Salero, un lujo del siglo XVII que guarda el Museo de Arte Colonial

Salero del siglo XVII venezolano. Colección de cerámica del Museo de Arte Colonial de Caracas, o Quinta de Anauco. Patrimonio tangible de Venezuela.
Salero del siglo XVII venezolano. Colección de cerámica del Museo de Arte Colonial de Caracas. Foto Félix León.

Este salero antiguo, que integra la colección de cerámica del Museo de Arte Colonial de Caracas, permite echar un vistazo a la vida cotidiana de la alta sociedad de Venezuela durante el siglo XVII, cuando la sal era todo un lujo.

Nombre: salero.

Autor: anónimo, español.

Técnica: modelado, torneado y vidriado.

Dimensión: 12 cm de alto.

Año: siglo XVII.

Tipo de patrimonio: tangible / Mueble.

Administrador custodio o responsable: Museo de Arte Colonial / Dr. Carlos Federico Duarte.

Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas

Historia

Hoy en día tener un salero en la mesa es algo común y corriente. Sin embargo, en el siglo XVII eso no era así.  El uso de la sal era restringido y costoso desde tiempos muy remotos. Tenía tanto valor que se utilizaba como mecanismo de pago de bienes e impuestos, de ahí se deriva la palabra salario. Su uso era fundamental para la conservación de los alimentos y la supervivencia de las personas en las ciudades, especialmente en el siglo XVII, donde los volúmenes demográficos se incrementaban.

En esta época la sal era uno de los principales rublos de exportación de Venezuela, junto con el cacao, la caña de azúcar, el tabaco y los cueros. La sal fue tan importante que España debió construir el Castillo de Santiago de Araya (1625) para proteger las salinas de las incursiones inglesas y holandesas, pues estas buscaban su explotación y comercialización (Graziano Gazparini, 1965). Por ello, en cierto momento de la historia, tener un salero en la mesa era signo de abundancia e indicaba el alto estatus de la familia que lo poseía.

Aire mudéjar en la mesa 

Esta pieza que se conserva en la Quinta de Anauco, Caracas, fue elaborada en Teruel, España. La cerámica de esta región se caracterizó por ser utilitaria, de diseño sencillo y un poco tosca. Desde el siglo XIII la localidad se vio influenciada por la cultura mudéjar y esto se puede ver en el decorado de sus piezas con motivos vegetales, figuras estilizadas de animales y formas geométricas sencillas en tonalidades verdes y morado.

La tradición siguió hasta el siglo XVII, cuando se expulsó de España a los moros y muchos ceramistas debieron huir. En consecuencia, llegaron alfareros provenientes de Talavera de la Reina con técnicas y temas de la época de esplendor de dicha región. En los siglos subsiguientes la cerámica de Teruel se fue adaptando a las modas europeas e incorporó técnicas de vidriado y diseños de Talavera, Cataluña y Alcora.

Durante la segunda mitad del siglo XVII y primeras décadas del XVIII se comienzan a decorar las piezas con figuras zoomorfas y vegetales pintadas en tonalidades azules. Se observa la influencia de la cerámica china a través de la llagada de piezas provenientes de Liguria (Génova, Savona y Albisola).

Descripción

Este salero, de la colección de cerámica española del Museo de Arte Colonial, es de barro rojo, esmaltado y pintado. Visto de arriba hacia abajo, observamos un cuenco torneado en forma de copa y esmaltado en blanco marfil, pegado a una base cuadrada. A los lados ocho pies en forma de eses sostienen el cuenco, pintados en verde esmeralda. Debajo, un paralelepípedo un poco más pequeño y decorado con hojas esquematizadas horizontales, en azul sobre fondo blanco. La decoración es tosca y el barniz se aplicó de forma gruesa.

Valores patrimoniales

Esta pieza, junto con el resto de la colección de cerámica de la Quinta de Anauco, testimonian un fragmento de la vida cotidiana de la alta sociedad de la Venezuela del siglo XVII. Su interpretación nos permite valorar los procesos sociales y culturales que dibujan nuestra historia e identidad cultural como ciudadanos y como nación.

Situación actual

Roto en los bordes de la base.

Salero del siglo XVII venezolano. Colección de cerámica del Museo de Arte Colonial de Caracas, o Quinta de Anauco. Patrimonio tangible de Venezuela.
Vista del estado del salero del siglo XVII, de la colección del Museo de Arte Colonial de Caracas. Foto Félix León.

Ubicación

Quinta de Anauco, Museo de Arte Colonial de Caracas, San Bernardino, Caracas.

Fuentes consultadas

Duarte, Carlos F. (s/f). Registro del Museo de Arte Colonial. Caracas.

Rivero, Manuel. (1972). Lozas y porcelanas en Venezuela. Caracas: Centro Simón Bolívar.

Gazparini, Graziano. (1965). La arquitectura colonial en Venezuela. Caracas: Armitano. Pp.

Investigación: Zaida García Valecillo, PhD. Profesora en artes plásticas, con estudios en estética y educación artística, se ha especializado en trabajos de investigación sobre la educación y gestión social del patrimonio, así como a la relación entre arte y ciudadanía.

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