
La plaza Francia de Altamira marcó un hito en la expansión de la ciudad de Caracas hacia el este, durante la primera mitad de la década del 40 del siglo XX. Hoy es uno de los tres referentes urbanos de su tipo en la capital venezolana, junto con la plaza O’Leary, de El Silencio, y plaza Venezuela.
Nombre: Plaza Francia de Altamira.
Año: 1945.
Autor: arquitecto Arthur Kahn / Constructor: Luis Roche.
Tipo de patrimonio cultural: tangible / inmueble.
Administrador custodio o responsable: alcaldía de Chacao.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia

La actual plaza Francia de Altamira fue inaugurada el 11 de agosto de 1945 como plaza Altamira, y construida por uno de los urbanizadores más relevantes de Caracas, don Luis Roche. El Instituto del Patrimonio Cultural suscribe en el catálogo patrimonial del municipio Chacao, del estado Miranda, que este sería “el espacio público de mayores dimensiones en la capital de Venezuela hasta que se construyó en la década de los 50 del siglo pasado el paseo de Los Próceres”, que integra el emblemático Sistema de la Nacionalidad junto con los paseos Los Ilustres, Los Símbolos y Los Precursores.

Pero ella es mucho más que un espacio público de grandes dimensiones. Esta, junto con la urbanización homónima, marcó un hito en el crecimiento de Caracas hacia el este, en donde solo había agrestes haciendas y una nación por construir en los años 40 del siglo XX.
Sobre una superficie de 110 hectáreas en lo que fueran las haciendas Las Dolores y El Paraíso, que don Luis Roche comprara premonitoriamente en un punto equidistante de plaza Venezuela y Petare, se extendería la plaza con su icónico obelisco de 45 metros. Este, por deseo expreso del constructor, sobrepasó la altura de la Catedral de Caracas, la más alta estructura de la ciudad para la época.
Los creadores de la plaza Francia de Altamira
La plaza Altamira (se llama plaza Francia desde 1967) fue concebida por Roche como una entrada monumental a la urbanización que estaba construyendo en la zona, y al mismo edificio Altamira. Cinco años pasarían desde la idea de construirla, en 1940, hasta su inauguración. En el ínterin se desplegaría el talento del arquitecto húngaro Arthur Kahn.

El anecdotario registra una respuesta de este al desaire del insigne urbanizador cuando le ofreciera sus servicios profesionales: “‘Nosotros no somos arquitectos, pero tenemos muy buenos libros de arquitectura y por eso nunca utilizamos los servicios de un arquitecto”, intentó despachar Roche.
A lo que Kahn ripostó: “Estimado señor Roche, gracias por su hospitalidad y si un día se siente mal de salud llámeme por favor, no soy médico pero tengo muy buenos libros de medicina”. (arquitecturayempresa.es, mayo 2016).
Cierto o no, el diseño del edificio y plaza recaería en ese hombre lúcido que elogia su colega Ramón Paolini, expresidente del Instituto del Patrimonio Cultural, restaurador y veedor de la Unesco para el patrimonio mundial en el año 2000:
“Es curioso porque es un personaje que aparece en Venezuela cuando no se habían formado los grandes arquitectos venezolanos, la mayoría educados en Estados Unidos. Era una persona muy grata, fue muy querido en el gremio de los arquitectos, era pianista y en sus ratos libres hacía incluso teatro en varios sitios de Caracas. Hizo la plaza Altamira e hizo el edificio de enfrente, que es emblemático de la plaza Altamira, de la nueva ciudad y de Caracas”. (La hora clave, dirigido por Manuel Felipe Sierra y transmitido en Globovision en octubre de 2017)
La plaza Altamira, referente de la evolución urbana

Paolini refiere que la plaza Altamira marcó la evolución urbana de Caracas: “Por razones circunstanciales y también por la visión de don Luis Roche, hace una urbanización en 1940 cuando apenas existía la calle real de Sabana Grande y se había desarrollado La Florida, hasta ahí (hecha precisamente por don Luis Roche). A este señor se le ocurre hacer una urbanización un poco más hacia el este, con unas ambiciones a futuro realmente increíbles. Creo que es uno de los grandes visionarios de una ciudad que se iba a desarrollar hacia el este, porque es allí donde estaban todas las haciendas y ese era el desarrollo natural de una ciudad que iba a emerger gracias al boom petrolero”.
La fabricación de los componentes del obelisco, de las fuentes, brocales y molduras prefabricadas de la plaza que lo enmarcan fueron ejecutados por la firma Martin Hermanos Co, formada entre 1942 y 1943 por los hermanos Julian y Luis Martín. Ellos coparticiparon en el trazado de la plaza y las calles de la urbanización con el arquitecto Enrique García Maldonado.
En este germen de la nueva ciudad, situado entre plaza Venezuela y Petare, se levantaría entonces un espacio referencial tan importante como El Silencio, en el centro de Caracas. Las calles visionariamente anchas (las de Altamira miden 24 metros) permitieron, según Paolini, construir grandes edificios, como la sede de la Corporación Andina de Fomento, CAF, en la cara sur de la plaza: “Este va a ser la nueva fachada de la plaza. Plaza sin fachada no existe, porque la plaza es plaza en la medida que tiene un paramento que la rodea, y unos ciudadanos que la disfrutan.
Y vaya que la disfrutan. Para el arquitecto y concejal de Chacao Shully Rosenthal la plaza Francia de Altamira “simbolizaba la esperanza de nueva ciudad, de expansión y de progreso”. Incluso hoy: “es en ese lugar donde todos nos vemos”.
Hitos en la plaza

1945. Inauguración. La plaza Francia de Altamira se inauguró entre bombos y platillos, donde uno de los atractivos era el juego cromático de su espejo de agua de 50 metros de largo. Un evento urbano en el que cientos de personas, una multitud para la época, disfrutaron del ballet ruso del famoso coronel Wassily de Basil. Desde sus inicios la plaza Altamira fue escenario de eventos culturales que convocaban el encuentro ciudadano, como el circo argentino Juan Sánchez. Y había los martes de concierto, cuando se dejaba escuchar música grabada de los Estados Unidos.
1967. Se cambia el nombre de plaza Altamira por plaza Francia de Altamira, en virtud de un acuerdo binacional que prometía una plaza Venezuela en París y una plaza Francia en Caracas. En 1975 el gobierno francés cumplió su parte construyendo la plaza Venezuela en la llamada Ciudad Luz, realzada por una obra del escultor venezolano Carlos Cruz-Diez. Lo propio haría el escultor francés Bernard Pages en 1989, cuando inauguró la pieza La deliee, para conmemorar el bicentenario de la Revolución Francesa en la plaza Francia de Altamira.
1967. Fue albergue en el terremoto de Caracas.


1968. Se da el primer mitin político, en ocasión del cierre de campaña electoral del doctor Gonzalo Barrios (Acción Democrática, AD). “Un hombre educado en París, con una cultura amplísima, dice que hay que superar El Silencio. Y el espacio urbano que escoge es la plaza Altamira, eso fue una sorpresa”, comenta sobre el hecho el arquitecto Ramón Paolini.
Décadas 70 y 80. La plaza Francia es remodelada respetuosamente en el marco de la construcción de la estación Altamira del Metro de Caracas, que integra la línea 1 del sistema de transporte. Se construye la cascada que adorna la entrada del subterráneo. El metro le daría un gran impulso a este espacio patrimonial, por su estación subterránea y superficial, para el Metrobús.


1991. Con la creación del municipio Chacao, publicado en Gaceta de Miranda el 17 de enero de 1992, eventos culturales de todo tipo se reactivan en la plaza, como ferias del libro, festivales, recitales, y el esperado acto de fin de año. Tras las primeras elecciones directas para escoger a las autoridades del municipio, en diciembre de 1992 (cuando se eligió a Irene Sáez), se refuerza el esmero municipal. En el mes de diciembre empieza a adornarse el lugar con luces y motivos navideños. El obelisco aparece en el escudo de Chacao.
2002. La llamada disidencia militar se aposta en la plaza contra el gobierno de Hugo Chávez. La plaza Francia se convierte en referente urbano por antonomasia de la protesta opositora.
2014 y 2017. La plaza es escenario de las protestas contra el gobierno de Hugo Chávez (2014) y contra el régimen de Nicolás Maduro, durante tres meses de 2017. Pintas, descuido general, jardines destruidos y vandalizados, falta de funcionamiento de su cascada y sin su espejo de agua de 50 m, así como el cierre de la estación Altamira del metro marcan un punto de inflexión del espacio patrimonial.
2018, junio 25. El alcalde de Chacao, Gustavo Duque (del partido UNT), anuncia que “Con el apoyo de la empresa privada y la alcaldía de Chacao a través de la dirección de Obras Públicas y Servicios, la Brigada del Alcalde y el Instituto Municipal de Ambiente se realizaron los trabajos de limpieza, iluminación y rescate de la plaza Francia de Altamira”. El jefe edilicio agregaría que “se activó el funcionamiento del sistema hidroneumático de la fuente y la cascada, recuperamos la iluminación y el sistema de riego, además se está trabajando en el ornamento del mencionado lugar”.
2018, agosto 18. Tras la presión de los vecinos Páramo Café, firma comercial con la que el alcalde Gustavo Duque había acordado una alianza para que operara en la plaza a cambio del aporte para el mantenimiento del espacio, desmonta la estructura que había levantado días antes.

Queda en el aire la promesa municipal de garantizar “la seguridad y el orden en la plaza” con funcionarios municipales y guardianes de espacios públicos. Así como convertirla de nuevo en “epicentro de actividades recreativas, musicales y culturales”.
GBC. Historia de la plaza Altamira… plaza Francia! Caracas – Venezuela. Documental publicado en Youtube el 24/9/2017.
Descripción
La plaza Francia de Altamira se extiende sobre un área de 110 hectáreas. Tiene un obelisco de 45 metros de alto bordeado por una fuente, un espejo de agua de 50 metros de largo, jardineras, bancos de concreto y caminerías. Resalta la obra del escultor francés Bernard Pages, La deliee, instalada en 1989.
Con información del IPC: Cuando comenzaron a construir la estación del Metro de Altamira, en el área sur de la misma se diseñó un anfiteatro con diferentes funciones: las escaleras se utilizan como ingreso a los pisos inferiores de la estación; en el área central de la plaza se instalaron amplios asientos de concreto en forma curva; hay espacio central en forma circular para el desarrollo de eventos de diversa índole, además de jardines laterales.
En los contornos se ubicaron cinco palmas viajeras, que llevan ese nombre porque sus hojas se orientan en dirección al sol; en el lado oeste de la plaza Francia se observa una imagen de María Auxiliadora sobre un pedestal de mármol. El espacio crea una unidad con el resto de la plaza, y ofrece alternativas de esparcimiento a los citadinos.
Valores patrimoniales
La plaza Altamira marcó un hito en la expansión de la ciudad de Caracas hacia el este, durante la primera mitad de la década del 40 del siglo XX. Hoy es uno de los tres referentes urbanos de su tipo en la capital venezolana, junto con la plaza O’Leary, de El Silencio, y la plaza Venezuela.
A diferencia de esta última –que a juicio del arquitecto Ramón Paolini funciona más como un distribuidor de tránsito-, la plaza Francia cuenta con paramentos que delimitan el espacio para la ciudadanía: “La plaza es en la medida en que se llena de ciudadanos. Ahí llegan ricos, pobres, mendigos, todos pueden pasar por ahí, es el encuentro de los ciudadanos. Por eso todo el mundo la tiene como referencia, porque es una plaza Francia que no rechaza a nadie”.

El arquitecto afirma incluso que como referente urbano está a la misma altura de la plaza de Cataluña de Barcelona, la plaza Colón de Madrid, la plaza Trafalgar de Londres, o la plaza de Mayo de Buenos Aires. “Esas son las plazas que yo comparo con Altamira, que son las plazas que el inconsciente colectivo de esas ciudades las tiene como suyas. La plaza Altamira es la gran plaza de la ciudad”.

Ella ha sido escenario, desde sus inicios, de actividades culturales como conciertos, festivales de lectura y artesanía, música, fotografía, reuniones para recibir el nuevo año.
Y también para la actividad política y la protesta, como se evidenciara en 1968 con Gonzalo Barrios, en 2002 con los llamados militares disidentes, y en 2017 con las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro.
Y cómo olvidar al siciliano Filipo Saglimbeni (1928 – 2014), el perrocalentero de la plaza Altamira, que tuvo 30 años vendiendo perroscalientes a un costado de la plaza. En enero de 2007 fue registrado en el catálogo del IPC como patrimonio cultural.
Situación actual
En regular estado de conservación. Sin embargo, actualmente (agosto de 2018) se observan cuadrillas del Gobierno nacional recuperando el emblemático espacio. El monumento a la Virgen María Auxiliadora, vandalizado con pintas, y despojado de sus placas de bronce, se mantiene en estado de deterioro.
Ubicación
Avenida Luis Roche de Altamira con avenida Francisco de Miranda, Chacao, estado Miranda. Gran Caracas.
Fuentes consultadas
Remón Royo, Rosa. Arthur Kahn en Caracas edificio Altamira. En arquitecturayempresa.es, 1 de mayo de 2016. Consultado el 25 de agosto de 2018.
GBC. Historia de la plaza Altamira… plaza Francia! Caracas – Venezuela. Documental publicado en Youtube el 24 de septiembre de 2017.
Globovision / La hora clave. La Plaza Francia, una marca en la historia de la ciudad capitalina. En Globovision, 25 de octubre de 2017. Consultado el 23 de agosto de 2018
Anuncian recuperación de la plaza Francia de Altamira. En Globovision, 26 de junio de 2018. Consultado el 25 de agosto de 2018.
Barrera, Charlie. Lo que quedó de la Plaza Francia de Altamira luego de las protestas. En el portal CronicaUno, 14 de agosto de 2017.
Investigación: Nilda Silva F.
Gracias por la información, actualizaremos la nota con el valioso dato de la obra de ese maestro de la arquitectura.
y la remodelación, el bajar el espejo de agua para convertirla en una Cascada, así como se reseñas en el presente articulo, fue obra del Arq. Max Pedemonte