Contrastes arquitectónicos: Quinta Elena y Capilla Santa Elena

En un espacio rodeado de jardines y la sombra de árboles frutales, se levantan dos edificaciones con características muy diferentes, contrastantes, pero, sin duda dos estructuras de valor histórico y artístico. 

Tres ingenieros-arquitectos reconocidos por sus trabajos en obras públicas que se han convertido en referentes de la arquitectura nacional, forman parte de la historia de estos dos edificios: el primero, una casa ya centenaria, de apariencia señorial, pensada como villa de recreación en los tiempos de Juan Vicente Gómez, de líneas clásicas y pintada de blanco, y el segundo, ubicado hacia el este de la casa, la Capilla Santa Elena de las Siervas del Santísimo Sacramento, una edificación de estilo brutalista, realizada en concreto armado y con forma de paraboloide hiperbólico, de color rojo. 

Nombre: Quinta Elena (previamente Villa Enriqueta) y Capilla Santa Elena. 

Estilos: La quinta es de estilo ecléctico en la que se mezclan el Art Nouveau y el Art Deco. La capilla es de estilo brutalista.

Autores: Arq. Luis Alejandro Urbaneja Tello (proyecto de la vivienda), Arq. Alejandro Chataing (diseño de los jardines) y Arq. Erasmo Calvani (Capilla de Santa Elena).

Año: La casa que luego se convirtió en institución educativa, fue levantada hacia 1923. La capilla fue edificada en 1960.

Tipos de patrimonio: Tangibles / Inmuebles / Arquitectónicos.

Administrador custodio o responsable: La casa y la capilla son mantenidas por  la Congregación de las Siervas del Santísimo Sacramento. La capilla pertenece a la Arquidiócesis de Caracas.

Historia

A principios de la década de 1920, el doctor Victorino Márquez Bustillos, presidente provisional de la República entre 1914 y 1922, contrató los servicios de dos prominentes ingenieros-arquitectos, Luis A. Urbaneja Tello (1875-1947) -graduado de ingeniero civil en 1895 y contratado por el MOP en 1899- y Alejandro Chataing (1873-1928) -también parte del equipo de ingenieros del MOP durante los gobiernos de Castro y luego de Juan Vicente Gómez-, para edificar una villa a la que daría el nombre de su fallecida esposa, Enriqueta. Era costumbre en la época disponer de una casa campestre a las afueras de la ciudad, para vacacionar o temperar por razones de salud. En Los Chorros, lugar donde se levantaría la construcción, se encontraba un acueducto, la quebrada Tócome y el Balneario Público. A esta localidad se llegaba usando una línea de tranvías eléctricos que se tomaban en la Estación Agua de Maíz del Gran Ferrocarril Central, en Los Dos Caminos. 

Varios años después, la casa fue comprada por el Dr. Adolfo Bueno Madrid quien la rebautizó como “Quinta Elena”, nombre de su esposa, y dándole uso de vivienda familiar. Al fallecer la señora Elena, en 1954, el doctor Bueno donó la propiedad a las Siervas del Santísimo para que allí se fundara un colegio para niñas y jóvenes de escasos recursos, que fue llamado Instituto Elena de Bueno. Para 1957, se había finalizado la construcción del edificio anexo que contendría las aulas de clase, los dormitorios para las internas y religiosas y los espacios para servicios domésticos. El proyecto también incluía la construcción de una capilla que realizó, hacia los años 60, el Arq. Erasmo Calvani.  

Descripción

La propiedad ocupa casi toda la cuadra en la que se encuentran la quinta, el edificio anexo, la capilla y los jardines. La casa presenta dos plantas, aunque aparenta ser de un solo piso, por encontrarse más elevada que el nivel del jardín. 

Una escalinata frontal da acceso al pórtico sostenido por cuatro columnas levantadas sobre un podio, con basa de doble toro y escocia, fuste liso y capitel de estilo inspirado en el orden corintio, con cimacio rectangular y ornamentación floral y fitomorfa. El porche presenta pilares con capiteles que también son variaciones del orden corintio, unidos entre sí por arcos rebajados -carpanel- y baranda de balaustres barrigones. Servía también como mirador al encontrarse más alto y como sitio para tomar el fresco sin exponerse al intenso sol. Los pisos están revestidos con baldosas hidráulicas de la Casa Cellini. Y en el techo presenta tejas romboidales -tejas alemanas-, en el que cada pieza «solo iba apoyada en una retícula de madera y no necesitaba ningún tipo de pegamento, sino que iban superpuestas y trabadas entre sí de manera que resultaba en un conjunto estructuralmente firme y muy eficiente como cubierta impermeable. Aunque ahora imperceptible por efecto de la erosión y la exposición al sol, las tejas, rojas en mayor cantidad, hacen fondo a formas geométricas dibujadas con las tejas blancas» (1).

Un vitral sobre el salón principal a manera de claraboya, de estilo Art Nouveau, aún se conserva y da gran claridad a la estancia. Otros elementos de motivos geométricos y estilo Art Deco, los encontramos en los azulejos de los pisos, por ejemplo. También, se observan elementos prefabricados de concreto como los jarrones de flores y las balaustradas. 

«En la Revista del CIV No. 11 de 1923 se puede leer: “La construcción de la casa de la Villa Henriqueta, fue debida al doctor Luis Alejandro Urbaneja Tello Profesor de Construcción en la Universidad Central, quien, al concluirla, dejó en el terreno las entradas, avenidas, algunas gradas, para salvar los desniveles del terreno y otros elementos, que luego fueron base para el delicado trabajo que realizó el doctor Chataing al llevar a cabo el embellecimiento de los parques y jardines que cubren más de una hectárea”» (2).

La amplia extensión de jardines con árboles frutales y caminerías, fueron diseñadas por el Arq. Alejandro Chataing inspirándose en el modelo de «jardín afrancesado, de trazados geométricos de caminerías que se irradian partiendo de una fuente u otro punto focal» (3). Estas caminerías llevan hacia el edificio de la Capilla Santa Elena, una estructura abovedada, realizada a manera de cubierta de concreto armado, con la forma de un paraboloide hiperbólico, diseñada por el Arq. Erasmo Calvani a principios de 1960.

Calvani había egresado de la Escuela Superior de Arquitectura San Lucas de Amberes, Bélgica. A su llegada a Venezuela inicia una serie de edificios religiosos como la Iglesia de San Rafael de La Florida (1940), la Capilla Santa Elena de las Siervas del Santísimo Sacramento (1960), la Catedral San Felipe Apóstol (1973) y el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto (1996); e instituciones educativas privadas dirigidas por congregaciones religiosas -en sociedad con el Arq. Joan Capdevila- como el Colegio La Consolación, el Colegio Monseñor Castro y la Casa Madre de las Siervas del Santísimo Sacramento y el edificio del rectorado del Colegio San Ignacio de Loyola. 

La Capilla Santa Elena es una edificación de forma paraboloide hiperbólica -también conocida como silla de montar o paso de montaña-, de estilo brutalista con influencias de la arquitectura gótica, Gaudí y Le Corbusier, aunque ni los maestros constructores de la baja Edad Media ni ninguno de estos dos últimos arquitectos llegara a pertenecer a esta tendencia entendida, «por algunos (,) como un estilo y por otros como una postura ética, (…) algunos ubican el origen de la arquitectura brutalista en el Reino Unido en los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, particularmente vinculado al diseño de una serie de edificios de vivienda en los que los materiales se mostraban tal cual eran» (4). En este sentido, “cronológicamente, el primer edificio aceptado perteneciente al brutalismo es la Unité d’Habitation de Marsella (1947-52) de Le Corbusier, convirtiéndose la expresión béton brut [sic] -utilizada por el arquitecto para definir las texturas de hormigón visto- en la raíz semántica del término”» (5). Según señala uno de sus teóricos, «Reyner Braham, la arquitectura brutalista debía satisfacer algunos principios: la legibilidad formal del plano, la exposición clara de la estructura, la valoración de los materiales por sus cualidades inherentes y la coherencia del proyecto como entidad visual» (6). 

La capilla consta de una sola nave, abovedada, realizada en concreto armado. La fachada se encuentra dividida en dos espacios por el dintel que separa las puertas del tímpano con cristaleras que se alternan con rejillas metálicas negras. Sobre este gran arco paraboloide, a horcajadas, se aprecia el campanario, también traducción contemporánea de una espadaña. A los lados se abren puertas adinteladas de hormigón a la vista, que permiten el acceso a su interior.

La iluminación es fundamentalmente natural proveniente de los vanos acristalados de las puertas laterales de la nave y el gran ventanal de la fachada principal. En la parte más alta del muro presenta varios óculos que también permiten el paso de la luz, creando una sensación de claridad reforzada por sus paredes interiores de color blanco que contrastan con la cabecera de rejillas de color verde oliva y forma paraboloide. El altar mayor se eleva sobre una base de tres escalones y está presidido por un retablo de líneas modernas y rectas que forman los nichos, de forma piramidal formado por cuatro niveles (predela, dos cuerpos centrales y un ático) y cinco casas en la predela, tres calles en los cuerpos medios y un único nicho en el remate. En la casa central de la predela se encuentra el Sagrario. Tres imágenes en metal dorado repujado representan a Cristo en Majestad en el segundo piso, la Virgen María en la advocación de la Inmaculada Concepción en el primer piso del lado izquierdo, mientras del lado derecho se encuentra San Juan Bautista, formando así una iconografía característica del arte bizantino: Cristo en Deesis.

Frente al altar, en dirección a los pies de la capilla, se encuentra el coro al que se accede por una escalera de caracol que tiene como fondo el vitral de la fachada.

Valores patrimoniales

La Quinta Elena es una construcción que supera los cien años y está incluida entre los bienes de la nación según el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. Además de su carácter histórico y como institución creada para atender las necesidades educativas de un sector de la población a mediados de los años 50 del siglo pasado, no se puede pasar por alto que en su proyección y construcción intervinieron dos arquitectos importantes del periodo gomecista como fueron Luis Alejandro Urbaneja Tello y Alejandro Chataing.

No está incluida en el citado catálogo la Capilla Santa Elena obra proyectada por Erasmo Calvani, premio Internacional de Arquitectura de la Sociedad Bolivariana de Arquitectos, y ya por ese motivo es una obra de gran valor tanto por el tipo de estructura de estilo brutalista, como por la importancia de este arquitecto para el país, destacado por sus monumentales obras de carácter sacro, entre las que ya mencionamos la Catedral San Felipe Apóstol en Yaracuy y el Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto en Portuguesa.  

Situación actual

Si bien el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano y otras fuentes consultadas señalan que la Quinta Elena se encuentra en buen estado de preservación, en nuestra visita observamos que las áreas verdes no están tan cuidadas y entendemos que esto sea así porque mantener un jardín centenario en iguales condiciones es casi imposible, además de su extensión que hace que sea una labor costosa, más si se trata de los jardines de una institución educativa cuyos fines no son lucrativos. 

Algo semejante apreciamos en la Capilla Santa Elena, cuya envergadura significa un mantenimiento constante y la intervención de expertos en la materia. La capilla en su interior se observa en muy buen estado, pero el exterior ya muestra signos importantes de deterioro, sobre todo manchas en el concreto, por lo cual extendemos una alerta para que esta joya arquitectónica de los años 60´s mantenga el esplendor de sus primeros años.

Ubicación

Delimita al norte con la transversal Los Olivos y al sur, con la avenida principal de Los Chorros; por el este, con la avenida Los Naranjos y por el oeste, con la avenida Cachimbo y la quinta Lolita, en el Municipio Sucre, Estado Miranda.

Herminia Gutiérrez

Fuentes consultadas

ACA. ¿Sabía usted… En el sitio web Fundación Arquitectura y Ciudad, 30 de junio de 2024. Consultado el 6 de febrero de 2025 (4) (5) (6).

Bergolla, Luis. Capilla Santa Elena del Instituto Elena de Bueno. En la plataforma de CCSen365, S/F. Consultado el 25 de enero de 2025.

Cárdenas, Ana. Arquitectura BRUTALISTA. En página web Revista Exclama, 13 de julio de 2021. Consultado el 2 de febrero de 2025

Cruz, Edgard. Arquitectos venezolanos contemporáneos. UNEARTE (PDF), Caracas, S/F. Págs. 56-58

Jaimes, Carolina y Sierra, Carlos. La Quinta Elena es otro tesoro de la Caracas por descubrir. En El Estímulo, 2 de noviembre de 2022. Consultado el 25 de enero de 2025.  (1) (2) (3)

Quinta Elena. En Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005. Estado Miranda. Municipio Sucre. Instituto del Patrimonio Cultural (PDF), Caracas, 2005. Pág. 37



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