
Las fiestas yanomamis son claves en el proceso de socialización de esta etnia distribuida en el sur amazónico de Venezuela y el norte de Brasil. Estos encuentros rituales incluyen alianzas, matrimonios, intercambios comerciales, rituales funerarios y acuerdos entre diversas comunidades.
Nombre: fiestas yanomamis.
Fecha: diversas épocas del año, en períodos de cosecha.
Tipo de patrimonio cultural: Intangible / Tradiciones / Festividades.
Administrador custodio o responsable: comunidad yanomami.
Historia
Descripción
Valores patrimoniales
Situación actual
Ubicación
Fuentes consultadas
Historia
Los yanomamis conforman una etnia semiaislada que se calcula tiene unos 35 000 miembros. Se reparte entre el sur amazónico venezolano (donde se calcula vive más de la mitad de la población) y el norte de la amazonía de Brasil.

El Instituto Socioambiental de Brasil, ISA, indica en un capítulo sobre el pueblo yanomami que este epónimo fue producido por los antropólogos a partir de la palabra yanõmami que, en la expresión yanõmami thëpë, significa «seres humanos». Esa expresión se opone a las categorías yaro (animales de caza) y yai (seres invisibles o sin nombre), y también a la de napë (enemigo, extranjero, «blanco»).
En la cosmogonía yanomami, el origen lo determina la cópula del demiurgo Omama con la hija del monstruo acuático Tëpërësiki, dueño de las plantas cultivadas. A Omama se le atribuye la creación de las normas sociales de esta etnia, así como de los espíritus xapiripë (o hekurapë) que invocan los chamanes. «El hijo de Omama fue el primer chamán. El hermano celoso y malvado de Omama, Yoasi, es el origen de la muerte y de los males del mundo».
Las fiestas y ceremonias de este numeroso grupo aborigen son claves en el proceso de socialización del grupo, registra el Instituto del Patrimonio Cultural, IPC, en el catálogo relativo al estado Amazonas. Estos encuentros rituales incluyen alianzas, matrimonios, intercambios comerciales, ceremonias funerarias y acuerdos entre diversas comunidades «lo que ha permitido fortalecer y dar madurez política a muchas de ellas».
Descripción
El IPC precisa que en la organización y desarrollo de las fiestas participan todos los miembros de la comunidad. Son ceremonias que celebran la vida y la muerte, pues así como se organizan para celebrar la buena cosecha, también se convocan para rituales fúnebres.
En los períodos de abundante cosecha, según el ente rector del patrimonio cultural venezolano, en las fiestas yanomamis se llevan a cabo invitaciones a otros grupos con el fin de compartir intereses comunes y el fruto de la buena producción; para esto se organizan grupos de cacería compuestos por hombres adultos que se dirigen en varias direcciones con el fin de conseguir mayor variedad de especies.
Por otro lado se cosechan en el conuco variedad de productos agrícolas que serán madurados dentro del shabono (cabaña común de esta y otras etnias amazónicas), otros grupos se dedicarán a actividades tales como recolección de productos silvestres, abundantes en esa época, así como la pesca y recolección artesanal.
La fiesta y sus invitados
En la comunidad se procede a elaborar gran cantidad de enteógeno (preparado vegetal con propiedades psicotrópicas que se utiliza en ceremonias chamánicas) y preparar los sitios donde colgarán chinchorros los visitantes. Por último se designan mensajeros que se encargarán de viajar a otros shabonos para formalizar la invitación a la fiesta. Los visitantes elaboran un campamento provisional cercano al shabono anfitrión, donde darán a conocer a través de un mensajero su presencia.
Al mensajero se le otorga dentro del shabono suficiente comida como muestra de confirmación de la invitación. El grupo invitado se prepara para la entrada al shabono adornándose con atuendos propios para la ocasión. Llegado el día de la fiesta se reúnen en la entrada del shabono y comisionan cuatro o cinco personas que entrarán y saldrán danzando en forma individual para luego comenzar todo el grupo la danza alrededor de la plaza central del shabono, acompañados por gritos y frases de alegría y bienvenida del grupo anfitrión; después de haber realizado varios recorridos cada invitado ocupará un sitio cerca de algún familiar o amigo.
La fiesta ya comenzada se desarrollará por varios días, con danzas esporádicas de algunas mujeres. Igualmente se realizan ceremonias de consumo de enteógenos donde se compartirán opiniones sobre problemas comunes, hechos, experiencias particulares entre otros aspectos para la realización grupal.
De acuerdo al nivel de productividad de algún alimento este será consumido en mayor proporción que otros, como por ejemplo el plátano en carato o sopa, plátano verde y yuca dulce asada, el pijiguao hervido y otros.
La fiesta culmina con la distribución de obsequios o alimentos a los visitantes quienes comunican a los anfitriones su deseo de invitarlos a una ceremonia a realizarse en su shabono, de esta forma muestran reciprocidad en sus alianzas.
Valores patrimoniales

El IPC registra que es a través de las ceremonias o fiestas que se ha logrado mantener el grado de cohesión de esta numerosa etnia que se reparte entre las selvas de Venezuela y Brasil.
Según el ente rector, estas ceremonias se realizan «en diversas épocas del año dependiendo de la productividad en las áreas de economía, o con la aparición de algún evento inesperado como puede ser la muerte de algún miembro de la comunidad o la visita inesperada de otros grupos».
Situación actual
El pueblo yanomami, y toda su cosmogonía, está amenazado por las actividades de extracción del Arco Minero del Orinoco (AMO), un cuestionado proyecto oficial instaurado desde 2016 por decreto que “habilitó y delimitó casi 112 000 kilómetros cuadrados para la explotación de minerales y piedras preciosas que abarcan desde el oro hasta el coltán y el diamante”.

El AMO constituye la más grande amenaza para los pueblos aborígenes del amazonas venezolano en su historia contemporánea. El Gobierno admitió que no hizo ningún estudio de impacto ambiental, violando las normas y leyes contenidas en la figura jurídica de las ABRAE (Áreas Bajo Régimen de Administración Especial), que ordena resguardar las zonas vulnerables y exige la elaboración de estudios de impacto ambiental.
Francisco Javier Ruiz, en un ensayo titulado El Arco Minero del Orinoco / Diversificación del extractivismo y nuevos regímenes biopolíticos, publicado en la Revista Nueva Sociedad,de la ong homónima, denuncia que los nuevos instrumentos legales (creados para activar el AMO) «son violatorios del derecho a «consulta previa, libre e informada» establecido en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre Pueblos Indígenas y Tribales (1991), suscripto por Venezuela para cualquier proyecto que el Estado pretenda desarrollar en estos territorios».
La devastación de la amazonía venezolana se pierden también los pueblos y sus fiestas, arrinconados por los mineros, tanto ilegales, como por las novísimas empresas creadas para explorar los yacimientos minerales grandes corporaciones. Indica Ruiz que la firma Corporación Faoz, C.A. «es una empresa sin experiencia acreditada en la exploración y explotación del llamado oro azul (coltán), y formalmente fue constituida el 29 de julio de 2016, apenas 7 días antes de que el gobierno venezolano le diera luz verde para hacer negocios con el coltán, la casiterita, la ilmenita, el estaño, los circones, los diamantes y el oro que están en el subsuelo del Macizo Guayanés».
En el reportaje Indígenas en aislamiento en Venezuela: bajo el asedio de mineros, enfermedades y guerrilla para la organización Mongabay, la periodista venezolana Lorena Meléndez precisa que tres etnias en particular, los hoti, los yanomami y los piaroa están asediados por la minería: “Decenas de comunidades de los Yanomami —ubicadas entre la sierra Parima y el cerro Delgado Chalbaud; en el Alto Siapa, Alto Ocamo y el río Metacuni en Amazonas; y en el Alto Caura y Alto Paragua, en Bolívar—, así como de los Piaroas (Uwottüja) —en el Alto Cuao, en Amazonas—, están sometidas a los desmanes de quienes explotan los yacimientos ilegales bajo la mirada de un Estado que no hace nada para evitarlo”.
Ubicación
Alto Orinoco, estado Amazonas.
Fuentes consultadas
Catálogo del patrimonio cultural venezolano 2004-2007. Estado Amazonas, Municipio Alto Orinoco y Atabapo. Instituto del Patrimonio Cultural, 2007.
Meléndez, Lorena. Indígenas en aislamiento en Venezuela: bajo el asedio de mineros, enfermedades y guerrilla / Series de Mongabay: ESPECIAL Indígenas aislados en peligro, 12 de diciembre de 2018. En es.mongabay.com
Ruiz, Francisco Javier. El Arco Minero del Orinoco / Diversificación del extractivismo y nuevos regímenes biopolíticos. Marzo – Abril 2018. Revista Nueva Sociedad / Democracia y política en América Latina.
Yanomami. Instituto Socioambiental (ISA). En pib.socioambiental.org. Consultado el 2 de julio de 2019.
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