Frontis y lateral del Teatro Baralt, monumento nacional de Maracaibo, en el estado Zulia, extremo occidental de Venezuela. Foto Beria / Commons Wikimedia, julio 2013.
La anunciada adjudicación del Teatro Baralt a la Alcaldía de Maracaibo le dio bríos a LUZ para celebrar el próximo 24 de julio los 135 de la emblemática institución del Zulia con un lema cautivador: «El Teatro Baralt está vivo y cuenta con vos». La universidad mantiene la tutela del teatro.
Sheyla Urdaneta. 11/7/2018.
Maracaibo, Zulia. Todo comenzó en el patio de una casa y hoy es una estructura de dos volúmenes que mide 44 metros de largo por 21 metros de ancho, con una altura de 16 metros. En el interior hay aproximadamente 14 metros del piso al techo cerca de la escena y 12 en la parte lateral al vestíbulo. Sí, se está hablando de un teatro, pero no de cualquiera. Se trata del que ha sido catalogado como “la joya cultural del Zulia”.
En esos espacios hay 135 años de historia. Un imponente edificio que destaca en el centro de la ciudad de Maracaibo y que tiene las puertas abiertas al público. Pero no todo ha sido una puesta en escena impecable. De hecho, fueron varios los obstáculos que hubo que sortear. Fue inaugurado el 24 de julio de 1883. Tras un tiempo cerrado y en franco abandono, en 1955 pasa a ser administrado por la Universidad del Zulia, que logra reinaugurarlo el 18 de julio de 1998.
Fue en noviembre de 1981 cuando se le declara Monumento Nacional, según Gaceta Oficial N° 32 347. En 1986 el entonces Ministerio de Desarrollo Urbano inicia las labores de restauración. Jeanette Rincón Morales, actual presidenta de la Fundación Teatro Baralt, Fundabaralt, recuerda que entonces se activó “un movimiento cultural que incluyó acciones artísticas dentro de un teatro cerrado, lleno de palomas y a oscuras. Estas acciones lograron sensibilizar a la gente del Gobierno y junto con esa movilización social se formuló un proyecto de restauración”.
Nueve años después, es decir en 1995, el entonces ministerio de Desarrollo Urbano firmó un convenio con el Centro Rafael Urdaneta, que se encarga de la gestión y la renovación urbana y por medio de esta alianza se restauró el teatro.
Explica Rincón Morales que hubo aportes de instituciones públicas y privadas. “La Gobernación del Zulia, a través del Centro Rafael Urdaneta y el ministerio gestionaron los recursos que estaban como dispersos. Fue entonces cuando la Universidad del Zulia, como propietaria de la edificación, creó la Fundación Teatro Baralt durante el rectorado de Ángel Lombardi”.
Todo esto llevó a la reapertura en 1998 y todo quedó bajo “la tutela administrativa de la Fundación Teatro Baralt (FundaBaralt)”.
Un “teatro vivo” a sus 135 años
Frontis del emblemático Teatro Baralt, monumento nacional de Venezuela ubicado en el centro histórico de Maracaibo, Zuli. Foto RJCastillo_Commons Wikimedia, noviembre 2012.
Escena del Teatro Baralt, Maracaibo. Zulia, Venezuela. Foto The Photographer_Commons Wikimedia, noviembre 2012.
Los pisos del Teatro Baralt se restauraron siguiendo el juego cromático de la Maracaibo antañona. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018
En este momento se prepara lo que será “una gran celebración aniversario” del teatro que ya cumple 135 años. El eslogan se presenta como un escudo ante cualquier acción gubernamental que pretenda imponer ideologías sobre la pluralidad. Es así que bajo el lema El Teatro está vivo y cuenta con vos, quienes están en la organización y quienes hacen trabajo cultural quieren mantener la sensibilización de la ciudadanía “y que sepan que todos tenemos qué aportar y en un marco de libertad y espontaneidad, que sea una organización plural y que sea el tercer sector, el de la sociedad civil, el que más se vea reflejado”, explica la presidenta.
“No es el Gobierno, ni el empresariado, sino la sociedad civil con el concurso de todos que siga cuidando a través de LUZ, al teatro, y a todo lo tangible y también lo intangible que tiene que ver con su historia”.
El corazón de la “joya cultural del Zulia”
Nereida Petit: El Teatro Baralt, patrimonio cultural y arquitectónico de Maracaibo.
Cuando se pone un pie en el teatro Baralt, se camina sobre pisos de los años 1920 y 1930. De mosaicos de colores y figuras en tonos tierra que remontan al diseño geométrico de lacería y motivos art decó. Cuentan los historiadores que “así eran los pisos de las casas de esa época, con mosaicos verdes, ocres, vinos y blancos entrelazados”, explica la presidenta.
“Todo aquí remite a una historia”, completa y se pasea por lo que considera es “el corazón de la joya”. Se refiere entonces a la Sala Baja Sergio Antillano y la destaca como “uno de los aportes más grandes de la reapertura”.
La sala baja o corazón del Teatro Baralt, en Maracaibo. El restaurador respetó esta área que data de 1883. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018.
En ese espacio en el que el clima es frío y entrar es como estar en una catacumba, están las bases en piedra viva del teatro de 1883. El mismo que fue construido en el patio de la casa de Rafael María Baralt, que para entonces se pensó como un teatro para la ciudad de Maracaibo y un teatro de presentación de las artes escénicas.
“Para mí es de lo más valioso que tiene el teatro. Ese espacio de la sala baja que conecta el pasado, a escasos 10 años de la muerte del libertador Simón Bolívar. Es un espacio que nos debe transportar y conectar con una transición de una épica bélica militar a una épica civil, ese es el significado y el gran valor que yo le veo a esa sala baja”.
La transición de la que habla Jeanette Rincón Morales se refiere a que Maracaibo, después de haber salido de la Guerra de la Independencia y que fue el último lugar en donde estuvieron los españoles, saltó de esa conflictividad y buscó espacios de encuentro y creación en el teatro.
“A mí me conecta con una historia que nos hace trascender. Porque no es la bota militar, no es la jerarquía, no es el pensamiento único, una línea de mando sin peros y sin argumentos, sino que en diálogo podemos construir el conocimiento y la ciudad”.
La sala baja está a 2.60 metros por debajo del nivel de la calle, es húmeda. Cuenta Malena Soto, directora del teatro, que “hay que achicarla cada dos días porque entra el agua que viene directamente del lago de Maracaibo”.
El piso de la sala baja es un diseño pictórico del artista Francisco “Paco” Hung. Una reseña del teatro Baralt refiere que es un “diseño geométrico de colores que aluden a la combinación del Zulia y Venezuela”. En este espacio hay capacidad para que estén 100 personas de pie y 60 sentadas.
Y tiene un punto a destacar. En la sala baja está la taquilla original del teatro Baralt que data de 1883 y que fue restaurada. Está ubicada en el mismo sitio de las piedras originales. “La base es de madera perpendicular al plano central e inmediato a los laterales. El color aplicado es el azul con detalles de herrería en dorado”.
El teatro va a la escuela
Desde su reapertura el Teatro Baralt intenta llevar la cultura a los niños con obras y visitas a las escuelas. Maracaibo, Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018.
Cuando el 24 de mayo de 2018, el gobernador Omar Prieto dijo que la Alcaldía se encargaría del Teatro Baralt, en el estado y en la ciudad se encendieron las alarmas. Pidió consideraciones que ya se cumplen, como que los niños de los barrios de Maracaibo fueran al teatro. Pero pasó por alto que uno de los programas que más cuidan con recelo quienes están al mando es justamente el que se llama El teatro va a la escuela.
Obra presentada ante los niños de los trabajadores del Metro de Maracaibo. Teatro Baralt. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla junio 2018.
Por eso Jeanette Rincón contó cómo es que defiende el espacio al que también se le llama #LaCasadeTodos. Dijo entonces: “Hay alguna de las expresiones o más bien inquietudes del Gobernador que rodearon esas declaraciones que podemos hasta compartir. Una de las cosas que él dijo fue: ‘Quiero ver a los niños y niñas de nuestros barrios en el Lía Bermúdez y en el Teatro Baralt’ y quiero decir que nosotros también queremos ver a nuestros niños y niñas de nuestros barrios en el Teatro Baralt. Es más, el de los niños es de los programas más bonitos que tenemos”. El día de la entrevista los hijos de los trabajadores del Metro de Maracaibo estaban en la sala alta del teatro viendo una obra y aprendiendo palabras compuestas.
Y añadió: “Pudiéramos hacer una alianza o retomar esas alianzas que ya teníamos con el Ejecutivo regional para generar las condiciones que les permitan a los niños y niñas de nuestros barrios estar en el teatro Baralt. Eso implica que ojalá que las escuelas del Ejecutivo estén funcionando adecuadamente para que cuando los artistas van de aquí para allá a animar consigan a los niños, a los profesores en condiciones de venir y consigan el transporte que es el apoyo que normalmente nos prestan”.
Tanto su presidenta, Jeanette Rincón, como la directora Malena Soto defienden la diversidad cultural que promueve el teatro Baralt: “La casa de todos admite distintos tipos de expresiones artísticas y la casa de todos admite personas con distintos tipos de pensamientos”.
Patrimonio cultural y Constitución
Vista de la alcaldía de Maracaibo desde el «amenazado» Teatro Baralt. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018.
Cuando el gobernador Omar Prieto anunció la adjudicación del Teatro Baralt a la alcaldía de Maracaibo, la reacción de atención y defensa fue inmediata. Por ello la Universidad del Zulia designó a Pedro Romero, arquitecto con experticia en restauración y gestión del patrimonio cultural, para que asesorara a los representantes del Consejo Universitario.
Romero dijo entonces: “La pretensión final solo la conocerá el Gobierno. Hasta ahora solo se conoce la declaración”. Tal anuncio gubernativo estuvo precedido por la destitución del presidente del Centro de Arte Lía Bermúdez, hecho que dejó más incógnitas que respuestas en el ámbito cultural zuliano. Algunos catalogaron la afirmación, incluso, como un “peligro”.
Sin embargo, el profesor, experto en gestión del patrimonio cultural, tranquilizaba: “No hay, hasta ahora, ninguna acción concreta para hacer efectiva tal declaración. Creo que, de entrada, existía para el momento de la declaración del Gobernador un gran desconocimiento sobre la naturaleza y propiedad del Teatro Baralt. La oportuna expresión del Consejo Universitario de LUZ ubicó el tema en su real contexto legal e institucional”.
Al respecto, explicaba que “el Teatro Baralt es un monumento nacional, decretado como tal en 1981. En consecuencia, preservar el patrimonio cultural es un derecho y un mandato constitucional su defensa”. Romero se basa en el artículo 99 de la Constitución Nacional según el cual “Los valores de la cultura constituyen un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental que el Estado fomentará y garantizará, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios y presupuestos necesarios”.
Las bellezas del Baralt
Teatro Baralt, Maracaibo. Zulia, Venezuela. Foto José Alfaro_Commons Wikimedia, agosto 2011.
El aire antiguo del Teatro Baralt, de Maracaibo, se patenta en esta restaurada taquilla. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio de 2018.
Los pisos del Teatro Baralt se restauraron siguiendo el juego cromático de la Maracaibo antañona. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018
Los vitrales, las romanilla y demás detalles del restaurado Teatro Baralt, de Maracaibo. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018.
Obra de Edgar Queipo en el Teatro Baralt, de Maracaibo. Zulia, Venezuela. Foto Sheyla Urdaneta, junio 2018.
Además del “corazón” que es la sala baja, está el plafón de Antonio Angulo, una obra “única” en la sala alta, conocida también como la Gran Sala. Son láminas de piezas aisladas, pero con un solo concepto que mide 540 metros cuadrados.
“Fue la primera creación artística en ese estilo que se hizo en Maracaibo y en Venezuela, incluso por sus dimensiones. Muchos dicen que precedió a los murales de Diego Rivera en México”, explica Rincón Morales.
Otra joya del Baralt es la lámpara, situada también en la Gran Sala, con forma de rosa de los vientos, del mismo autor.
El teatro está construido de tal manera que no se necesita micrófonos. “La acústica es perfecta. Aquí todo está hecho, construido y remodelado para que el arte se muestre en su esplendor. La decoración de las paredes internas, hojilladas en oro, hace que el teatro mismo sea un espectáculo. Sin dejar de lado el arco iluminado con el medallón de Rafael María Baralt que es otra belleza”, se enorgullece la presidenta de la institución.
Porque hasta los camerinos cuentan historias: “No tienen elementos llamativos y sufren problemas inherentes a la antigüedad del edificio, pero por allí pasó Libertad Lamarque, Marcel Marceau, Cantinflas, Oscar De León, Mercedes Sosa, entre otros. Talento propio y externo”.
“Cuando veo el teatro, se me infla el pecho”
El Teatro Baralt, de Maracaibo, es un monumento histórico con gran arraigo entre el zuliano de a pie. Zulia, Venezuela. Foto Rjcastillo / Commons Wikimedia, noviembre 2012.
El teatro Baralt es un valor, lo dicen quien trabaja en sus espacios y quienes están desde afuera contemplándolo. A manera de anécdota y de aprendizaje, la presidenta del Baralt cuenta que hace un año y medio estaba con un ingeniero enfrente del teatro mirándolo desde afuera para revisar algunos arreglos de cara al aniversario número 135.
“Se nos acerca un pastelero, un paisano wayúu y se sumó espontáneamente a opinar. De inmediato se unió un cafecero que también quiso opinar y entre ellos conversaban sobre la piedra que no se pintó porque es original y comentaban que por eso no se había frisado. Tenían razón. Después se unió un cepilladero y nos dio como dató limpiar los pisos con querosén y aserrín porque él lo hizo durante 40 años en el Hospital Central. Se da uno cuenta entonces de que la gente de a pie, la base, el pueblo, tiene esa iniciativa de sentirse libre de opinar sobre algo que siente suyo”.
Antes de entrar al teatro el pastelero les dijo: “Yo podría estar vendiendo estos pastelitos allá en Los Plataneros (zona comercial popular del noroeste de Maracaibo), o en El Callejón de los Pobres (en el centro comercial marabino), pero me vengo para acá porque cuando yo me pongo aquí y veo el teatro, se me infla el pecho y digo esto es nuestro y traigo a mis hijos para que conozcan todo esto”. Para Rincón y su equipo, “esto fue un antes y un después”.
Por su parte Malena Soto, orgullosa directora del teatro Baralt desde el 17 de enero de 2018, cuenta que lo que más la impresiona, más allá de la obra, es “el gran aprendizaje y el nivel de identidad y compromiso del personal que trabaja en el teatro Baralt. Lo quieren como quien quiere su casa y así lo cuidan”.
Con respecto al anuncio del gobernador Prieto de pasar sus competencias a la Alcaldía de Maracaibo, explica: “La cultura se siente herida porque la cultura es democrática y libre, no conoce de distinciones partidistas. La cultura no es elitesca, ni oligarca, ni populista, es la cultura, así, sencillamente”.
Fechas clave del Teatro Baralt
Fachada principal, orientación sur del Teatro Baralt, Maracaibo. Instituto de Investigaciones de la Facultad de Arquitectura. IFAD. 1996.
1847 El 25 de agosto se firma un contrato entre el Gobernador José E. Andrade y Gabriel Molero para construir el teatro, por un costo de 1780 pesos (Precio muy bajo) contratación que trajo graves consecuencias, dada la mala calidad de los materiales utilizados.
1852 El 28 de octubre se inaugura un patio para espectáculos al aire libre: el primer teatro, con la obra Lázaro o el Pastor de Florencia de Bouchardy.
1875 Se inician gestiones para la construcción de un nuevo teatro, debido al estado ruinoso en que se encuentra la edificación; en Agosto de Ese mismo año, se fundó la Sociedad Progresista para la construcción del teatro.
1876 El 11 de marzo la Sociedad Progresista solicita colaboración a la Cámara Municipal de Maracaibo para la construcción del teatro. La legislatura del Zulia aprueba un préstamo para tal fin; ese mismo año queda disuelta la Sociedad Progresista sin conseguir su propósito, perdiéndose las anteriores gestiones.
1877 El 28 de julio por decreto del Gral. Rafael Parra, encargado del Poder ejecutivo crea una Junta de Fomento para iniciar los trámites para la creación de un nuevo teatro. Ese mismo año se decreta la construcción del Teatro Baralt. En agosto la legislatura aprueba el decreto de construcción. Crean un impuesto adicional sobre la harina de consumo, para reunir fondos para la obra. Este teatro se consagra a la memoria del polígrafo zuliano Don Rafael María Baralt. El 7 de octubre se coloca la primera piedra del edificio del Teatro Baralt. El ingeniero cubano Manuel de Obando elabora el proyecto. Se le otorga al Sr. Pedro Bracho el nombramiento de ingeniero de obra en suplencia de Obando. En los trabajos de construcción interviene el Sr. Manuel Soto quien modifica parcialmente los planos, ornamentaciones y pinturas del edificio.
1882 El 9 de octubre la Junta de Fomento dicta un acuerdo donde se estipula la inauguración del nuevo teatro de Maracaibo para el día 24 de julio de 1883.
1883 El 24 de julio, el Gobernador del Estado Don José Escolástico Andrade inaugura el Teatro Baralt, como parte de las festividades del primer centenario del natalicio del Libertador Simón Bolívar, bajo la presidencia del Gral. Antonio Guzmán Blanco. Se estrenaron obras de autores zulianos.
1886 Se presenta la concertista de piano venezolana Teresa Carreño.
1903 El 17 de abril se estrena el Cinematógrafo Lumiere en el Teatro Baralt, con precios de entrada de 4 y 5 reales. Los títulos de las películas exhibidas eran “La llegada del tren” y “Los Campos Elíseos”. Fue por obra del Sr. Manuel Trujillo Durán, quien a distancia de apenas un año de las primeras exhibiciones realizadas por los hermanos Lumiere en París, trae a Maracaibo el Vitascopio, producido en los Estados Unidos por Tomás A. Edison.
1914 La ciudadanía propone a la municipalidad la reconstrucción y ampliación del Teatro Baralt, acorde a las nuevas necesidades de la ciudad.
1922 La edificación se encuentra en condiciones precarias.
1928 El gobierno adquiere la casa vecina al viejo teatro por la calle Venezuela para la ampliación del nuevo edificio. Pérez Soto, presidente del estado Zulia decreta la demolición del edificio y la construcción de un nuevo y moderno teatro para la ciudad. Encarga el proyecto del diseño y la construcción del nuevo Teatro Baralt al Ing. alemán Heinrich Eichner. El teatro proyectado ocupaba 2100 m2, sería sin duda el más grande de todos los existentes en Venezuela, superando al municipal de Caracas. Razones políticas, recelos, obligan a Pérez Soto a olvidarse del proyecto, vender el inmueble adquirido para la ampliación y conformarse con construir lo que actualmente es el Teatro Baralt.
1929 Es demolido el anterior teatro.
1930 Se inician los trabajos de construcción del Teatro Baralt bajo la administración del Gral. Juan Vicente Gómez, siendo presidente del estado el Gral. Vicencio Pérez Soto, el cual designa para el proyecto y construcción al ingeniero belga León Jerónimo Hoet (traído a Maracaibo por la Caribbean Petroleum Corporation), se encarga la decoración interior al artista plástico zuliano Antonio Angulo.
1932 El 19 de diciembre se inaugura el nuevo Teatro Baralt, erigido en el mismo sitio que ocupara el viejo teatro del centenario de Bolívar, en homenaje al Benemérito Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, en la fecha clásica de la Rehabilitación Nacional, construido en una superficie total de 1290 metros. El Gral. Pérez Soto logró que la
Municipalidad donara al Instituto Pro-Infancia la propiedad del Teatro Baralt. En la memoria del Ministerio de Obras Públicas (MOP) anotan que para el 31 de diciembre se habían invertido en estos trabajos unos 600.000 Bs. Se introduce por primera vez en el país, en el teatro, las “puertas Santamaría” y la “luz de neón”, tanto en la fachada como en su interior.
1933 Está asentado en la memoria del MOP: “Teatro Baralt”, se terminó la construcción de este edificio, gala de la ciudad, conforme al plan previamente elaborado por este Gobierno. Tiene cómoda capacidad para 1300 personas. Una moderna instalación de cuatro ventiladores eléctricos hace mucho más agradable la temperatura del local. Su instalación eléctrica es lo más acabado en la materia. Posee un modernísimo equipo de cine parlante. En la obra se invirtieron aproximadamente dos millones de bolívares.
1935 Se presenta el cantante de tango Carlos Gardel.
1954 El 25 de octubre es donado a la Universidad del Zulia el teatro, por el Instituto Pro Infancia. Se renta el edificio por espacio de 18 años a la empresa cinematográfica “Baralt”.
1973 La Universidad del Zulia solicita el desalojo y el teatro es cerrado definitivamente pues no presenta las condiciones necesarias para funcionar. Se inician los planes para su restauración, encargándole el proyecto al Arq. César Berbesi.
1974 A mediados de año el Arq. Berbesi presenta el anteproyecto de remodelación.
1975 En acción conjunta de la Gobernación y el INAVI se plantea la posibilidad de adquirir el inmueble adyacente al teatro ubicado en la Calle Urdaneta, para los trabajos de ampliación. El Arq. Berbesi concluye el segundo anteproyecto de remodelación y ampliación del Teatro Baralt.
1976 En septiembre la Dirección de Planificación Física de Universidad del Zulia inicia el proyecto de un complejo artístico integrado al Teatro Baralt.
1981 El 4 de noviembre la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación resuelve declarar Monumento Histórico Nacional al Teatro Baralt de Maracaibo. A consecuencia del decreto de declaración de Monumento Nacional, se paraliza el proyecto iniciado en 1976. La Asamblea Legislativa del Estado Zulia crea una comisión que coordinará la recuperación del Teatro Baralt.
1984 El 11 de enero el Consejo Universitario de La Universidad del Zulia nombra una comisión presidida por el ilustre Dr.
Antonio Borjas Romero para elaborar un Informe Técnico-Cultural del Teatro Baralt. Con fecha 11/7/84 el mismo Consejo nombra una “Comisión Administradora” tendiente a recabar y administrar los fondos para la restauración del Teatro Baralt. La comisión recomienda iniciar la restauración del edificio de acuerdo a las etapas que propone el Informe presentado en octubre. Para el mes de noviembre el Teatro Baralt se encuentra en estado ruinoso e inactivo en espera de su recuperación.
1985 El Departamento de Conservación y restauración del consejo Nacional de la Cultura (CONAC) elabora un informe detallado sobre el estado en que se encuentran los bienes muebles del teatro.
1986 Se inician los trabajos de rescate del teatro bajo los auspicios del Ministerio de Desarrollo Urbano (MINDUR). LUZ contrata por recomendación de la Comisión Administradora, a la Oficina Técnica de Proyectos y estudios urbanos Regionales (APRESUR SRL), especialista en trabajos de restauración, la cual comienza de inmediato con la restauración de la obra pictórica. Se realiza el levantamiento y anteproyecto. Se convierte el teatro en una sala de arquitectura y en un laboratorio de restauración.
1989 Durante las labores de restauración se encuentra una estructura muraria que corresponde a los restos de los cimientos del antiguo teatro (1883) el foso de la orquesta y el sótano, asimismo muestras interesantes de cerámica holandesa, mexicana, portuguesa, española, alemana, que abarcan un periodo de tres siglos (XVI-XIX). Ante la magnitud del hallazgo hubo que reunir a miembros del CONAC, MINDUR y LUZ para replantear el proyecto original. Se decidió rescatar lo encontrado ideando construir un foyer.
1992 Se presenta en el Encuentro sobre Conservación y Desarrollo de Centros Históricos y Tradicionales, la ponencia: Restauración del Teatro Baralt – Maracaibo, por el arq. Paolo D’ Onghia.
1995 El 14 de marzo MINDUR traspasa los trabajos de restauración al Centro Rafael Urdaneta (CRUSA).
1996 El 16 de diciembre se inaugura la Sala Baja del Teatro. El piso es creación del artista Francisco Hung.
1997 Continúan los trabajos de restauración del teatro. En enero se inaugura la Sala Baja del Teatro Baralt. Muestra los cimientos sobre los cuales funcionaba el antiguo teatro de 1883.
1998 El 18 de julio se da la tan esperada reapertura del Teatro Baralt, a cargo del Presidente de la República Dr. Rafael Caldera, autoridades civiles, eclesiásticas y públicas en general. Se invirtieron Bs. 1 500 000 000. Con capacidad para 688 butacas. La empresa APRESUR está ultimando detalles para la elaboración final de los planos y del manual de procedimiento. Después de la inauguración, en espera de los recursos económicos, se comenzará a trabajar como parte de la segunda etapa de la obra en el edificio administrativo.
2003 Se celebran los 120 años de la fundación del teatro con un concierto de piano en la sala centenaria.
1999 – 2005 Para aportar con la conservación del teatro fueron realizados los diversos trabajos de mantenimiento: hojillados internos, mantenimiento de los paneles poli carbonados de la entrada del inmueble, plafón hall de entrada, sustitución pintura exterior, limpieza y rehabilitación de los pisos originales, sustitución general de las alfombras, instalación del sistema de seguridad contra-incendios y reposición de los aislantes de los aires acondicionados. A mediados de este año fue construida una rampa ubicada en la parte exterior del depósito, esto, con la finalidad de agilizar el traslado de equipos.
El 15 de diciembre de este último año la Fundación Teatro Baralt estará estrenando oficialmente el acondicionamiento, equipamiento y mobiliario de las oficinas administrativas, en una importante donación del Banco Occidental de Descuento (BOD).
Fuente: ficha del Proyecto Inventario Patrimonio Cultural del Estado Zulia. Fonacit – Fundapatrimonio – LUZ.
Fuentes consultadas
Rincón Morales, Jeanette. Presidenta de Fundabaralt. Entrevista realizada en junio de 2018.
Soto, Malena. Directora del Teatro Baralt. Entrevista realizada en junio de 2018.
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