El “Diablo se llevó la placa” del monumento al cardenal Quintero

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
Al mes de inaugurarse el busto de bronce del cardenal Quintero fue robado, en junio de 1980. La placa corrió con igual suerte en 2005. El monumento al primer purpurado de Venezuela es hoy un vertedero de basura. Mérida, Venezuela. Foto Samuel Hurtado Camargo, junio 2018.

El monumento al cardenal Quintero, primer purpurado de Venezuela, ha sido objeto de constantes agravios. Hasta la placa con su nombre, José Humberto Quintero Parra, desapareció… “se la llevó el Diablo”, acusa un menesteroso.  

Samuel Leonardo Hurtado Camargo, @hurtadosamuel / 3/7/2018.

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
Cardenal José Humberto Quintero Parra. Archivo Arquidiocesano de Mérida. Dig. Samuel Hurtado C.

Mérida. El 18 de mayo de 1980 por disposición del Concejo Municipal de Libertador, fue inaugurado en la avenida los Próceres, al frente de la avenida Cardenal Quintero de la ciudad de Mérida, un busto de bronce en reconocimiento al cardenal José Humberto Quintero Parra (1902 – 1984), con lo cual se consagraba para el presente y para el futuro “la vigencia y la importancia de uno de los valores humanos y espirituales más enaltecedores del gentilicio venezolano”. Pero, quién iba a pensar que ese monumento levantado en vida en reconocimiento al “primer purpurado” en la historia de la Iglesia católica venezolana, se convertiría desde aquel instante, y hasta el día hoy, en objeto de constantes actos vandálicos perpetrados por los miembros de una grey que una vez dirigió. Y que también sería olvidado hasta por la institución que promovió su homenaje.

“Homenaje frustrado”

Efímero fue el tributo que se le rindió al prelado nativo de la población de Mucuchíes (municipio Rangel, estado Mérida), pues, a tan solo un mes de la desvelación de la escultura fue denunciado en el periódico El Vigilante su desaparición. De acuerdo a la nota del rotativo, el insólito hecho “mezquino y bochornoso para Mérida” había sido ejecutado por un “vandalismo salvaje e incontrolable” que sentía “complacencia en afrentar a la ciudad”. En la misma tónica, el 19 de junio de 1980, Juan Cerrada en un artículo publicado en el diario Frontera, manifestaba su indignación por lo sucedido, atribuyendo la acción a “malandros”, “borrachitos” o “mal entretenidos” que se habían dedicado al robo de otros bustos y elementos decorativos de las plazas públicas que “frecuentemente” desaparecían de sus sitios.

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
El busto de bronce del monumento al Cardenal Quintero robado en 1980 fue sustituido en los 90 por uno de resina, que hoy luce un penoso deterioro tras más de 10 año sin mantenimiento. Mérida, Venezuela. Foto Samuel Hurtado Camargo, junio 23 de 2018.

Si el robo del bronce del cardenal había generado cierta molesta en la sociedad merideña, más aun lo fue la actitud asumida por las instituciones municipales. Así se evidencia en una carta que el presbítero y director de El Vigilante, Eccio Rojo, suscribió el 14 de agosto de 1980 al presidente y miembros de la entonces Cámara Municipal del Distrito Libertador, en la que hacía referencia al estado de abandono del sitio donde había sido erigido el monumento a Quintero Parra, caracterizado por un “ambiente de maleza”. De la misma forma expresaba a en la misiva la necesidad de remover lo más pronto posible el pedestal, ya que tenía “la deprimente apariencia de un muñón” en cuya parte superior emergían “como dedos acusadores, cuatro garfios retorcidos de metal («¦) luciendo frontalmente el nombre de Su Eminencia”. Según palabras del clérigo, aquel frío bloque de cemento y frágil cabilla parecía más “la losa sepulcral de la loable intención del ayuntamiento y la trunca expresión de un homenaje frustrado, en espera de condiciones más interpretativas y propicias”.

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
Pedestal sin el busto del Cardenal Quintero. Foto Frontera, 1982. Dig. Samuel Hurtado C.

A pesar de las fundamentadas recomendaciones del sacerdote, estas no fueron tomadas en cuenta. Transcurridos varios años, se desconocía el paradero del busto de bronce del cardenal José Humberto Quintero Parra. Así lo testifica una nota de prensa del diario Frontera fechada el 26 de junio de 1982, en la que era mostrada una fotografía del pedestal sin el busto del mencionado jefe de la Iglesia. Ya para la fecha, el lugar aparecía abandonado y sin ningún tipo de mantenimiento.

“La placa se la llevó el Diablo”

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
Año 2018. Plazoleta y monumento al Cardenal Quintero. Busto de resina y pedestal sin placa. Mérida, Venezuela. Foto Samuel Hurtado Camargo, junio 23 de 2018

El pedestal permaneció “desnudo” por varios años hasta que en la década de los noventa fue colocado un nuevo busto en honor a Quintero Parra, elaborado esta vez en resina de poliéster. Lo cierto, es que continuará abandonado como la mayoría de los monumentos de la ciudad de Mérida. Ya para el año 2005 la placa de bronce había sido robada, mientras que el busto se encontraba en lamentable deterioro. Se observaban fragmentaciones en su alrededor efectuadas por un objeto contundente, evidenciándose también la desaparición de los lentes que ostentaba la figura y grietas en los alrededores del cuello. Al pedestal le habían pintado en color rojo la imagen de una mujer desnuda en cuyo lado inferior aparecía inscrito: “CHRONIC”, nombre atribuido a un grupo de rock de la entidad andina.

Hasta ahora nada ha cambiado. Por el contrario, la situación se ha agravado. El busto presenta suciedad, desprendimiento, fragmentaciones, fisuras y corrosión progresiva de la capa de resina, especialmente en la cara posterior y en los laterales. Al cardenal le fue mutilada parte de la nariz y la que queda está a punto de desprenderse. En iguales condiciones se encuentra la oreja izquierda, mutilada en la parte superior. El lateral izquierdo del cuello exhibe dos orificios con acentuadas segmentaciones resultado del vandalismo desmedido a los que se enfrenta la escultura y en los alrededores de los ojos se aprecian las marcas de los lentes que le fueron cercenados al clérigo hacia el año 2005.

En cuanto al pedestal, este ya no ostenta la erótica mujer de los años anteriores, pues fue desvanecida por algunos de los “brochazos” a los que fue sometido posteriormente. Ahora, una pátina de color verde oscuro y negro y líquenes, “engalanan” la estructura de concreto. En la cara frontal aún se aprecian los orificios en donde estaba la placa de bronce en la que se podía leer: “LA CIUDAD DE MÉRIDA / A SU / ANTIGUO CRONISTA / EMMO. SR. DR. / J. HUMBERTO CARD. QUINTERO / ARZOBISPO DE CARACAS / XVIII-V-MCMLXXX”.

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
Uno de los indigentes sabe que el busto es del Cardenal Quintero, pese a no tener placa. «Se la llevó el Diablo», dijo. Mérida. Foto Samuel Hurtado C., junio 2018.

Paradójicamente a lo que se pudiera pensar, al momento de hacer el registro fotográfico uno de los indigentes que tomaba una siesta en el lugar, al preguntársele si sabía quién era el personaje que estaba allí, respondió certeramente: “Ese señor es el cardenal Quintero. Ahí decía -señalando el pedestal-, pero la placa se la llevó el Diablo para el Infierno, y lo dejó sin nombre para que nadie lo recuerde”. Sin embargo, aunque ha pasado una década de aquel robo y a diferencia de los transeúntes que van hacia el cerro Las Flores y habitantes de las urbanizaciones próximas a la plazoleta, este ciudadano no ha olvidado el nombre de la persona eternizada en el bronce, quien hizo importantes aportes a la Iglesia católica venezolana.

¿Tributo o agravio institucional?

Quienes sí han olvidado al cardenal Quintero y les resulta indiferente, son a las autoridades representantes de las instituciones que en 1980 decidieron rendirle tributo. Si bien, en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), artículo 178, ordinal 4 y en la Ley Orgánica del Poder Público Municipal (2010), en su artículo 56 se establecen como competencias propias de los municipios, entre otros aspectos, las plazas, parques y jardines; el saneamientos ambiental, el aseo urbano; los servicios de limpieza, recolección y tratamiento de residuos; estas responsabilidades han sido ignoradas por la municipalidad merideña.

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
El monumento al Cardenal Quintero también sirve como depósito de basura. Mérida. Foto Samuel Hurtado Camargo, junio 23 de 2018.

A la plazoleta donde se levanta el monumento al presbítero José Humberto Quintero Parra, la invade la maleza por todos sus costados. Las caminerías escasamente se pueden visualizar, el emplazamiento y escaleras de rocas naturales están cubiertas por una abundante maraña de hierbas. El pedestal adyacente destinado para un jardín presenta una vegetación en crecimiento adornada con la lata de una gaseosa y una bolsa de plástico.

A ello se le suma la presencia de abundante basura dejada en el lateral derecho de la plazoleta, reflejo de la falta de efectividad de los diversos planes o programas de recolección de desechos sólidos, que con diversas denominaciones -algunos más rimbombantes que otros- se han puesto en marcha en los últimos años, en los que ha prevalecido la improvisación e ignorancia de las autoridades municipales.

Ante este agobiante panorama, la gobernación del estado Mérida relanzó el 25 de junio el programa “Preciosa Merideña” que se encargará de la “limpieza de los parques y desmalezamiento de las áreas verdes de la ciudad”. Aunque, el pasado martes fue anunciado en las redes sociales la recolección de los desechos sólidos por la avenida Los Próceres, la limpieza de la basura cercana a la plazoleta Cardenal Quintero se hizo efectivamente, pero a medias.

Aún la maleza cubre el emplazamiento y las bolsas de basura han empezado a invadir otra vez el entorno. Este se ha transformado en un vertedero de basura de las urbanizaciones adyacentes, motivado en gran medida a la falta de consolidación de una política gubernamental destinada a la recolección sistemática de los desechos sólidos producidos por la ciudad.

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
28 de junio de 2018. Inmediatamente luego de la recolección de la basura por la alcaldía, los vecinos empezaron a lanzar bolsas de desechos en las adyacencias de la plazoleta Cardenal Quintero. Mérida, Venezuela. Foto Samuel Hurtado Camargo.

El merideño que cambió a la Iglesia venezolana

Monumento al Cardenal Quintero. Patrimonio cultural de Mérida, Venezuela, en peligro.
Cardenal José Humberto Quintero Parra. Óleo sobre tela de Francisco Lacruz. Colección ULA, Mérida. Dig. Gabriel Lacruz Salas.

El cardenal Quintero es recordado en los anales de la historia eclesiástica venezolana no solo por su destacada formación intelectual, miembro de la Academia Venezolana de la Lengua y la Academia Nacional de la Historia, y por haber sido el primer venezolano en formar parte del Consejo del Papa, sino también por logar la firma del Concordato o Modus Vivendi (7 de marzo de 1964) entre el Vaticano y el Gobierno venezolano, con la que se derogaba la Ley de Patronato Eclesiástico que mantenía desde el 22 de julio de 1824 a la Iglesia católica en dependencia directa del Estado. Una lucha de más de un siglo en la cual -según el historiador Pedro Molina- “estuvieron comprometidos destacados sacerdotes como Ramón Ignacio Méndez, Silvestre Guevara y Lira y Salvador Montes de Oca, quienes pagaron sus aspiraciones con el destierro”.

Fuentes consultadas

Araque, Belis. Cronología vital del cardenal José Humberto Quintero Parra, 1902-1984. En Boletín del Archivo Arquidiocesano de Mérida. Tomo XI, Nro. 24, pp. 122-141. Arquidiócesis de Mérida, Mérida. Enero-diciembre 2004.

Ayer, se cumplieron dos años. En Frontera, p. 12a. Mérida, 26 de junio de 1982.

Celis Parra, Bernardo. Mérida, ciudad de águilas. Ex Libris, Caracas, Tomo II, 1997, 324 pp.

Cerrada, Juan. El irrespeto al Cardenal. En Frontera. Mérida, 19 de mayo de 1980, p.4.

Desapareció el busto del Cardenal Quintero. En El Vigilante, p. 1. Mérida, 18 de junio de 1980.

La @GoberMerida a través de la empresa @ANDESCA2017 adelantan rutas»¦ (26 de junio de 2018). En Instagram, https://goo.gl/9PLvDL. Consultado el 26 de junio de 2018.

Homenaje al Emmo. Cardenal Quintero. En El Vigilante, p. 4. Mérida, 18 de mayo de 1980.

Hurtado Camargo, Samuel Leonardo. La estatuaria pública conmemorativa de la ciudad de Mérida (18422006): análisis histórico. Universidad de Los Andes, Escuela de Historia (Memoria de Grado), junio 2007, 500 pp.

Lacruz, Francisco. Cardenal José Humberto Quintero Parra [Retrato]. Óleo sobre tela, 115 x 156 cm. Colección Universidad de Los Andes, Mérida.

Molina Márquez, Pedro M. La obra pictórica del cardenal José Humberto Quintero. En Boletín del Archivo Histórico. Nro. 22, pp. 37-56. Universidad de Los Andes, Mérida. Julio – diciembre 2013.

Prensa OCI. Gobernador Ramón Guevara relanzó programa Preciosa Merideña (26 de junio de 2018). En gobmerida.blogspot.com, https://goo.gl/dYvSR5. Consultado el 27 de junio de 2018.

Rojo, Eccio Rojo. La Remoción de ese pedestal… o de la placa que allí quedó como un despojo [Carta al presidente y miembros del Concejo Municipal del Distrito Libertador]. En El Vigilante, p. 1. Mérida, 10 de agosto de 1980.

Unshelm Báez, Carlos Emilio. Mérida, una ciudad con servicio de recolección selectiva de residuos y desechos sólidos. En William Lobo Quintero (Editor). Mérida, ciudad de servicios. Academia de Mérida / Universidad de Los Andes, Mérida, 2012, pp. 293 – 327.

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1 Comment

  1. Es un fiel reflejo de la desidia de los garantes del patrimonio merideño….

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