
El Parque de Recreación Alí Primera arribará a los 41 años el próximo 17 de diciembre. Este lugar de esparcimiento debería denominarse Parque del Oeste, pero para su apertura recibió el nombre de Parque Recreacional Jóvito Villalba y en 2007, fue renombrado con su actual denominación. Cuando se abrió al público, contaba solo con 14 hectáreas, luego, tras sucesivas ampliaciones y remodelaciones, se extendió y en este momento ocupa 46 hectáreas. En su interior alberga un Museo, varias edificaciones antiguas, una cabaña de madera, canchas deportivas, áreas para juegos infantiles, un anfiteatro, una concha acústica, un sistema artificial de lago y fuentes, una plaza, cafetería y kioscos, además de una serie de esculturas y bustos que se encuentran a lo largo de la caminería.
En nuestra visita pudimos observar que siguen los planes de remodelación por lo que una parte importante del parque se encontraba cerrada por trabajos en su infraestructura. En su confín, hacia el oeste, no pudimos dejar de admirar la obra del artista plástico Alejandro Otero, “Los Cerritos”, que, aunque se encuentra fuera de los límites de este espacio de recreación, se asoma y se mete por nuestros ojos, lleno de color y movimiento.
Nombre: Parque Recreacional Alí Primera (antiguo Parque Recreacional Jóvito Villalba), mejor conocido como Parque del Oeste, y la colección de obras que alberga.
Autores: proyecto diseñado por los arquitectos Gregory White y Elsa Salas de White. Las obras escultóricas pertenecen a distintos artistas venezolanos.
Fecha: el parque fue decretado en 1979 e inaugurado el 17 de diciembre de 1983.
Tipo de patrimonio cultural: tangible / inmueble (el parque) y mueble (la colección de obras en su interior).
Administrador custodio o responsable: Instituto Nacional de Parques (Inparques) y Alcaldía del municipio Libertador -la infraestructura del parque-, Fundación Museos Nacionales y Museo del Oeste Jacobo Borges -las obras artísticas que albergan el parque y el museo-.
Historia
En los terrenos en donde funcionaron la línea de tren Caracas-La Guaira y el estadio de fútbol José Pérez Colmenares -que fueron demolidos para realizar mejoras viales como la construcción de la autopista Caracas-La Guaira y la avenida Sucre-, se ordenó la fundación de un espacio recreativo, por medio de decreto presidencial publicado en la Gaceta Oficial N° 31.885, del 17 de diciembre de 1979, bajo la denominación de Parque del Oeste. Su diseño fue encargado a los arquitectos Gregory White y Elsa Salas de White quienes lo concibieron como parque urbano de medianas dimensiones para el disfrute de la población al oeste de la ciudad. Finalmente, en 1983, fue inaugurada la primera etapa que constaba de 14 hectáreas con concha acústica, área de juegos infantiles, una laguna artificial, un anfiteatro y un cafetín, además de los jardines diseñados paisajísticamente, llamándose Parque Recreacional Jóvito Villalba.
En 1995, se fundó el Museo Jacobo Borges, destinado a artistas jóvenes y al movimiento cultural local. Fue decretada su creación en 1986, bajo el nombre de Museo del Oeste, pero, para el momento de su inauguración, recibió la denominación de Museo Jacobo Borges -artista plástico de gran proyección internacional, cuya infancia y adolescencia habían transcurrido en la populosa localidad de Catia-. Desde 2010, el Museo pasó a ser parte de la Universidad Nacional Experimental de las Artes como museo escuela.
En 2007, fue rebautizado el espacio de solaz con el nombre de Parque de Recreación Alí Primera. En 2012, nuevamente se remodelaron sus áreas verdes e infraestructura y pudimos notar, en nuestra visita, que continúan los trabajos de remodelación y adecuación del parque a las necesidades de esparcimiento y deporte de sus visitantes y vecinos.
Descripción
La fachada del parque está formada por cinco arcos escarzanos, sostenidos por columnas toscanas. Los vanos están enrejados y presenta techo a dos aguas con tejas. A los lados, sendas estructuras cúbicas a las que se adosan las columnas de ambos extremos, con techo a cuatro aguas.
“El parque tiene 46 hectáreas de extensión, de las cuales 14 están ocupadas por el Museo Jacobo Borges, la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, el Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro (Monumento Histórico Nacional, hoy Sede Rectoral de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador -UPEL-) y el Liceo Miguel Antonio Caro” (1).






Frente a la entrada, se encuentra una plazoleta con placa conmemorativa, en homenaje a Jorge Antonio Rodríguez. Las fuentes que son un atractivo del parque, no se encontraban activas, ignorándose si están funcionando.
La caminería lleva hasta un paseo de bustos de personalidades ilustres dentro del campo de las letras y la educación: Andrés Bello, Simón Rodríguez, José María Vargas y Cecilio Acosta, realizados en hierro por Arturo Rus Aguilera. En una plazoleta frente al Grupo Escolar y la Escuela Normal Miguel Antonio Caro, se encuentra el busto en homenaje a este insigne humanista, filólogo y gramático colombiano, fundido en hierro por Drigelio Quiroga. Todos los bustos se elevan sobre una base revestida de granito oscuro, de aproximadamente 140 cms.
La figura cruciforme de lo que sería un espejo de agua, sirve de marco a un busto de Simón Bolívar con manto, y cabeza ladeada hacia la derecha, copia del “diseñado por Tenerani en 1831” (2), elevado sobre un pedestal revestido de granito negro.
En el anfiteatro Ricardo Aguirre, sin identificación visible y levantada sobre un pilar pintado de verde, se encuentra otra escultura, señalada en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano, como el busto del cultor de la gaita tradicional marabina, sin embargo, las claras diferencias con el autor de “La Grey Zuliana” y “Maracaibo Marginada”, entre otras, nos hacen sospechar que pudiera ser un retrato de Jóvito Villalba.
En general, ninguna de las esculturas reseñadas presenta placa identificativa y en todos hay signos claros de deterioro: los pedestales han perdido piezas del revestimiento de granito o presentan rayones, roturas y maleza que declaran su abandono. Incluso hay algún pedestal sin busto.




Encontramos aún algunas de las obras que forman parte de la colección del parque, pero otras que habían sido reseñadas en un artículo anterior de IAM Venezuela, no las encontramos ni las pudimos fotografiar para constatar su estado actual. Hacia el lado oeste, se encuentra la obra cinética a gran escala, de Alejandro Otero y Mercedes Pardo titulada “Los Cerritos”, de 1967, e instalada en Catia como parte de las celebraciones del Cuatricentenario de Caracas. Aún se perciben las 79 veletas de múltiples colores que se mueven con el viento y recuerdan los papagayos que tradicionalmente volaban los niños.

“Presencia” de Beatriz Blanco es una pieza realizada en hierro y pátina, de 1990. Sus dimensiones son 176,5 x 122 x 54 cm. Es una constante en esta artista, estas figuras de doble lectura, con siluetas vacías en planchas de metal y formas humanas metálicas que se entrecruzan dando la sensación de movimiento. La pieza presenta signos de vandalismo. Es una de las pocas obras que tiene placa identificativa legible.
“Dos volúmenes verticales y uno horizontal” de Francisco Narváez, de 1978, se encuentra sobre una de las colinas del parque, muy cerca de la cabaña que actualmente está totalmente abandonada y desvencijada, y que fuera también museo, según nos relató un asiduo visitante. La obra es idéntica a la que se encuentra en Porlamar, fechada en 1971. Se trata de una talla realizada en piedra de Cumarebo, que se levanta sobre una base rectangular de concreto, revestida de granito negro el cual se aprecia manchado, aunque no le faltan piezas. La placa identificatoria está totalmente decolorada y no pueden verificarse los datos de la obra.
“Presencia” de Beatriz Blanco es una pieza realizada en hierro y pátina, de 1990. Sus dimensiones son 176,5 x 122 x 54 cm. Es una constante en esta artista, estas figuras de doble lectura, con siluetas vacías en planchas de metal y formas humanas metálicas que se entrecruzan dando la sensación de movimiento. La pieza presenta signos de vandalismo. Es una de las pocas obras que tiene placa identificativa legible.
“La dimensión del Paisaje” de Marcos Salazar (sin fecha), obra realizada en resina y granito, que se eleva sobre una alta base de cemento de forma cilíndrica. Es notable el descuido en el que se encuentra la escultura, visible sobre todo en lo manchado de la base de concreto. La placa identificativa está, pero por la decoloración producto de la intemperie, es imposible leer los datos de la obra.


Una escultura de Asdrúbal Colmenárez, sin identificación y realizada en hierro soldado, suponemos que se trata de su pieza “El torpedo” de 1993, cuyas dimensiones son 293 x 89 x 108 cm. No posee pedestal y se encuentra directamente sobre el suelo de tierra, aunque sostenida por sus propios pies también de metal. Se aprecia notablemente descuidada y oxidada.
No fue posible constatar el estado de las obras “Ritmo y recreación” de Luis Chacón, “Sin peso” de Marietta Berman, ni la obra “Liturgias” de Collete Delozanne, a pesar de haber visitado lo que estaba abierto al público en el parque.
En las afueras del Museo, hay dos piezas sin identificación. Una es una cañón sobre ruedas y la otra es una escultura de una figura antropomórfica, de rodillas, metálica aunque de apariencia similar a la técnica de esculturas realizadas con ramas de árboles.
En el interior del Museo, solo estaba abierto al público el espacio del vestíbulo y planta baja con una exposición colectiva de obras pictóricas y escultóricas, llamando la atención especialmente una serie de imágenes de reinterpretación de la iconografía religiosa católica.
Valores Patrimoniales
Ya el hecho de que el parque contenga una serie de obras de reconocidos artistas nacionales (muchos de ellos premiados nacional e internacionalmente) y un museo escuela, lo convierte en espacio de bienes patrimoniales de gran valor artístico y cultural. A ello debemos sumar que en su interior se encuentran el Grupo Escolar y Escuela Normal Miguel Antonio Caro (Monumento Histórico Nacional, según Gaceta Oficial número 32.039 del 4 de agosto de 1980) proyecto del arquitecto Luís Malaussena, de 1943 y edificado en 1945, el cual también pudimos constatar que presenta signos clarísimos de deterioro y poco cuidado por parte de sus usuarios.
Ubicación
Avenida Sucre, cercano a la estación Gato Negro, Catia, parroquia Sucre, Caracas.
Herminia Gutiérrez
Fuentes consultadas
Blanco, Beatriz. En Wikihistoria del Arte Venezolano. Consultado el 12 de agosto de 2024 (3)
Caraqueños festejan el cumpleaños del Parque de Recreación Alí Primera. En Instituto Nacional de Parques, 17 de diciembre de 2021. Consultado el 9 de agosto de 2024
Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007. Distrito Capital. Municipio Libertador. La Creación Individual. Instituto del Patrimonio Cultural (PDF), Caracas, 2008. Págs. 88 y 89.
Colmenárez, Asdrúbal. En Wikihistoria del Arte Venezolano. Consultado el 12 de agosto de 2024
Crespo, Carlos. Nadie cuida las esculturas del Parque del Oeste. En IAM Venezuela, abril, 2015. Consultado el 12 de agosto de 2024
El Bolívar de la Universidad de Los Andes viste de civil. En IAM Venezuela, julio, 2018. Consultado el 13 de agosto de 2024 (2)
HVH. 1945″¢ INAUGURACIÓN DEL GRUPO ESCOLAR Y ESCUELA NORMAL MIGUEL ANTONIO CARO. En Fundación Arquitectura y Ciudad. 1 de mayo de 2014. Consultado el 12 de agosto de 2024
HVH. 1967″¢ ESCULTURA URBANA «LOS CERRITOS». En Fundación Arquitectura y Ciudad. 1 de mayo de 2015. Consultado el 9 de agosto de 2024
HVH. 1983″¢ PRIMERA ETAPA DEL PARQUE DEL OESTE. En Fundación Arquitectura y Ciudad. 1 de diciembre de 2013. Consultado el 9 de agosto de 2024
HVH. 2012″¢ REHABILITACIÓN Y REMODELACIÓN DEL PARQUE DEL OESTE. En Fundación Arquitectura y Ciudad. 20 de noviembre de 2017. Consultado el 9 de agosto de 2024 (1)
Parque Recreacional Alí Primera arriba a sus 37 años. En Instituto Nacional de Parques, 17 de diciembre de 2020. Consultado el 9 de agosto de 2024
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