados. Ni siquiera el cafetín de Barinas I, tan apreciado por los estudiantes, se ha salvado de la devastación: hoy está inservible y clausurado.
En la UNELLEZ no hay siquiera materiales ni equipos básicos de limpieza para que los aseadores hagan su trabajo de mantenimiento. Los continuos cortes de luz eléctrica y la falta de agua han trastocado la normalidad de la institución. Pero por encima de todo, la ha trastocado la crisis económica, vaciando a la universidad de su comunidad universitaria: la mayoría de los docentes y empleados se ha marchado. Y a ellos les siguen los estudiantes que abandonan las aulas para perseguir el futuro fuera de Venezuela.
“Resignación estudiantil”
En un recorrido por la sede de la UNELLEZ, tras el cual tendríamos que sortear la abierta hostilidad de ciertos funcionarios y autoridades que pretendieron quitarnos la cámara y “detenernos”, constatamos el deterioro. Lo decimos con la propiedad de haber sido estudiante y docente de esta casa de estudios: techos destrozados, cabañas sin mantenimiento, cables eléctricos estropeados, salones de clases sucios, pisos completamente rotos y las paredes enmohecidas por la humedad que golpean la vista, la conciencia y los recuerdos de quienes visitan la sede académica.
Techo del pasillo de la Unellez Barinas II. Foto Marinela Araque, noviembre 2017.
Filtraciones en el techo de uno de los espacios exteriores de la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
La techumbre de la Unellez está podrida por la humedad. Barina. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
La humedad se filtra por las paredes de la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Casi todas las paredes de la Unellez presenten manchas de humedad. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Paredes de la Unellez con filtracciones. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Pisos exteriores sin brillo y sucios. Unellez, Barina. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Las filtracciones de los aires acondicionados reblandecen las paredes de la Unellez Barinas. Foto Marinela Araque, noviembre 2017.
Abundan las paredes deterioradas en la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Desmantelamiento eléctrico, sobre esta cartelera. Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Las puertas de las aulas de la Unellez vandalizadas por los mismos estudiantes. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Casi todos los pisos de la Unellez presentan este deterioro. Barinas. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Aspecto de los bebederos de la Unellez, Barinas. Foto.Marinela Araque, marzo 2018
Aires acondicionados dañados en la Unellez. Foto. Marinela Araque,marzo 2018
Depósito de equipos abandonados en la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, noviembre 2017.
Las plagas deterioran las esculturas de la sede de la Unellez, Barinas. Foto Marinela Araque, noviembre 2017.
Mientras caminábamos por el rectorado nos topamos con un obrero de la institución. Al conversar sobre la situación de la universidad, nos dijo bajo el anonimato: “Yo tengo más de veinte años como obrero en la UNELLEZ y nunca habíamos vivido una crisis como esta. Mire las condiciones del machihembrado»¦ ¿qué le parece? ¡todo dañado! Aquí no hay ni siquiera materiales de limpieza para trabajar, se coletea con pura agua y eso cuando llega. Desde la intervención han pasado varios rectores y nada, todo sigue igual. Antes había líderes estudiantiles que defendían a la universidad, ahora los estudiantes son sumisos. Están, digo yo, resignados. Como todos en el país”.
“Aquí no se habla mal de Chávez”
Dejamos al abnegado trabajador en su labor y nos dirigimos hacia la parada de la universidad frente al antiguo cafetín de Barinas I, donde conversamos con una estudiante de Educación que también pidió reservar su nombre.
Al fondo, la imagen del difunto presidente Hugo Chávez. Unellez, Barinas. Foto M. Araque, 2018.
Sentada una banca mirando hacia el cafetín que yace en las peores condiciones, explicaba de alguna manera la “resignación estudiantil” a la que aludía el trabajador: “Para nadie es un secreto el estado deplorable de la universidad. Lamentablemente, los estudiantes y profesores poco podemos hacer porque quienes dirigen la UNELLEZ controlan todo y a todos. Aquí hay letreros por todas partes que dicen ‘Aquí no se hable mal de Chávez’, hay murales pintados por doquier con la cara y esos ojos siniestros del difunto presidente. Cuando la universidad deja de enseñar para adular al poder, pierde su razón de ser, muere la academia. Pero quien proteste aquí es ‘enemigo de la revolución’. Entonces, se la aplican a uno. Muchos preferimos callar para poder graduarnos”.
La antigua sobriedad de la Unellez ha sido borrada con murales en los que el poder reinterpreta a full color la historia bajo el imaginario chavista. Foto Marinela Araque, marzo 2018.
Luego de una pausa la joven parece pensar en voz alta: “aun cuando no tengamos agua, los baños estén dañados, los autobuses no funcionen y los mejores profesores se hayan ido por sus salarios miserables no protestamos»¦ ¿por qué? No sé, ni yo misma le encuentro explicación de por qué somos tan indiferentes”.
Nos despedimos de ella tratando de asimilar la debacle material e institucional que agobia a quienes tuvimos la Unellez como nuestra alma mater. Entonces caminé por sus pasillos y me lamenté de que la hayan convertido en un recinto lóbrego donde hasta la natural rebeldía estudiantil parece eclipsada.
“Ser docente universitario da pena”
Nos cuenta Giondelys Antonio Montilla, licenciado, promotor de lectura y escritor, que en la década de los setenta, cuando fue creada la UNELLEZ, el personal docente de la universidad venía de otros estados del país y hasta del exterior, “todos con sus salarios podían levantar una familia numerosa”.
«En la universidad se respiraba un aire de convivencias». Ministro de Educación, el gobernador del estado Barinas y personalidades de la Unellez en 1985. Digitalización Marinela Araque.
Refiere Montilla que además de poder adquirir una vivienda en las mejores urbanizaciones de clase media y alta de la ciudad, los profesores podían disfrutar de merecidas vacaciones “y por cierto –suscribe-, la mayoría de los docentes eran contrarios al gobierno de AD (partido Acción Democrática) que creó esa universidad. Y sin embargo, en la UNELLEZ se respiraba un aire de convivencia y tolerancia hacia todo tipo de posición política. Porque lo que importaba entonces era la academia y el desarrollo educativo, social y económico de la región llanera. En ese tiempo no imperaba el sectarismo fascista que existe hoy en día, ni el malandrismo desatado de hoy, tanto proveniente de los estudiantes como de las actuales autoridades. En ese tiempo, y en los ochenta también, era un prestigio ser docente universitario, un profesional con cierto ‘estatus’ social”.
Comenta que “lamentablemente hoy en día la UNELLEZ da pena y tristeza, y ser docente universitario da más pena todavía, y eso que estamos en tiempos de ‘revolución’. Esto lo escribo yo, que tengo edad y experiencia suficiente para dar testimonio de lo que fue y es la UNELLEZ”.
Lo último que se pierde»¦
Fachada de la Unellez. Barinas, en los 80 «era un lujo de universidad». Foto Marinela Araque, 2017.
Montilla rememora: “Yo ingresé a la UNELLEZ en 1986, y era un lujo de universidad, mejor dicho, un modelo de organización, orden, limpieza, mantenimiento; provocaba estar allí todo el día, todo funcionaba; los baños pulcros, el comedor con la mejor comida porque hasta una nutricionista tenía; buses con diversas rutas; una biblioteca en donde se encontraba toda la bibliografía que requerían los subproyectos (materias); constante actividad cultural (teatro, coro, danzas, títeres, música, cuentacuentos, cine club) y fomento del deporte. Realmente era un lujo estudiar allí, con una planta profesoral de primera; y los estudiantes, respetuosos de las normas y con sus docentes. Hoy en día nada de eso existe. Lamentablemente, esa maravillosa universidad se acabó después de la fulana intervención”.
Diecisiete años bastaron para hacer de la Unellez un escenario donde ya no se «conjuga la ciencia» ni se «fusiona el arado, la pluma y la flor», como expresa el himno de la universidad. Aquel canto solemne que entonáramos cuando aprendíamos el valor de la justicia, la solidaridad, el valor de la cultura, la palabra y la vida. Y sobre todo, el valor de decir la verdad como expresión de libertad.
Solo quedan por ahí, vagando como almas en pena, los buenos recuerdos. Y de vez en cuando se asomará la esperanza tentando a más de uno por los pasillos enmohecidos de humedad, soberbia y renuncias. Dicen que es lo último que se pierde. Quién quita que algún día la Unellez honre de nuevo su eslogan: “la universidad que siembra”.
Y retoñe la razón.
La Unellez, bien de interés cultural
Sede de la Unellez, Barinas, en el año 1985. Foto archivo diario La Prensa.
La UNELLEZ tiene su génesis en el proyecto de una universidad rural para Venezuela, idea promocionada por un equipo técnico liderado por el Dr. Manuel Vicente Benezra Revenga, quien había sido profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y tenía un nuevo enfoque sobre el papel que debían jugar las universidades en el desarrollo agrario del país.
Para la puesta en práctica de este proyecto de educación superior, el equipo técnico veía la ciudad de Barinas como un territorio perfecto para su propósito dadas su localización geográfica y la diversidad del paisaje, así como por la contribución agrícola que había realizado al país.
El 7 de septiembre es creada la UNELLEZ con el nombre de Universidad Rural Ezequiel Zamora con sede en la ciudad de Barinas y con núcleos en los estado Apure, Barinas, Cojedes y Portuguesa. El 4 de diciembre de 1975 y según la Resolución Nº 414, fue nombrado como rector el Dr. Felipe Gómez Álvarez y se asignaron las demás autoridades. Operaría en la antigua sede del Hotel Llano Alto, que fue cedido para la universidad por el Ejecutivo Nacional el 16 de diciembre de 1975.
Por ser la primera institución universitaria del estado Barinas, con una rica colección de bienes culturales y ser un espacio con diversidad biológica fue decretada como bien de interés cultural del país en el año 2005. Esta declaratoria la protege según la Providencia Nº 012/05 de fecha 30 de junio 2005.
A juzgar por su situación actual, de muy poco le ha valido tal reputación patrimonial. Hoy perece bajo la mirada indiferente de la ciudadanía y la ausencia de planes de conservación.
Fuentes consultadas
Barinas: Adán Chávez responsable en destrucción de la UNELLEZ. En reportero24.com, el 31 de mayo de 2012. https://goo.gl/ruUALY. Consultado el 22 de mayo 2018
Estudiante de Educación de la Unellez. Su nombre se mantiene en reserva. Entrevista realizada el 17 de abril de 2018.
García, Nahir. Estudiantes de la Unellez se plantan contra designación de rectores y develan crisis institucional. En El Pitazo, 3 de marzo de 2016. https://goo.gl/y5BAes . Consultado el día 28 de mayo 2018
Instituto de Patrimonio Cultural. Catálogo de patrimonio cultural venezolano 2004 -2006. Municipio Barinas, estado Barinas. p. 38.
Montilla, Giondelys Antonio. Entrevista vía Facebook el 27 de mayo 2018.
Trabajador de la Unellez. Su nombre se mantiene en reserva. Entrevista realizada el 17 de abril de 2018.
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora. Catálogo. La Imprenta. C.A. Mérida. P.p. 37 – 50, s/a.
En un segundo recorrido por las calles de la urbanización Las Mercedes pudimos apreciar obras arquitectónicas y escultóricas que es necesario documentar ante la posibilidad de que desaparezcan -sin ser arte efímero precisamente-. El temor proviene de la cantidad de edificios que han sido demolidos para dar paso a torres […]
El panteón de la familia Clavo Carrillo, en tributo a Perpetuo Clavo, quien dinamizó la vida económica de Boconó, muestra el exquisito arte funerario de principios del siglo XX. […]
Las recientes lluvias volvieron a hacer mella en los inmuebles de adobe ubicados en el centro histórico de Coro, Falcón. El gobierno atenderá los que están en la Poligonal Unesco, pero no se compromete a repararlos. Se acentúa la amenaza de salir de la Lista de Patrimonio Mundial. […]
Usamos cookies para asegurar que te damos la mejor experiencia en nuestra web. Si continúas usando este sitio, asumiremos que estás de acuerdo con ello.Aceptar
Be the first to comment