En 2017 se le hicieron RX al Santo Cristo de La Grita. Las placas radiológicas, sometidas a un análisis histórico-artístico, revelan los secretos de esa extraordinaria talla tachirense del siglo XVII.

Samir A. Sánchez Sandoval, @xamir2001 (*). 2/3/2019.
El sistema de exploración por rayos X y digitalización del Santo Cristo de La Grita en 2017 proporcionó una nueva información sobre esta talla del siglo XVII en relación con su buen estado de conservación interior. El análisis comprueba que sus dos únicos elementos anexos son los brazos, que se insertan en un tronco central.
Por ello, y desde el enfoque de la investigación artístico-histórica realizada en 2013, quedó comprobado con el estudio radiográfico la hipótesis planteada sobre la estructura de una única pieza de madera sobre la cual se talló la cabeza, el rostro, el tronco y las extremidades inferiores, así como la presencia de anclajes y clavos de hierro internos.

Como elementos agregados a ese único tronco central están los dos brazos mediante el antiguo sistema de caja y espiga. Queda evidenciada la pericia del autor al trabajar la madera, por cuanto cualquier error de tallado le haría perder toda la pieza.
Dos tipos de madera
Asimismo, el estudio radiográfico resaltó un detalle desconocido hasta la fecha: la presencia de dos tipos de madera en la realización de la imagen. La primera, en cedro amargo (Cedrela odorata) caracterizado por una densidad variable (producto de la presencia de amplios floemas entre la aglomeración de células – vista en la radiografía como manchas en color negro- ya comprobada por análisis de laboratorio realizados a muestras enviadas a Madrid (España) por el conservador-restaurador Lcdo. Miguel Ángel Márquez, en 2013.
Si bien la madera de cedro amargo representa la casi totalidad de la talla, solo se observa una excepción: el brazo derecho (izquierdo para el observador). En este, la homogénea aglomeración de células, la cual le da el aspecto de una ordenada densidad (con floemas diminutos –sin manchas negras-) permite asociarla con una madera de tallo leñoso, perteneciente al tipo conífera (pino) o al de quercus (roble).
Una hipótesis sobre la diferencia en las maderas
La presencia de dos diferentes tipos de madera en la talla permite plantear a su vez la siguiente conjetura o hipótesis explicativa –entre las múltiples que se pueden presentar- sobre el origen de esta diferencia. Al analizar la estructura de ambos brazos, encontramos considerables divergencias en el corte y tallado del ensamblaje o anclaje (que siguen la antigua técnica de caja y espiga).

El anclaje del brazo derecho (izquierdo para el observador) se presenta cuidadosamente cortado en forma lineal o con precisión geométrica, el tallado es cuidadoso y con reducido vuelo en la espiga con respecto al resto del brazo. Al trasladar estas características al brazo izquierdo (derecho para el observador), este se observa poco tallado, tosco, sin un trazado lineal y con una gruesa espiga que se adentra profunda y visiblemente (por medio de los rayos X) en el madero central.
De esta situación, la explicación más simple nos lleva a inferir que nos encontramos frente al producto de dos estilos de trabajar la madera y, con probabilidad, ante dos talladores diferentes.
En consecuencia, se plantea una hipótesis primaria al clasificar al brazo derecho de la talla como de mayor antigüedad que el resto de la obra, como si el resto de la escultura se hubiese realizado con posterioridad para adaptarla a ese brazo. O, de lo contrario, suponiendo que el brazo hubiese sido uno original en madera de cedro y por un accidente fortuito se haya fracturado, la caja para la espiga debería ser similar a la del brazo izquierdo de la talla o presentar un probable relleno para lograr el correcto ajuste entre la delgada espiga del brazo sustituto en madera de conífera, y la gruesa caja que hubiese dejado el brazo anterior fracturado en el cuerpo tallado en madera de cedro amargo.
Por igual, se puede derivar de esta hipótesis inicial una secundaria: el madero de la cruz, con su diseño y ensamblaje del siglo XVI, podría resultar más antiguo que la talla del Santo Cristo. Esto ofrecería, a su vez, una posible explicación al hecho de sobresalir del madero los dedos de la mano izquierda del Santo Cristo de La Grita. Si los dedos estuviesen cerrados, sí encajaría (simétricamente con la mano derecha) la mano izquierda de la talla con el madero de la cruz.
El origen de las dos maderas podría ser un terremoto
Los orígenes y motivos para la anterior acción sí se mantendrían vinculados, y concordando con la tradición, con un terremoto. Pero no el de 1610, documentado por el franciscano Pedro Simón. Este, como superior de esa orden monástica en el Nuevo Reino de Granada, supervisó el convento de La Grita en 1612 y 1613, pormenorizando las consecuencias del terremoto de 1610. Entonces no mencionó la elaboración del Santo Cristo o el prodigio del origen de su rostro por parte de un fraile de su orden.
No obstante, para 1644 se registró otro terremoto de gran intensidad que destruyó a La Grita y San Cristóbal y otras ciudades de los Andes venezolanos (Mérida y Trujillo), siendo este año el más próximo al primer registro documental que se ha encontrado hasta la fecha del Santo Cristo, el cual data de 1669.
Este terremoto hizo colapsar la estructura de madera y tapias de la iglesia conventual de San Francisco, en La Grita, probablemente destruyendo una primera imagen del Cristo, traída de España en los primeros años de la ciudad, hacia 1578. De esta primitiva imagen solo habría permanecido intacto el brazo derecho, siendo este reutilizado posteriormente en la reconstrucción de la totalidad de la imagen.
Esto podría ofrecer, igualmente, una explicación a la singularidad de la actual obra, en cuanto reproduce de forma idéntica la disposición de los dedos en ambas manos, hecho que no sigue la ortodoxia o cánones artísticos de la época, los cuales solo consideraban válidos tallar la mano derecha, en actitud de bendición; mientras que la izquierda se presentaba con los dedos cerrados para simbolizar el dolor del crucificado. En la actual talla del Santo Cristo de La Grita ambas manos se presentan con los dedos extendidos en actitud de bendición.

Créditos del estudio radiológico
El estudio se efectuó en la Unidad de radiología Santo Cristo, en la ciudad de La Grita el 8 de marzo de 2017, en presencia del párroco rector de la Basílica del Espíritu Santo, Pbro. Nepomuceno Hernández; el Dr. Samir Sánchez, especialista en historia del arte y editor de Proyecto Experiencia-Arte; el médico Dr. Daniel Guerrero (quien donó el trabajo de realización de las radiografías); la técnico-radiólogo Mariana Guerrero, el conservador-restaurador de la talla, Lcdo. Miguel Ángel Márquez y el productor Martín Useche con el equipo audiovisual de la Televisión Regional del Táchira, encabezado por el camarógrafo Gabriel Duque. Foto Parroquial-Basílica del Espíritu Santo de La Grita, Unidad de Radiología Santo Cristo. Fotocomposición: Lic. Miguel Ángel Márquez, 2017.
(*) La información sobre el estudio radiológico fue añadida el 23 de febrero de 2019 en el tratado original, publicado el 13 de marzo de 2013 en el blog académico Proyecto ExpArt, dirigido y administrado por el autor, quien es profesor de Historia del Arte y Métodos de Investigación en la Universidad Católica del Táchira (San Cristóbal – Venezuela).
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