
Este recipiente para tabaco del siglo XIX, de la colección del Museo de Arte Colonial de Caracas, guarda testimonio de una de las actividades económicas que marcó a Venezuela desde el siglo XVII hasta la era petrolera, iniciada con el reventón del pozo Zumaque 1 en 1914.
Nombre: recipiente para tabaco.
Autor: anónimo.
Técnica: torneado en madera
Dimensión: 25,5 cm de alto.
Año: siglo XIX.
Tipo de patrimonio: tangible / Mueble.
Administrador custodio o responsable: Museo de Arte Colonial / Dr. Carlos Federico Duarte.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
Resulta peculiar que el nacimiento de la industria cigarrera se inicia en América. Pues la planta de tabaco es originaria de este territorio y su cultivo se extendió hacia el Caribe, luego fue llevado a Filipinas y al norte de África. Los diversos grupos indígenas, previo a la llegada de los europeos, utilizaban la planta en ceremonias rituales y como pesticida en los cultivos.
Desde el siglo XVII el tabaco fue uno de los más importantes productos de exportación en Venezuela y buena parte de América. Por ello la corona buscaría ejercer un riguroso control de su cultivo, acopio y venta, mediante la creación del Estanco del Tabaco (siglo XVIII). Este sería una instancia administrativa destinada a controlar el monopolio de la comercialización de este rubro.
La planta de tabaco gozó de mucha popularidad en las cortes europeas por sus aparentes cualidades curativas. Además tendría otros usos sociales, como: habanos, masticada, pipa, cigarrillo o rape. La creciente demanda de tabaco disparó sus precios, convirtiéndose su consumo en un signo de distinción social. Por ello, no es de extrañar que este producto se encontrara durante el periodo hispánico venezolano en las casas de las familias pudientes del país, como lo demuestra el recipiente para tabaco que se resguarda en el Museo de Arte Colonial de Caracas.
En 1783 Francisco Saavedra, intendente en Venezuela, define al tabaco como «uno de los más vastos y útiles objetos de comercio que produce el Nuevo Mundo”. Las principales zonas de cultivo en el territorio venezolano fueron Caracas, Barinas, La Guaira, Maracaibo, Valencia, Coro, Puerto Cabello, Barquisimeto, Guanare y Guayana, entre otras.
Descripción
El tabaco era fácil de procesar, pues solo se debía secar y cuidar las condiciones de humedad del ambiente. Suena lógico que un producto tan preciado se guardara en objetos que garantizasen su conservación.
Da fe de ello esta pieza museística que se resguarda en la Quinta de Anauco. En esta ocasión tenemos una copa con tapa de madera de corazón y torneada. Su diseño corresponde al estilo neoclásico, que destaca por una simplicidad de las formas inspirado en el mundo de clásico de Gracia y Roma.
El cuerpo de la copa es torneado en forma cónica y liso, luego la base o pie es circular con apenas dos líneas decorativas. La tapa es igualmente torneada, con una agarradera en la parte superior. La misma calza de manera hermética en el recipiente, protegiendo el tabaco de la humedad externa.
Valores patrimoniales
El valor histórico de esta pieza se basa en dos grandes aspectos: el primero es la antigüedad del objeto, la técnica empleada y su uso en la sociedad venezolana. Pero su valor principal radica en que es un testimonio de una de las actividades económicas, la tabacalera, que marcó a Venezuela desde el siglo XVII.
Situación actual
Presenta una pequeña fisura en su base.

Ubicación
Museo de Arte Colonial de Caracas. Quinta de Anauco, San Bernardino, Caracas.
Fuentes consultadas
Zubiri Marín, María Teresa. Algunos productos básicos de la agricultura venezolana en el siglo XVIII: añil, cacao y tabaco. Boletín Americanista. Nº47. (1997).
Zubiri Marín, María Teresa. Un producto americano y su repercusión en la economía venezolana del s. XVIII: el tabaco. 1989. Boletín Americanista. Nº 39-40. (1989).
Investigación: Zaida García Valecillo, PhD. Profesora en artes plásticas, con estudios en estética y educación artística. Especialista en educación y gestión social del patrimonio, así como en la relación entre arte y ciudadanía.
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