El tríptico de Rengifo que celebra la nacionalidad

El arte mural tuvo un impulso destacado en las primeras décadas del siglo XX, especialmente en la ciudad capital. Era costumbre desde la Colonia, decorar el interior de las casas particulares con frescos realizados por artistas de mayor o menor renombre, y, en el periodo de gobierno de Juan Vicente Gómez, a Tito Salas se le encargó la decoración de los muros interiores de la casa natal del Libertador y, posteriormente, los techos del Panteón Nacional. 

Tras la muerte del dictador, la Escuela de Artes Plásticas se reformó y fueron incluidas las artes aplicadas, las artes del fuego y la pintura mural, además de ser incorporados a la plantilla docente, maestros extranjeros. Adicionalmente, se abrieron becas para los jóvenes artistas quienes encontraron en los grandes muralistas mexicanos como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, los modelos del arte realista y de compromiso social. Fue la época en la que se formó Rengifo, quien  partió a Santiago de Chile para estudiar Técnica y Enseñanza de las Artes Plásticas y Aplicadas, pero sus inquietudes estéticas e ideológicas lo llevaron hasta México, en 1937, en donde se inscribió en la Academia de San Carlos y en la Escuela de Artes Plásticas «La Esmeralda» para aprender las técnicas del muralismo. 

A mediados de 1938, Rengifo regresó a Venezuela para iniciar una fecunda actividad artística que además de la pintura, las exposiciones y la formación de nuevos artistas, incluyó el teatro. En 1955, el ingeniero Martínez Olavarría, Presidente del Centro Simón Bolívar, le dio el encargo de realizar un mural en un espacio que otros artistas habían rechazado previamente, en la parte cubierta de la Plaza Diego Ibarra situada entre las Torres del Silencio. Se inspiró en la creación según la cosmovisión de los Tamanaco y lo tituló El mito de Amalivaca (1955). Unos años después se le propuso el proyecto de un mural en Pinto Salinas, que no llegó a ejecutarse y ya en los años 70 ‘s recibió el encargo del tríptico que tituló “Génesis de Venezuela y Creadores de la Nacionalidad”. 

Con claras influencias de los muralistas mexicanos, su obra es reflejo de su interés en el realismo social y su compromiso político, por lo que, frente a un ambiente artístico contemporáneo tendiente a la abstracción, se mantuvo fiel a la figuración. 

Nombre: “Génesis de Venezuela y Creadores de la Nacionalidad”. 

Año: Construido entre 1971 y 1973. Restaurado en 2012.

Tipo de patrimonio cultural: Tangible / Monumento en espacio público.

Administrador custodio o responsable: El Ministerio del Poder Popular para la Defensa, Fundapatrimonio y la Alcaldía de Caracas.

Historia

Para celebrar los 150 años de la Batalla de Carabobo (1971), la Comisión del Sesquicentenario de la Batalla de Carabobo del Ministerio de la Defensa, encargó a Rengifo la realización de los murales de mosaico que se encuentran en la Avenida Los Próceres, justo antes del espacio que ocupan los monolitos del Paseo del mismo nombre. En continuidad con la línea artística que ya habían desarrollado grandes muralistas latinoamericanos, en la que se destaca el tema étnico y la reivindicación indigenista, la lucha histórica contra las potencias imperialistas y su visión acerca del futuro, realiza este segundo mural en el que desea expresar la identidad venezolana. 

Su planteamiento es de tríptico con sus tres paneles separados y dispuestos de manera escalonada. Y, aunque el trabajo fue entregado en 1973, según algunas fuentes consultadas, quedó inconcluso ya por falta de más tiempo para su entrega, ya por sus características (arte mural de grandes dimensiones, para el ornato urbano). 

El plan de la obra parte de varios bocetos previos (algunos realizados en grafito y carboncillo y otros en acuarela). Posteriormente, el artista trazó, a escala natural, el trabajo definitivo sobre un papel de mayor espesor que luego fue fijado al espacio del muro que le correspondería. Mediante el procedimiento del frottage o calco, el motivo quedaba transferido a la superficie. Durante este proceso el artista probaba la ubicación de los mosaicos sobre bocetos parciales a escala natural, hasta estar conforme con el ordenamiento de las teselas. Cada muro que serviría de soporte al mural, era saneado y frisado para luego dar inicio al minucioso trabajo de pegar cada una de las piezas y formar los mosaicos. Los bocetos que quedaron en propiedad de sus herederos tras el fallecimiento del artista en 1980, demuestran el proceso de creación y los procedimientos técnicos que usó.

Tras años de desidia por parte de las instituciones que debían velar por el mantenimiento y conservación de las obras emplazadas en la Avenida Los Próceres, entre ellas el tríptico de Rengifo, en 2012 se realizaron los trabajos de restauración ordenados por el Gobierno del Distrito Capital, la Alcaldía de Caracas y Fundapatrimonio, y fue ejecutado por los especialistas Perla García y Frank Parra.

Descripción

Se trata de un mural realizado en mosaico a manera de tríptico: tres grandes paneles rectangulares dispuestos de manera escalonada, como piezas independientes o exentas (liberadas de una construcción arquitectónica), al aire libre que deberían reposar sobre un espejo de agua. Cada panel mide 5 x 6 m y fueron realizados entre 1971 y 1973.

En cada panel se desarrollan tres momentos distintos de la historia nacional respetando su cronología. El primer muro, titulado “La Conquista”, representa el proceso de descubrimiento, exploración y dominación, la terrible violencia y muerte producto del fanatismo y la ambición. En la parte inferior se observan indígenas sometidos y torturados; del lado derecho del mural los conquistadores llevan perros de caza usados para perseguir a las víctimas, en la parte superior uno de ellos lleva en su mano izquierda una cruz y en la derecha un pergamino en el que se lee: “La justa guerra”. A su lado una gran cruz que tres indígenas se ven obligados a adorar, pero a su lado hay llamas ardientes. En el centro, está la figura de Fray Bartolomé de las Casas, sosteniendo el cuerpo inerte de un indígena que por su tamaño y aparente poco peso, podría ser un infante, y detrás de él una figura de color oscuro según algunas fuentes, representaría la raza africana, pero no se corresponde con la cronología por lo que pudiera tratarse de otro síbolo. Formando una V con la gran cruz, un cadavérico indígena se encuentra amarrado al tronco de un árbol. Del lado izquierdo del mural, una indígena de color áureo señala la quimera de El Dorado mientras, en la parte inferior los indígenas señalan hacia ella y los conquistadores, que ya tienen una carreta con pepitas de oro y bolsas cerradas, parecen adorar a esta diosa (símbolo de su avaricia), sin importarles los cuerpos apilados sobre troncos frente a ellos. Sobre la figura indígena dorada y los paneles de oro que están detrás de ella, aparece una imagen femenina también dorada y con estrellas que, según el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano, representa a la Virgen de Coromoto.  

El segundo panel se titula “Los Precursores”, destaca la coexistencia racial, mostrando la esclavitud de los africanos arrancados de su tierra y traídos a la fuerza para trabajar los campos, todos están vestidos y vemos algunos símbolos de su cultura como el tambor, entre ellos uno lleva corona o tocado que puede aludir al hecho de que fueron esclavizados por igual príncipes y gente del pueblo. Junto a los tambores, en la parte inferior descansa un cuerpo sobre una cama de troncos (quizás un enfermo o un fallecido), y al lado de su cabeza un lienzo o papel dice: “Código negro”. En la parte media, dos hombres musculosos de torsos desnudos llevan armas (machetes y lanzas) y entre ellos una inscripción que reza: “Muera la Guipuzcoana”. Del lado izquierdo están los indígenas desplazados de sus territorios, desnudos y desprotegidos, que elevan los brazos aunque están armados con sus lanzas. Entre ellos hay algunas figuras vestidas que portan el estandarte “Patria”, hacia la parte inferior, otra inscripción que dice: “Vivan los comuneros de Mérida” y, hacia el centro, en la mano derecha del personaje de blanco que se presenta de perfil, un pergamino señala: “Abaxo los monopolios”. En la parte seperior, separados por una franja tricolor, tres cabezas gigantescas representativas de los líderes de insurrecciones y rebeliones, representantes también de las tres razas: la africana simbolizada por Juan Andrés López del Rosario, también conocido como el negro Andresote o José Leonardo Chirino; la indígena, por Guaicaipuro; y, entre los blancos, puede ser una figura simbólica que represente la Rebelión de Juan Francisco de León o la Conspiración de Manuel Gual y José María España, aunque su porte pareciera remitirnos a Francisco de Miranda. 

El tercer mural “Lucha y victoria”, muestra la gesta libertadora, en la que sigue como hilo conductor el componente indígena: «la apoteosis del triunfo independentista incluye a figuras como Cuauhtémoc, Caupolicán, Lempira y Túpac Amaru y una hilera ascendente de figuras indígenas desnudas, retratadas de espaldas, quienes elevan el asta de la bandera que marca la diagonal principal de la composición» (*). En el centro, en la parte superior del mural, la figura de Bolívar, quien no lleva una espada en sus manos, su brazo izquierdo levantado señala el camino y en la derecha lleva una rama dorada (probablemente una rama de laurel que significa victoria) que se repite en el indígena de espaldas que porta una antorcha y corre desnudo hacia la libertad, representada por las siete estrellas que, para entonces llevaba el tricolor nacional. La bandera sirve de fondo a la figura de Bolívar, destacando la franja roja, símbolo del derramamiento de sangre para poder lograr la independencia, lo que queda patente en la parte inferior en donde vemos las víctimas caídas. Detrás de la bandera, cuatro caballos que corren guiados por las puntas de las lanzas de los jinetes que no vemos. En la parte media e inferior del mural, imágenes de distintos personajes que representan etapas de la vida del héroe, desde su infancia hasta las batallas que debió enfrentar. En la mano izquierda de Don Andrés Bello, se puede ver un pliego que dice: “5 de julio de 1811”. En el centro y bajo los pies de Bolívar, otro pergamino reza: “Carabobo ayer se ha confirmado con una espléndida victoria el nacimiento político de la República. Bolívar”. Del lado derecho del tríptico los soldados del pasado se mezclan con jóvenes de boinas rojas o vestidos de milicianos, aludiendo a que la lucha por la libertad aún continúa.

Situación actual

Aunque en 2015 se celebró el centenario del nacimiento de César Rengifo, estos murales no recibieron ningún tratamiento o remodelación, siendo la última restauración la realizada en 2012. La obra debería estar erigida sobre un espejo de agua que une los tres paneles, sin embargo podemos ver que estas fuentes no están en funcionamiento y en el momento de nuestra visita, se encontraban un poco descuidadas. En horas nocturnas, se aprecia que están muy bien iluminadas.

Valoración

Las obras murales de César Rengifo muestran no solo a un maestro en la técnica del mosaico, preocupado por realizar una obra acabada como queda patente en la cantidad de bocetos que realizó previos a la ejecución y durante la obra. El mural Génesis de Venezuela y Creadores de la Nacionalidad quedó como muestra de la intención didáctico-narrativa y el compromiso social e ideológico de un artista que se destacó en otras expresiones artísticas. 

Este mural-tríptico está incluido en la colección de obras del Paseo Los Próceres que fue declarado Monumento Histórico Nacional el 15 de abril de 1994, Gaceta Oficial Nº 35.441, Nº 6.

Ubicación

Final Av. Los Próceres. Parroquia El Valle. Caracas. Distrito Capital.

Herminia Gutiérrez.

Fuentes consultadas

Colección de obras del Paseo Los Próceres. En Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2007. Distrito Capital. Municipio Libertador. Instituto del Patrimonio Cultural (PDF). Caracas, 2008. Pág 209.

González, Lorenzo y Marín, Orlando. Tiempos superpuestos: arquitectura moderna e «indigenismo» en obras emblemáticas de la Caracas de 1950. En Apuntes: Revista de Estudios sobre Patrimonio Cultural, 2008. Consultado el 28 de febrero de 2025 (*)

Legado de César Rengifo a 100 años de su nacimiento: Mural “Creadores de La Nacionalidad. En sitio web de La Imprenta de La Cultura, 14 de mayo de 2015. Consultado el 28 de febrero de 2025

Mc Namara, Luciana. Cesar Rengifo. Documento en PDF de ENcontrARTE – Aporrea.org, S/F.  

Todo César: Panorama de vida y obra. Fundación Editorial El perro y la rana, 2018 (digital). Págs. 79 y 194 – 204

Sánches, Francis. Homenaje a César Rengifo. Centenario de su nacimiento 1915-2015. En Educere, vol. 21, núm. 70, 2017. Págs. 529-538. 

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