La Biblioteca Bolivariana de Mérida presenta filtraciones por agua de lluvia y deterioro de las tuberías internas que han ocasionado una serie de eflorescencias a nivel del techo y paredes. Estas amenazan la integridad de la moderna estructura y sus colecciones.
Samuel Leonardo Hurtado Camargo, @hurtadosamuel. 4/10/2018.
Mérida, estado Mérida. ¡Gotas van, gotas vienen¡ fue la tónica que signó el evento presentado el pasado martes 18 de septiembre en el Salón de Bolivia de la Biblioteca Bolivariana de Mérida. El hecho ponía en evidencia la falta de mantenimiento de la icónica edificación inaugurada el 14 de julio de 1983 en homenaje al Libertador Simón Bolívar, la cual tras una noche de lluvia, amanecía “inundada” a causa del vencimiento de la capa asfáltica del techo, colocada hace más de una década.
Señales de años de abandono
La edificación, obra del arquitecto merideño Claudio Corredor Müller, declarada bien de interés cultural de la nación en el 2007, es hoy un ejemplo del abandono y de la desidia institucional que desde hace varios años pone en peligro el patrimonio edificado de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Mérida. Las filtraciones por agua de agua lluvia y las acciones del viento, han generado una serie de patologías en los cerramientos y en la infraestructura que de no corregirse a tiempo ocasionaría un grave daño al inmueble y a las colecciones.
El nivel de deterioro de la capa asfáltica es tal, que tras una pequeña llovizna, se produce con facilidad el empozamiento de agua en el área de la biblioteca, el salón de lectura Santa Marta y en los alrededores del área de exposición y conferencias del Salón de Bolivia. Asimismo, se aprecian eflorescencias en todo el Nivel de Biblioteca, ennegrecimiento y manchas blanquecinas del piso de mármol; abombamiento y desprendimiento de la capa pictórica de algunas partes de las paredes, y oxidación de los elementos metálicos presentes en el sistema de iluminación, que podría ocasionar un cortocircuito.
Libia Navarro, trabajadora del Instituto Municipal de la Cultura (Inmucu), informó que en el año 2000 fue removida la capa asfáltica, luego de 17 años de fundada la biblioteca. Posteriormente, en 2006, se efectuó una segunda impermeabilización del techo. Comenta sin embargo que “estos no tuvieron la efectividad que debía tener un trabajo de esa envergadura. Por el contrario, a los pocos años las filtraciones volvieron a aparecer”.
Pero los daños van más allá. Al observar con detenimiento los demás espacios de la Biblioteca Bolivariana de Mérida se puede constatar la aparición de eflorescencias en la parte inferior del segundo nivel de la edificación, conocido como Nivel de Sociedades, especialmente en el área del Pasillo del Perú; así como en la parte inferior del Nivel de Biblioteca que actúa como cubierta de la Plaza Venezuela. Por lo que, no solamente los daños corresponden al deterioro progresivo de la película asfáltica, sino también a posibles filtraciones internas originadas también por la mengua del sistema cañerías.
Saqueo y destrucción de las colecciones
Además del abandono de la edificación, parte de las colecciones de la Biblioteca Bolivariana de Mérida han sido saqueadas a lo largo del tiempo. En abril de 2001 el periodista Benigno Villegas denunciaba, en el diario Frontera, el robo de la réplica de la espada que la Municipalidad de Lima (Perú) obsequió al Libertador Simón Bolívar en 1825 y que había sido donada a la biblioteca en julio de 1983. “Ese misterioso acontecimiento –decía Villegas- no ha sido resuelto, toda vez que el ladrón o los ladrones lo único que violaron fue el candado del exhibidor y ni siquiera se llevaron las monedas de oro que acompañaban a la reliquia”.
El periodista fue escuchado, y años después desaparecieron las monedas de oro contentivas a los diferentes momentos de la vida de Simón Bolívar, sin conocerse hasta ahora su destino. Con similar suerte corrió un cuadro del prócer colombiano Antonio Nariño (1765-1863) donado por el consulado de Colombia en el marco de los 176 años de la Independencia de esta nación y que estaba ubicado originalmente en el Salón de Colombia; y el retrato del prócer ecuatoriano José Joaquín de Olmedo (1780-1847), del pintor merideño Francisco Lacruz, que estaba en el Salón del Ecuador.
Rehabilitación en marcha
El profesor Raúl Alberto Torres, presidente del Instituto Municipal de la Cultura (Inmucu), ente encargado de la dirección y administración de la Biblioteca Bolivariana de Mérida según ordenanza municipal del año 2003, señaló el pasado jueves 20 de septiembre, en entrevista para IAM Venezuela, que hasta ahora se tiene previsto que los trabajos de rehabilitación del inmueble inicien lo más pronto posible y estén culminados para el mes de diciembre. “Es un trabajo recuperable, No hay que demoler espacios, cambiar infraestructuras de concreto. Removiendo la capa asfáltica nosotros estaríamos garantizando la utilidad del edificio por unos 20 años más, porque las estructuras del edificio están sumamente sólidas”, indicó.
En cuanto a las colecciones, el presidente de Inmucu precisó que con fines preservación y conservación de las pinturas de la Sala de Bolivia, se trasladaron a un espacio “más seguro” dentro de la biblioteca, donde actualmente se le está realizando un diagnóstico a objeto de conocer los daños originados por las filtraciones, para posteriormente promover las restauraciones de aquellas obras que lo ameritan. Igualmente, puntualizó que la instancia que representa tiene programado la realización un conjunto de acciones destinadas a la “recuperación” de todos los bienes culturales que integran las colecciones de la biblioteca, para el disfrute de todos los merideños, en la que “se reivindique el sentido original para la que fue creada en 1983”. De esta forma, el Inmucu tiene previsto establecer convenios con los consulados de los diferentes países bolivarianos, a fines de estrechar los lazos de amistad y ejecutar actividades culturales.
Finalmente, el titular de Cultura señaló: “Mi corazón está tranquilo porque no estamos hablando de un edificio de inminente deterioro, que el objeto sea la demolición -por decir algo-, que tenemos que eliminar un determinado piso o nivel porque está destruido. Por el contrario, todo está totalmente recuperable y esperamos que a partir de ahora no solamente exista el hecho de protección en el sentido de pertenencia de los que estamos a la cabeza de este proyecto, sino que se cree una conducta de respeto por la ciudadanía al bien como hecho patrimonial”.
Fuentes consultadas
Instituto del Patrimonio Cultural. Catálogo del patrimonio cultural venezolano. Municipio Libertador, estado Mérida. Región Los Andes: ME-12, La Galaxia, Caracas, 2007; 265 pp.
Navarro M., Libia V., Promotora de Turismo, trabajadora de la Biblioteca Bolivariana de Mérida. Entrevista realizada en Mérida el 20 de septiembre de 2018.
Ordenanza sobre la creación del Instituto Municipal de la Cultura, Conservación, Documentación y Estudios Históricos del Municipio Libertador del Estado Mérida (Mérida, 2 de octubre de 2003). En Gaceta Municipal, pp. 1-8. Nro. Extraordinario 100, Año IV. Mérida, 10 de noviembre de 2003.
Réplica de la espada del Libertador donada a la Biblioteca Bolivariana. En Frontera, p.1. Mérida, 27 de julio de 1983.
Torres, Raúl Alberto. Presidente del Instituto Municipal de la Cultura. Entrevista realizada en Mérida el 20 de septiembre de 2018.
Villegas, Benigno. Se llevaron la espada»¦ pero no la esencia de Bolívar. En Frontera, p. 1C/Ciudad. Mérida, 4 de abril de 2001.
Contenido relacionado
La Biblioteca Bolivariana de Mérida guarda la memoria del Libertador
La Columna Bolívar, el primer monumento del mundo al Libertador
Be the first to comment