
La estatua ecuestre de José Antonio Páez en Mérida (Venezuela), aunque es una réplica, constituye una obra emblemática del escultor carabobeño Andrés Pérez Mujica, con la que se popularizó la imagen del Centauro de Los Llanos desde su inauguración en la ciudad de Caracas en 1905.
Nombre: Monumento ecuestre al general José Antonio Páez.
Año: 13 de junio de 1993
Autor: original Andrés Pérez Mujica (1873 – 1920). Réplica: autor desconocido.
Tipo de patrimonio cultural: Tangible / Mueble. Monumento en espacio público.
Administrador custodio o responsable: Alcaldía del Municipio Libertador, estado Mérida.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
Un personaje “venerado y enaltecido” en Mérida
El 30 de diciembre de 1973, el gobernador del estado Mérida, doctor Bernardo Celis Parra (1937 – 2016) emitió un decreto designando una comisión ad honorem que se encargaría de señalar los personajes cuyas “estatuas, bustos o medallones” debían colocarse en la avenida Los Próceres, arteria vial construida en esos momentos en la que se rendía homenaje a los llamados héroes de la Independencia venezolana.
La comisión estuvo integrada por los investigadores Pedro Nicolás Tablante Garrido, Ramón Briceño Perozo y Ramón Darío Suárez (1919 – 2001), quienes contarían “con todo el apoyo” del ejecutivo regional para que “a la mayor brevedad” presentaran un informe con las respectivas conclusiones. No obstante, a pesar de tal disposición, pasaron los años y en la avenida Los Próceres no se levantó ningún monumento.
Esto, solo fue posible en el año de 1993, cuando para la conmemoración de los 203 aniversarios del natalicio del general José Antonio Páez (1790 – 1893), el gobernador para ese entonces, doctor Jesús Rondón Nucete, ordenó la erección de una estatua ecuestre en tributo al Centauro de Los Llanos.
Conocedor de la historia y de su pasión por las artes, Rondón Nucete dispuso hacer una réplica de la famosa escultura del valenciano Andrés Pérez Mujica (1873 – 1920), fundida en Múnich (Alemania) por Eloy Palacios (1847 – 1919) e inaugurada en Caracas el 23 de mayo de 1905. La obra, en efecto, fue gestionada a tiempo, siendo desvelada el 13 de junio de 1993, día del natalicio del héroe de la batalla de Las Queseras del Medio (2 de abril de 1819).
En la inauguración de la estatua se celebraron actos protocolares presididos por el gobernador del estado, quien desveló el monumento en compañía del senador y expresidente de la república, Luis Herrera Campins (1925 – 2007), el presidente de la Asamblea Legislativa, el comandante de la Guarnición de Mérida y el secretario general de gobierno, doctor Lázaro Zambrano. Acto seguido los representantes de las instituciones y organismos presentes pusieron ofrendas florales.

En el acto, como fue reseñado en los periódicos Frontera y El Vigilante, el general de división y comandante general del Ejército venezolano, Pedro Remigio Rangel Rojas, pronunció el discurso de orden.
Durante su disertación destacó los valores civiles y significación histórica de la figura del general José Antonio Páez, “el hombre que había transformado la llanura en cumbre”, quien había “dejado un mensaje y la orden de inaplazable ejecución –decía Rangel- de que en nuestras vidas, aun a costa de cualquier sacrificio, sean más las luces que las sombras”.
Entre el abandono y la inconsciencia ciudadana
Para el año 2005 el monumento de Páez presentaba mal estado de conservación, producto en gran medida por la carencia de la implementación de un plan para el mantenimiento y preservación de los bienes patrimoniales en la ciudad. Asimismo, habían sido sustraídas las inscripciones del pedestal, realizadas en letras de bronce donde podía leerse el nombre del personaje, el año de su nacimiento y muerte.

En enero del 2006 la presidenta de la Corporación Merideña de Turismo (Cormetur), María Alejandra Rodríguez Sojo, anunciaba en el periódico local Cambio de Siglo que como parte del plan Mérida Preciosa, la “plazoleta Páez” sería rehabilitada junto con otros espacios públicos de la ciudad.
Efectivamente, el monumento al héroe de la Independencia fue sometido a un proceso de limpieza y restauración encargado al reconocido escultor Manuel de La Fuente Muñoz (1932-2010). La redoma también fue rehabilitada, incorporándose luminarias alrededor de la obra y tres astas de metal para la izada de banderas. Sin embargo, al pedestal no se le agregaron las inscripciones de bronce que identificaban al monumento.


Poco tiempo duraron aquellos trabajos. El 7 de mayo de 2007, la presidenta de Cormetur denunciaba en el rotativo Pico Bolívar el “atentado” perpetrado contra algunos espacios públicos y monumentos rehabilitados recientemente, entre ellos el monumento a Páez, cuyo pedestal vandalizaron con una serie de grafitis.
En aquella oportunidad, Rodríguez Sojo manifestaba que los daños ocasionados no se hacían a “una parcialidad o ideología determinada” sino a “todos los merideños”, por lo que invocaba a la “conciencia colectiva” para que evitaran el deterioro a la obras recuperadas.
La situación de abandono del monumento a Páez se acentuó progresivamente. Una década después, además de la oxidación de la superficie de bronce producida por los factores físicos-ambientales y la falta de mantenimiento, mutilaron nuevamente la estatua. Para mediados del año 2017, habían hurtado la lanza que sostenía el jinete en su mano derecha, y parte de los aperos del caballo fueron sustraídos paulatinamente.
Descripción

Estatua ecuestre de tamaño heroico fundida en bronce. Sobre el caballo, el general José Antonio Páez, -con la mirada hacia la izquierda-, aparece con un sombrero en la cabeza; viste una camisa extendida más debajo de su cintura; encima de esta un dormán de gala semiabierto, compuesto por veinte alamares en la parte frontal cerrados al final por tres lazos, hermosamente adornado en los puños, y en el área central de la espalda por dos líneas en altorrelieves rematadas en tres hojas unidas en sus puntas inferiores. Terciado, de izquierda a derecha, una banda. Pantalón y botas altas hasta la rodilla, con espuelas y abrochada con siete botones de forma circular. En la mano derecha sostiene en lo alto una lanza, y en la izquierda, mantiene las riendas del caballo. En su cintura, hacia la izquierda, pende una espada envainada.
El caballo, con todos sus aperos, posee gualdrapa y silla exornada con motivos florales y geométricos. La cabeza ligeramente hacia la izquierda, “levanta los remos delanteros y se apoya en los traseros”, generando un “brioso movimiento con el cual se acentúa el vigor que la figura de Páez despacha a la carga” la famosa consigna de “Vuelvan caras”.

El monumento ecuestre reposa sobre un pedestal de concreto de más de tres metros de altura, conformado por una serie de bases de diferentes tamaños, de forma rectangular horizontal. En la cara frontal, en letras de bronce se leía: “PÁEZ”, y los costados izquierdo y derecho, el año de su nacimiento y muerte. En la parte inferior, una base bicóncava y una circular construida en granito de color negro. Alrededor, cuatro luminarias y en el costado posterior, tres astas para izar banderas, actualmente sustraídas.
Valores patrimoniales
El monumento ecuestre al general José Antonio Páez, aunque es una réplica, constituye una obra emblemática del escultor carabobeño Andrés Pérez Mujica, con la que se popularizó la imagen del Centauro de Los Llanos desde su inauguración en la ciudad de Caracas en 1905.
Esta pieza, ganadora del concurso convocado para rendir tributo al héroe llanero, toma como tema principal la arenga de la batalla de las Queseras del Medio (2 de abril de 1819), donde el héroe pronuncia el grito de “Vuelvan caras”.


De acuerdo a los críticos de arte Juan Calzadilla y Rafael Pineda, el escultor tomó como referencia el óleo de Arturo Michelena (1863 – 1898), culminado hacia 1890. Ciertamente, salvo algunos ligeros cambios en la posición del caballo y en la camisa del jinete sustituido por un dormán de gala (agregados por el fundidor Eloy Palacios), “el nudo ecuestre –sostienen los investigadores- responde al mismo concepto de Michelena”.
Junto a la escultura ecuestre de El Libertador Simón Bolívar en la plaza homónima (1930) y la de Juan Rodríguez Suárez (1981), la estatua de Páez es la tercera y última escultura en su tipo levantada en ciudad de Mérida. Con esta se le rinde tributo a un personaje muy “estimado y venerado” en la urbe andina, no solamente –apunta Eduardo Picón Lares- porque “a él se le debió en gran parte la libertad e independencia de Venezuela, sino porque en 1814, al vencer las fuerzas realistas en la tierra de los Andes, salvó al general Rafael Urdaneta y a la emigración merideña de los horrores de la guerra a muerte”.
Situación actual
El monumento ecuestre al general José Antonio Páez se encuentra en regular estado de conservación. La escultura posee evidentes señales de deterioro, abandono y vandalismo. La lanza que sostenía en la mano derecha el jinete fue hurtada, al igual que la espada y parte de los aperos del caballo.
El pedestal exhibe grafitis en el costado derecho. Las luminarias han desaparecido y las tres astas de metal ubicadas en la parte posterior del monumento también fueron robadas. No existe placa que identifique el monumento. El entorno requiere mantenimiento permanente, se observa abundante basura en los alrededores.
Ubicación
Redoma Páez, avenida Los Próceres, a la altura del Núcleo Universitario La Liria, sector Los Próceres, parroquia Antonio Spinetti Dini, municipio Libertador, estado Mérida, Venezuela.
Fuentes consultadas
Culto al Héroe. En diario El Vigilante, p. 1. Mérida, 14 de junio de 1993.
Decreto mediante el cual se nombra la comisión que se encargará de señalar los Próceres cuyas estatuas, bustos o medallones, deben ser colocados en la avenida Los Próceres (30 de diciembre de 1973). En Gaceta Oficial del estado Mérida. Mérida, p. 7. N° 2.274. Mérida, 7 de febrero de 1974.
Hurtado Camargo, Samuel Leonardo. La estatuaria pública conmemorativa de la ciudad de Mérida (1842-2006): análisis histórico. Universidad de Los Andes, Escuela de Historia (Memoria de Grado), junio 2007, 500 pp.
Rangel Rojas, Pedro Remigio. José Antonio Páez: de llano a la cumbre o el ascenso del hombre. [Discurso pronunciado por el general de división (Ej) Pedro Remigio Rangel Rojas, con motivo de la inauguración de la estatua ecuestre del general José Antonio Paéz, el día 13 de junio de 1993]. En diario El Vigilante, p. 12 / Información. Mérida, 16 de junio de 1993.
Sánchez, Ramiro. Inaugurado monumento al general Páez en la avenida Los Próceres. En diario Frontera, p. 3a. Mérida, 14 de junio de 1993.
Vuelvan Caras. En diario El Vigilante, p. 1. Mérida, 13 de junio de 1993.
Villet Salas, Jorge. Plazas y parques de Mérida se rescatan. En Cambio de Siglo, p. 4/ La Ciudad. Mérida, 28 de enero de 2006.
Picón Lares, Eduardo. Revelaciones de antaño [1953]. Ediciones del Rectorado de la Universidad de Los Andes / Talleres Gráficos Universitarios, Mérida, 2008, Tomo II; 284 pp.
Pineda, Rafael. Narváez: la escultura hasta Narváez. Ernesto Armitano Editor, Caracas, 1980; 294 pp.
Prensa Cormetur. Dañaron estructuras recuperadas en Mérida. En Pico Bolívar, p. 7/Al Día. Mérida, 7 de mayo de 2007.
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