
El pasado 18 de noviembre, como es habitual desde su coronación, se celebró un aniversario más de una devoción que se inició en el siglo XVIII. Envuelta en un halo de misterio y contradicciones, como suele ocurrir con los objetos y las figuras sacras, la imagen de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá llegó a las orillas del Lago de Maracaibo y fue rescatada por una señora que se encontraba allí lavando. Se la llevó a su casa, pero no notó que se trataba de una imagen de Nuestra Señora sino posteriormente, cuando se obró el milagro que se sigue rememorando y que este 2023 alcanzó los 314 años de tradición.
Nombre: Celebración de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá y Feria de la Chinita.
Fecha: 18 de noviembre (aunque inician los preparativos desde finales de octubre).
Tipo de patrimonio cultural: Intangible / Tradiciones religiosas.
Administrador, custodio o responsable: la Arquidiócesis de Maracaibo, la Alcaldía del municipio García, la Gobernación del Zulia y todo el pueblo venezolano.
Historia
Según el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano, la devoción de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se inició en Maracaibo a finales del siglo XVII (hacia 1686), cuando el capitán Juan Nieves de Andrade levantó una humilde ermita de bahareque en la que colocó una tabla traída desde Santa Fe de Bogotá, con la imagen de esta advocación mariana. Probablemente se trataba de una copia de la pintura de Alfonso Narváez realizada en 1562 para la capilla de la encomienda en Suta (Provincia de Tunja), de don Antonio de Santana (Antón de Santana), en la que se representa a la Virgen del Rosario con el Niño en brazos y acompañada por al Apóstol San Andrés y San Antonio de Padua. La imagen ya era veneraba en el pueblo de Chiquinquirá (Colombia) y probablemente era una versión de otras representaciones españolas del siglo XV.
La pintura traída por Andrade a Maracaibo no recibió cuidados y, al deteriorarse, fue desechada -probablemente en las aguas del Lago de Maracaibo- donde luego fue hallada por María Cárdenas, una humilde mujer que la descubrió a orillas de la playa, se la llevó a su hogar y la usó para tapar una tinaja. Según se relata, la señora sintió ruidos en la estancia y, cuando revisó, percibió la silueta de una Virgen en la tablita, razón por la cual la colocó en una pared de su habitación. Fue entonces cuando ocurrió el milagro: la Virgen del Rosario estaba totalmente nítida y resplandeciente. Los vecinos que se presentaron al oír los gritos de la señora, pudieron contemplar la fulgurante imagen y decidieron llevarla en procesión a la iglesia parroquial. “Armas Alfonso relata que: ‘»¦iba, entre velas y rezos, entre flores y multitudes, en procesión, muy tieso el señor Gobernador de la Provincia, muy solemne la representación del clero, muy severos los notables de Maracaibo. Doblan una de las esquinas cuando el cuadro, repentinamente, se tornó pesado como si se hubiese hecho de piedra, o más que eso, como si todo el peso de la tierra de pronto se erigiera como carga que ningún hombro ni mano humana aspirara levantar. Y dicen que ya tarde una voz enunció [sic] que en ese hecho la Virgen [sic] expresaba su voluntad de ser conducida a otro sitio, que bien podría ser la capilla de San Juan de Dios’” (1). La procesión tomó la ruta hacia la humilde iglesia y la imagen volvió a hacerse liviana. En donde estuvo esta pequeña capilla, fue construida la actual Basílica. “Se dice que un sacerdote»¦ reconoció la advocación igual a la de la Chiquinquirá en Colombia y de allí vino su nombre” (2).
Según la tradición, la renovación se verificó en 1749. Sin embargo, el Hermano Nectario María dio pruebas de que la renovación debió verificarse antes, pues en algunas fuentes documentales descubrió datos como que el coronel Francisco de la Rocha Ferrer, gobernador de la provincia entre 1712 y 1717, colaboró en la construcción de la capilla de Nuestra Señora de Chiquinquirá en la Ermita de San Juan de Dios y contribuyó con el marco de plata que la adorna. Su sucesor, Guillermo Tomás de Roo, derribó la capilla y mandó a construir una de mayor tamaño, además de designar a su primer mayordomo, Joseph Gutiérrez de Vergara. Esto hace deducir que la aparición debió ser anterior a 1712 y propuso la fecha de 1709, confirmando el día 18 de noviembre como señala la tradición.
También apunta Arístides Rojas que un suceso similar había ocurrido en el pueblo de Chiquinquirá de Nueva Granada, el 26 de diciembre de 1586 siendo Maracaibo la segunda ciudad donde se obrara el milagro mariano.
En 1917, el presbítero Antonio María Soto, párroco de Chiquinquirá, gestionó y obtuvo de S.S. el papa Benedicto XV, un Breve Pontificio en el que se ordenó la coronación canónica de la sagrada imagen. En misa solemne celebrada por Monseñor Marcos Sergio Godoy, el 18 de noviembre de 1942, se realizó la coronación a la que asistieron el presidente Isaías Medina Angarita, el Nuncio Apostólico, Excmo. Mons. Giuseppe Misuraca, autoridades civiles y religiosas, y alrededor de 100 mil personas que se dieron cita en un terreno donde estuvo el Estadio del Lago, sector La Ciega. Para este evento fueron acuñadas medallas que se repartieron a los feligreses, debidamente bendecidas.
La Virgen de Chiquinquirá visitó Caracas en 1957, para presidir los actos de la Semana de la Patria en conmemoración del 5 de julio de 1811. Fue despedida con honores militares en el puerto de Maracaibo y el 28 de junio fue recibida en el puerto de La Guaira, llevada luego a la Catedral de Caracas y al Palacio de Miraflores. Retornó a Maracaibo el 7 de julio, en el destructor “Zulia”.
En 1980, fue declarada Patrona de la Guardia Nacional de Venezuela y en 1985, el Papa San Juan Pablo II, en su visita a Maracaibo, le rindió honores oficiando una misa a la que asistieron miles de feligreses y en la que fue asistido por cien religiosos provenientes de Estados vecinos y países hermanos como Colombia, El Salvador, Nicaragua y Las Antillas.
En 1992, con motivo del cincuentenario de la coronación de la Virgen de Chiquinquirá, el Banco de Maracaibo acuñó una medalla que tuvo dos presentaciones, una en oro y otra en plata, con diseño del artista plástico Mateo Manaure. La venta de las medallas fue donada a la Fundación dedicada al rescate y preservación del Patrimonio Eclesiástico de la Basílica, especialmente la restauración y mantenimiento de la sagrada imagen.
En 1997, en celebración del centenario de la diócesis del Zulia, la reliquia recorrió las parroquias y los pueblos del estado, y fue coronada como Reina y Madre de la Guajira y de la etnia Wayuu.
Descripción
En este caso, es necesario describir tanto la pintura como las festividades en su honor.
En la tablita se aprecia a la Virgen en el centro de la composición, con el rostro ligeramente ladeado hacia la izquierda, mirando hacia el Niño. Está cubierta con un paño azul de flores doradas que cubre su cabeza y hombros, y baja hasta sus rodillas, cubriendo también las piernas y los pies de Jesús. Lo sostiene con su brazo izquierdo y este eleva hacia ella la mirada. Ambos llevan coronas doradas de cinco puntas en sus cabezas. En la mano derecha la Virgen porta un cetro y de su mano cuelga un rosario. Madre y Niño están dentro de una mandorla dorada y a la altura de la corona de la Virgen, a cada lado se encuentran sendos ángeles alados. A la derecha de la tablita se ubica San Antonio de Padua con su hábito franciscano con cordón que cae del lado derecho desde su cintura. Lleva los pies descalzos, en la mano derecha un lirio (símbolo de castidad) y presenta un halo dorado sobre su cabeza. Del lado izquierdo se encuentra el apóstol San Andrés que sujeta un libro abierto y una cruz. También va descalzo y lleva un manto rojo de bordes dorados. Sobre su cabeza se aprecia el nimbo de la santidad. El fondo es oscuro, sin profundidad, en representación de un espacio sagrado.



La reliquia tenía adheridas unas piezas de oro que fueron retiradas en 1994 para proteger el retablo del deterioro. La pintura está realizada en tabla de madera, probablemente de pino, al temple, y mide 26 cm x 25 cm x 3 mm.
En 1760, Jacob Caridad había realizado un relicario de plata enchapada en oro en el que se colocó la imagen. En 1893, el artista Julio Árraga talló en madera de cedro los ángeles que soportan la corona, los cuales fueron hojillados en oro de 22 quilates. Los cuatro ángeles pesan cada uno cinco kilos y sostienen el relicario de oro de 18 quilates, cubierto de acero pulido con parales de hierro cromado y un arco de bronce en donde se ubica la corona también de oro de 18 quilates. La ornan 169 piedras preciosas y semipreciosas donadas por los devotos, al igual que el oro que provino de diversas alhajas que fueron fundidas para que la ejecutara el joyero alemán Alberto Bischoff. El aro de la corona mide 27 cm de diámetro y el cestillo, 44 cm en su parte más ancha, con una altura de 43,5 cm. Pesa alrededor de 10 kilos y se ubica por encima del relicario. La acompaña un cetro de 41 centímetros que pesa 663 gramos, también de oro y adornado con esmeraldas, donado por el gobierno regional en 1967. Tras un accidente en 1982, el trono quedó destruido y fue restaurado definitivamente en 2004.
El manto que cubre la imagen es también un donativo realizado por particulares devotos como pago de promesas. Este año, la Chinita fue obsequiada con seis túnicas, algunas creadas por diseñadores de moda, y un dosel o palio ornamentado con símbolos alusivos al Vaticano.
Las fiestas en honor a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá reúnen cada año a los fieles provenientes de distintas regiones del país y de otras naciones hermanas. En su honor se realizan varias actividades tradicionales que comienzan con la bajada del trono de la Virgen, el último sábado del mes de octubre (este año, el día 28), con misa presidida por el monseñor de Mérida, Helizandro Terán. La celebración cerró con gaitas y las demostraciones de fe del pueblo zuliano. La divina imagen fue desplazada en una procesión por el antiguo Paseo Ciencias y retornó hasta la basílica donde permanecerá a la vista de la feligresía hasta el 2 de diciembre.



El 17 de noviembre, en la noche, se realiza la Serenata a la Virgen, en la que los grupos gaiteros y los devotos le cantan a las puertas de la Basílica. Las festividades también incluyen un recorrido por el lago y la Serenata a la Virgen o Amanecer Gaitero.
Durante la Feria de La Chinita se desarrollan actividades deportivas, recreativas y tradicionales como el clásico de béisbol que data desde 1933 y que se celebra tradicionalmente el propio 18 de noviembre en el estadio Luis Aparicio «El Grande», la elección de la Reina de la Feria de la Chinita (este año en su edición #57) y el Festival Internacional de la Orquídea, ambos realizados el pasado 11 de noviembre de 2023, en la Plaza para Todos de Maracaibo (antes Plaza de Toros Monumental de Maracaibo).
Este 18 de noviembre, en horas del atardecer, se celebró la misa solemne presidida por Mons. Jose Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo, Mons. Víctor Hugo Basabe, Arzobispo de Coro y el Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Arzobispo de Caracas, quien ofició la misa frente a la multitud que se fue congregando, hasta alcanzar su momento culminante en el que el cielo se iluminó de nuevo, con los fuegos artificiales y comenzó la festividad animada por los grupos gaiteros. Todos los obispos y sacerdotes que estuvieron presentes en la Eucaristía, vistieron casulla azul, en honor a La Virgen.
El primer domingo de diciembre también se lleva a cabo una procesión nocturna en su honor, en la que los encargados de su traslado llevan liquiliquis blancos y se pasea a la Virgen por las calles de la parroquia, al compás de la gaita zuliana. Al despuntar el nuevo día, la Virgen retorna a la Basílica -esta tradición se conoce como la Procesión de la Aurora-.
Valores patrimoniales
Una tradición que se remonta a la época colonial -con más de tres siglos de instaurada- y que tiene tanta relevancia desde ángulos tan diversos como el fervor religioso popular, la reafirmación del folclor y el acervo cultural y, el impulso económico a través de su feria, tiene un valor intrínseco (histórico, social, religioso y cultural). Su crecimiento se evidencia en el hecho de pasar de Fiesta Patronal de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá a convertirse en Feria Internacional de La Chinita, a partir de 1966.
La festividad en honor a la Virgen Morena fue declarada Bien de Interés Cultural en 2005. Asimismo, cabe destacar que tradiciones como el Amanecer Gaitero y el acompañamiento de las celebraciones con gaitas, tienen como centro el género musical que también fue declarado Bien Patrimonial de Interés Cultural y Artístico de Venezuela, en 2014.
Situación actual
Pudimos ser testigos del profundo fervor popular que rodea esta tradición, rememorando los 314 años de la renovación de La Virgen de Chiquinquirá -La Chinita, Reina Morena y Patrona de la Guardia Nacional Bolivariana- y los 81 años de su Coronación. La multitud se congregó frente a la Basílica y presenciaron la misa solemne con la entrega del relicario a Monseñor Baltazar Porras, participaron en la Eucaristía y luego celebraron con los fuegos artificiales y el concierto de gaita zuliana. La Basílica se mantiene como centro de peregrinación a la que llegan los viajeros a cumplir sus promesas, rendirle culto a la Virgen y también disfrutar de la feria que inaugura las fiestas navideñas en Maracaibo.
Herminia Gutiérrez
Fuentes consultadas
Briceño, Patricia. Bajada de la Chinita 2023: Fiesta Mariana y agenda programática. En Meridiano, 28 de octubre de 2023. Consultado el 03 de noviembre de 2023.
Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007. Estado Zulia. Municipio Maracaibo. Instituto del Patrimonio Cultural (PDF), Caracas, 2008. Págs. 181 y 185.
Día de la Chinita de Maracaibo: Esta es la historia de fe. En El Estímulo, 18 de noviembre de 2018. Consultado el 10 de noviembre de 2023.
Hace 307 años apareció la Virgen de la Chiquinquirá. En ESPROMED BIO, 18 de noviembre de 2016. Consultado el 13 de noviembre de 2023.
La Virgen del Rosario de Chiquinquirá (VEN). En ElBibliote.com, S/F. Consultado el 03 de noviembre de 2023.
Ramírez, María. La fastuosa historia de la virgen de la Chiquinquirá. En Fundación CIEV, 15 de noviembre de 2020. Consultado el 03 de noviembre de 2023 (1) (2).
Semprún Parra, Ángel. Nuestra Señora de Chiquinquirá y su historia. En Sultana del Lago, 09 de noviembre de 2020. Consultado el 03 de noviembre de 2023.
Vargas, Keyling. Especial 313 años de la aparición de la Virgen Chinita, patrona de los zulianos. En MPPEF, 18 noviembre de 2022. Consultado el 03 de noviembre de 2023.
Virgen de la Chiquinquirá (la Chinita). En Fundación RadaBer, S/F. Consultado el 03 de noviembre de 2023.
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