
Cristóbal Rojas fue el pintor venezolano más notorio del siglo XIX, así como un precursor en la renovación de la pintura venezolana del período. En «La taberna» (1887) hace uso de los elementos típicamente académicos, pero inicia un nuevo lenguaje plástico hacia el Impresionismo.
Nombre: La taberna.
Autor: Cristóbal Rojas.
Año: 1887.
Técnica y dimensiones: óleo sobre tela en gran formato (212 x 272 cm).
Tipo de patrimonio cultural: tangible / mueble / Pintura al óleo.
Administrador custodio o responsable: Fundación Museos Nacionales / Galería de Arte Nacional, Caracas.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia

El óleo La taberna, de Cristóbal Rojas, es una pieza culminada en el año 1887, fecha en la que también concluye su emblemática pintura Autorretrato con sombrero rojo. A partir de esta obra se afianza la solidez y la maestría del trabajo plástico de este artista.
En palabras de la investigadora Anna Gradowska, La taberna se encuentra entre “los cuadros más elogiados” (8) de este insigne pintor.
Desafortunadamente, en ese período a Rojas se le había suspendido la beca concedida por el gobierno de Venezuela para llevar a cabo sus estudios académicos de pintura en Francia, gracias a la cual pudo ejecutar la mayor parte de su obra en París. No obstante, logró obtener una extensión del beneficio que le permitió concluir el trabajo iniciado.
Como se ha manifestado en otros textos acerca de las pinturas que antecedieron a la realización de La taberna, Rojas trabajaba la temática del realismo social siguiendo las enseñanzas recibidas en la Academia Julian, de la mano del reconocido maestro Jean-Paul Laurens. Además esta era una de las tendencias artísticas de la época en Europa y contaba con la aceptación del público y de los jurados encargados de las premiaciones en los salones de arte.
Sin embargo, una vez alcanzada la solvencia y madurez plástica demostrada en la ejecución pictórica, Rojas continúa la exploración de las nuevas tendencias que se comenzaban a gestar en la pintura europea orientadas hacia el Impresionismo. De hecho, en La taberna se asoman de manera muy sutil rasgos que se acercan hacia ese estilo. Es así como, de acuerdo con el investigador Francisco Da Antonio (2007),
en La taberna convergen por primera vez las dos corrientes y en forma tan radical que la tela parece dividida en dos secciones por la vertical que subrayan la figura de la joven mesera, y la línea ascendente de la pared que se ve tras de ella (90).
Este planteamiento sobre la nueva mirada de Rojas hacia otro estilo es reforzado por Anna Gradowska, quien expresa que luego del trabajo realizado por Rojas en los años precedentes: “aquel realismo objetivista que lo ubicó en una línea conceptual paralela a la de muchos de sus compañeros ya no le satisface” (14). Es por ello que en lo sucesivo continuará su creación orientada hacia el Impresionismo.
Descripción
La taberna es una tela de gran formato (212 x 272 cm) pintada al óleo. Al ver la obra da la impresión de estar ante una puesta teatral. A esa percepción se suma el hecho de que los personajes plasmados se muestran en tamaño natural, por ende hay mayor cercanía con la escena representada.

Lo primero que llama la atención es la presencia de una mujer de pie que cumple la función de mesera; esta se encuentra ubicada de espaldas al observador hacia el centro de la pieza. Inmediatamente a su lado derecho se ubican en una esquina -frente a una ventanilla cerrada que tiene a su lado izquierdo una especie de cartel- cuatro personajes en su rol de clientes (tres hombres con cara de estar borrachos y una mujer), tres de ellos sentados a la mesa y uno de pie con un brazo apuntando hacia la mujer que los atiende.

Con torpe actitud y expresión jocosa y burlona ocasionada por los efectos del alcohol, los hombres miran a la mesera mientras esta sirve con una jarra en su mano derecha una copa que se encuentra puesta sobre el mesón. En tanto que la dama que los acompaña se halla comiendo y no da la impresión de estar ebria, sino molesta o tal vez ofendida, lo cual se deduce por la mirada que dirige hacia la mesera. A su lado descansa un paraguas que está sobre el banco que hace la función de asiento y este a su vez se apoya en el suelo. Esta dama viste un traje negro y porta un sombrero -coronado por una llamativa pluma roja- que se amarra con un lazo al cuello.
El brazo izquierdo de la mujer que atiende a los clientes hace contrapeso con la pose que esta adquiere al escanciar la jarra dándole de esta forma un toque de gracia y movimiento a la escena que contrasta con la rudeza de los movimientos mostrada por los comensales.
En cuanto al tratamiento de la luz en la obra, se puede observar que proviene de una ventana ubicada en el borde izquierdo. La luz permite detallar un anaquel que contiene tres tramos con utensilios de cocina diversos y algunos platos con alimentos. Destaca en este mobiliario la delicadeza de los colores claros en contraposición con los tonos oscuros y los trazos gruesos del lado derecho donde se hallan los demás personajes.
Un elemento que sin duda merece un punto de atención es la falda larga azul cobalto de la mesera por lo detallado del tratamiento plástico de sus pliegues, la armonía que le brinda a la imagen y porque establece una especie de puente entre las dos partes en la que se divide la escena.
Sobre la obra señala Da Antonio:
contrastando con la dureza del diseño y de la pesada composición de las figuras de la derecha del cuadro donde solo el personaje femenino se evade un tanto del cerrado convencionalismo del grupo de borrachos, se yergue el fino esquema de la mesera, cuyo movimiento grácil y aéreo modifica la estructura formal de la tela, y acusa, por primera vez, la personalidad cada vez más sobria del pintor” (ídem).
Finalmente, podemos dar cuenta de la firma del autor ubicada en la esquina inferior derecha de la siguiente manera: C. Rojas París 87.
Valores patrimoniales
Cristóbal Rojas (Cúa, 1860 – Caracas, 1890). Rojas fue uno de nuestros artistas más destacados en el empleo del realismo social. Ejemplo de ello fue la mención de honor otorgada por su obra La miseria en 1886 en el Salón de Artistas Franceses de ese año.
La obra de este insigne creador fue reconocida póstumamente en 1893 al hacerse acreedora de una medalla de honor en la Exposición mundial Colombina, celebrada en la ciudad de Chicago en los Estados Unidos.
De acuerdo con Francisco Da Antonio, uno de los principales estudiosos de su carrera pictórica, Cristóbal Rojas fue el artista venezolano de la pintura más notorio del siglo XIX, así como un precursor en la renovación de estilos y tendencias en la pintura venezolana del período (cfr. Da Antonio, 2007).
En particular sobre La taberna, y en especial sobre la obvia división que se muestra en la escena entre el lado luminoso (y sutil) y el lado oscuro (y de pesada composición), se observa que la delicada presencia y movimiento grácil de la mesera establece un puente entre ambas partes y “modifica la estructura formal de la tela” (90).
Por ello, para Da Antonio, Rojas demuestra estar “decididamente influido por Chardin” (90), y señala además, que en la obra destaca “la limpia, serena gravidez plástica resuelta entre la luz de los holandeses, cuyo concepto intimista, de tenue claro-oscuro, envuelve el espacio sutil, trascendente y limitado que circunda a la joven mesera de La taberna” (ídem).
En definitiva, esta pintura de Rojas es muy significativa porque aun cuando el artista hace uso de los elementos típicamente académicos en los aspectos compositivos, demarca el inicio de un nuevo lenguaje plástico. Por ello, Da Antonio señala que “A partir de ese instante («¦) Cristóbal Rojas profundizará el espíritu y el carácter formal de su expresión («¦) Por ese camino, Rojas marchaba hacia el Impresionismo” (ídem).
Para finalizar, es digno mencionar que como homenaje al lugar que este destacado artista ocupa en el arte venezolano, la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas tiene el orgullo de portar el nombre de Cristóbal Rojas desde el año 1958.
Situación actual
La taberna es una de las obras de Cristóbal Rojas que integra la colección de la Fundación Museos Nacionales. En la actualidad permanece bajo la custodia y conservación de la Galería de Arte Nacional bajo óptimas condiciones de conservación e integridad.
En diciembre de 2018 se inauguró una exposición en la Galería de Arte Nacional titulada “Historias cruzadas: Siglos XIX / XX. Una visión de la donación del Banco Industrial de Venezuela” en la cual se encuentran exhibidas tanto La taberna como muchas de las obras maestras de Cristóbal Rojas.
Ubicación
Galería de Arte Nacional, avenida México, entre las estaciones Bellas Artes y Parque Carabobo del Metro de Caracas, frente a Puente Brión, Caracas, Distrito Capital.
Fuentes consultadas
Da Antonio, Francisco. Textos sobre arte. Venezuela (1682-1982). Fundación editorial El Perro y La Rana, Caracas, 2007, pp. 90.
Diccionario biográfico de las artes visuales en Venezuela. Galería de Arte Nacional, Caracas, 2005.
Gradowska, Anna. Cristóbal Rojas. Un siglo después y otros ensayos. Galería de Arte Nacional, Caracas, 1993, pp. 8 y 14.
Planchart, Enrique. La pintura en Venezuela. Equinoccio, Caracas, 1979.
150 pinturas antológicas. Fundación Museos Nacionales/Galería de Arte Nacional, Caracas, 2012.
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