El joropo fue declarado Patrimonio Cultural en 2014. Con raíces indígenas, europeas y africanas, expresa música, danza, poesía, la faena del campo y la tradición oral. Hay 4 grandes categorías del género: joropo oriental, joropo central, joropo llanero y joropo andino, y sus variantes geoculturales.

Nombre: joropo.
Fecha: todo el año.
Lugar: todo el territorio de Venezuela.
Tipo de patrimonio cultural: Intangible / tradiciones / Música / Baile.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
El joropo, a un tiempo canto y baile arraigados en todo el territorio de Venezuela, recoge y anuncia el alma nacional desde sus cimientos, como lo explica el reconocido cultor y especialista Rafael Salazar en una entrevista a la emisora oficial Alba Ciudad:
«El joropo es algo más que canto, música y baile. El joropo es una forma de ser, una forma de sentir, una forma de vivir que está asociada con la faena, con la fiesta que prodiga la faena. Cada vez que haya una recolección de frutos, bien sea de la tierra o de la mar en oriente; o una buena venta de ganado, se forma un joropo. Cuando tu oyes un joropo del llano, está la palabra mastranto, está jagüey. Tú no vas a ver un joropo oriental hablando de jagüey porque eso no existe en oriente; tienen que ver con las voces de oriente y los términos de ellos».
Precisa Salazar que joropo deriva de la palabra árabe sorop, que significa jarabe (según el Diccionario de la Real Academia «Bebida que se hace cociendo azúcar en agua hasta que se espesa, añadiéndole zumos refrescantes…»), nos llega de la amalgama del antiguo fandango africano (fiesta prematrimonial de tambores para invocar la fecundidad) con el dulce canto andaluz, después de ser asimilado por los pueblos en una y otra orilla del Atlántico durante el período hispánico en Venezuela, como refiere Salazar:
«… la evolución del fandango implicó múltiples viajes de ida y regreso por el océano Atlántico: primero, los africanos secuestrados y traídos como esclavos hasta América crearon las primeras versiones de fandango, inicialmente con puros tambores; luego, los soldados y conquistadores españoles regresaban de América a España con ese ritmo, al cual se le añadió la influencia ibérica y árabe, incluyendo instrumentos de cuerda y percusión, para luego cruzar el Atlántico de vuelta a América, donde continuó evolucionando hasta convertirse en numerosos bailes y ritmos latinoamericanos. Uno de ellos, el joropo».
El especialista cita una adaptación para dos violines, un bajo (Eddy Marcano) y un contrabajo (Javier Marín), que ilustra el paso del fandango español (suavizado del recio fandango negro) al joropo.
Transición del fandango redondo al joropo. En una adaptación de violines, bajo y contrabajo.
Esta manifestación, hija en todas sus variantes del fandango, se diversificó en el joropo oriental, joropo central, joropo llanero y joropo andino, y sus variantes geoculturales, como se certifica en la declaratoria de este género como patrimonio cultural.
Los instrumentos musicales, precisa el IPC, también varían de acuerdo a la región: arpa, cuatro, maracas, quinto, seis y tambora o bandola. «Estos instrumentos y otros como el violín y la mandolina (bandolín) son testimonios del mestizaje cultural».
El germen del joropo que conocemos hoy no solo es el canto, sino también el baile irredento del negro y la profunda sensualidad propiciada por las melodías del violín y la mandolina europeos. Un danzar que evidentemente salió airoso de la censura en algún momento del período hispánico venezolano.
En la época colonial algunas autoridades prohibieron este baile en público porque se consideraba de movimientos obscenos y de carácter sacrílego, ya que también se bailaba en los velorios de muertos. Catálogo del patrimonio cultural venezolano.
Por las muchas capas de culturas que trae consigo (árabe, europea, africana, aborigen), el joropo se bifurca en el joropo o golpe recio y el pasaje, que a su vez se divide en pasaje sabanero y pasaje estilizado, según se precisa en el catálogo patrimonial. «La complejidad de sus ritmos, patrones melódicos y armónicos, especies distintivas, instrumentación y formas de versificar e improvisar, han sido fuente permanente para la creación e interpretación musical tanto en el ámbito popular como en el académico».
Descripción
La palabra joropo remite automáticamente al llano venezolano, pero el llanero como tal es solo uno de sus cuatro grandes variantes, pues se trata de un género musical del que derivan múltiples maneras de cantar y bailar la cotidianidad. En casi todo el territorio nacional.
Variantes regionales del joropo
El joropo llanero

Rafael Salazar refiere que el joropo llanero está asociado con la faena ruda del arreo del ganado, del herraje, de la soga: «Cuando tienes que enlazar a un caballo rebelde, un caballo cimarrón, o vas también a llevar la vacada a través del potrero, ese joropo está influenciado por la faena ruda del Llano. Se llama joropo recio: un canto más rudo al tocarse, de más virtuosismo. De un canto lanzado al viento, como lanzan los llaneros cuando el que está arreando el ganado. Lanza el grito para que la vacada avance o en comunicación con el cabestrero»¦ «.
Es el que se cultiva en todo el llano venezolano, que atraviesa Venezuela desde el estado Apure en el occidente hasta Monagas en el extremo oriental. El IPC refiere que este joropo «Es una expresión donde se conjugan la música que se interpreta con arpa, cuatro y maracas y el baile como un todo. Se caracteriza por un sistema de secuencias armónicas fijas, que a partir de canciones y danzas tradicionales se convirtieron en formas musicales, subdividiéndose en dos grandes tipos: golpes y pasajes. El primero generalmente se le califica como recio, por sus características de fuerza y vigor. Posee una estructura musical fija y sus letras se componen de versos octosílabos; mientras, que el pasaje tiene un carácter más lírico. El pasaje es más bien sereno, en comparación al golpe; sus temas más comunes son el amor y la tierra».
Ritmos o composiciones: pajarillo, catira, zumba que zumba, san Rafael, gabán, guacharaca, chipola, periquera, carnaval, cunavichero, seis por derecho y la quirpa.
- Lírica: el romance, la décima y la seguidilla.
- Instrumentos: el arpa, el cuatro y las maracas, pero últimamente se incluye el bajo eléctrico.
- El baile: se realiza en pareja, tomados de las manos. El hombre toma la iniciativa de invitar a la mujer a bailar, saliendo ambos al centro de la pista. El hombre sujeta a la mujer por ambas manos, conservando cierta distancia y la posición del valseo, luego pasa la mano derecha por la cintura de la mujer y con la izquierda sujeta la mano derecha de ella y la coloca sobre el hombro. Cuando el hombre zapatea, la mujer escobilla. El hombre solo zapatea cuando se producen los repiques en el arpa o bandola, es decir cuando lo llama la cuerda.
En el baile del joropo se utilizan, entre otros, los siguientes pasos o posiciones: se comienza generalmente con un valseo lento o rápido según el ritmo. Seguidamente y partiendo de la primera posición se adelanta un poco el pie derecho, a la vez que el izquierdo retrocede lentamente, estos sin levantarlos del suelo y deslizándolos con suavidad. Inmediatamente se adelanta el izquierdo y retrocede el derecho, flexionando ligeramente las rodillas, y así continúa alternadamente el movimiento. Generalmente se imita el sonido que produce el caballo al galopar.
El escobillao es exclusivo de la mujer, es un movimiento que se produce a partir de la posición inicial. Se adelanta el pie derecho después de apoyarse ligeramente en el izquierdo para invertir inmediatamente la posición, los pies se frotan suavemente en el suelo y en forma rápida; las piernas van extendidas. Igual que el valseo, en el escobillao se aprecia la gracia y elegancia de la mujer llanera. Otros pasos del joropo popular que se dan en forma general son: la zambullida del guire, zamuro en tazajera, gabán sacando pescao y el brazo del perro, entre otros.
El joropo centro-occidental
Este joropo se manifiesta en los estados Lara, Zulia Yaracuy, sur de Falcón y norte de Portuguesa. Se diferencia de otros joropos por el uso de instrumentos de cuerda derivados del laúd, como el cuatro, el cuatro y medio, el cinco (que también lo llaman seis), el octavo, la tambora golpera y a veces un pandero, que es como la pandereta española pero sin los metales, indica Salazar.

Es una variedad particular del joropo en la región centro occidental del país, especialmente en el estado Lara y en la ciudad de El Tocuyo, donde se cree que nace este golpe, llamado precisamente golpe tocuyano.
El golpe es la base melódica del joropo de esta región; en él se acostumbra el uso de un corto estribillo que deriva del nombre de la pieza la mayor parte del tiempo y que se alterna con las distintas coplas.
- Lírica. Las canciones generalmente están escritas en copla y las cantan a dúo, donde cada primo o tenor se acompaña con su tercer o tercio. Las letras generalmente son sacadas del imaginario popular, especialmente los referidos al amor y al terruño, aunque recientemente han sido introducidas temáticas de tipo social
- Instrumentos. Cuatro, el cinco y el seis, algunas veces se interpreta con el violín y se acompaña con maracas y tambora. Es una música ejecutada en cualquier época del año, sea para una fiesta familiar o una celebración popular.
Se dice que el golpe no ha tenido mayores variantes estructurales en su estilo, sin embargo en el pasado se usaban instrumentos como la bandola de ocho cuerdas y el violín, este último se sigue empleando pero no con la regularidad del pasado.
«Hay un joropo urbano (como «El Alma llanera», reconocido como segundo himno nacional) que surgió en Venezuela a partir de 1860, 1870 con grandes maestros del piano, como Heraclio Fernández, el creador del Diablo suelto. Es un vals muy rápido, imposible de bailarlo pero se parece más a un joropo. Y así muchos músicos de esa época, comienzan a componer joropos inspirados por los joropos tradicionales del llano y sobre todo por los joropos centrales». Rafael Salazar, especialista y cultor.
Dentro de esta zona del país destaca también el joropo horconeao, que se canta y baila en la región norte del estado Cojedes y el sur del estado Yaracuy. «A este género lo distingue el uso del violín, en sustitución del arpa. Es una música recia, que ejecuta los estilos llaneros como pajarillos y gabán, entre otros y donde se improvisa en algunas partes de la canción. Su estilo de baile es muy particular y se observa especialmente en las zonas rurales de la región. Las parejas bailan zapateando con fuerza y agilidad. También lo llaman joropo “jorconeao” o “jorconiao”, palabra derivada de horcón, que son los maderos que se usan como columnas en las casas de bahareque o en las cercas de los potreros.
Se cree que esta variante ha adoptado dicho nombre porque la manera de bailarlo semeja los movimientos hechos por los campesinos cuando entierran un horcón, o porque se baila colocando un horcón en medio de la sala, mientras se danza a su alrededor.
El joropo central

Esta variante del joropo es típica de la región central del país, particularmente en los estados Aragua, Miranda y Carabobo. Se le conoce también como joropo aragüeño, golpe aragüeño o golpe tuyero.
- Lírica: los cantos del joropo central versan principalmente sobre el terruño, la mujer, el amor y desamor.
- Instrumentos: un arpa muy particular de la zona, pues tiene cuerdas de metal para las notas agudas, de nailon para las medias y de tripa animal para las bajas, alcanzando una sonoridad que se parece a la del clavecín y una rapidez mayor a la del arpa llanera tradicional; además la caja de resonancia es más amplia que la del arpa llanera.
El joropo central prescinde del cuatro debido al sonido tan particular del arpa, por lo tanto en su interpretación se utiliza solamente arpa y maracas. Existen también diferencias relativas al patrón rítmico del joropo central, debidas probablemente a la influencia de mulatos y negros en la evolución del género en el llano, el influjo fue predominantemente indígena.
- Baile: se ejecuta en pareja, tomados de la mano, semiabrazados y desplazándose en sentido contrario a las agujas del reloj. Destacan los pasos cortos, tramados y rápidos y los pies se despegan muy poco del suelo. Las parejas danzan muy unidas y sus movimientos van a la par de la destreza del arpista. Esto se conoce como baile “empiñonao” o “apiñonao”. El hombre guía el desplazamiento y realiza las figuras, pases, tijeretas y zapateo. Este último si se ejecuta con el tacón y punta del zapato es más suave y se denomina escobillao.
Algunos estudiosos creen que el ritmo ágil de este género musical es consecuencia de una adaptación popular de ritmos como el fandango español, pues los trabajadores de las haciendas eran testigos de las fiestas de los españoles y memorizaban las melodías que estos bailaban. Es un joropo con una especial relevancia por su complejidad de ejecución y sus variaciones rítmicas. Entre las principales formas musicales se encuentran el pasaje, el golpe y la revuelta:
El golpe está compuesto de giros y formas melódicas distintivas; la revuelta a su vez comprende cuatro secciones unidas entre sí sin interrupción: pasaje, yaguaso, guabina y marisela, cada una con su melodía característica; la marisela es una parte instrumental que antecede a la cuarteta final, casi recitada, que improvisa el cantador a manera de despedida.
El joropo central se canta y baila desde la época colonial y fue atacado por la Iglesia en aquellos tiempos por considerarlo un medio de subversión moral que trastornaba el orden establecido. A principios del siglo XIX pretendieron eliminarlo de la celebración de las fiestas patronales de varias poblaciones, sin embargo decidieron que se podía bailar pero sin mucho contoneo, ni mezclarlo con la liturgia y la procesión del santo.
Joropo carabobeño con violín
Existe una variante del golpe central que es propia del estado Carabobo, conocido como joropo carabobeño, el cual se realiza desde el primer tercio del siglo XIX. Se suma el violín al ritmo habitual del joropo central y se adoptan nuevas modalidades en el baile. El joropo carabobeño con violín tiene gran arraigo en el municipio Libertador, en las comunidades de Cachinche, La Pica, El Rincón, Pira Pira, La Palma, entre otras.
Se acostumbra bailar en las distintas celebraciones tradicionales, como los velorios de Cruz de Mayo, fiestas patronales, pago de promesas y otras fiestas.
En el baile las parejas permanecen tomadas de las manos y girando en sentido contrario a las manecillas del reloj, casi sin levantar los pies, excepto cuando los hombres hacen una demostración de zapateo y realizan saltos como una forma de demostrar su destreza.
Mientras tanto, las mujeres lo acompañan con un valseo o escobilleo. El punto de partida del baile casi siempre es el lugar donde se ubican los músicos, y las parejas no se sueltan las manos para ejecutar los pasos y figuras.
Para dar variedad al ritmo característico, en las fiestas se realiza una especie de juego cantado que se conoce como la bomba, en el que se interpretan fragmentos de un ritmo al que llaman fandanguillo intercalado con coplas, este era entonado en otros tiempos como una forma de cortejar a las damas, se usa la décima para entonar los versos al son del joropo.
El joropo oriental y sus variantes

Esta variante del joropo se interpreta y baila en los estados del oriente del país: Anzoátegui, Monagas, Sucre y Nueva Esparta. Se realiza en las fiestas patronales y otras festividades colectivas.
- Lírica: el joropo con estribillo o golpe y estribillo son expresiones de este género local. Está estructurado en dos partes bastante diferenciadas entre sí. En una primera etapa se hace la exposición del tema, por un compositor y se interpreta al inicio en compás de seis por ocho o tres por cuatro que son los ritmos propios de este género; y una segunda parte denominada estribillo, invariablemente interpretada en el compás de seis por ocho con una progresión armónica establecida, donde improvisa el instrumento solista.
- Instrumentos: mandolina (bandolín), el cuatro, la guitarra, la marímbola y las maracas. Algunos grupos utilizan el acordeón, también conocido como cuereta, para reemplazar al bandolín.
- Baile: se hace en parejas que permanecen juntas. Se acostumbra que las mujeres y los hombres vistan de una manera particular cuando participan en estos bailes.
Las mujeres usan una falda de tela, larga o hasta los tobillos, con estampados de flores pequeñas y una blusa con faralaos en el cuello; calzan alpargatas negras con adornos o bordados y en la cabeza llevan un sombrero de paja tipo pavita; o si no se colocan en el cabello flores de trinitarias.
Los hombres bailan con pantalones remangados de color blanco o caqui, franela blanca de mangas tres cuartos y sombrero de cogollo. El calzado que se utiliza es la alpargata negra con suela de cuero o goma.
El corrío margariteño
Es una de las variaciones del joropo que se da en gran parte del oriente del país, donde se expresa una suma de vivencias populares.
- Lírica: el corrío es una composición con cierta extensión que se caracteriza por tener rima y sonoridad. Los temas que se interpretan son comúnmente relatos de personajes, hechos y vivencias del lugar.
Esta modalidad musical es una de las más antiguas y originarias de la cultura en la región oriental.
Otra variedad del joropo oriental es Sábana blanca. Su característica es que se canta la copla en una tonalidad más alta y se repite a la inversa. Este tipo de joropo se ha extendido por toda la región suroriental del país. En algunas regiones del estado Nueva Esparta la sábana blanca es conocida como Pedro Catino debido al nombre del cantante que popularizó este estilo musical.
El joropo andino

Precisa Salazar que el joropo andino tiene dos variantes: el corrido y el galerón: «Es lento, muy de pareja, muy adaptado a ese paisaje montañés que se toca con violín, también con mandolina o con tiple que lo conseguimos en la parte colombiana y la utilizan en algunas fiestas».
Precisa que que en la región se conocen el famoso Pato Bombiao, la Perra Baya «y una especie de joropo que yo ví hace muchos años que se utiliza para el rompimiento del chorote». El especialista explica que este es un gesto simbólico que consiste en romper una piñata de barro llamada así como indicativo de que la mujer ya pasó la cuarentena de su alumbramiento y puede mantener relaciones: «Era una gran fiesta. Este hombre, después de 40 días ya puede y allí se armaba el joropo andino. Esto está en todos los Andes y en Mérida, pero estamos hablando de los pueblos, porque también en Los Andes existe un joropo urbano, en la capital San Cristóbal».
De acuerdo a estudios de docentes e investigadores del estado Táchira se evidenció que desde hace varias décadas los pobladores ejecutaban piezas al ritmo del joropo, aunque ellos no sabían que se llamaba así, ya que lo bailaban a guataca, oído o aprendido de sus ancestros.
Ejecutan las piezas perrabaya, macayao, care care, lombarda y valsecito al estilo de joropo andino. Los bailes que se realizan en la actualidad son en pareja, sin soltarse, y en forma circular. El vestuario de las damas son vestidos enteros o faldas de florecitas, y las blusas blancas de mangas largas con cuello y talle hasta la cintura con volao. El cabello lo llevan recogido con clinejas o se colocan un pañuelo para cubrirse la cabeza. El calzado que utilizan son alpargatas o abuelitas cerradas color negro. Los caballeros llevan pantalón caqui, camisa blanca manga larga, ruana de corte cuadrado y sombrero de caña. Utilizan como calzado las alpargatas.
El joropo guayanés

Esta variante del joropo surge de la confluencia del joropo llanero y el oriental mezclado con la música propia de la región. A los instrumentos cuatro, bandolín (mandolina) y maracas del joropo oriental, se le agregó la bandola guayanesa, instrumento de cuatro órdenes de cuerdas dobles, de acero que se toca con un plectro. Es una variedad de la bandola oriental que influyó en el joropo guayanés y sustituyó el arpa llanera.
Esta expresión netamente venezolana se caracteriza por un baile de parejas en el que una primera pareja sale y se ubica en el centro mientras el resto de las que la rodean zapatean fuertemente a ritmo sostenido.
Valores patrimoniales
En 2014 el Instituto del Patrimonio Cultural le confirió al joropo la categoría jurídica de Patrimonio cultural venezolano. El decreto, vigente desde el 15 de marzo de 2014, sostiene que «esta manifestación, en su diversidad, se ha constituido como una construcción colectiva que ha permanecido en el imaginario de nuestro pueblo, en la cual se han fusionado elementos culturales de nuestros antepasados indígenas, africanos y europeos: sus expresiones musicales, dancísticas, poéticas, la faena del campo y la tradición oral».
Situación actual
Pese a la declaratoria como patrimonio cultural y atravesar todo el territorio nacional, el joropo sufre la misma suerte de los cantos de trabajo del llano colombo venezolano, que en diciembre de 2017 la UNESCO debió ingresar al Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en eminente peligro, por lo que insta a tomar “medidas de salvaguardia urgente”.

De hecho, Guillermo Jiménez Leal, musicólogo y cantautor barinés reconocido en 2017 con el Premio Nacional de Cultura Popular, advierte en una entrevista al periodista Manuel Abrizo, publicada en el diario Correo del Orinoco, que esta manifestación «podría extinguirse»:
“El joropo como costumbre viva ya no existe sino en la historia. Ya no hay encierros de ganado, ya no hay vaquerías, han desaparecido herramientas de trabajo. Del joropo se conserva la terminología que antes tenía un sentido costumbrista. No hay costumbre viva y se perdió la relación entre el vocablo y la ecología o vocablo y costumbre; eso se ha perdido en un 80 por ciento. Para yo ver un trabajo de llano, tendría que fabricarlo”.
Para Jiménez Leal «la mayoría de las letras de música llanera que se escriben hoy, no tienen relación con el entorno. El compositor se limita a rimar palabras. Con la instrumentación y ritmos llaneros se hace música de corte comercial, que yo llamo de telenovela barata, con dramas y literatura triste, muy pálida”, expresa al rotativo oficial.
El cultor señala en la pieza periodística la contradicción «en muchos países» entre los decretos oficiales y la falta de políticas de preservación efectiva del bien cultural por parte del Estado.
Y lo cita Abrizo: «Hay que proteger la fuente de cultura viva. Lo ideal es que el Ministerio de la Cultura participe, promueva, procure la logística para la defensa de esa cultura, proteger a los cultores. Se podría, por ejemplo, comprar un hato y mantener allí la costumbre originaria. En muchos países lo hacen. Los gringos han creado pueblos de vaqueros».
Ubicación
Todo el país, Venezuela.
Fuentes consultadas
Abrizo, Manuel. Al joropo hay que salvarlo del naufragio. En Correo del Orinoco, 17 de marzo de 2018. Consultado el 26 de abril de 2019.
Atlas de Tradiciones Venezolanas. 2005. Caracas.
El joropo caracoleado es nuestro joropo andino. En Tradiciones Mérida, 15 de mayo de 2015. Consultado el 26 de abril de 2019.
Fundación Bigott, Compañía Anónima Editora El Nacional.
Instituto del Patrimonio Cultural. Catálogo del patrimonio cultural venezolano: AN 15-18, AP 07, AR 01- 05, AR 02-15, AR 06-12, AR 09-10, BO 05, CA 01-06, CA 02, CO 02-04, CO 08, LA 01, LA 02, LA 03, LA 04, LA 05, LA 06, LA 07, LA 08, LA 09, MI 07, MI 19, MI 10, MI 12-18, MI 01, MO 01-09, MO 03-10, NE 05, NE 06, PO 02-08, TA 23. Publicados entre 2005-2010.
Los Orígenes del Joropo, relatados por el investigador Rafael Salazar: Desde Bagdad, África y España hasta Venezuela. En emisora oficial AlbaCiudad. Consultado el 25 de abril de 2019.
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